sábado, 26 de diciembre de 2015

Una escena que redobló la apuesta para generar arte

TEATRO › BALANCE DE LA TEMPORADA TEATRAL 2015 EN CABA

Mientras el Complejo Teatral de Buenos Aires, dependiente del gobierno porteño, sufrió el peor vaciamiento de su historia, el circuito alternativo fue el que aportó la mayor cantidad de títulos, variados en contenidos y formatos.

Por Cecilia Hopkins
DIARIO PAGINA 12

El hambre de los artistas, de Alberto Ajaka, y El farmer, de Pompeyo Audivert y Rodrigo de la Serna, fueron dos de las obras destacadas de la cartelera 2015.

Colmado de situaciones teatrales, el año que termina abundó en conductas públicas que parecieron salidas de un sainete bizarro o de una mala comedia de enredos. Desde el caso Nisman hasta el último de los capítulos de las elecciones presidenciales, una teatralidad burda y patética desbordó los ámbitos públicos nacionales. En despreciable versión, la esencia del hecho teatral –este efecto que implica asumir un rol en un tiempo y en un espacio determinado– también fue ganando terreno en los escenarios mediáticos. Acostumbrada al corrimiento de ámbito de la base de su oficio, la escena porteña redobló la apuesta generando ficción desde todos sus circuitos de producción. Como siempre ocurre, por cantidad de espacios y artistas implicados, el alternativo fue el que aportó a la cartelera porteña la mayor cantidad de títulos, en diversos contenidos y formatos. Algunos destinados a pensar en darle otro sentido a la actuación, como ocurre en Svaboda y en El hambre de los artistas, últimas producciones de Bernardo Cappa y Alberto Ajaka, respectivamente.

En materia legal, mereció el festejo de lo postergado la promulgación de la Ley del Actor, que prevé un régimen laboral y provisional especial, teniendo en cuenta el carácter discontinuo de la actividad. Otra conquista que habilitará la discusión sobre condiciones dignas de trabajo es la reciente constitución oficial del Sindicato Argentino de Autores, una resolución esperada por autores de teatro, cine, radio, televisión, nuevas tecnologías, autores coreográficos y compositores musicales. Ya desde el campo de la creación, pero con el objeto de hacerse eco de los frecuentes reclamos de cambio en las políticas de gestión del teatro público, el ciclo Mis Documentos que coordina Lola Arias en el Centro Cultural San Martín, presentó un singular espectáculo –Informe SM– elaborado por el Foro Danza en Acción y el Teatro Independiente Monotributista, que puso el foco en las malas condiciones de trabajo actuales, además de políticas que promueven la marginación de artistas.

Entre los numerosos ciclos celebrados durante el año, se destacó el Festival Escena Abierta, que organizan 17 salas alternativas; el Festival Internacional de Teatro Adolescente Vamos que Venimos, en su séptima edición consecutiva; y el ciclo Interfaces, que difundió performances signadas por el uso de la tecnología. Por su parte, Teatro X la Identidad presentó, entre otras novedades, un espacio para obras de teatro por la diversidad sexual. Otros encuentros abordaron temas de actualidad. Como el II Festival Nacional Sobre Violencia de Género y el Teatro Urgente, que presentó obras que desarrollaron contenidos relacionados con la prostitución y la marginación social.

Desde una expresión singular, la violencia de género fue abordada, entre otros teatristas, por Osvaldo Peluffo (Fábrica de chicas), Ciela Asad (Belleza y escándalo), Eva Halac (Sánchez Bulevar, reescritura de Los muertos, de Florencio Sánchez) y María Pía Rillo (Preciosura). El bullying fue el tema convocante de Boyscout, de Dennis Smith, obra ganadora del Premio Argentores en el rubro Teatro Musical. Por otra parte, la igualdad entre géneros tuvo en Síndrome de amor una propuesta diferente, obra de Miriam Martino y Lidia Catalano, con dirección de Corina Fiorillo. La violencia familiar motivó, entre otras obras, La crueldad de los animales, de Juan Ignacio Fernández, con dirección de Guillermo Cacace, en tanto que bajo la dirección de Mariana Giovine se estrenó Distracciones, última obra de Carlos Gorostiza que indaga en las apariencias y misterios que oculta la estructura familiar.

Piezas que tuvieron en el centro a personajes femeninos en conflicto hubo muchas. Querido San Antonio, de Patricia Suárez, y dirección de Raquel Albeniz y Paula Etchebehere, buscó romper con el modelo de la mujer sumisa y devota. Por su parte, el grupo Teatro-debate en Sepia presentó Afrolatinoamericanas, sobre la invisibilización de la mujer negra en la historia argentina. Basada en Estamos bien, prosa poética de Cristina Lobaiza, Soñar con cocodrilos describió las primeras impresiones de una mujer joven que acaba de perder a su madre, las cuales se constituyen en una reflexión de género. Sobre identidad sexual femenina, la coreógrafa y bailarina Carla Llopis estrenó Vulva, lo que no se nombra no existe. Ya en clave de humor, el mito de la madre omnipresente fue el tema elegido por Mónica Cabrera para su Electric Mamma. Y Constanza muere, de Ariel Faracce, aportó una mirada singular sobre la vejez y la finitud, con la historia de una anciana que actúa día a día su propio deceso.

Como sucede desde hace años, hay actores y directores que pasan con soltura del circuito comercial al oficial: tal es el caso de Javier Daulte, que dirigió en la calle Corrientes Venus en piel y en el Cervantes, Ni con perros ni con chicos. Por su parte, en el circuito oficial Daniel Veronese estrenó dos obras: Vigilia de noche, del sueco Lars Norén en lel Teatro San Martín, y Los corderos, de su autoría, en el Cervantes. Un cruce de otras características fue el que eligió el cineasta Carlos Sorin al poner en escena Equus, obra de Peter Shaffer, en una sala alternativa. Sobre los riesgos de salirse de los circuitos de circulación teatral, Walter Jacob y Agustín Mendilaharzu crearon Capitán.

Cantera de teatralidad garantizada, los clásicos de todos los tiempos fueron revisitados de diverso modo. Entre las puestas que eligieron inspirarse en la mitología griega, Casandra iluminada, unipersonal de Noemí Frenkel, se refirió a todas aquellas voces que intentan revelar verdades que finalmente son silenciadas y ocultadas. También sufrió un destino similar al de Casandra el personaje de El don, última obra de Griselda Gambaro que Silvio Lang estrenó en el Teatro Cervantes. Por su parte, el director Marcelo Savignone versionó La gaviota de Chéjov para hablar de los vínculos, del desamor y hasta del maltrato entre las personas. El absurdo cobró vigencia en Ubú, versión del ciclo escrito por el dramaturgo y dibujante francés Alfred Jarry dirigida por Andrés Bazzalo y Esperando a Godoy, de Beckett, con puesta de Rubén Pires. Entre los rescates de textos de raigambre popular, el director Claudio Gallardou estrenó en el Cervantes su versión de Juan Moreira. Entre otras piezas, Shakespeare se hizo presente en El asesino del sueño, versión de Macbeth de Facundo Ramírez; en una reescritura de Hamlet que dirigió Agustín Alezzo (La noche que Fortimbrás se emborrachó, de Janusz Glowacki) y en dos singulares puestas de Ricardo III. En la de Norman Briski, el protagonista se ve convertido en un guerrillero que busca instaurar la paz. En la versión de Jorge Eines, director argentino residente en España, la tragedia se ubicó durante el Tercer Reich.

En otros contextos escénicos fueron abordadas las consecuencias del nazismo: Juan Freund estrenó Infancia y exilio, obra de aliento autobiográfico y, en otro circuito, Gerardo Romano mostró en Un judío común y corriente, de Charles Lewinsky, la problemática actual de los judíos que viven fuera de Israel y los dilemas que afrontan quienes habitan un país como Alemania. Entre otras obras que hicieron referencia a la historia mundial, sobre el fondo de la Guerra Civil Española, ¡Ay, Carmela!, de Sanchís Sinisterra subió a escena interpretada por Elena Roger y Diego Mariano. La historia argentina dio material a variadas producciones. El tema Malvinas, por caso, tuvo un singular enfoque en Los hombres vuelven al monte, pieza escrita y dirigida por Fabián Díaz, e interpretada por Iván Moscher. Andrés Mangone dirigió Puente roto, de Pompeyo Audivert, un “sainete nacional metafísico” asentado en algunos momentos de la historia argentina. Por su parte, el director Román Caracciolo en La pequeña historia se refirió a las contradicciones que surgen en el registro de la historia y en su transmisión.

No faltaron obras que buscaron cuestionar los modos que asume la política. Las costumbres del autoritarismo fueron el eje central de varios montajes, entre ellos, La mancha indeleble, unipersonal de María Isabel Bosch acerca del vivir condenado o bajo la sombra de la sospecha. El abuso y la exclusión social fueron los temas privilegiados por el director Jorge Paccini en su puesta de Sucede lo que pasa, de Griselda Gambaro. En FidelFidel. Conflicto en la prensa, el grupo El Bachín que lidera Manuel Santos Iñurrieta habló sobre los medios de comunicación y la disputa por la verdad.

Ambientada en los entresijos del parlamento nacional en un tiempo futuro, El combate de los Pozos fue la propuesta de la actriz y dramaturga Andrea Garrote. Los años ‘70, en cambio, inspiraron a Mariana Mazover su obra Etiopía, historia de militancia contada desde el mundo de la infancia. Por su parte, el director Roman Podolsky en Prueba contraria puso en cuestión lo que la militancia de los 70 toleraba sobre cuestiones sentimentales. Otro hecho a destacar es que Enrique Pinti volvió con su clásico Salsa criolla para hablar sobre “un sistema evidentemente desvencijado”. Por otra parte, sobre los negociados del poder político y el sector salud, el dramaturgo y director Fabio Fusca creó Cuántica, y Anabella Valencia, Gorriona, obra dirigida por Martín Salazar que alerta sobre los efectos de los agrotóxicos en el país, en clave de comedia bizarra.

Entre los teatristas que optaron por generar teatralidad desde la narrativa, Pompeyo Audivert y Rodrigo de la Serna adaptaron, dirigieron y protagonizaron El farmer, sobre la novela de Andrés Rivera. En otra perspectiva, en Errante en la sombra, Adrián Blanco llevó a escena la novela homónima de Federico Andahazi, la cuentista Hebe Uhart inspiró ¿Cómo vuelvo?, unipersonal de María Merlino, y Alfredo Martin en Pessoa, escrito en su nombre, se refirió a la vida y obra del escritor portugués. Por su parte, Cristina Banegas incluyó otros textos de Lorca para remozar el unipersonal Los caminos de Federico. También hubo homenajes a personalidades literarias: Miguel Hernández, en la nueva puesta de Compañero del alma, de Villanueva Cosse y Adriana Genta, y Julio Cortázar, en Ocho cartas para Julio, de Gabriel Lerman, con dirección de Daniel Berbedés y actuación de Juan Palomino. Otros homenajes, aunque dedicados a personalidades de la escena, fueron Se nos fue redepente, texto de Niní Marshall interpretado por Magali Meliá, y Walter hecho pedazos, pastiche travesti y tragicómico de Facundo Zylberberg sobre Batato Barea, dirigido por Gabriel Wolf.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Un año teatrísimo

“Chopin & Schuman: el encuentro”
BALANCE

Por IRENE BIANCHI
DIARIO EL DIA

Empecemos por algunas excelentes propuestas musicales que vimos en Buenos Aires. “Doce dúos de amor”: encantador popurrí de inolvidables canciones románticas, bellamente interpretadas por Magali Sánchez Alleno y Juan Pablo Skrt, acompañados en piano por Roberto Antier, en el cálido ámbito de “Clásica y Moderna”. “El Hombre de la Mancha”: Pepe Cibrián Campoy, Raúl Lavié y Cecilia Milone recrean a puro talento en el Teatro Maipo un legendario musical que gira alrededor de la figura del excéntrico caballero andante. “La Novia de Gardel”: Ana María Cores y Mariano Depiaggi, al servicio de un texto de Marisé Monteiro y Pablo Mascareño, dirigidos por Valeria Ambrosio, imaginan el encuentro entre El Zorzal y su enamorada, en una obra plena de tango, pasión y suspenso, en el renovado Teatro 25 de Mayo (donde dicen que cantó Carlitos). En esa misma sala, un espectáculo infantil escrito por Gastón Marioni, con música de Hernán Matorra, dirigido por Rubén Viani: “Los fabulosos ¡Buu!”. Meme Mateo y Sofía Pachano protagonizan un enternecedor alegato contra el bullying y la discriminación, divertido y oportuno en los tiempos que corren. “Casi normales”: impactante versión local de “Next to Normal” con una Laura Conforte descomunal (Teatro Metropolitan). “El Gran Final”: logradísimo homenaje a Bob Fosse, ideado, coreografiado, dirigido y encarnado por Gustavo Wons, acompañado por un cuerpo de baile excepcional, en el Teatro Astral. “Cyrano de Bergerac, el musical”: otra propuesta de Gastón Marioni, con música de Tato Finocchi, con Juan Pablo Skrt, Magali Sánchez Alleno y elenco, espectáculo lírico-musical sobre el arquetipo del héroe romántico del siglo XIX, grotesco por fuera e inmensamente bello por dentro. “Melodías de diván”: comedia dramática de Marioni, estrenada en La Plata (Teatro Estudio), que desembarca en la calle Corrientes (Teatro Picadilly) con un elenco porteño integrado por Julia Zenko, Graciela Pal, Magali Sánchez Alleno, Roxana Randón y Ana Padilla. Boleros, amor, traición y secretos bien guardados.

Además de estos musicales, cuatro obras de texto de enorme potencia en CABA. “El loco y la camisa” (Teatro El Picadero): el “Banfield Teatro Ensamble” deslumbró con esta pieza escrita y dirigida por Nelson Valente, en la que se destaca la extraordinaria labor de Julián Paz Figueras. “El principio de Arquímedes”: provocativa obra del catalán Josep María Miró, dirigida por Corina Fiorillo, que pone al público en el difícil rol de jurado en un supuesto caso de abuso (Teatro Apolo). “Mala Madera”: escrita y dirigida por el platense Diego Cremonesi, con Felicitas Kamien, Federico Aimetta, Jorge Eiro y Eduardo Pérez Winter, en el Beckett Teatro, obra que combina el humor y el horror en justas dosis. Y un plato fuerte: “Terrenal”, de Mauricio Kartun, en el Teatro del Pueblo, con tres trabajos memorables a cargo de Claudio Da Paisano, Claudio Martínez Bell y Claudio Rissi, dirigidos por el autor.

Las propuestas porteñas que se presentaron en el Teatro Municipal Coliseo Podestá: “¡Ay, Carmela!”, de José Sanches Sinisterra, con Elena Roger y Diego Mariano, dirigidos por José Luis Arellano y Edgardo Millan, teatralidad en estado puro. “La Nonna”, comedia negra de Roberto Tito Cossa, con dos estupendos trabajos de Pepe Soriano y Hugo Arana, dirigidos por Jorge Graciosi. Otros dos actores consagrados, Beto Brandoni y Eduardo Blanco, en “Parque Lezama”, primera incursión teatral de Juan José Campanella. “El crédito”, con otra dupla excepcional: Jorge Marrale y Jorge Suárez, dirigidos por Daniel Veronese, un “tour-de-force” desopilante. Julio Chávez y Gerardo Otero trajeron “Red”, de John Logan, retrato del artista plástico Mark Rothko, con una ajustada dirección de Daniel Barone. Rodolfo Ranni y Mario Pasik encarnaron a dos entrañables amigos en “Aeroplanos”, el clásico de Carlos Gorostiza, dirigidos por Daniel Marcove. “¿Por qué será que las queremos tanto?”, simpática pieza escrita y dirigida por Daniel Dátola, con el platense Maxi Ghione y Roly Serrano. Como por arte de magia, “Sandro de América” se hizo presente en el Coliseo, recreado por Fernando Samartín. Hernán Piquín nos deleitó con la música de The Beatles en “Let it be … una historia de amor”, secundado por su excelente cuerpo de baile. Y un olvidable “Encuentro de genios”, de Beto Casella.

Tres producciones de la Comedia de la Provincia en su Sala Armando Discépolo de la calle 12. “La Jaula de las Locas”, de Jean Poiret, en versión de José María Muscari, éxito de taquilla con más de 10.000 espectadores. “El debut de la piba”, sainete criollo festivo de Roberto Cayol, dirigido por Marcelo Boveri. “Chopin & Schumann’s: el encuentro”: el tenor Ruben Martinez escribió una obra teatral de música clásica, en la que revela detalles de la vida de estos dos grandes músicos, y permite el lucimiento de virtuosos pianistas, una violinista, y la extraordinaria soprano Paula Almerares.

En el Teatro La Nonna, vimos un par de unipersonales: “Entre camarines”, con la capocómica Carmen Barbieri, y “La revolución del humor”, con una simpatiquísima Lizy Tagliani. Dentro de su tradicional cartelera maratónica de vacaciones de invierno, destacamos “Draculín, el vampirito”, en la que Leo Ringer se dio el gusto de actuar junto a su hijo, Lisandro, cuyos 118 años no se le notan ni un poquito.

En Teatro Estudio: el actor, cineasta y escritor Sergio Mercurio, el Titiritero de Banfield deleitó con “En camino”, un espectáculo poético, divertido y profundo. Por primera vez en La Plata, se presentó Teatro ciego, con una pieza de Roberto Arlt, La isla desierta, una experiencia inolvidable para los espectadores a oscuras, percibiendo a través de otros sentidos. El Esférico asumió el desafío de comprimir Hamlet, con dos actores –Martín Eliseo Mendivil y Emilio Berasain- interpretando todos los personajes de la tragedia de Shakespeare. Braian Kobla presentó “The Good”, un western urbano provocativo, para nada convencional. El teatro del absurdo se hizo presente con “El cepillo de dientes”, de Jorge Díaz, con Agusta Bermúdez y Nacho Pereyra León, dirigidos por Javier Cardini. La Compañía “Tecito y a la cama, Un ciclo de payasos”, ofrecieron “Él Cumple.años”, fresca y tierna propuesta, en la que huelgan las palabras. “La sustituta, melodrama escolar en un acto”, inquietante texto de Germán Reimondo, protagonizado por el propio autor y Eva Selva, dirigidos por Gastón Marioni, que gira en torno al poder y a la rigidez de las instituciones.

En Saverio Sala de Teatro, “Amleth”, adaptación de Omar Sánchez de la obra de Luis Cano, protagonizada por Andrés Cepeda, Mauricio Rodríguez y Alejandro Santucci: un trío arrollador.

Lorena Velásquez, en su flamante sala El Escape, adaptó y dirigió un clásico de August Strindberg, “El padre, con sangre de mujer en las venas”, con un compacto elenco femenino, integrantes del “Grupo Secretos”

En “El Bombín” el Grupo de Teatro del Pepam, dirigido por Jorge Silva, presentó “El testamento de Hortensia”. Una de las muchas bienvenidas propuestas de adultos mayores que se le animan a las tablas.

Justamente en la nueva y coqueta sala “Las Tablas”, otro verdadero éxito de taquilla “Lotería”, comedia de Hugo Daniel Marcos, dirigida por Gastón Beltramini. “Mariela Navas”, unipersonal del que la actriz colombiana Claudia Tobo es a la vez autora, directora y protagonista, e integrante de la compañía hispano-colombiana “La Máquina Poética”; una muy interesante mirada al conflicto armado en Colombia, desde el punto de vista de los oprimidos de siempre.

En la Sala 420, la Compañía chilena Ñeque Teatral ofreció “Ningún pájaro canta por cantar”, bellísimo y original espectáculo que denuncia la depredación de los bosques nativos y la imparable contaminación del medio ambiente. “Isadora o la revolución de un cuerpo”, con dramaturgia y dirección de Diego Biancotto, e interpretación de la actriz y bailarina Ayelén Díaz. Conmovedora lectura de la vida de una transgresora que revolucionó la danza: Isadora Duncan.

En la Sala Astor Piazzolla del Teatro Argentino, un clásico de Lyman Frank Baum: “El Mago de Oz”, adaptado y dirigido por Gastón Marioni, con Emilia Mayo, Angelo Fornabaio, Javier Ruiz de Galarreta, Juan Pablo Antonelli, Laura Jiménez y Javier Cardini, que agotó localidades durante el receso invernal.

Otro delicioso espectáculo infantil: “Chin, chin, por el Circo del Repique”: la excelencia esencial de lo simple y sencillo.

El imparable y prolífico Grupo de Teatro “La Anunciación” abordó una tragedia griega, “Las Troyanas”, de Eurípides, en la Sala “B” del Pasaje Dardo Rocha.

En Espacio 44, un unipersonal escrito y dirigido por Gustavo Vallejos, interpretado por el versátil actor Jorge Demarco, “El Huésped R.A.S.”, un embustero viajero.

El prolífico y multifacético Maestro Roberto Conte, al frente del Grupo de Teatro del Colegio de Abogados hace ya 30 años, cerró el año con un sainete de Alberto Vacarezza, “Tu cuna fue un conventillo”, a sala llena todas las funciones.

Un género muy de moda en los últimos tiempos, el “stand-up”, y un estandapero que se sale de lo previsible en cuanto a temática, rompe con el molde y divierte con agudeza, ingenio y originalidad: Alejandro Castañeda Zazzali, a la vez productor del ciclo que se presentó todos los martes en “Hispano”.

Y el Nano, entrañable y amado por los platenses, como siempre, presentó su “Serrat, antología desordenada” en la Sala Ginastera del Teatro Argentino. Un festín.

Una temporada rica y variada en propuestas, con esmeradas producciones locales de enorme repercusión.

Afortunadamente para todos, el teatro sigue vivito y coleando.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Vangelina Rimenver y sus primas

ESPECTÁCULOS | TEATRO EN LA PLATA

Por IRENE BIANCHI 

VANGELINA RIMENVER Y SUS PRIMAS

Anahí Carnevale despide su año teatral en compañía de sus personajes femeninos, capitaneados por la inefable “Vangelina”, compendio de gracia, ingenuidad y ternura. Este show humorístico-musical se ofrece hoy a las 21.30 en 34 entre 27 y 28.

Fuente: EL DIA

martes, 24 de noviembre de 2015

La Fabriquera - La Plata

 

La Fabriquera era un lugar rescatado como espacio para teatro y distintas manifestaciones culturales. 
La Fabriquera producción cultural, era un espacio de prueba y de cruce de lenguajes. La fabriquera era una casa que mutaba, se fabricaba a sí misma en cada nueva propuesta: teatro, cine, danza, música, literatura y más que eso. 
Entrevista a Laura Valencia, su promotora, Ariel Martinez, bailarín y coreógrafo y distintas escenas de obras que se llevaban a cabo en el lugar. Ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires.

Fuente: ElObservadorTV2012

domingo, 15 de noviembre de 2015

La Plata, ciudad teatral

“La vida que habita”, por Jazmín García Sathicq 

Esa frase atribuida al rock que dice que en cada manzana de la ciudad se puede contar al menos una banda, también se podría adaptar al teatro. En La Plata, la oferta de espectáculos de todo tipo y color es cada vez más grande, con grupos independientes que proliferan a pesar de las trabas económicas y que, contra toda la corriente, apuestan por invertir en el rubro con nuevas salas y espacios culturales en los que desarrollar la actividad.

La semana pasada, por caso, en la agenda cultural de este diario se publicaron más de 100 obras teatrales, entre propuestas clásicas, performances, stand up, improvisación, danza, transformismo e infantiles. Un abanico que se mantiene, a lo largo de todo el año, con ofertas para todos los públicos con dramas, tragedias, grotescos, comedias y más.

Según estimaciones del Consejo Provincial de Teatro Independiente, en la actualidad se pueden contar un promedio de 70 grupos teatrales en actividad.

El buen desarrollo de la actividad se registra, además, con la apertura de nuevos espacios, entre salas propiamente dichas y centros culturales, lugares que se fueron sumando a los ya existentes para ofrecer escenario a grupos sin “casa” en los que poder mostrar sus performances.

Se estima que en la actualidad son más de 30 los puntos en los que los fines de semana se ofrece algún tipo de actividad.

Semanas, ciclos, festivales, concursos y muestras son frecuentes a lo largo de la temporada, apelando al interés del espectador con propuestas originales. De hecho, la Ciudad, tiene su propia Noche de los Teatros, una propuesta que la semana próxima (18/11) celebrará su exitosa tercera edición, abriendo gratuitamente los espacios para que la gente se acerque y conozca la actividad que aquí se produce (y que es mucha).

Cursos, seminarios y talleres relacionados con la actividad son permanentes a lo largo de todo el año. Aproximadamente, se puede hablar de al menos 50 propuestas de formación artística destinada a estudiantes, actores, docentes y espectadores.

Para destacar, además, la explosión que en los últimos años se experimenta durante las dos semanas de vacaciones de invierno, con los espacios trabajando a sala llena, hasta con tres o cuatro funciones diarias. Un verdadero fenómeno de oferta y demanda que se retroalimenta constantemente.

VOCES EXPERTAS

“Habiendo comenzado a transitar los escenarios desde los años setenta, creo que la ciudad siempre fue cuna del teatro rioplatense. De ese modo, su oferta resultó abundante y de buena calidad, de hecho, los espectáculos de capital federal tienen como testeo al público exigente de nuestra ciudad”, opina el actor, autor y director local Leo Ringer.

Para el director de La Nonna y miembro de la Asociación Argentina de Actores es “lógico que en las épocas de preocupación socioeconómica, el espectador se refugie en el arte, eso motiva a que cíclicamente abran (o cierren) espacios teatrales”.

En esta misma línea, Gastón Marioni entiende, basándose en las teorías del oprimido, “que en la historia de los pueblos, en sus momentos de mayor adversidad, inversamente proporcional crecieron los espacios de expresión. Creo que la afinidad de ideas sociales y artísticas llevan a un colectivo a la persecución de ‘darle sitio’ a ese encuentro y allí se abre la mayor fuerza que busca concretar la apertura de un espacio cultural”.

Para el docente, dramaturgo y director “nuestra escena local está más viva que nunca. La cantidad de grupos nuevos es admirable, también el advenimiento de públicos que tal vez estaban circunscriptos a circuitos que atraían las dos grandes salas locales (oficiales) y que comenzaron también a ´animarse’ a ir a los teatros independientes. No fue magia, hubo y hay gestiones de colectivos teatrales que constantemente están (y estamos) promoviendo esta apertura”.

LOS FACTORES

César Palumbo, Consejero Provincial de Teatro Independiente, entiende que el aumento en la actividad teatral local está determinada por diferentes factores, uno de ellos, el aporte de la escuela de teatro de la Provincia, como fuente de actores, espectadores y docentes.

Otro aspecto a considerar es el hecho de que La Plata sea una ciudad universitaria con “gran cantidad de estudiantes locales, del interior y exterior, que estudian diversas carreras universitarias y además nutren salas y talleres”. La Facultad de Bellas Artes, por caso, ofrece herramientas de actuación, cine, escenografía, etc.

Palumbo sostiene que “los organismos oficiales también hacen su aporte, aunque en ocasiones se puede tener una mirada no exenta de crítica a algunas situaciones puntuales, con diversos concursos y ciclos han hecho un aporte singular”.

La creación del Consejo Provincial de Teatro Independiente en 2009 “fue otra posibilidad de subsidios a la producción, equipamientos, distintos programas que se desarrollan para acercar a jóvenes y público en general al teatro, y que, con el correr de años, puede optimizar la actividad”, dice Palumbo, remarcando además el envión de los concursos regionales de dramaturgos.

Por otra parte, el también director de El Altillo del Sur destaca un hecho no menor: “La pasión con que la gente de teatro de la región toma esta actividad que, a mi sentir, es una ‘enfermedad’ pero incurable”.

LLAMA ACTIVA

Para Leo Ringer es importante remarcar que “los grupos de teatro independiente son la llama activa del movimiento en la ciudad. Trabajan en el ámbito pequeño de la movida y generan una buena cantidad (y calidad) de espectadores que luego asisten a otros espectáculos y, por ello, a los que tienen más proyección nacional por la difusión de las figuras a nivel televisivo”, dice el teatrista, convencido, además, de que “el teatro es único y no admite divisiones entre ‘comercial y no comercial’ pues el teatro es para el público y este último decidirá”.

Dicen que un pueblo sin teatro es un pueblo sin verdad. Y un pueblo con tanto teatro, ¿de qué puede ser sinónimo? Para Gastón Marioni es significado de una “gran voluntad y posibilidad de expresión”. Y para Laurence Olivier es, ni más ni menos, que “el signo visible de su cultura”. La Plata, una ciudad teatral que sigue creciendo.

70 - Según estimaciones del Consejo Provincial de Teatro Independiente, en la actualidad se puede contar un promedio de 70 grupos teatrales en actividad

30 - Los espacios aproximados, entre salas, centros culturales y bares, en los que se ofrece actividad teatral

50 - Un número aproximado de los cursos y talleres relacionados con la actividad teatral que se dictan en la Ciudad

jueves, 29 de octubre de 2015

Primera noche de amor para Lali Espósito y Mariano Martínez

Televisión.Los protagonistas de "Esperanza mía" (El Trece) hicieron el amor por primera vez: el padre Tomás se animó porque, después del golpe sufrido en la cabeza, no recuerda que es cura.

Puro romanticismo: el padre Tomás (que no recuerda que es cura) y Esperanza, en su primera noche de amor.

Silvina Lamazares
Editora de Televisión
                                               El Trece © Artear SA & Pol-Ka. Buenos Aires

  Es cierto que fue ‘la primera vez’ de Esperanza (Lali Espósito) y el padre Tomás (Mariano Martínez), pero no fue ‘una primera vez’ típica de las ficciones argentinas, con pasión desenfrenada y escenas cuestionables para dar dentro del horario de protección al menor. ‘La primera vez’ de los protagonistas de Esperanza mía (a las 21.15, por El Trece) estuvo enmarcada en el romanticismo, en el cuidado de la imagen, en la certeza de que del otro lado del televisor había mucho niño mirando. Entonces anoche se contó lo suficiente como para que, lo que no se mostró, se pudiera imaginar.

   Las escenas de sexo entre los personajes centrales de la tira de Pol-ka llegaron, no casualmente, en un momento clave de la historia: el cura que interpreta Mariano Martínez padece una amnesia temporal, producto de haberse golpeado la cabeza. No sabe quién es, ni quién es la chica que está en sus brazos, sólo sabe que la quiere. Y que quiere demostrarle cuánto la ama, cantidad anulada hasta hace unos días por su fuerte vocación religiosa. Ahora, sin hábito, con su fe silenciada y con su adorada Esperanza -aunque no recuerda su nombre- enfrente le da rienda suelta a sus emociones.

   Para el capítulo de anoche, el guión marcaba que la ex falsa novicia y Tomás se iban juntos a una casona alejada de todo. Allí, sin testigos, sin memoria de un lado y con un silencio impuesto del otro (“Hagamos un pacto, no me preguntes nada, no puedo contar”, le dijo Esperanza), la pareja tuvo su noche de gloria, después de siete meses de historia.

   Pétalos de rosas, velas, leños encendidos de fondo, un living en penumbras y dos copas de vino sirvieron para crear un clima de cercanía y amor. “Yo te prometo que va a ser una noche exquisita”, le había dicho él, antes de que enfundaran ropas de gala, que encontraron guardadas en esa casa de los abuelos de Esperanza.

   Unos besos y unos mimos después, esas prendas fueron cayendo, en una previa que subió el tono de a poco, sin pasarse jamás del registro de comedia para toda la familia. Mientras sus cuerpos levantaban temperatura, se oía la voz de Lali cantando eso de ‘Si amar es un milagro, esto es amor’, del tema Júrame, cortina ideal para ese momento que invitaba a la pasión.

   Después llegaron los títulos del final y habrá que ver cómo sigue hoy la relación entre el cura que no recuerda ser cura y la chica que jugó a ser monja. Pero para los archivos de la televisión, y para los seguidores del programa, el capítulo de anoche será aquél en el que él le confesó que “la vida me regaló la mujer más linda del mundo. Te amo (...) No sé ni tu nombre, pero estoy seguro de que sos la mujer de mis sueños”. O en el que ella confesó que “me encantaría que te quedaras así para siempre”. Nadie les quitará lo besado.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Gastón Marioni regresa con “La lengua cosida”

ESPECTÁCULOS | TEATRO

Este domingo, a las 20.30, en Teatro Estudio, 3 entre 39 y 40, regresará a la cartelera local “La lengua cosida”, obra que reflexiona, ahonda y denuncia la violencia de género.

GASTÓN MARIONI REGRESA CON “LA LENGUA COSIDA”

Con libro y actuación de María Inés Portillo, la obra dirigida por Gastón Marioni presenta a una mujer de mediana edad encerrada en un baño. Habla compulsivamente, a borbotones, evaluando las palabras devaluadas, cuestionando el discurso vacuo de políticos y figuras públicas, sus frases hechas, sus clichés, sus muletillas: “A ver”, “Digamos …”, “Bueno, nada”. Sin embargo, le cuesta hablar. Está tensa, contracturada, nerviosa. Tiene problemas cervicales. Hay algo que la ahoga, un nudo en la garganta, una opresión en el pecho, una angustia que la acosa y le impide relajarse. De chica se cortó la lengua y se la tuvieron que coser, hecho que la obligó a permanecer callada y desarrollar la comunicación a través de la escritura. Y esa lengua cosida, esa boca cerrada, se re-actualiza en una situación traumática que le toca vivir hoy, una situación aberrante que la llena de bronca, asco, miedo, impotencia, dolor.

Con escenografía de Analía Bértola y asistencia de dirección de Fermín Epele, “La lengua cosida” tendrá nuevas funciones los domingos 11 y 18 de octubre, a las 20.30.

Fuente: EL DIA

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Teatro x la Identidad La Plata - 2015


Visión 7 - “Teatro x la Identidad La Plata”, hasta el domingo 

 Abuelas de Plaza de Mayo inaugura este miércoles el ciclo de 28 piezas teatrales y 12 micro relatos actuados que se presentarán en quince centro culturales de la ciudad capital bonaerense, con entrada libre y gratuita. 

En el cierre, espectáculos musicales en la Estación Provincial, a partir de las 14 del domingo 20. “Teatro x la Identidad La Plata” arranca cuando se recuerda el 39ª aniversario de “La Noche de los Lápices” (Gabriela Radice/ Espectáculos). Emitido por Visión 7, noticiero de la TV Pública argentina, el miércoles 16 de setiembre de 2015. 

 Fuente: Televisión Pública

martes, 15 de septiembre de 2015

Teatro por la identidad por primera vez en La Plata - Septiembre 2015

 

Teatro por la Identidad se presentó en diferentes centros culturales de la ciudad de La Plata. Provincia de Buenos Aires. Esta proyecto es apoyado por las Madres de Plaza de Mayo y diversos organismos que luchan incansablemente por los Derechos Humanos. 

 Fuente: La Capital TV

lunes, 7 de septiembre de 2015

Temporada 2014 Teatro Argentino La Plata

 

 Teatro Argentino de La Plata - Temporada 2014, Sala Alberto Ginastera. 

 Fuente: Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Charla sobre "Maluco", "Canon Perpetuo" y ·"Ritual mecánico"






Charla abierta Mayo 2015: "Maluco, Canon Perpetuo, Ritual Mecánico y la itinerancia de los espacios. Procedimientos para la construcción de dispositivos espaciales”.

Sobre la obra del director teatral Quico García  en el teatro La Hermandad del Princesa, en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires.

Participantes: Daniel Gismondi, Estela Karczmarczyk, Adrián Di Bastiano, Damián Curcio, Cristina Pineda, Julieta Sargentoni, Laura Ponisio, Ricardo Ibarlín, Cora Ceppi, Juan Pablo Mandarano, Hector Puppo, Isabel Etcheverry, Beatriz Catani y Silvia Luna Leiva.

Responsables:
Gustavo Rádice (Entrevistador)
Carolina Donnantuoni

Fuente: Plataforma de Teatro Performático

jueves, 13 de agosto de 2015

Charla abierta sobre la obra "Tragedia de una familia guaranga"


ABRIL 2015 - CHARLA ABIERTA: “Tragedia de una Familia Guaranga" de Omar Sanchez: en busca del cuerpo y la corporalidad del actor en escena”

Invitados: Nora Oneto, Juan Bozzarelli, Julio Salerno, Victor Galestok, Analía Seghezza, y Omar Sánchez.

Fuente: Plataforma de Teatro Performático

miércoles, 29 de julio de 2015

Jean Poiret por Muscari

ESPECTÁCULOS | “LA JAULA DE LAS LOCAS”

Por Irene Bianchi

Jean Poiret por Muscari

“La Jaula de las Locas”, de Jean Poiret. Elenco: Marcelo De Bellis, Emilio Bardi, Mónica Villa, Fernando Lúpiz, Divina Gloria, Horacio Sansivero, Federico Bal, Juana Repetto, Ricardo “Mono” Ibarlín, Leandro Martinez, Emi Figueredo, Lucía Ruiz Ortiz, Pedro Ferraro, Santiago Flores, Juan Freddy Romero. Bailarines: Walter Collia, Mateo Erdocia, Nacho Gonatta, Diego Góme, Nicolás Ilbelle, Joel Ledesma, Gabriel Martina, Maximiliano More, Santiago Torres. Escenografía: Sergio Company. Vestuario: Manuela Vidal Rivas. Coreografía: Magui Bravi. Diseño lumínico: Esteban Ivanec. Asistentes de dirección: César Barella, Laura Otero. Dirección general: José María Muscari. Producción: Comedia de la Provincia. Sala Armando Discépolo, calle 12 entre 62 y 63. Viernes, sábados y domingos.

“La Cage Aux. Folles” de Jean Poiret (1973), tuvo varias versiones cinematográficas memorables. Una con Ugo Tognazzi y Michel Serrault, y la hollywoodense, dirigida por Mike Nichols, con Robin Williams y Nathan Lane (1996).

En Buenos Aires se estrenó en 1976, en pleno proceso, con Osvaldo Miranda y Tincho Zabala. Hubo una versión musical protagonizada por Tato Bores y Carlos Perciavalle, y una tercera con Miguel Angel Rodríguez y Roberto Carnaghi.

Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que Poiret escribió este divertido vodevil, y afortunadamente hoy en día las relaciones homosexuales de las que habla la pieza, hasta tienen un marco legal y no espantan a nadie, o casi a nadie. Tan lejos estamos de dichos prejuicios, que no falta quien señale que el amor heterosexual se está volviendo “demodé” (“animus iocandi”).

Marcelo De Bellis y Emilio Bardi son René y Albino, dueños de “La Jaula de las Locas”, un cabaret de travestis parisino. Teo (Bal), hijo de René, está a punto de contraer matrimonio con Muriel (Repetto), y cae con los padres de la joven, los Ocampo (Villa y Lúpiz), un matrimonio ultra conservador, que se ubica en las antípodas de la pareja gay. ¿Cómo conciliar estos mundos diferentes? Para colmo de males, irrumpe la madre biológica de Teo, Simona (Divina Gloria), que aportará lo suyo a esta comedia de enredos y simulaciones.

Más allá de la corrección de los roles protagónicos, hay personajes secundarios que sobresalen por su meticulosa composición. Destacamos al excelente Emiliano Figueredo (mayordomo), y la desopilante pareja que arma con John Freddy Romero, su mascota. Horacio Sansivero, en la piel de Jenny, la transformista, impecable como siempre. Muy lograda la transición del Sr Roseto, a cargo del platense Ricardo “Mono” Ibarlín.

El “enfant terrible” José María Muscari, que siempre impone su sello característico a las obras que aborda, montó “La Jaula …” en una sala acostumbrada a sainetes y grotescos rioplatenses, insuflándole aires nuevos. Sin embargo, las dimensiones del escenario en cuestión, son un tanto reducidas para un elenco tan multitudinario. De hecho, el cuerpo de baile utiliza por momentos el proscenio, área en la que la iluminación y la visibilidad (nivel piso) resultan insuficientes y piden refuerzo.

Sería asimismo conveniente contar con micrófonos ambientales para evitar la voz gritada de los actores, lo cual redundaría en una mayor naturalidad.

Muscari subraya lo visual, la exhibición de los bellos cuerpos de los bailarines, poniendo siempre el énfasis en el aspecto lúdico y disparatado de la obra, intercalando coloridos separadores musicales entre escena y escena. Indudablemente, con el correr de las funciones, tanto la sincronización del baile, como el “lip sync” o playback, se irán puliendo y optimizando. El cuadro del “scrown” de los rugbiers (ideado por la coreógrafa Magui Bravi): uno de los mejores.

Atractiva y bien aprovechada la escenografía de Company. Muy variado y colorido el vestuario de Vidal Rivas.

El claro propósito de esta nueva propuesta de Muscari es divertir, y lo logra. Misión cumplida.

Fuente: EL DIA

martes, 28 de julio de 2015

“Chin Chin”: delicioso circo casero

ESPECTÁCULOS

Por Irene Bianchi

“CHIN CHIN: LA CASA ES CHICA PERO EL CORAZÓN ES PAYASO”

“Chin, chin”, por “El Circo del Repique”, integrado por Javier de Jesús. María Paula Phielipp Balut, Juan Pablo Phielipp Balut, Iara Bordogna, Sergio Loudet, Florencia Fernández, Gonzalo Gallardo y Eliana Aguirre. Payasos de civil: Macarena Villegas, Kevin (messi) y Erica Astudillo. 71 entre 14 y 15, todos los días, a las 16 y 17.30.

“La casa es chica pero el corazón es payaso”, reza el subtítulo de “Chin, chin”, el espectáculo de la familia del Circo del Repique, cuya belleza radica en su simpleza. No hay aquí alardes tecnológicos, ni pantallas de led, ni sofisticados mecanismos, ni sonido sensurround. No hay insufribles actores-animadores que arenguen: “¡Más fuerte, chicos!”. Hay, en cambio, sutileza, minimalismo, economía de recursos, ingenio, frescura, creatividad, un combo que no subestima al niño sino que, muy por el contrario, apela a su inteligencia y estimula su fantasía.

Una casa chorizo, con paredes hermoseadas por el artista plástico urbano Luxor, niñitos sentados en el piso y adultos en bancos y gradas. Da comienzo la ceremonia teatral. Difícil captar y mantener la atención de esta generación de locos bajitos tecnológicos, tan habituados al zapping, muy proclives a la dispersión y al aburrimiento. Y los simpáticos integrantes del Circo del Repique lo logran, con creces.

No sólo eso. También captan la atención de los grandes, con guiños cómplices que los retrotraen a la propia infancia, en la que un palo de escoba era un brioso corcel, dos latitas unidas por piolín un celular 4 G, y la vereda y el potrero nuestros lugares de pertenencia.

Estos payasos-clowns cantan, bailan, tocan distintos instrumentos, hacen magia, piruetas y malabares, burbujean el espacio, cuentan y dramatizan historias, se caen y se levantan, se pelean y se amigan, se meten al público en sus grandes bolsillos, de principio a fin.

Y como yapa, cual “bonus track”, te invitan a pegarte un tortazo de crema en la cara antes de partir, invitación que, créase o no, muchos padres y madres aceptan gustosos, animándose a jugar como cuando eran chicos y no les importaba enchastrarse.

“El Circo del Repique es difícil de encasillar”, cuentan ellos. “Recuperamos ideas de la literatura, del teatro, de la música, de la cultura nacional y latinoamericana, del diseño, de la comunicación social, de la historia, de la pedagogía, de la plástica, del lenguaje multimedial”.

Con Javier de Jesús a la cabeza, esta colorida y bullanguera familia monta su espectáculo donde sea, como los antiguos actores de la legua, con su carromato y petates a cuestas, cargados de talento y pasión por lo que hacen. No son improvisados. Tienen una sólida formación, que se traduce en respeto por su público.

“Estamos encaprichados en creer que las cosas pueden ser distintas”, agregan. “Animáte. El circo hace bien”.

Y cumplen con su palabra. Este “Chin, chin” repiqueteado, nos hace bien.

Fuente: EL DIA

lunes, 27 de julio de 2015

Se estrenó La Jaula de las Locas en la Comedia de la Provincia


La Comedia de la Provincia de Buenos Aires, dependiente del Instituto Cultural, estrenó este sábado 25 de julio a las 21 hs “La Jaula de las Locas” de Jean Poiret con dirección del afamado actor, dramaturgo y director José María Muscari. Cuenta con la actuación estelar de Marcelo De Bellis, Emilio Bardi, Mónica Villa, Fernando Lúpiz, Divina Gloria, Juana Repetto, Fede Bal, Horacio Sansivero y gran elenco. 

La escenografía es creación de Sergio Company, el vestuario de Manuela Vidal Rivas, la coreografía de Magui Bravi y el diseño lumínico de Esteban Ivanec. 

Se presenta en la Sala Armando Discépolo este sábado 25 para autoridades, invitados y prensa, y a partir del domingo 26 a las 20 hs con venta de entradas al público. Sala Armando Discépolo (12 e/ 62 y 63 La Plata) Localidades desde $100.

Fuente: Secretaría de Cultura Provincia de Buenos Aires


martes, 30 de junio de 2015

Teatro dentro del teatro

ESPECTÁCULOS | “AMLETH”

“Amleth”, sobre la obra de Luis Cano. Elenco: Andrés Cepeda, Mauricio Rodríguez y Alejandro Santucci. Diseño de maquillaje: Ana Sargentoni. Realización de muñeca: Pablo Medina, Sergio Gómez. Diseño de vestuario: Analía Seghezza. Música: Alejandro Santucci. Diseño de luces, realización multimedia, DCV y asistencia técnica: MATE EP. Producción ejecutiva: La Maquinaria Teatro. Dirección: Omar Sánchez. Saverio Sala de Teatro, 20 y 71. Sábados 4 y 11 de julio, 22 horas, últimas funciones.

Irene Bianchi
Teatro dentro del teatro

“Empiezo con insomnio. Opresión en el pecho, en la garganta. Veo un carro antiguo que vaga de ciudad en ciudad. En un viaje eterno, sin fin. Va cargado de actores. Errantes. Lleva una compañía de actores a cuestas. Acostumbrados a la intemperie. La falta de domicilio. Envueltos en abrigos. En mantas. En lonas. Plagados de bolsos. Estuches. Caja de sombreros.”

Así habla el Narrador con el que Luis Cano abre su pieza “Amleth”, una suerte de desaforada metáfora del teatro dentro del teatro, un hecho estético fractal. “Yo hago teatro pero pienso en poesía”, señaló el autor en una entrevista, y la puesta de Omar Sánchez es poesía pura. Desgarradora, cruel, violenta, visceral, sangrienta, pero poesía al fin. Nada mejor que la sala de “Saverio”, “a medio camino entre una celda y una catacumba”, como propone Cano, para montar esta obra, que por momentos sobrecoge y abruma al espectador, por el clima amenazante que impera “da capo”.

En “Amleth” está Shakespeare, pero resignificado como una tragedia aggiornada, sin fin, tan vigente hoy como en la leyenda danesa que inspiró al Bardo de Avon.

La labor actoral del trío Cepeda-Rodríguez-Santucci es avasallante y arrolladora. Quita el aliento. Se desdoblan en múltiples personajes. Entran y salen de sus criaturas con notable versatilidad. El compromiso físico de los tres es tal, que por momentos los golpes y agresiones asustan al público por lo verosímiles y contundentes. La puesta de Omar Sánchez es de muy alto impacto, a prueba de indiferentes. Para ello el director cuenta con actores todo terreno, que se entregan sin retaceos, sin condicionamientos, a una lucha cuerpo a cuerpo, teñida de intrigas, traiciones, lujuria, misterios, incesto. Un combo explosivo y muy efectivo.

Y es más. A pesar de esta densa oscuridad, también hay humor en “Amleth”, golpes de efecto inesperados, sorpresas, diálogos dislocados, disparatados, anacronismos, guiños cómplices, zarandeando así el ánimo del espectador, que pasa del horror y el espanto a la sonora carcajada en contados segundos.

El recurso de las proyecciones, de la cama elástica, del sonido de la copa como voz del fantasma, de la guitarra eléctrica como elemento extemporáneo, de las máscaras, de la marioneta gigante, todos ellos enriquecen una puesta original y heterodoxa, de una teatralidad extrema y pura. El maquillaje y el vestuario son un aporte muy valioso en la caracterización de estos personajes esperpénticos.

Al final, como un “loop”, pareciera que todo va a volver a empezar. Los actores de la legua, trashumantes, errantes, hambrientos, exhaustos, se preparan para una nueva representación, donde los lleven el desvencijado carromato y los polvorientos caminos.

El “Amleth” de Omar Sánchez sin duda merece seguir en la huella.

Fuente: EL DIA

lunes, 18 de mayo de 2015

«The Good»: Un western urbano


Por Irene Bianchi

“The Good”, escrita y dirigida por Braian Kobla. Elenco: Gustavo Parola, Julieta Ranno, Alicia Durán, Agustín Telechea, Gustavo Luna. Escenografía: María Belén Martino. Composición y ejecución musical: Iván Morales. Asistencia de dirección: Rafael Grigena. Teatro Estudio, calle 3 entre 39 y 40. Viernes de mayo 22 hs.

Nada es lo que parece en “The Good”. Sin embargo, nos animamos a aventurar que el título evoca el film de Sergio Leone, “The good, the bad & the ugly” (1966), un “spaghetti western” italiano protagonizado por Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach, puesto que Clint cumple el rol de co-protagonista, casi siempre presente en la pantalla del televisor en escena.

El personaje alrededor del cual gira la obra- que se define como actor- es un tipo solitario, misterioso, parco, huraño, hosco. Repite mecánicamente, ritualmente, cual autómata o robot, gestos, movimientos, hábitos. Se viste, se desviste, fuma, toma cerveza, se masturba, todo con el mismo nivel de inexpresividad y neutralidad. Su mirada puesta en lontananza, en el horizonte, un descampado inmenso en el que se imagina, a lo Eastwood, caracterizado como un cowboy de las pampas.

De pronto, irrumpen en su vida personajes inesperados: una prostituta desganada que filosofa; una hija desconocida, muy proclive a los excesos; un joven español monocorde y atrevido, y un delivery boy que se queda a vivir. Criaturas que, además de invadir su privacidad, sacudirán su rutina diaria y se convertirán en motor de cambio.

Hay en la estética de Braian Kobla un deliberado distanciamiento emocional brechtiano, una intención de que el espectador no se identifique con los personajes, sino que los contemple desde afuera, con cierta sorna y objetividad. La irrupción del asistente de escena, entrando y sacando utilería y vestuario cada tanto, contribuye a instalar ese distanciamiento.

Hay mucho humor y también tensión dramática en “The Good”. Cada cual decodificará la obra a su manera. Una propuesta provocativa, insolente, que rompe con esquemas convencionales, explora otros recursos expresivos y elige salir de la “comfort zone” teatral. Se cuestiona el lenguaje como eficaz medio de comunicación, la validez de las palabras (típico del teatro del absurdo), los prejuicios, las conductas estereotipadas, la erosión que provoca la rutina, el entumecimiento del ser humano.

“The Good”: historia de un hombre “fuera de foco”, que termina enfocándose.

Fuente: EL DIA

domingo, 17 de mayo de 2015

La primavera del teatro

El boom de las salas teatrales llenas en la Argentina. Un reconocimiento en la apertura de la Feria del Libro. El fenómeno en La Plata. Qué busca la gente cuando va a ver un espectáculo. Testimonios.


Por MARCELO ORTALE

Hace muchas décadas se hablaba de la agonía del teatro en la Argentina. Las salas se veían vacías, los grupos teatrales raleaban, el póstumo auge había sido el de los sainetes y de las revistas en la calle Corrientes, en los albores y hasta mediados del siglo pasado. Pero en las últimas cinco décadas, el teatro renació. Primero en forma gradual. Luego se convirtió en el boom que es ahora. Buenos Aires es considerada una de las capitales mundiales del teatro, junto a Nueva York, Londres, París y Tokio. El teatro argentino se encuentra en una larga primavera, con escenarios en donde crecen los aplausos.

Es bueno aludir a una reciente polémica entre dos grandes del teatro argentino. Ellos son dos autores muy conocidos. En realidad, lo que ocurrió fue que, por primera vez en sus 41 ediciones, la Feria del Libro que concluyó el lunes pasado le concedió el discurso inaugural a un dramaturgo, Roberto “Tito” Cossa, que en la sala Jorge Luis Borges casi presentó una suerte de excusa o de pedido de disculpas: “Los dramaturgos somos escritores con capacidades diferentes”, dijo. El autor de tantos éxitos habló de la diferencia entre un dramaturgo y un novelista o ensayista.

¿Qué es el teatro? Se podría ir a la cumbre y pedir auxilio allí: “El mundo es un tablado y todos los hombres y mujeres, unos pobres actores”, fue una respuesta que dio William Shakespeare.

“Estar acá siempre es potestad de narradores o poetas, por eso me pregunté si los dramaturgos somos escritores, porque hay diferencias. El escritor sueña con el lector, nosotros con el espectador. Y le entregamos la obra al actor, que lleva la palabra”, dijo Cossa.

Esto merecería, pocas horas después, una respuesta amable y controversial por parte de otro patriarca del teatro argentino, Carlos Gorostiza (95): “No, no coincido en algo que dijo Tito en el discurso inaugural. Él dijo que el “dramaturgo tiene capacidades diferentes”, eso es decir que tiene una discapacidad, pero los autores de teatro somos escritores. Escribimos. Cuando me preguntan “de qué trabaja usted?”, contesto “de escritor”. Causó gracia lo que dijo Tito, sobre todo a los que no escriben teatro. Se lo voy a marcar a Tito cuando lo vea. Somos escritores. Autores son todos: un músico, es un autor; pero el que escribe es escritor”.

Pero lo que queda como principal contexto es que la dramaturgia presidió el encuentro literario más importante de Latinoamérica y que ello no fue sino un espaldarazo a la gravitación que el teatro viene ejerciendo sobre la propia vida de la sociedad.

¿Qué es el teatro? Se podría ir a la cumbre y pedir auxilio allí: “ El mundo es un tablado y todos los hombres y mujeres, unos pobres actores”, fue una respuesta que dio William Shakespeare.

Y agregó esta otra: “Todo el mundo es teatro, y todos los hombres y mujeres no son sino personajes. Tienen sus entradas y sus salidas de escena, y cada uno de ellos interpreta diversos papeles en la vida, que no es otra cosa que un drama en siete actos…”

Todos representamos un rol. El libreto ya está escrito, la humanidad cambiante lo representa. Lo que dice el dramaturgo inglés lo habían anticipado filósofos y pensadores de la Antigüedad, que consideraban al teatro como un espejo en el que los hombres representan sus papeles en la vida real. Calderón de la Barca habló del “gran teatro del mundo” y mucho más acá, el genio de García Lorca le dio contenido sociológico: “El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso”.

PALUMBO

Nada de lo que es teatro le es ajeno al platense César Palumbo, actor, dramaturgo, director del taller “El altillo del Sur” y actual consejero provincial de teatro independiente. En nuestra ciudad, anticipa, hay unos 60 grupos de teatro independiente, en el interior hay ciudades que se destacan como Mar del Plata, con más de treinta grupos y en el Conurbano se estima en 200 el número de esos elencos. “En total en la Provincia superan los 500 grupos”, dice.

Acepta que existe un auge teatral –“sobre todo en lo que se refiere a la gente que estudia, los talleres no dan abasto, hay alumnos de 4 ó 5 años de edad, aunque no se lo crea, hasta muy mayores”- pero advierte que el crecimiento comenzó en la década del 60: “ya entonces teníamos casi veinte grupos de teatro independiente en La Plata”.

Pone de relieve que “si tan solo los que estudian teatro fueran a ver teatro…todas las salas estarían llenas…pero claro, los alumnos tienen otras prioridades. Al teatro va el que está tratando de encontrar algo, y el que estudia teatro ya lo encontró. En realidad todos los espectadores buscan distintas cosas, aún cuando yo diría que la edad promedio de la gente que va al teatro es de 30 años para arriba”.

Palumbo, que lleva más de medio siglo habitando las tablas, no cuestiona al teatro comercial, “hecho por actores, como nosotros. Pero los independientes no pueden llegar a ese nivel, no disponen de promotores que financien”. Para este hombre dedicado, que hasta llegada la noche tiene cerca de cien bulliciosos alumnos en El Altillo, “el teatro es una enfermedad incurable. Hay una magia especial en su luz y en su sombra. Y muchos que sólo van como espectadores sienten esa magia y esa atracción”.

BIANCHI

Actriz, directora, crítica teatral, Irene Bianchi asegura que el teatro ofrece todos los fines de semana un “abanico enorme de propuestas, para todos los gustos y bolsillos” y que “año tras año, las producciones de las salas independientes se han ido esmerando y ampliando, convocando a muchos espectadores del así llamado teatro comercial”.

Sostiene que también crecieron las ofertas de cursos, talleres y seminarios, para quienes desean estudiar teatro, mimo, clown, narración, improvisación, producción, escenografía, maquillaje o dramaturgia: “a fuerza de pulmón, de auto-gestión, se abren nuevos espacios, con todo el entusiasmo y fervor que implica aventurarse en una empresa azarosa y a la vez fascinante”.

¿Qué significa para Bianchi esa atracción del teatro sobre el público? “Creo que es un buen síntoma. Que no todo está perdido si esto sucede. Habla bien de la salud espiritual de un pueblo, que sigue persiguiendo utopías, contra viento y marea. Que sigue apostando a la fantasía, a la imaginación, a la creatividad, al trabajo mancomunado, en equipo, con un fin común”.

“...en las últimas cinco décadas, el teatro renació. Primero en forma gradual. Luego se convirtió en el boom que es ahora. Buenos Aires es considerada una de las capitales mundiales del teatro, junto a Nueva York, Londres, París y Tokio. El teatro argentino se encuentra en una larga primavera, con escenarios en donde crecen los aplausos.”

En cuanto al fenómeno teatral en La Plata sostuvo que “nada tiene que envidiarle la cartelera platense a la de Buenos Aires, en términos comparativos. Contamos con gente muy talentosa en nuestra ciudad, que merece ser reconocida y apoyada. Aludió luego a las implicancias sociopolíticas del teatro y afirmó que “debe recordarse el extraordinario fenómeno de Teatro Abierto, que le dio voz a un pueblo amordazado en plena dictadura. Un acto verdaderamente revolucionario, audaz, sanador. Porque es indiscutible que el arte, en todas sus expresiones, sana, cura, alivia las aflicciones del alma, además de entretener y divertir”. Concluyó afirmando que “mientras el teatro siga vivito y coleando, hay esperanza. Sin lugar a dudas”e

CARASSALE

Juan Carlos Carassale apostó fuerte: construyó un teatro en City Bell. Y logró que mucha gente conociera y se hiciera adicta a la sala. Creó un público que no falla y que, en los espectáculos teatrales ocupa todas las butacas, con gente afuera que pugna por entrar. “El teatro como género ha respondido muy bien. También lo hicieron la música y otros espectáculos artísticos” dice quien administra el Teatro de Cámara.

Ofrece un dato indicativo. Hace unos cinco años se presentaron obras de grandes autores teatrales –como Cocteau o Sartre- y “costó mucho que fueran más de cincuenta personas por funciones”. La sala tiene capacidad para 180 espectadores y ahora se llena, especialmente con comedias populares. Carassale también cree en la gravitación de las tendencias, de las rachas. Hay tiempos para la música clásica, para el rock, para el tango. Y las tendencias se han vuelto cada vez más tornadizas, más cambiantes. Debe recordarse que en City Bell funcionan otros grupos de teatro, uno de ellos “La Caterva” con creciente éxito de público en sus presentaciones.

“CAPITAL MUNDIAL”

En julio de 2014 el diario El País de España habló de Buenos Aires, a la que calificó como “capital mundial del teatro”. Entre otros conceptos dice allí que “no hay sitio como Buenos Aires, donde el público esté tan profundamente comprometido con los inabarcables teatros y creadores de esa ciudad, cuantitativa y cualitativamente”.

García Lorca le dio contenido sociológico: “El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso”.

“En casi todos los países las personas con hábitos teatrales van a un espectáculo (sobre todo si es musical), convirtiendo el hecho en una actividad social que incorporan a sus vidas, por diferentes razones, incluida la lúdica o la del consumo cultural. En Buenos Aires no. Los bonaerenses incorporan el teatro a sus necesidades psicológicas y casi fisiológicas; es un hábito, una regla común y habitual como la de ducharse o lavarse los dientes. Simplemente van; sin plantearse nada, no hay reflexión en ese hecho, sin embargo sí la hay, y mucha, en las consecuencias de haber ido, en el sentido de que esa reflexión aparece y la convierten en otro placer más, con una intensidad que varía en función de lo que se haya ido a ver”.

¿Hasta cuándo se extenderá esta primavera?

Fuente: http://www.eldia.com/septimo-dia/la-primavera-del-teatro-56873#

martes, 12 de mayo de 2015

Manual de viveza criolla

ESPECTÁCULOS | “EL DEBUT DE LA PIBA”

Irene Bianchi

ESCENA DE “EL DEBUT DE LA PIBA”

“El debut de la piba”, de Roberto Cayol. Elenco: Pampa Verónica González, Alejandro Orduna, José Osvaldo Demarco, Santiago Figueroa, Néstor Villoldo, Lucía Bayá Casal, Griselda Actis. Escenografía y vestuario: Eugenia Kubli. Diseño sonoro y musical: Daniel Gismondi. Guitarras en off: Fernando Tato. Armónicas en off: Javier Catalá. Diseño gráfico: Baldoni/Pirrone. Fotografía: Fernando Massobrio. Asistentes de dirección: Carolina Otero, Nicolás Prado. Producción integral: Comedia de la Provincia de Buenos Aires. Dirección general: Marcelo Boveri. Sala Armando Discépolo, calle 12 entre 62 y 63. Viernes, sábados y domingos.

El sainete en la Argentina es un desprendimiento y recreación del sainete lírico español de fines del siglo XIX, entretenimiento basado en intrigas amorosas, aderezado con música y canto, que completaban esta pintura costumbrista. El autor Roberto Lino Cayol (1887-1927) se sintió muy atraído por el género y escribió varias piezas siguiendo ese modelo: “El jardín de la vida” (1910); “Calor de siesta” (1911); “El último cartucho” (1913) y “El camarín de Bermúdez” (1915).

Su sainete criollo “El debut de la piba” se estrenó en Buenos Aires en el Teatro Nuevo, el 22 de abril de 1916, por la compañía nacional Muiño-Alippi. Tres amigos, Venancio, vago de profesión; Carmona, poeta trasnochado, y Cigorraga, “empresario” guitarrero, pergeñan un plan para salir de pobres: hacerla cantar a Catalina-mujer de Venancio-, llevarla a Europa, y amasar una fortuna. Esfuerzo digno de mejor causa, puesto que la damita en cuestión carece de gracia y virtuosismo vocal, además de resistirse a ser usada como tabla de salvación de los tres vivillos.

Esta pieza del “género chico” es un claro ejemplo del llamado “sainete festivo”. Pone en evidencia, sin cargar las tintas, algunos conflictos sociales de la época: la desocupación, las penurias económicas, la explotación de la mujer, la violencia doméstica, los infaltables cafishios, todo enmarcado en ese microcosmos urbano: el conventillo. Los personajes hacen gala de la más pura viveza criollo, y sueñan con “hacerse la Europa”, sin saber el oficio y sin vocación, diría Serrat.

Marcelo Boveri, director de esta propuesta de la Comedia de la Provincia, respeta el carácter liviano del género, sin ahondar en las problemáticas mencionadas, obteniendo un divertimento entretenido y fresco.

Dentro de un elenco homogéneo y eficaz, subrayamos el histrionismo de Jorge Demarco, el “manager” chanta, de Santiago Figueroa, el poeta de bolsillo, y de Lucía Bayá Casal, la francesita aguerrida, que no se calla nada.

Lograda la ambientación escenográfica, que recrea una típica casa de inquilinato.

“El debut de la piba”: la argentinidad, al palo.

Fuente: EL DIA

miércoles, 6 de mayo de 2015

"La Escuela de Teatro de La Plata es única en el país“


En una vieja casona de dos plantas, ubicada en la calle 51 entre 3 y 4,   funciona desde el año 1960 la Escuela de Teatro de La Plata. Fundada por Norberto Manzano, Milagros de la Vega y Carlos Perelli, por esas aulas han transitado miles de alumnos, algunos de los cuales hoy son destacados artistas a nivel local y nacional. Con sólo googlear a Orcar Mulet, Luis Longhi, Alberto Negrín, Daniel Dalmaroni, Juan Palomino, Quique Cáceres, Omar Sánchez, María Ibarlin,  Alicia Durán, o Marcelo Demarchi, queda demostrado que la Escuela de Teatro ha sido y es cuna de grandes artistas y profesores.

Pisando el mes de mayo, El Fandango se propuso una extensa y profunda charla con Marcelo Demarchi uno de los profesores con más trayectoria en la institución, actual docente de la carrera de Actuación. A continuación repasamos, a través de la mirada del “Colo” Demarchi,  la vigencia de ésta particular escuela…

 ¿Cuáles son las particularidades que hacen especial la Escuela de Teatro de La Plata? 

Hay un estudio, un relevamiento que se hizo en Argentina, e inclusive afuera, y aunque no me animaría a decirlo en el caso del exterior,  si en nuestro país te diría que no hay ninguna escuela con las características de ésta Escuela de Teatro. Ni siquiera las otras escuelas artísticas, porque no tienen todas las carreras juntas, o porque en los lugares que si las tienen son carreras independientes unas de otras. Inclusive la Universidad Nacional de las Artes (el ex IUNA), tiene las carreras de Escenografía, Actuación, Dirección, Profesorado, pero no se relacionan entre sí, no hacen que se junten todas las carreras y que el objeto de estudio sea bien definido. Lo que tiene históricamente la Escuela de Teatro de La Plata es bien definido el objeto de Estudio que es el teatro. Eso le dio una identidad a la escuela que la hace única.  No estudias actuación , estudias actuación en teatro, no estudias escenografía, sino escenografía de teatro. Después podes si querés hacer un desarrollo en otra disciplina, tenés las herramientas y podes hacerlo. Ni siquiera hago un juicio de valor, pero creo que debemos mantener esa identidad, que viene de su origen. Perelli y De la Vega eran actores netamente del teatro,  si bien hicieron cine, vienen del teatro, de ahí salió la idea fundacional de esta escuela. Lo que sumaria a ésta idea es lo que viene trabajando el Consejo Académico Institucional de la Escuela: las otras miradas, la dramaturgia, la dirección y la especialidad en las carreras de Escenografía. Deberíamos tener especialistas, son cada vez más necesarios, en iluminación, utilería, vestuario… Mantener lo tradicional de la escuela y sumarle las nuevas miradas, porque ha pasado el tiempo, y hay que adaptarse a lo nuevo.

Siendo docente de Actuación en el último año de la carrera ¿Cómo es la dinámica de las clases con tus alumnos? 

Es un proceso muy difícil, en cada cátedra dentro de la institución hay libertad. Si yo tengo que hacer una obra, un espectáculo.  Sostengo un perfil de egresado, trabajo sobre el teatro independiente de autogestión, una cooperativa de trabajo, sin roles, los roles vienen después. Primero decidimos qué hacer y luego cómo lo hacemos. La decisión de qué hacer esta en los alumnos, con la obligación si o si de que sea seria la argumentación. Luego les propongo al resto de las disciplinas este material. Todo esto lleva una discusión y un aprendizaje. Es fundamental que el artista esté creando en la escuela, en cualquier disciplina.  Es un intelectual, debe saber el por qué, tiene que saber indagar su por qué. Luego el asumir la responsabilidad. Es importante la práctica profesional, ahí apunta la cátedra a la práctica profesionalizante.

¿Podés mencionar algunas de las producciones que más te impactaron?

Todas las puestas me dejaron algo, no podría nombrar una sola. En realidad puedo nombrar algo de cada una. La primera fue romper el teatro a la italiana, la destrucción del escenario como único escenario. Mandamos  hacer unas tarimas que unificaba todo el espacio. Fue la primera obra que se hizo en la escuela sin el escenario a la italiana, la obra era¨ Raspando la Cruz¨, de Spregelburd. Luego me toco una bien tradicional, como fue ¨La Moral de la Sra Dulska¨, una obra bien naturalista y al año siguiente ¨Maquina Hamlet ¨ una ruptura total, una cuestión escenografíca muy innovadora.  Después a pasar a  utilizar toda la escuela con ¨Información para extranjero¨, que no fue ningún gran invento nuestro, Gámbaro dice de hacerla en lo ideal una casa antigua de dos plantas, era como que la había escrito para éste edificio, en el año 71!

(se ríe Marcelo un poco festejando la coincidencia de la locación propuesta por Gambaro en el texto con el histórico edificio de la escuela). Y continúa:

En estos últimos años, las obras vienen siendo muy interesantes, al ver las nuevas propuestas, ahora vienen muchos actores con mucha más dramaturgia propias. No es mejor ni peor, digo que se va modificando. Ahora viene una generación de docentes nuevos. A mi surgió: cambio o te vas! y es que estoy en el último año de la carrera, recibía alumnos con una formación en una época que fue variando a otra formación y que ahora varían a otra formación, porque todos los colegas que están en los años anteriores son relativamente jóvenes y vienen con nuevas propuestas y nuevas dudas, porque como decía  (Paulo) Freire: nosotros tenemos que enseñar más que con certeza tenemos que enseñar a dudar, sobre todo en lo que es arte. Constantemente es la duda, la crisis de la creación. Con un grupo que ahora ya se jubilo, trabajamos e hicimos mucho en esto de trabajar en la crisis, porque la creación es crisis, si hay mucha tranquilidad yo dudo. Antes había una cosa como de esconder la crisis, patearla y vinimos con un grupo de gente  y dijimos; vamos a exponer la crisis, que genera, pelea, discusión, conclusión y finalmente realización. Pusimos muchas cosas de esas en la disciplina. Yo viví muchos cambios generacionales, pase de ser el profesor más joven a ser de los más antiguos. Viví varias generaciones de docentes. Viví la etapa tradicional, de lo que venía marcado como escuela, lo que bajaban desde Educación Artística, que era todo cuadradito, tal cual se hacía. Hasta empezar a generar determinado disturbio,  empezar a darle un sello más personal de acá, de la escuela de teatro.

Tantos años en la Escuela y tantos años en la vida cultural de nuestro país. ¿Cómo te tocó vivir esos cambios culturales ?

Hace 25 años que estoy en la escuela, salvo una colega, soy el docente más antiguo. Soy el representante de la generación de los 90, vengo de una década difícil, donde el teatro argentino fue importantísimo en lo político. Yo entré a la escuela en el 81, teatro abierto, el teatro como expresión social frente a una de las dictadura más terribles que tuvimos. Me crié en esa historia, vino la democracia, el teatro, salir, fui a Buenos Aires a estudiar con (Raúl) Serrano, viví el Parakultural, el sin límite, el desborde total, de la creación y viví toda esa efervescencia como formación. Luego vienen los 90, años duros para todo lo institucional y educativo. Vino la reforma de la ley universitaria, justo en ese momento ingreso como docente en la escuela. Fui viviendo determinadas etapas, el nacimiento de la dramaturgia porteña que se expande a toda la Argentina. Spregelburd, Veronese,  el explotar de grandes directores, como Bartis, Pompeyo Audivert  que han explorado y siguen explorando situaciones nuevas. Viví toda una época muy revolucionada.

¿Qué consideras que falta actualmente a nivel educativo?

En los últimos años en educación ha habido un crecimiento enorme, siempre va a haber algo para laburar, pero se cumplen sueños o ideales que uno no pensaba en tener. Siempre fuimos en defensa de las universidades populares, de las universidades en todos los lugares, de romper con la hegemonía de las  grandes capitales, como ejes de la educación universitaria, esto traía  posibilidades e imposibilidades a muchos. Hay tanta cantidad de universidades en el país , cada municipio casi tiene su universidad, a través de mi otro trabajo como docente en la Universidad empiezo a tener contacto con otras universidades, la Universidad de La Matanza y la de Moreno. En esas nuevas universidades el 70 % de los egresados universitarios son los primeros universitarios de sus familias. Cuesta la cascada, cuesta bajarlo, pero hay una intención que yo no puedo obviarla. Paso por primera vez, un reclamos muy viejo nuestro que es que Cultura fuera un ministerio, no una secretaria. Ahora Cultura es un ministerio, Tendrá que adecuarse, pero  pasar a ministerio no es menor, no es menos porque tiene representación  en el gabinete, no es menor porque su propio presupuesto, no es menor porque se lo reconoce estructuralmente y presupuestalmente de otra manera, mayor aumento del porcentaje de producto destinado a cultura, después hay desgranamientos y cosas que faltaran, yo veo que en la Provincia estamos atrasados en estas cosas con respecto a Nación , todavía tenemos estas escuelas superiores, no pueden romper como rompen las escuelas nacionales a una cosa superadora a tener determinado grado de independencia , en el manejo presupuestario por ejemplo, como lo tiene la universidad, nosotros seguimos manejándonos acá con régimen de escuela primaria , la provincia en artística está muy atrasada. Cuando yo entre, imagínate en el año 81, era el mismo régimen que ahora, no podemos decidir, no podemos ver, no podemos leer, no podemos cambiar, no podemos nada nosotros,  tenemos que ir a un  listado, tenemos que ir a un reglamento  que hace que sea una escuelita, que no nos permite el crecimiento profesional  y poder manejar, o para bien o para mal y hacerse cargo de su propia institución  y sus propios egresados, como son las universidades.

Para modificar una materia, Para pedir un cargo, como ahora por ejemplo, porque la matricula creció, tenemos que hacer papeles, llevar, venir, tenemos aulas de determinadas manera y te dicen no podes abrir un curso con menos de 35 personas  que son una barbaridad,  porque ,no se puede poner un docente para menos de no sé..,Provincia está muy desactualizada,  es muy burocrático proponer cualquier cambio.

En esto que viene solicitando el Cai, que tiene que ver con incorporar esta dos patas que nos faltan, dirección y dramaturgia, y se que va a venir toda una cosa  porque lo cambias acá y lo tenes que cambiar en toda la provincia, porque? La realidad inserta en toda la ciudad de la Plata no es la misma realidad de la escuela de teatro de Moreno, Bahía Blanca, Madariaga, nos tienen que permitir libertades y respetar las idiosincrasias. Los cambios se producen 30 años después, y cuando se producen ya son viejos, están desactualizados. Esa es la gran deuda que tiene la provincia con Artística.  

Para Agendar:

La Escuela de Teatro realiza las funciones abiertas a todo público, en una producción integral del último año las carreras de Actuación, Maquillaje, Vestuario y Escenografía durante los meses de Agosto, Septiembre y Octubre del corriente año.

Sobre la obra  a representar este año, del grupo de alumnos de Actuación del Turno Noche de Marcelo demarchi, nos contaba:

 ¨En cuanto a la elección del texto a representar depende mucho el grupo, me gusta indagar, soy el docente más barrilete..En ese estilo. Me adapto al grupo. No está en juego mi rol como director, el que me quiere ver como director tiene que hacerlo afuera, acá soy docente, me debo en otro sentido a eso.

Este año  me toco un grupo que quería un teatro bien claro, Sacco y Vanzetti, de Mauricio Kartun realmente va hacer muy interesante ¨

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