miércoles, 30 de mayo de 2018

Entrevista a Leandro Piccolo de la Compañía Teatral Ambulantes

LEANDRO PICCOLO EN UNA ESCENA DEL UNIPERSONAL “LO DISCEPOLÍN”

Por Irene Bianchi

Charlamos con Leandro Piccolo de la Compañía Teatral Ambulantes sobre su espectáculo «Lo Discepolín».

IB: Contáme algo de la historia del grupo, y del recorrido que han hecho desde el comienzo?

LP: La Compañía Teatral Ambulantes es una cooperativa formada por actores y técnicos de la ciudad de La Plata, en el año 2010, con su primera producción “Piera (o la Asunción de la Virgencita de los Desilusionados)” de Martha Bugiolachi quien además la dirigió. Con “Piera”, participamos en los ciclos “Teatro en las Escuelas” y “Fiestas Regionales de Teatro Independiente”de la Comedia de la Provincia, “La Noche de los Teatros”, y “Concurso de la Comedia Municipal”. También realizamos funciones por nuestra cuenta en diferentes salas de la ciudad y en gira por Gral. Madariaga, ciudad de origen de nuestra directora, a la cual también llevamos “Las Menganitas: cuento sin ton pero con son”. Otra propuesta escrita por Martha Bugiolachi y dirigida por Maby Lezica que se estreno en 2013 en La Casa de Cultura de Berisso, y con la que incursionamos en el género infantil. Luego vino “El poeta y el duende”, un recorrido por el pensamiento, la obra y el universo musical de Federico García Lorca. La propuesta viene de la mano de Verónica Caballero, quien la dirige y actúa. En este espectáculo pudimos incorporar músicos en vivo que acompañan el relato del poeta. Actualmente estamos haciendo “Lo Discepolín”, un espectáculo unipersonal que pretende homenajear a Enrique Santos Discépolo, su obra, su poesía, su sentir. La obra la escribimos en conjunto con Martha Bugiolachi, en un proceso lleno de descubrimientos. Es muy rica la vida de Enrique.

¿Quiénes la integran? ¿Qué tipo de obras suelen montar? ¿Alguna preferencia en cuanto a género, autores?

Con el correr de los años, la compañía ha sido integrada por: Martha Bugiolachi, Verónica Caballero, Claudia López Osornio, Luis Segade, Silvia Chilo, Maby Lezica, Cecilia Robert, Carolina Cuello, Manu y Rodrigo Amar, Sergio Alzamendi, Adriana Matar, Zoe Asaff, Raúl Gaido, Gabriela Pellegrini, Florencia Gualchi, Micaela Carballo, Maximiliano Flores Godoy, y yo. Es un grupo muy abierto a escuchar las propuestas de sus integrantes, lo que hace que las obras no sigan una línea. Trabajamos con textos propios y cada uno de nosotros tiene algo diferente para decir…

¿Por qué Enrique Santos Discépolo como fuente de inspiración para este espectáculo? ¿Qué los conmueve de su obra, de su personalidad, de su vida?

Enrique apareció en mi vida por casualidad, en una feria de libros usados, quizá atraído por mi gusto hacia el género grotesco. Leí un par de veces esa biografía, con la firme convicción de querer interpretar a este personaje. Es muy atractivo, muy rico, lleno de matices. Con una infancia muy dura y un triste final, momentos de éxito y

desesperanza. Interpreta la angustia popular de su época y la refleja en sus letras, en sus obras de teatro, en su discurso. Es empático con el otro. Talentoso, inteligente, sensible. Entrañable.

¿Cuáles fueron las fuentes de información a las que recurrieron?

La primer biografía fue “Discépolo, una biografía argentina” de Sergio Pujol, esa que apareció de repente. Tentado por la curiosidad vinieron “Discépolo. Todavía la esperanza. Esbozo de una filosofía en zapatillas” de H. Daniel Dei, “Enrique Santos Discépolo el poeta de Cambalache” de La Nación, “Fratelanza” de Norberto Galasso – Jorge Dimov, ¿A mí me la vas a contar? Discursos de mordisquito” de ediciones Terramar, “Discepolín y yo” de Tania, “Escritos inéditos de Enrique Santos Discépolo”, por nombrar algunos. Analizamos también su filmografía, sus tangos, y los testimonios de otros personajes que lo frecuentaban. En todo el material de video que existe a disposición se puede ver a Enrique Santos interpretando un personaje, pero nunca a él. Fue un actor muy comprometido y con una máscara muy fuerte difícil de develar, pero en cambio podemos escuchar su voz en los discursos radiales, donde se mostraba transparente como en sus letras.

¿Cuánto tiempo llevó la gestación de este proyecto? ¿Con qué dificultades se encontraron?

Te diría que fueron varios años hasta sentir que era momento de estrenar. Hubo una primera etapa dedicada a la investigación bastante intensa, en la cual me sumergí en todo el material que mencioné antes. Aparecieron líneas de tiempo, y cuadros sinópticos que empapelaron mis hogares, ya que sobrevivieron una mudanza, incluso. Con esto surge nuestro guión madre, (¡eterno!), nuestro punto de partida para empezar a ensayar. El proceso de ensayos, que nos llevó un año y medio aproximadamente, fue el tamiz que dio como resultado el texto final, aunque aún hoy, con la obra en escena, sigue evolucionando. Quedaron cosas en el camino, y aparecieron otras nuevas. El aporte de Martha Bugiolachi en la co-autoría y dirección, fue fundamental para sintetizarlo. Con una vida tan intensa como la de Discepolín, fue difícil elegir aquellos momentos que lo definen. Todo es interesante de mostrar. Utilizamos metáforas como recurso para transmitir algunas cuestiones que el público incorpora a lo largo de los 60 minutos que dura el espectáculo. En el medio, aparecieron amigos ofreciendo vestuario, zapatos, utilería, el asesoramiento vocal de Florencia Gualchi para cantar tangos que nunca lo había hecho y las pistas de piano de Juan Manuel Lopetegui, la puesta de luces de Claudia López Osornio ambientando los momentos, y la asistencia de Verónica Caballero. Hasta llegamos al Panteón de SADAIC en Chacarita, para visitar al tío Enrique.

¿Por qué eligieron el formato de “unipersonal” para contar esta historia?

Creo que tiene que ver con el recurso que encontré para escribir la obra desde mi condición de actor y no de autor. Nace de la dramaturgia del cuerpo, esa que te hace

escribir una línea e inmediatamente pensar como decirla, como moverse, o por el contrario, improvisar una situación y luego escribirla, nunca fue pensado desde otro lugar que no fuera desde la actuación. Esto es algo que puedo reflexionar hoy; durante el proceso fue algo más intuitivo. El personaje viene cargado de un cúmulo de experiencias y facetas, que honestamente no me quería perder de interpretar. Era una puerta directa al juego, al teatro.

Tengo entendido que ya cosecharon varios premios con «Lo Discepolin»

Nuestra cuarta función fue en el Concurso de la Comedia Municipal. Allí “Lo Discepolín” resultó una de las obras ganadoras en la categoría “adultos” y obtuvimos una mención a “mejor unipersonal”. Esto nos permitió realizar funciones gratuitas en diferentes ámbitos de la ciudad y dar a conocer los rincones no tan populares de Enrique. También participamos en otros ciclos como Teatro por la Identidad y Encuentro de Teatro Independiente La Barraca, y realizamos funciones en C.A.B.A.

¿Dónde y cuándo presentarán la obra, Leo?

El Sábado 9 de Junio volvemos a la sala Allegro Ma Non Troppo, ubicada en La Merced Nº322 de Ensenada, donde ya realizamos funciones. La cita es a las 20hs con entrada a la gorra, para toda la familia.

 
Ficha técnica

Dramaturgia: María Martha Bugiolachi – Leandro Piccolo

Dirección: María Martha Bugiolachi Actor: Leandro Piccolo

Luces: Claudia López Osornio Sonido: María Martha Bugiolachi

Asesoramiento vocal: Florencia Gualchi

Pistas piano: Juan Manuel Lopetegui

Asistente: Verónica Caballero

Fuente: https://irenebianchi.com.ar/

Entrevista a Gustavo «Tati» Vallejos

Charlamos con Gustavo “Tati” Vallejos, a punto de presentarse este domingo 3 de junio a las 20 hs. en Espacio 44 con “Las Desventuras del Sr Mokitó”

Por Irene Bianchi

GUSTAVO VALLEJOS ES EL SR. MO-KI-TÓ

IB: Hagamos un poco de historia, Tati. ¿Cuántos años cumple ya la Compañía Devenir?

GV: Este año cumplimos 37. A diferencia de otras compañías que tienen este tiempo o más, la nuestra asume la particularidad de ser ininterrumpidos, es decir, hemos hecho no menos uno y dos trabajos por cada año de vida, más los espectáculos y eventos callejeros, que nos encanta que sean sorpresivos. También, al ser un grupo de investigación, hemos experimentado todos los lenguajes-geográficos que ofrece este arte, sala, espacios no convencionales, calle. Fuimos los primeros en hacer una obra de calle en la ciudad (“Bienvenidos a la vida” en 1984) y estoy seguro que somos, junto a un grupo porteño que ya no existe, también en el país los primeros que realizamos teatro de calle.

¿Cuáles fueron los hitos más significativos a lo largo de estos años?

Debo aclarar que somos un grupo que abarca tres décadas y eso nos sitúa en un espacio-tiempo con infinitos matices. Hemos tenido por lo menos más de un tranajo por década. En los 80’ tuvimos dos “éxitos” estruendosos, “Marcha”, de Alberto Adelach, hicimos una versión libre que duró una hora y 10´, ya que la original es de unos 20 minutos. Con esta obra reabrimos el Coliseo cuando no tenía ni butacas y el foso de la orquesta estaba sin tapar. En ese momento, de final de dictadura, nos parecía genial poder tener esa escenografía natural de la decadencia para poder ofrecernos (actores y público) una nueva etapa que ya se olfateaba como posible. Nunca dejaré de agradecer a Pipe (Hercovich) el acto de fe hacia la compañía. La otra fue en el 84’ “Misterio, dolor y muerte” obra de nuestra autoría (Creación colectiva) mostrando los atropellos de la “conquista” española sobre nuestra vida nativa. Pero en los 80 tuvimos una más que fue alucinante para el público, “Maximiliano 10 años después” de Renzo Casali. Gracias a esta obra pude hacer la relación con Renzo y conocernos personalmente, a partir de allí hicimos nuestra amistad. En los 90’ tuvimos tres “éxitos” pavorosos, cuando uso estos adjetivos, te juro que no exagero, era el furor del teatro de investigación, de hecho, era otro el público… quiero decir, que había un público de las universidades, más el habitual que “consumía” este arte. Ellas fueron “Ianua-Caeli” de mí autoría, con ella cerramos el ciclo de espacios propios. Esta fue la última obra en el “El espacio del Parque”, nuestro último teatro. A partir de allí nos hicimos nómades. “Historias” el primer trabajo de Clown para sala y la más grossa para esa década, “Diario de a bordo”, una adaptación de Strip-Tease del polaco Mrozek con textos míos y de Octavio Prenz. Con ella giramos por toda Italia y el país. Participamos y ganamos Festivales competitivos a nivel internacional y nacional.

En primera mitad de los 2000 Fueron “El Huesped”, con ella giramos por todos lados. Italia, España y llegamos al Odin Teatro. “Del otro lado del Tiempo”

Ganamos Festivales y giramos por Argentina y España, Italia y Eslovenia y “J. 9 Hundido”, con ella ganamos un provincial y obtuvimos el premio al mejor actor. Viajamos a España, Italia y Uruguay. Ya en la segunda mitad de los dos mil hasta nuestro presente “L.I.D.L.E.” última obra escrita con Renzo Casali y dirigida por él. Luego llegó “46 XX… variaciones Hamlet”, obra que estamos por reponer en agosto de este año. “La Viajera”, con la que fuimos a Europa el año pasado y Verónica ganó el premio a la mejor actriz en el Festival Internacional de Kropa, Eslovenia. Y por último “Las desventuras del Sr. Mokitó”, que viajó también el año pasado a Europa realizando funciones en España, Italia (abrió un Festival de cine en Trieste) y ahora nos aprestamos a estrenarla en La Plata. ¡Ufff… me cansé!!! Jajajajaja…

¿Sentís que han sido coherentes a lo largo de estos años, con los objetivos que se fijaron al crear este grupo de trabajo?

No me cabe dudas que lo hemos sido. Y seguimos trabajando y creando bajo la misma mirada. Llevar tantos años está bueno para no envejecer en la búsqueda. Quiero decir, sería “fácil” repetir recetas u obras que fueron exitosas, pero esa no es nuestra mirada del teatro. Nosotros somos Teatro. Por lo tanto, seguimos investigando y sugiriendo nuevas alternativas de búsqueda. Sobre todo, que no sean excéntricas, situación que es muy habitual en los tiempos que vivimos. Hoy por hoy es más power intentar impactar… esto no tiene alma y a mí gusto, muy poca imaginación. No está en nuestro ADN.

¿Qué balance hacés de la producción de Devenir?

Tengo la certeza de que hemos encarado nuestro propósito en el mundo del arte teatral. La investigación y el trabajo siempre ha estado sustentado en la nobleza de nuestra intuición, a sabiendas de que nos podíamos equivocar. La respuesta al acierto nos la dio el público. Nunca tuvimos malas críticas de ellos (¡tampoco de ustedes! Jajaja) Para nosotros nuestra profesión es sagrada. Siempre estamos al 100 x 100 para ella, esto involucra tareas de producción, horas de estudio, horas de investigación del logro de esa tarea intelectual y trasladarlo en el espacio y búsqueda de materiales que nosotros podamos utilizarlos como herramienta para alcanzar nuestra mejor performance con nuestra estética y que esté invariablemente al alcance de todo el público. Nuestras obras siempre la pueden ver en familia si quieren.

¿Qué aporta al actor la experiencia de hacer teatro callejero?

Cuando daba clases, en escuelas oficiales o clases privadas, les decía a los aspirantes a ser actores, que una hora de calle equivale a mil horas en las universidades… El actor en la calle mete las teorías en una valija y cuando termina de trabajar, llega a su espacio y las saca para analizarla con la cabeza del que sufrió y gozó la experiencia colectiva. Porque la calle es la selva habitada por todos. ¡Allí no hay posibilidad de reconocimiento al trabajo! ¡allí salís a descerebrar con ARTE y sorpresa, de lo contrario te volves a casa listo para el suicidio (artístico, digo) Es un lenguaje ¡im pre sio nan te! Hay que estar muy preparado. No es para personas que solo saben lo que las escuelitas dicen qué es el teatro. Allí sos Shakespeare en el teatro del Globo, rodeado de lo que está pasando, la vida tal y como es. Por eso los aventureros se rompen a pedazos en dos días. ¡A nosotros nos esperaban! Y los vendedores ambulantes… también… jajajajaja.

¿Cómo ha sido la experiencia afuera del país, junto a tu pareja, la actriz Verónica “Pampa” González?

Sin dudas que salir del país te da la tranquilidad que por estos pagos no tenes. No es lo mismo estar acá donde la situación de la vida de un artista le importa a muy poca gente. Aquí, todavía, la gente es Cholula y cree que los actores son los de la tele. En otras partes del mundo existe, lo que Eugenio (Barba) llamó Tercer Teatro. Por lo tanto, hay muchas más alternativas. De hecho, nuestra experiencia europea del año pasado fue excelente y abrió un montón de puertas que desde aquí hubiese sido difícil lograr. En este momento estamos en la tarea de preproducción de nuestro próximo viaje.

¿Dirías que “nadie es profeta en su tierra” en cuanto a la recepción y repercusión de la tarea de ambos en el Viejo Mundo?

No tengo la absoluta certeza de que sea así. Pero si me guío por lo que nos pasó, parecería que es de esa manera. Nuestra metodología de trabajo (Actor 0) causó sorpresa y avidez de transitarla en todos los países que visitamos y mostramos nuestras obras y realizamos nuestros seminarios. Me da la impresión que lo que ocurre acá es como dice el tango… vivimos revolcados en un merengue todos manoseados ¡Todo es igual! Allí está la diferencia. Aquí un grupo de 37 años de trabajo que ha comprobado su profesionalidad es lo mismo que cuatro chicos que recién hacen una experiencia mediocre del lenguaje y ya creen tener la opción de ser lo mismo… ¡No! No es lo mismo. Nosotros somos quienes somos por muchas horas de cada día de todos los días de esos 37 años. ¡No es casual que somos tres en este momento de nuestra historia grupal!

Para los legos en la materia, ¿qué es la antropología teatral?

Según las definiciones de los más ortodoxos La Antropología Teatral es: el estudio del ser humano-actor en condiciones de crear. Nosotros a esta especialidad le dimos una vuelta de rosca en el año 2 mil separándome de los dos maestros que tuve en mi comienzo, Renzo Casali y Eugenio Barba, ambos creadores de la especialidad y con sus visiones diferentes sobre la misma. Nos metimos a realizar un estudio comparativo con el fútbol, ya que es una tarea de equipo con reglas parecidas a nuestro arte. De allí nace el método del Actor Cero. Comparamos a un jugador de fútbol profesional con un actor profesional. ¡Fueron tantas las desigualdades! Que nos dio la posibilidad de investigarlas profundamente y nos dimos cuenta que, en argentina, por ejemplo, son muy pocos son actores y directores dispuestos a salir del prefacio histórico que comenzó con Stanislavski en el siglo 19.

¿Cómo definirías “Las desventuras del Sr Mokitó”? ¿Con qué se va a encontrar el espectador el domingo 3 en Teatro Estudio?

Para mí ha sido una experiencia maravillosa abordar a este nuevo Clown. Hice muchos años a Buster, un Payaso de calle que realicé por más de 25 años. Era muy difícil hacer otra cosa que no sea él. En otra oportunidad te diré la diferencia entre Clown y Payaso. Hace tres años que lo vengo investigando. En Europa dio sus pasos más firmes. Allí nació la posibilidad de crear el guion que hoy avala su trabajo. Acabo de hacer una gira por Chaco, Santiago del Estero y Tucuman que terminó de fortalecer al Sr. Mokitó. Por lo tanto, lo que se verá por primera vez en La Plata, será otro trabajo totalmente diferente a lo que hacía. Imagino que a los platenses les pasará algo similar que a los públicos europeos o del norte de nuestro país… para ello deberán dejarse llevar por la magia que propone Mokitó. La van a pasar lindo, con sus hijos, esposos, esposas, amigos o quien quieran estar allí. ¡Los esperamos!

Se percibe claramente un sustrato filosófico en tus trabajos, una búsqueda profunda que va más allá del entretenimiento. ¿Podrías explayarte al respecto?

Siempre hemos buscado complicidad inherente con el público. Ha sido nuestra manera de ver y realizar el hecho teatral. Ya lo dije, no me interesa el efecto que asombre, me importa mucho que las personas se involucren. ¡Esta es mi manera de concebir el Arte del Teatro! No hacer para que nos miren y nada más… siempre nuestras obras han sido a una distancia espacial muy cotidiana, eso genera compromiso. En este tiempo que el compromiso deja mucho que desear, nosotros seguimos convencidos que es un lazo de energía y verdadera vida creativa entre todos. No me interesa un público cómodo apoltronado en las butacas de felpa roja esperando que termine para salir a comer… podría decir que es tan burgués, como viejo, ese teatro. Mí necesidad es que las personas lleguen a habitar la ceremonia que comenzó en el exacto momento que decidió venir a convivirla. Llega con la expectativa lógica que le ofrece su curiosidad, su ilusión. Como los niños. ¡Y no me gustaría defraudarlo! Ese es mi trabajo, que se vaya contento, conforme con la elección que hizo y sin arrepentirse de haber venido. Por eso con un Clown, también existe la posibilidad de que nos pensemos. El trabajo con Mokitó, deja desnudo al público ante las cosas simples… la felicidad con pocas cosas, la ternura en una mirada, la complicidad con los iguales, en la necesidad que tenemos los seres humanos de jugar, como buen mamífero que somos, y que lo hemos dejado de lado por el sólo hecho de ser “adultos”.

El Teatro para mí es esto… un momento único e irrepetible.

Fuente: https://irenebianchi.com.ar/

“El secreto de Clarice”: un “infantil freaky”, inspirado en el mundo poético de Lispector

ESPECTÁCULOS | DESTACADO DE LA CARTELERA

Danza, teatro e ilustración en vivo es la propuesta de este espectáculo que “no subestima a la niñez”. El domingo, en La Grieta

María Virginia Bruno

JULIETA RANNO, EN UNA ESCENA DE “EL SECRETO DE CLARICE”

Este fin de semana volverá a la cartelera local “El secreto de Clarice”, un espectáculo para toda la familia basado en la obra infantil de la referente literaria brasileña Clarice Lispector, en la que danza, teatro e ilustración digital en vivo se dan la mano para crear un “paraíso precario” que, sin embargo, invita a desconectar mentes y corazones, en una época en la que las criaturas 2.0 bombardean con mensajes superfluos.

Con dirección general e interpretación de Julieta Ranno (danza y teatro), dirección de arte y actuación de Chechu Ascaso -también operadora de sonido, gráfica y fotografía-, e ilustración digital en vivo de Tati Catelani, “El secreto de Clarice” nació en 2015 a partir de un trabajo de investigación colectiva sobre la literatura infantil de Clarice Lispector, de la que intentaron “tomar climas, metáforas, poética y transformarlo en fiscalidad e imágenes”.

Durante un año, las chicas trabajaron a partir de improvisaciones creando desde allí la dramaturgia, las coreografías y el relato visual. Según contaron, la dinámica del grupo siempre fue interdisciplinaria y colectiva en todo momento porque “nos interesa la fusión de lenguajes y la mirada de cada integrante para el crecimiento de la obra”.

La obra, que se estrenó en septiembre de 2016, contó con el apoyo de Consejo Provincial de Teatro Independiente y fue seleccionada para participar en el Festival Regional de Teatro Independiente realizado en febrero del año pasado en nuestra ciudad. Durante el 2017 hizo funciones regularmente en la cartelera local, y participó en septiembre de Teatro por la Identidad La Plata.

Con diseño y operación de luces de Manu Schoijet, este domingo, a las 18.30, se ofrecerá en El Galpón de la Grieta, 18 y 71, y no volverá a tener funciones en al menos un tiempo, por las “colapsadas agendas” de sus creadoras, militantes fervorosas de este tipo de arte, alejado de los brillos, estridencias y muñecotes que la globalización nos regaló.

“Creemos que una obra de arte de cualquier índole debe conmover en algún sentido. Si está dirigido a chicos o a grandes es indistinto. La niñez ha sido cooptada como objeto de consumo, como todos nosotros y el teatro infantil se tornó mero entretenimiento. Por eso al encarar este proyecto supe que iba a escaparme del formato habitual, de los colores estridentes y los gritos”, aseguró Julieta Ranno, en diálogo con EL DÍA, sobre esta pieza que delineó y a la que no dudó en definir como un “infantil freaky”, que las ha hecho trabajar estos dos años a sala llena, “a pesar de lo outsider” y que les ha permitido, fundamentalmente, ser fieles a sus deseos e intereses creativos, entendiendo que “tenemos la convicción de que somos artísticamente honestas”.

En la historia, inundada de metáforas y en la que el relato queda en segundo plano víctima de la fusión de lenguajes que toma la escena, “Clarice” mata accidentalmente a dos pececitos. Se siente avergonzada y decide confesar lo sucedido. Para ser perdonada por el público relata una serie de acontecimientos de su vida que evidencian el profundo amor que desde siempre tuvo por los animales. Su antagonista es “Señorita Wiki”, sabelotodo y eficiente, que intentará aleccionar a Clarice en sus intentos por reivindicarse.

“Lispector nos convoca a un mundo cotidiano pero a la vez profundo, con una poética alocada, donde lo lúdico y lo filosófico se entreveran. Sus cuentos infantiles proponen personajes complejos, lejos de ‘el bueno’; y ‘el malo’. Clarice Lispector no subestima a la niñez, le propone una puerta para hacerse innumerables preguntas”, explicó esta “bailarina que actúa” sobre el universo literario que las inspiró y que intentaron llevar al teatro, “inventando una Clarice repleta de contradicciones, en un mundo inquietante e inaprensible”.

En la obra, esas contradicciones quedan de manifiesto en el hecho de que “Clarice” y “Señorita Wiki “ son interpretadas por la misma persona, Julieta, quien para construir a estas mujeres, opuestas y complementarias, encaró un “trabajo tan arduo como divertido”.

“Siendo fiel a la bailarina de origen que soy, construyo mis personajes a partir de la corporalidad. Un modo de sentarse, un tono muscular, una velocidad en los brazos. Luego, gracias a la aguda mirada de Chechu Ascaso fueron apareciendo las otras características: voz, gestualidad, mirada. También aparecen en mi cuerpo un gato y una gallina”, contó Ranno, sobre cómo fue el proceso de creación de estas dos entrañables criaturas.

Dispersa, franca, inquieta y expresiva, “Clarice”, confesó Julieta, “es la actriz y mujer que soy hoy”, a pesar de su formación de diez años de danza clásica. Y “Señorita Wiki”, intachable, rotunda y firme, “aparece en mi vida de vez en cuando y organiza el descuajeringue”.

Protagonista de “Montaraz”, de y por Braian Kobla que mañana a las 21.30 volverá gratis al Centro Universitario de Arte (48 entre 6 y 7), Julieta está ensayando “Niebla”, de Nelson Mallach, que se estrenará en octubre en el Tacec del Teatro Argentino. Además, este fin de semana filmará un videoclip de la banda Martes de agua.

“El secreto de Clarice”, cuyas entradas se pueden reservar por mensaje desde la página oficial de Facebook, tendrá entradas generales de $150, y gratis para los menores de 4 años.

“Lispector no subestima a la niñez, propone una puerta a innumerables preguntas”

Fuente: EL DIA

martes, 29 de mayo de 2018

Se estrena “Sopaipillas”, un unipersonal con recuerdos de San Juan

ESPECTÁCULOS | CON ACTUACIÓN Y DIRECCIÓN DE MARÍA INÉS PORTILLO

MARÍA INÉS PORTILLO

Actriz, directora y dramaturga sanjuanina radicada desde hace años en La Plata, María Inés Portillo estrenará el sábado a las 18 en el Museo Dardo Rocha, 50 entre 13 y 14, “Sopaipillas”, un unipersonal con aroma a San Juan.

Dirigido e interpretado por ella misma, se trata de una propuesta basada en materiales que le recuerdan a su provincia natal, con textos propios y de otros autores como María Elena Walsh, Atahualpa Yupanqui, Lidia Blake y Ángel Espinoza, entre otros. “El unipersonal nació de la necesidad de decir lo que siento y pienso. En el aquí y ahora”, explicó la artista.

“Representarlos me permite revivir los propios fantasmas, obsesiones y deseos. Volver a la infancia mientras juego personajes, situaciones propias y ficticias. Expresar espacios, tiempos y vivencias a partir del cuerpo, la voz y los silencios. Hacer hincapié en la actuación y en la comunicación con el público”, manifestó.

El hecho de bautizar el espectáculo con un término tan sanjuanino como “sopaipillas” (lo que por estos lados se conoce como torta frita) está ligado al deseo de la artista de regresar a ese lugar de pertenencia.

“El sabor dulce y la textura crujiente de las sopaipillas (compartidas con abuelos, padres y hermanos mientras escuchábamos cuentos, canciones y poesías), me traen recuerdos de aquellos momentos placenteros a la hora de la creación artística. Con este espectáculo he querido revivir ese tiempo”, remarcó María Inés.

Siguiendo la línea de sus creaciones anteriores, como “Cerrojos”, “De Sobremesa”, “La lengua Cosida” y “DiagonAndo Cuentos”, “Sopaipillas” -que tendrá nuevas funciones el sábado 9 de junio en el Museo Dardo Rocha y otra el domingo 17 en el Almafuerte (66 entre 5 y 6)- propone, también, un abordaje a “la identidad femenina y la problemática socio-cultural de nuestro presente”.

Formada junto a María T. Gallac de Sarmiento en el Instituto Superior de Arte Escénico de San Juan y en la Escuela Superior de Teatro de la Universidad Nacional de Cuyo, en 1974 completó la carrera de Formación del Actor y de Juegos dramáticos en la Escuela de Teatro de La Plata, en donde ejerció la docencia entre 1981 y 2009. Desempeñó el cargo de Inspectora de Teatro en la Rama de Educación Artística, dependiente de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. En 1994 se graduó como Directora Nacional de Teatro en la Escuela Nacional de Arte Dramático. En 1998 egresó del IUNA con el título de Dramaturga Nacional. Como actriz se perfeccionó, entre otros maestros, con: Galina Tolmacheva; Juan C. Gené; Escobar y Lerchundi; Alejandra Boero; Verónica Oddó; Mauricio Kartum; Lorenzo Quinteros; Inda Ledesma; Laura Yusem y Rubén Szuchmacher. Integró el elenco de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires en varias temporadas y compartió los escenarios con destacados grupos independientes.

Fuente: EL DIA

lunes, 28 de mayo de 2018

Entrevista a María Inés Portillo

MARÍA INÉS PORTILLO

Por Irene Bianchi

Charlamos con María Inés Portillo acerca de su nuevo espectáculo poético y de narración Oral «Sopaipillas», que estará los Sábados 2 y 9 de junio a las 18 hs. en el Museo Dardo Rocha (calle 50 e/ 13 y 14 N° 933, La Plata) y el Domingo 17 de junio a las 18 hs. en el Museo Almafuerte (calle 66 e/ 5 y 6 N° 530, La Plata)

IB: ¿Qué son las sopaipillas, María Inés? ¿Qué te evoca ese vocablo?

MIP: Se parecen a pastelitos dulces que por esta región se llaman tortas fritas. No son una sopa. Así se las conoce en la zona Cuyana y en Chile, también. Los días de lluvia, en las mateadas y sobremesas no faltan las sopaipillas. Con pocos ingredientes (harina, huevo, polvo de hornear, manteca, sal, grasa y leche o agua), se los amasa y se fríen en grasa o en aceite caliente. Luego se espolvorean con azúcar. Las sopaipillas me traen recuerdos de la niñez y la adolescencia en San Juan, cuando las saboreábamos junto al brasero. Es un sabor dulce y crocante compartido con abuelos, padres y hermanos mientras escuchábamos cuentos, canciones y poesías.

¿Cuál es el contenido de este espectáculo?

En este espectáculo he querido revivir aquellos momentos con algunos textos propios y de otros autores como María Elena Walsh, Atahualpa Yupanqui, Lidia Blake, Ángel Espinoza, entre otros. Son textos que interpretaron y compartieron mi vida en la Provincia de San Juan y cuando salí de ella. Mis espectáculos surgen inspirados en esas vivencias. De esa necesidad de decir lo que siento y pienso, en el aquí y ahora. “Sopaipillas” es mi sexto unipersonal.

¿Cuáles fueron tus anteriores unipersonales? 

Los anteriores fueron: Cerrojos, La Violación, De Sobremesa, La Lengua Cosida, DiagonAndo Cuentos. Los temas que más me atraen en la conformación de estas creaciones son los referidos a la identidad femenina, la violencia de género y la problemática social y cultural. Mis referentes actorales son, en primer término, mis padres y abuelos. En el plano profesional, los docentes y  maestros que me formaron en el arte teatral y dramatúrgico.

Solés elegir el formato de “unipersonal”. ¿Por qué?

Hacer un unipersonal es jugar con los propios fantasmas, obsesiones y deseos. Es volver a la infancia mientras juego personales, situaciones propias y ficticias. Expresar espacios, tiempos y personajes a partir del cuerpo, la voz y los silencios. Hacer hincapié en la actuación y en la comunicación con el público.

Fuente: https://irenebianchi.com.ar/

domingo, 20 de mayo de 2018

El teatro argentino y la crisis social - Rosario Santa Fé 2018

Cerró en Rosario la 33º Fiesta Nacional del Teatro con buenas obras y pocos discursos

La Fiesta demostró que la calidad del teatro nacional sigue vigente a pesar de la crisis. El INT destacó el plan de remodelación de 55 salas, pero hubo ausencias de discursos.

Por Julio Cejas

"Todo tendría sentido si no existiera la muerte" por CABA

Finalizó anoche la 33º Fiesta Nacional del Teatro organizada por el Instituto Nacional del Teatro en cogestión con el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario. La movida que incluyó 32 obras provenientes de las diferentes provincias argentinas, tuvo este año un fuerte contenido político y reivindicativo de los temas recurrentes: Diversidad y violencia de género, la lucha por la despenalización del aborto y las reivindicaciones de la mujer enmarcadas en un fuerte apoyo al feminismo. Por otra parte el Instituto Nacional del Teatro que celebró sus 20 años con esta Fiesta, no pudo quedar al margen de los grandes tensiones que siempre intervienen la vida de las instituciones en tiempos de grandes divergencias a la hora de concebir las políticas culturales.

A muchos de los periodistas que venimos participado en ediciones anteriores de esta fiesta grande que organiza el INT, nos sorprendió en la noche de la inauguración la ausencia en el escenario de los principales responsables de esta movida que abarca todas las expresiones de las artes escénicas del país.

Una vez más la mirada poética de la Ministra de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, através de un comunicado que leyó su discípula Mónica Discépola, puso la otra mirada política sobre este acontecimiento nacional.

"La profesión ha crecido y el Instituto regó de Salas el país con enorme esfuerzo de Teatreros y sistemas de fomento nacieron en la provincia más apoyos, más técnica, más escena santafesina", manifestó María de los Angeles "Chiqui" González. En los pasillos del Príncipe Asturias nos cruzamos con Federico Irazábal, ex representante del Ministerio de Cultura de la Nación en el INT, que había sido reemplazado por Florencia Pérez Riba, según el programa de mano de la Fiesta.

Otra figura destacada y reconocida que pasó raudamente por Rosario y cuya presencia resultó tan fugaz como la de Irazábal, fue la de el mismísimo director ejecutivo del INT, Marcelo Allasino que según el diario La Gaceta Tucumana, "partió de viaje oficial por el exterior".

"La ausencia de discursos oficiales de la conducción del Instituto Nacional de Teatro y del Ministerio de Cultura nacional en la inauguración de la Fiesta obligó a buscar los posicionamientos institucionales en las páginas de la carpeta que contiene la programación del encuentro", publicó el colega Fabio Ladetto en la edición del 15 de mayo publicada en el diario tucumano.

El colega recoge precisamente un fragmento de ese texto, donde Allasino comenta que "el INT llega al mayor evento escénico del país en plena consolidación de una serie de procesos iniciados en 2016, que llevamos a cabo a través de cuatro valores: Diálogo, transparencia, eficiencia e innovación", destacando que el Plan Nacional de Infraestructura alcanzó a 55 salas en todo el país.

Por su parte, Miguel Palma que tampoco subió al escenario el día de la inauguración, planteó a este diario que con la experiencia de 1998 -año en que la fiesta se hizo acá-, "yo dije con mucho coraje, si hay que hacerla la hacemos en Rosario. Es un orgullo que voy a compartir con mucha gente, vienen directores, vienen a compartir con nosotros, la gente se acuerda muy bien de esa fiesta. La historia me pone en un lugar reconfortante y yo lo agradezco", dijo el Representante local del INT.

A la hora de evaluar las propuestas de mayor repercusión entre el público local y la crítica especializada, se llevó todos los laureles la notable Todo tendría sentido si no existiera la muerte del talentoso dramaturgo porteño Mariano Tenconi Blanco, responsable también de la dirección.

Por muchas razones la obra conmovió y divirtió al público a lo largo de tres horas con intervalo incluido, y con una temática que se respiraba ya desde el título mismo, donde el amor y la muerte luchaban en un mismo espacio integrado por una familia muy particular.

También proveniente de CABA, se pudo ver Millones de segundos escrita y dirigida por Diego Casado Rubio, impactante historia con un elenco donde sorprende la actriz Raquel Ameri, en la piel de Alan, adolescente transexual con síndrome de Asperter. Un acontecimiento dramático inspirado en hechos reales, donde también la muerte juega una carta fundamental.

Y para completar esta trilogía que mostró lo mejor del teatro porteño de los últimos tiempos subió a escena la potente actriz Lorena Vega en ese maravilloso texto de Cristina Escofet: Yo, Encarnación Ezcurra, basada en las cartas de la mujer de Rosas a su marido.

Santa Fe, ya lo habíamos destacado, mostró dos productos bien diferenciados y de una riqueza poética que contó con la solvencia de dos elencos de dúctiles actores‑creadores: La Biunda un clásico de Carlos Carlino y esa rica experimentación dirigida por el destacado Edgardo Dib: (Esto no es) Calígula.

Otra plaza fuerte como lo es Córdoba tuvo el sello inconfundible del dramaturgo y director Gonzalo Marul con La Clase y Sergio Osses con su versión de Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo de Rodrigo García.

Vairoleto, Pechito Libertario proveniente de Neuquén, puso una nota de alto vuelo poético para recordar a este luchador popular con títeres y música en vivo y Érase una vez... el lobizón de Formosa, reivindicó lo mejor del teatro popular basado en la historia de "Nazareno Cruz y el lobo".

Fuente: Página 12

viernes, 18 de mayo de 2018

EnTi: otra cita con el teatro independiente

ESPECTÁCULOS | DESDE HOY Y HASTA EL DOMINGO EN 17 Y 71

18 de Mayo de 2018 | Edición impresa

RANCHO CARANCHO

Desde hoy y hasta el domingo se realizará el 2º Encuentro de Teatro Independiente – La Barraca, EnTI, organizado por los integrantes del grupo de teatro independiente “La Barraca” junto al “Centro Cultural Estación Provincial”. Las entradas, de carácter libre y gratuito para todas las obras, podrán retirarse una hora antes de cada función en la Estación Provincial, 17 y 71.

Del encuentro, que se llevó a cabo por primera vez en 2017, participarán 10 elencos de teatro independiente de distintas localidades.

“Creemos importante que en una ciudad con tanta producción teatral como la nuestra, se realice un encuentro de estas características, para fortalecer el vínculo con otras regiones, generar un intercambio que produzca un crecimiento artístico y personal, y promover la actividad teatral en el barrio buscando crear nuevos públicos” apuntaron desde la organización.

El EnTI contará con espectáculos teatrales para público infantil y adulto: obras de títeres, teatro, monólogos y música, que se realizarán en los distintos espacios del Centro Cultural Estación Provincial.

Para ver hoy: 18:30: Apertura Hall de la Estación; 19: “Bety Godt, La inconquistable”, del Grupo Carozo de durazno- Sala A; 20:30: “Moliere, el envenenado”, Teatro Poquelín, Santa Clara del Mar- Sala Lidia Sampallo; 22: “Potestad”, La Granada Mar del Plata.

Para ver mañana: 17: “La Bruja de los Ojos”, Grupo Conjugar al Monstruo - CABA; 18:30: “Jueves de comadres”.

Grupo LAM Teatro, Saladillo; 20: “Partida…la espero alegre”, La Colmena, CABA; 22: “A la gran masa Argentina”, Grupo Esse Est Percipi, Rosario (Santa Fe).

Para ver el domingo: 18: “Rancho Carancho”, Grupo Fantoche Violeta, Quilmes; 19: “Lo Discepolín”, Compañía Teatral Ambulantes LP, La Plata; 20: “Lobería”, Grupo Teatral Lado B, CABA.

Fuente: Diario El Dia de La Plata

viernes, 11 de mayo de 2018

Mañana comienza la 33° Fiesta Nacional del Teatro - Rosario 2018

Mañana comienza la Fiesta Nacional del Teatro en Rosario, que contará con un total de 32 espectáculos nacionales

Por Redacción Diario Vivo viernes 11 de mayo de 2018


Un total de treinta y dos espectáculos de todo el país están invitados a la edición número 33 de la Fiesta Nacional del Teatro, que se desarrollará en la ciudad de Rosario entre mañana y el sábado y 19 de mayo, resultantes de las distintas Fiestas Provinciales que organizó el Instituto Nacional del Teatro junto a sus filiales.

La Fiesta comenzará mañana a las 18 en el Teatro Príncipe de Asturias, del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y Río Paraná), con “Ubú”, dirigida por Elena Cerrada con idea y realización general del elenco cordobés Cirulaxia Teatro -Carlos Possentin, Gastón Mori, José Luis de la Fuente, Adriana García y Víctor Acosta-, una obra escrita por el francés Alfred Jarry, estrenada en 1896 y productora en ese momento de un gran escándalo.

En el mismo lugar y también con entrada libre y gratuita, se ofrecerá a continuación “100% locos”, de la ciudad de Santa Fe, historia de cuatro artistas de circo que se reencuentran luego de muchos años para dar la función de sus vidas; actúan Rodrigo Moller, Caterina Stefanoff, Iván Boasso y Damián Foray.

De la Ciudad Autónoma de Buenos Aires concurrirán obras destacadas por la crítica y el público como “Millones de segundos”, escrita y dirigida por Diego Casado Rubio, un drama sobre la identidad de género con una explosiva actuación de Raquel Ameri, la excesiva y ocurrente “Todo tendría sentido si no existiera la muerte”, con dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco, premiada en varios ámbitos, lo mismo que el aparente unipersonal “Yo, Encarnación Ezcurra”, de Cristina Escofet, dirigida por Andrés Bazzalo, con la deliciosa Lorena Vega y un grupo musical que colabora en el encanto.

La Fiesta Nacional del Teatro es una iniciativa del INT en cogestión con el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, una oportunidad de conocer la infinita calidad de la escena argentina actual, cuyos elencos provinciales desmienten el aserto de que el teatro de calidad y sus maestros sólo son porteños.

 Prueba de eso son directores como el cordobés Gonzalo Marull, que llevará su obra “Clase”, de Guillermo Calderón, o el santafesino Edgardo Dib, que aportará “(esto no es) Calígula”, una de sus particulares versiones de clásicos que en este caso refiere a Albert Camus, aunque antes se atrevió con Chéjov, Sánchez, García Lorca y otros intocables.

Otros que aspiran al aplauso en una Fiesta que no reparte premios, es el emigrado Iván Moschner que con un elenco de su provincia, Misiones, presentará “De madres y de niños. Ríos de teatro”, que escribió y dirige, y el cordobés Sergio Osses, que llevará “Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo”, de Rodrigo García, que ya participó de la Fiesta en otra edición y con dirección de Emilio García Wehbi.

Otras reversiones son la salteña “La moribunda”, de Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese, esta vez por el Grupo Las Mortadela RIP, la bonaerense “Como la espuma de un mar enorme”, sobre textos de Urdapilleta, con dirección de Mauro Oteiza y Vicky Pezzutti; “La edad de la ciruela”, de Arístides Vargas, dirigida por Luis Molina, de la provincia de Chubut, un título que habrá que ver por las cantidad de enfoques que ha tenido esa prestigiosa obra, más “Mujeres soñaron caballos”, de Daniel Veronese, dirigida por Julio Gre, de La Pampa.

Otros espectáculos que se verán son “La teoría del olvido”, con dramaturgia y dirección de Nicolás Blandi, “Montaraz” (La Plata), con dramaturgia y dirección de Braian Kobla, y “La Biunda”, de Carlos Carlino, con dirección de Marina Vázquez y María Flavia Del Rosso, ambas de la provincia de Buenos Aires, “Guía semanal de ideas”, con autoría y dirección de Gastón Díaz, de Entre Ríos.

 
La lista sigue con “El experimento calva”, escrita y dirigida por Ulises Camargo (Chaco), “Los Reídos”, escrita y dirigida por Luigi Serradori (Corrientes), “Érase una vez… el lobizón”, de Darío Basualdo, dirigida por Lucas Ezequiel Ramírez (Formosa), “El carozo del invierno se llama Primavera”, de Luis Franco, Maria Teresa Pompei y Carlos Gaibiso, con dirección de Pompei (Catamarca), “La voz del viento”, de Roberto Vázquez y Olimpa Zarraga, dirigida por Germán Romano (Jujuy).

Esa es apenas una muestra de lo que será la Fiesta rosarina, que se desarrollará en más de una decena de ámbitos, y que tendrá espectáculos invitados, obras de elencos locales, seminarios, talleres, presentaciones de libros, “devoluciones” de las obras vistas la jornada anterior, premios a la trayectoria teatral nacional y de colectivos escénicos.

(Con información de Télam)

Fuente: https://www.diariovivo.com/manana-comienza-la-33-fiesta-nacional-del-teatro/

jueves, 3 de mayo de 2018

Fueron elegidas las obras ganadoras del concurso de la Comedia Municipal de La Plata 2018


Tras evaluar a las 12 obras finalistas, el jurado seleccionó a los seis elencos ganadores en la última instancia del certamen que fue abierto al público y se llevó adelante en el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha, con entrada libre y gratuita.

Según se informó, en el rubro adulto resultaron ganadoras las obras: “El éxodo, ficción patria”; “El encuentro de Guayaquil”; y “A contrapelo”; en tanto que las obras infantiles premiadas fueron: “Profecías, una aventura de otro tiempo”; “El soplador de estrellas”; y “Los Clasificadores”.

Cabe destacar que los elencos ganadores obtendrán la contratación por diez funciones y formarán parte de la programación estable a lo largo del año, ofreciendo funciones gratuitas en diversos lugares como centros culturales, plazas, etc.

Asimismo, la propuesta contó con la participación de un reconocido jurado integrado por los referentes Zulema Ozón, Gabriel Laborde y Néstor Amarilla, quienes también distinguieron la labor de actores, directores, escenógrafos, vestuaristas e iluminadores.

En cuanto a los premios entregados, como ‘Mejor Escenografía’ fue distinguida Claudia López Lombardi (“El Encuentro de Guayaquil”); en tanto que el premio a la ‘Mejor iluminación’ fue para Soledad Machado (“A contrapelo”); y ‘Mejor Vestuario’ para Marita Ortelli ("Profecías, una aventura de otro tiempo").

Conjuntamente, el galardón a la ‘Mejor actriz co-protagónica’ fue para Belén Hurlebaus (“El éxodo, ficción patria”); mientras que en el rubro masculino la distinción fue para Mariano Garay (“El éxodo, ficción patria”).

A su vez, el premio a la ‘Mejor actriz protagónica’ fue para Soledad Oubiña (“A contrapelo”), y Diego Aroza (“El Encuentro de Guayaquil”) fue distinguido en el rubro masculino. En última instancia, el reconocimiento al ‘Mejor Director’ fue para Juliano Cabrino (“El éxodo, ficción patria”).

miércoles, 2 de mayo de 2018

Entrevista a Mariana Ozafrain

A punto de estrenarse su opera prima, charlamos con Mariana Ozafrain, autora y directora de «INFIEL, a costa de la cordura».

Por Irene Bianchi


IB: ¿Cómo fue tu formación académica, Mariana?

MO: De chica empecé a tomar clases de teatro acá en La Plata porque siempre supe que quería ser actriz, aprovechaba cada oportunidad para actuar: actos escolares, obras de teatro en el instituto de inglés, incluso sketches para la familia los domingos a la tarde. En mi adolescencia me formé con Gastón Marioni, y creo que fue él quién me hizo dar cuenta de que lo de la actuación iba en serio. Cuando terminé la escuela empecé a estudiar actuación en el I.U.N.A, actualmente U.N.A. Tuve maestros maravillosos entre los cuales rescato a Guillermo Cacace, Daniel Misses, AnalÍa Couceyro, Uki Cappellari, entre otros. Mi proyecto de graduación lo dirigió Mariela Asensio y tuve una conexión increíble, tal es así que el día de hoy sigo laburando con ella. Participé en gran variedad de obras de teatro independientes como actriz y como asistente de dirección. Cuando  me recibí de la U.N.A empecé a formarme con Pompeyo Audivert y continué mis estudios con Mariela Asensio. En La Plata, también estudié con Blas Arrese Igor. Actualmente, además de estar por estrenar “Infiel”, estoy actuando en el C.E.L.C.I.T en una obra llamada Latinoamerican Love dirigida por Mariela.

Este es tu debut autoral. ¿Cuál fue el disparador para sentarte a escribir esta obra? ¿Por qué elegiste esta temática en particular?

Supongo que puedo decir que es mi debut autoral porque es la primera obra que decido montar y hacer pública, pero lo cierto es que siempre me gustó escribir. Cuando me di cuenta de que el escenario es una olla donde no hay filtro para los ingredientes, entendí que con todo el material que había en mi cabeza era posible hacer una obra de teatro, y que tal vez la idea no era tan disparatada. Es que eso fue clave para mí, entender que en el arte todo se puede.

Empecé a escribir “Infiel” cuando volví de un viaje que hice en el 2017. Ahí conocí a una chica que me dijo algo que me dejó muy impactada, una frase que quedó resonando en mí por mucho tiempo y que me daba cuenta tenía que hacer algo con ella, como si generase estímulos en mí para crear (supongo que muchos a eso lo llaman inspiración). Lo que ella me dijo fue algo así como “Lo peor que podría hacerme mi novio sería meterme lo cuernos, puedo perdonar otras cosas, pero no habría jamás algo peor que eso”.  En su momento no me animé a decirle que eso no era cierto para mí, que hay cosas mucho peores, que las relaciones amorosas no se reducen a eso; pero volví del viaje con la sensación de que debería habérselo dicho. Creo que escribí “Infiel” para decir lo que no pude o no puedo decir con palabras. Digamos entonces que esta obra es, en parte, el punto final de una charla, la respuesta a una conversación itinerante.

¿Cómo fue la experiencia de dirigir tu propio texto dramático?

Fue lo más desorbitante, estresante y enloquecedor que hice en mi vida, pero aún así fue una de las cosas que más placer me ha dado. Es muy difícil coordinar un grupo de cinco actores, sin contar vestuarista, escenógrafa, coreógrafa, asistente, producción, etc, etc, etc. De repente te das cuenta de que todos depositan su plena confianza en vos, y eso por momentos te vuelve una mortal asustada. Pero cuando hacemos arte pasamos a ser inmortales, porque extendemos una parte de nosotros mismos al mundo y permitimos que tome vida propia. Dirigir mi obra de teatro tuvo un poco de eso: al principio, cuando era sólo texto, era algo muy mío. Cuando empecé a cedérselo a los actores, noté que ya no lo era tanto, como un bebé que tenemos que largar a caminar, y que debe golpearse y caerse para salir adelante.

Hubo ciertas condiciones que les puse a mis actores para empezar a ensayar; una de ellas fue que sin letra no habría ensayo. A mí no me va la improvisación. Considero que el texto tiene que estar muy adueñado para que la actuación empiece a florecer. No solo pedía que sepan el texto sino que lo llevaran decantado, como si ya fuera parte de ellos mismos. De esa forma, juntos nos fuimos dando cuenta de qué textos funcionaban, cuáles había que ajustar o directamente omitir, o incluso frases que los actores debieron cambiar por decisión propia para poder cargarlas con más verdad.

En cuanto al montaje en sí mismo, considero que hay dos planos de la dramaturgia, uno que se concreta al escribir la obra y otro al montarla. Hoy en día si alguien leyera la obra, no alcanzaría a comprender la totalidad del espectáculo; mucho de lo que pasa está muy apoyado en la puesta misma, y creo que esa es la otra cara de la dramaturgia. La dramaturgia “espectacular” o “corporal” o “performática”, da igual, aquéllo que no se puede textualizar pero que es indispensable para la narrativa. Por lo tanto también me pregunto hasta qué punto la dramaturgia es mía, cuándo empieza a ser también de los actores que ponen cuerpo y se adueñan de directivas externas que hacen propias. En definitiva, dirigir mi obra me abrió todo tipo de interrogantes, y cuando hay preguntas, hay respuestas que buscar. Cuando hay respuestas que buscar, hay mucho arte para hacer.

¿Cómo fue el proceso de audiciones para conformar el elenco?

El proceso de audiciones fue súper enriquecedor para mí. No me gustaba la idea de hacer un casting, la experiencia me llevó a entender que nunca son del todo esclarecedores. Además, considero que nadie puede enseñarte a actuar porque nadie tiene una única verdad; por lo tanto nadie puede decirte que servís o no para tal o cual papel. Pero lo cierto es que yo venía de moverme mucho por la capital y necesitaba actores platenses, y el casting si se hace de un modo ameno e integrador sirve para conocer artistas que de otra forma no hubieras conocido. El encuentro fue grupal y la idea nunca fue exponer a alguien a una situación intimidante, con lo cual las pruebas siempre fueron a través del juego y actividades de los cuales el equipo y yo también participábamos. Digo equipo porque en la instancia del casting me acompañaron María Emilia Costoya que es mi asistente de dirección, Mariano Casarini que es el músico y Belén Peruzzi que preparó las coreos. De este modo en el casting también evaluamos canto y baile, aunque eso ya es un tema un poco complicado. A mí no me interesaba ponerlos a prueba en cuanto a técnicas de baile y canto, sino que pudieran usar el canto y el baile como una forma de expresarse, como otro modo de actuar. No estaba buscando virtuosismo, sino actores que pudieran vibrar en disciplinas paralelas a la actuación. La obra no es un musical, pero sí tiene momentos musicales porque considero que es una picardía no recurrir a otras disciplinas que enriquecen a la actuación.

Costó seleccionar, todos estaban muy dispuestos y se generó muy buena onda con el grupo, pero tuvimos que hacerlo. Distinto a otros eventos en donde se pierde todo contacto una vez que el casting termina, nosotros nos encargamos de escribirles a todos explicando y justificando la selección, y obviamente agradeciendo la asistencia.

¿Podrías definir el género en que se enmarca la pieza? ¿Es una comedia dramática? ¿Es naturalista? ¿Realista? ¿Del absurdo?

Creo que la mejor palabra para definir el género de la obra es “desgenerada”. Entiendo que las etiquetas son necesarias para que el público tenga una idea de qué es lo que va a ver, pero lo cierto es que no puedo garantizar que sea una comedia porque claramente no lo es, y no puedo garantizar que sea un drama porque claramente no lo es, así que si es estrictamente necesario categorizarla diría que es una comedia dramática.

Tengo un problema personal con la comedia: me encanta, pero… yo soy muy graciosa, siempre intento llegar a la gente desde un lado jocoso y eso se ve en mi laburo como actriz. Lo que pasa es que yo creo que la comicidad debe devenir de una situación que está actuada con verdad. Debe ser una consecuencia, no un propósito. Muchos actores o directores pretenden buscar la comicidad, actuarla en primera instancia, y creo que ahí es cuando todo se desvanece. Hay una creencia de que un actor cuanto más grotesco, animalizado o sobreactuado es, más gracioso. Para mí, es todo lo contrario. Nada genera más gracia que una situación absurda actuada con verdad. Lo que genera comicidad es la empatía y la identificación. Siento que cuando un actor hace una parodia sobre algo, advierte que bajo ningún aspecto él es aquello que burla, y pienso que eso no es peligroso. El teatro debe ser vertiginoso porque ahí está lo pasional, y para eso debe provocar, debe actuarse con verdad, debe ser aquello a lo que le tenemos tanto miedo, y no meras interpretaciones dibujadas. Por eso “Infiel” resulta por momentos cómica, y no fue algo que busqué, fue una consecuencia de plasmar la realidad a través de mi poética propia. Siempre les pedí a mis actores que no tiraran del hilo en aquéllos momentos que sabían iban a generar comicidad, porque en el momento en que lo hicieran su trabajo carecería de verdad, por lo tanto dejaría de causar gracia. Para mí la comedia debe ser tratada con respeto, debe tener un trasfondo reflexivo, debe generar esa contradicción de “me río, pero no se si estoy haciendo bien en  reírme de esto”. Por otro lado “Infiel” tiene una  carga dramática importante, sencillamente por los conceptos que maneja. Como ya dije, me gusta hablar de temas que nos interpelan como actores sociales, el amor, la muerte, el paso del tiempo, el olvido, la locura.  Por otro lado, esta obra rompe completamente con una lógica naturalista: los personajes, aunque claramente estén involucrados en una misma situación dramática, nunca se miran a la cara ni hablan entre ellos. Se mueven en un espacio metafórico que se resignifica constantemente, porque creo que lo interesante del teatro es que al espectador complete un universo virtual, no dar todo por sentado. Para ver la realidad tal cual como la conocemos podríamos ir al parque y vamos a encontrar situaciones dignas de espectar por horas.

¿Cómo te gustaría que impacte en el público?

Me interesa generar material para reflexionar, creo que ése es el propósito del teatro y del arte en general. Mover algo en las personas, que salgan transformadas. Si gusta o no gusta va más allá de mis posibilidades, como se dice en nuestro palo “la reacción del público es lo único que no puede ensayarse”. De lo que estoy segura es de que trabajamos duro y dimos todo lo que estaba a nuestro alcance, y, repito, no se puede hacer nada con las subjetividades de cada espectador, pero me conforma saber que se ha logrado una transformación en ellos.

«INFIEL, a costa de la cordura» estará los viernes 4, 11 y 18 de mayo en Teatro Estudio 21.30 hs. y los viernes de junio en El Escape 21.30 hs.

Fuente: https://irenebianchi.com.ar/

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