Escena porteña siglo XXI

POSNEOLIBERALISMO Y CAMBIOS TEATRALES

Por Jorge Dubatti

La primera década del siglo XXI introduce en el campo teatral de la Ciudad de Buenos Aires significativos cambios políticos, culturales y específicamente escénicos. Se abre con la puesta en evidencia de la crisis del neoliberalismo en el estallido social de finales de 2001. Podemos hablar de una nueva etapa, caracterizada por el movimiento político y cultural del "post-neoliberalismo", que contrasta con el neoliberalismo "salvaje" impulsado por Carlos Menem en los noventa y que culminó en la tragedia de 2001-2002.

Algunos rasgos destacables del teatro porteño en los años post-neoliberales: ingreso y/o afirmación de nuevos creadores con otras poéticas e imaginarios; aumento en la producción (la cantidad de estrenos anuales en los últimos años bordea el millar): crecimiento de la institucionalización (a través del Instituto Nacional del Teatro, Proteatro y Ley de Mecenazgo); crecimiento del teatro comercial y de sus intercambios con el teatro independiente; crecimiento de la cantidad de grupos del teatro comunitario (estimulado por la crisis de 2001 y el protagonismo histórico de nuevos sujetos sociales) y la propuesta de un pasaje del "teatro de resistencia" al "teatro de la construcción y la transformación"; configuración del movimiento de Teatroxlaidentidad (con apoyo de Abuelas de Plaza de Mayo, primero en la Ciudad de Buenos Aires y luego en las provincias y otros países); ampliación de los espacios discursivos de la crítica y la investigación teatral; crecimiento de la internalización; mayor reconocimiento al teatro por su lugar en el concierto social y en la cultura (por ejemplo, con su presencia central en los festejos por el Bicentenario).

¿Marcan estos cambios el cierre de la Postdictadura? 

Creemos que no. El prefijo "post" expresa a la vez la idea de un período históricamente posterior a la dictadura y atravesado por las consecuencias de la dictadura. El quiebre histórico de la dictadura fue incalculable, la Postdictadura continúa. Pero hay señales de transformación.

Fuente: Publicado en Edición Impresa Revista Ñ 17.09.2011 Pag 35