25 de Junio de 2025
Con un clima político intenso y con el arte como bandera para dar cuenta de los tiempos que corren, el actor, dramaturgo y director platense Manuel Vignau despliega su experiencia teatral con dos títulos que están dando de qué hablar. Por un lado, dirige “Cabaré político”, pieza que se presenta los miércoles en Espacio 44, 44 entre 4 y 5; y por otro, estrenó recientemente en la cartelera porteña “La chica de la lámpara”.
“Nací en La Plata, soy platense antes que todo, y trabajar en la Ciudad es algo que me encanta, porque ahí está mi gente, que puede fácilmente acercarse a ver los trabajos (…) Hacer ‘Cabaré’ en La Plata es ideal, porque la ciudad es el centro de la política de la Provincia, y es una zona interesante de discusión. Sobre todo mirando hacia delante”, le dijo a EL DIA sobre su trabajo escénico.
Con esta pieza teatral, en donde comparte textos con Roxana Aramburú, el director se permite mirar hacia atrás y aportar al debate actual. “Nuestra génesis es el bombardeo a la Plaza de Mayo, desde ahí, pasamos por varios momentos, incluidos la inundación que sufrimos en el 2013. Ese fue un hecho donde la sociedad mostró sus mejores y peores rasgos. Eso también es ‘político’, en la dimensión amplia de la palabra”, relató.
Vignau aseguró que para su trabajo es clave que las obras que dirige lo interpelen de alguna manera. “Me tienen que implicar totalmente”, dijo. En el caso de “Cabaré político”, Manuel siente que esta obra le sirve como un territorio, en donde puede meterse. La obra además es para él una construcción en equipo, ya que cuenta con monólogos que escribió Aramburú y se realiza en un espacio que siente suyo: “Espacio 44 es un símbolo del teatro de nuestra ciudad”, afirmó.
Sumado al despliegue escénico local, Vignau estrenó recientemente “La chica de la lámpara”, una pieza de Marta Aran que se pone en escena los sábados en El excéntrico de las 18º, Lerma 420, Villa Crespo.
La puesta gira en torno a Alba, una artista que trabaja incansablemente para lograr su objetivo: obtener el puesto de directora artística que quedará vacante. Sin embargo, su prominente embarazo la perturba y comienza en ella una lucha interna entre su maternidad y sus objetivos artísticos.
“Me interesa poner el dedo en esa llaga, y la llaga es el momento histórico. Algo nuevo se está pariendo en el mundo. Todas estas tensiones de guerra que vemos en los medios son los dolores de parto del nuevo mundo que se está configurando”, dijo el director.
Para el platense, “asumir la dirección de esta obra incluye hacerse cargo del rol masculino de esta época intensa de debates”, especialmente porque se trata de una pieza “incorrecta, polémica, descarnada” que actualmente está en una “pista de despegue”.
Fuente: EL DIA
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