Año 12 Número 132 - 1 de agosto de 2011
Editora responsable: Raquel M. Barthe
Revista dedicada a la Literatura Infantil y a la Lectura
Desde 1997, la primera revista virtual argentina en su especialidad
Reportaje a la escritora
Mara Butinof nació en la ciudad de La Plata (Argentina) en 1971. Se graduó como Profesora de Artes Plásticas en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y ejerció en la docencia en esa área, en escuelas y talleres privados. No obstante, su amor por la Literatura la llevó también a trabajar en la promoción de la lectura. Su primer libro publicado fue la novela juvenil El hombre araña y yo, finalista en el "Concurso Internacional de Literatura Juvenil Libresa 2010".
Mara Butinof nació en la ciudad de La Plata (Argentina) en 1971. Se graduó como Profesora de Artes Plásticas en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y ejerció en la docencia en esa área, en escuelas y talleres privados. No obstante, su amor por la Literatura la llevó también a trabajar en la promoción de la lectura. Su primer libro publicado fue la novela juvenil El hombre araña y yo, finalista en el "Concurso Internacional de Literatura Juvenil Libresa 2010".
El Mangrullo: -Mara, quizá esta sea una pregunta muy trillada, pero contanos cuándo y cómo comenzaste a escribir.
Mara Butinof: -Debo haber empezado desde bien chica, calculo que a los 6 años. Mis primeros escritos los recuerdo bien: Mi mamá me ama. Papá fuma la pipa. Mamá amasa la masa. Y después seguí con mis tres hermanos:Mi hermana es Ana. Diego dice gol. Julia juega. Inmediatamente me animé con mis cuatro abuelos, que no quiero empezar a transcribir lo de ellos, más lo de mis tíos, primos, vecinos… Creo que sí, empecé a escribir a los 6 años y ¡todavía no llegué a armar oraciones sobre cada personaje que aparece en mi vida! Lo único que pude hacer es dejar de decir gansadas y usar imprenta cuando se me da la gana, o la computadora cuando es necesario. Pero escribir, eso lo seguí haciendo.
E.M.: -Lo que contás es muy gracioso, pero a la vez muy interesante porque la alfabetización te motivo para la creación, aunque fuesen oraciones cortas y aisladas. Sin embargo, en algún momento empezaste a escribir frases que se enlazaban unas con otras para contar una historia, ¿cómo sucedió que iniciaste la escritura de "algo largo", es decir con coherencia y cohesión?
M.B.: --¿Algo largo? Que lleve más de una frase... tardé un poquito. Soy lenta. Pero no me molesta, ¿eh? Casi te diría que es una señal de mí que me da cierto orgullo. Uno aprende con el tiempo que hay que aceptarse, y yo, con mis tiempos (que son doblemente largos que los del resto), lo fui aprendiendo y puedo decir con mucha honra que soy leeentaaa... El primer cuento que escribí fue hace un par de semanas, estando cerca de los 40 años. Y no creo que sea un buen cuento.
E.M.: -¿Primero escribiste la novela y luego un cuento?
M.B.: -Sí, la novela fue previa al cuento. Lenta y rara, así es. Soy extrañísima. Pero es la verdad, fue primero El hombre araña y yo, que los cuentos.
E.M.: -Entonces contanos cómo fue que se te ocurrió escribir El hombre araña y yo.
M.B.: -El arañita (así lo llamo al libro) tuvo un nacimiento bastante particular: en una editorial leyeron unos fragmentos de escritos míos y me llamaron para pedir la obra completa. El tema fue que los fragmentos eran todo lo que tenía… no había novela, no había cuentos, no había nada. Así que lo escribí como pude y, por supuesto, lo que publicó Libresa no es el primer resultado de aquel pedido… ¡Ni el último!
E.M.: -Eso significa que escribiste y re-escribiste, como lo hacen los verdaderos escritores y, por lo tanto, nos revela que sos una "auténtica" escritora y por eso el éxito de tu primer libro editado. Entonces, imagino que ya estarás escribiendo otra obra, ¿no?
M.B.: -Sí. Ahora sufro una insoportable compulsión a escribir. Me pasa algo, lo anoto. Tengo que hacer mandados, me hago una listita. Me dicen tres cosas juntas, me preparo un machete para no olvidármelas. Se me cruzan ideas, las vuelco un papel. Todo por escrito. Y me encanta. Me gusta escribir. Y me gusta leer. Y me gusta contar cuentos. Es un mundo maravilloso.
E.M.: -Pero, además, ¿seguís con la ilustración? Porque tengo entendido que no solo escribiste ese primer libro, sino que también lo ilustraste.
M.B.: -Mmm, ¡pregunta complicada! Sí, ilustré al arañita, pero me costó un Perú, cinco Chiles y noventa días. Una crisis de nervios y de angustia que duró casi lo mismo… Pero el apego a contar cosas, también se me empezó a dar por el lado de la imagen. Es muy lindo ese discurso que forman las imágenes y las palabras jugando juntas. O eso que no tiene palabras para definirse, pero sí imágenes, o la posibilidad de multiplicar los discursos haciendo interactuar un lenguaje con el otro… es muy interesante. A mí no me sale, pero a quienes les sale bien, ¡los felicito, hacen un trabajo bellísimo! Yo lo estoy aprendiendo (llevo añares intentándolo), y en algún momento me saldrá, ¿no?
E.M.: -Para cerrar esta entrevista, ¿querés agregar algo más?
M.B.: -Agradecer. Cada cosa que hago, las que salen bien y las que salen mal, todas, son posibles gracias a los amores que tuve, que tengo, que llegan, que permanecen, que duran instantes nomás… incluso a esas relaciones que no están buenas, que te llevan a aprender, a reconocer caminos que querés transitar y caminos que decididamente, no querés andar… pero siempre eligiendo, viviendo, sintiendo, ¡y queriendo! Te doy un ejemplo: hace poco pasé por una situación poco deseable, tampoco demasiado importante, una cuestión cotidiana, de rutinas que se veían afectadas, nada grave. Pero sí un poco molesto, no esperado en absoluto. Esa noche, antes de acotarme, me tuve que sentar a escribir eso que me pasaba, y al empezar, ¡me doy cuenta de que encaja perfectamente con un personaje de algo que estoy escribiendo! Y fue bárbaro: aunque uno después corrija mil veces cada cosa, eso no importa, encontré la voz del personaje, ¿entendés? Y por la vida misma, por vivirla con sentimiento, a veces alegres, a veces tristes. ¡Pero sentimientos vitales!
E.M.: -Muchas gracias por todo lo que nos contaste.
El hombre araña y yo
BUTINOF, Mara, 1971-. El hombre araña y yo / texto e ilustraciones de Mara Butinof. -- Quito : Libresa, 2011. -- 138 p. : il. ; 20 cm. -- ISBN 978-9978-49-438-7.
Una novela narrada en primera persona por su protagonista, un adolescente de 14 años, que plasma la realidad actual de esa franja etaria. En un principio, como es normal a esa edad, se rebela contra toda su familia, sus compañeros de escuela, profesores y adultos que lo rodean, pero poco a poco va madurando y aceptando a cada uno tal como es. También él empieza a aceptarse a sí mismo.
Esto lo lleva a aceptar la realidad renunciando a querer cambiarla y a sentirse un ser humano como cualquier otro.
Pese a que el cronolecto de Felipe se ajusta a la actualidad y que es a través de él que llegamos a conocer al resto de los personajes, Mara Butinof nos hace sentir realmente cómo siente cada uno de los personajes y cómo se conectan entre sí. Ella maneja magistralmente la polifonía de la cual nos habla Bajtin; el lector llega a entender a cada personaje en una igualdad de jerarquías e, igual que el protagonista, no puede tomar partido por ninguno en especial; ninguno resalta en particular; cada uno habla desde su lugar; cada uno tiene su propio espacio de enunciación.
Según podemos leer en la solapa, esta es la primera obra publicada de Mara Butinof y fue finalista en el Concurso Internacional de literatura Libresa 2010. ¡Un galardón bien merecido!
Raquel M. Barthe
Año 11 Número 130 - 1 de mayo de 2011
Editora responsable: Raquel M. Barthe
Fuente: http://www.usuarios.sion.com/mangrullo/mangrullo133.html#a3
esta muy lindo este libro
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