Luego de su segundo año de éxito en capital, llega a La Plata (el martes, a las 22 en Espacio 44, 44 Nº 479) una de las obras más prestigiosas del circuito off porteño: "No soy un caballo".
Un relato impecable que renueva las perspectivas de la creación teatral a través de sus actuaciones y construcción espacial, con Francisco Egido (Un año sin amor), Diego Cremonesi (cine: "Aguas Verdes", "Masacre Esta oche" y "Penumbras"; teatro: "Soderá Espósito", "Los Rimenver" y "Paco Rimenver") y Walter Jakob ("Historias extraordinarias" y "Los Paranoicos", entre otros).
"No soy un caballo" es una indagación sobre la identidad, sobre lo auténtico del recuerdo y la persistencia de la amistad. Lo rural como una forma de la nostalgia -accesible a quien sepa reconocer en lo agreste una infancia de nuestras ciudades-. La obra propone lo infinito contenido en un espacio único. Busca, ante todo, el goce de la teatralidad: la alegría de imaginar, de recorrer una gran gama de sensaciones a través de la narración; la confianza en un lenguaje inagotable que vive y se regenera en sus intérpretes.
La obra coloca a tres personajes citadinos en un ámbito no-urbano. Más particularmente, en la casa donde vivió el abuelo de uno de ellos, una casa de campo alejada del pueblo y actualmente abandonada, un lugar que es, a un mismo tiempo, propio y extraño tanto para los personajes de esta obra como para los ojos de cualquier espectador.
La propuesta escénica busca crear un espacio exterior en uno interior —el teatro—, problematizando la magnitud y evitando la iconización de los elementos característicos de lo rural. Para ello, recurre a convenciones que permiten instalarnos en el terreno infinito que genera la imaginación de cada espectador, verdadera condición de posibilidad para la ficción.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/cultura/ampliar.aspx?id=917
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