lunes, 3 de mayo de 2010

EMME EL ÁNGEL DIABÓLICO

ENTREVISTA | Publicado 03 de Mayo, 2010


POR MARIANO CASAS DI NARDO/ FOTOS: VICTOR CANDIA

Tras sus elogiados papeles en cine y en teatro donde ganó un premio ACE, la cantante estrena nuevo protagónico en la pantalla grande: “prefiero toda la vida el cine. En la tele aún hoy me siento perdida”, afirma.

En un mundo de belleza siliconada y estética vacía de argumentos artísticos, emerge la figura de Mariela Vitale, más conocida como Emme, hija de Lito Vitale y Verónica Condomí. Un ángel diabólico que muta con tan sólo un gesto o un guiño de sus exactos atributos. El infierno, cuando se desnuda y destila perversión por sus milimétricos poros, y el cielo, cuando despliega todos sus dotes actorales y se convierte, por ejemplo, en la mucama paraguaya que enamoró a Inés Efrón en la recordada película “El niño pez”, dirigida por Lucía Puenzo. En ese papel, la difícil crítica argentina unánimemente la elogió, tanto como cuando fue portada de la revista Playboy. Hay que sumarle a todo esto, una virtuosa voz de R&B, única en su especie. Una artista completa, piensan los productores; un atractivo irresistible, dicen los consumidores de sus condiciones.

- No me interesa que me cataloguen como “algo”. No soy actriz, cantante o comediante de musicales. No tengo preferencia. Ante todo soy una persona. Una persona que trabaja profesionalmente. Y que por haber estudiado mucho, trabaja en distintas áreas del arte. Por suerte, la vida me fue sorprendiendo para bien. De chica me preparé como actriz pero casi como un juego. No pensando en una posibilidad laboral. Arranqué a los cinco años estudiando con Hugo Midón y no paré más, pero fue más que nada un divertimento. Cantar sí. Está en mis genes y en mi vida.

EMME FOR EXPORT

Femme, disco debut que data del año 2003, fue su primer golpe de efecto. Y habiendo sobrevivido a los prejuicios por ser “la hija de…”, subió la apuesta con una participación en la serie televisiva “Una familia muy especial” de Canal 13. A eso le siguieron participaciones en teatro y cine, claro está, pero su amor por la música, según ella, nunca murió.

-Nunca dejé la música. Simplemente me propusieron trabajos que me tentaron más y los hice. Que te propongan papeles en cine, teatro y en televisión está bueno. Y hoy por hoy, nadie se puede dar el lujo de rechazar un trabajo. Cuando me convocaron para “El niño pez” fui con cero expectativam porque era mi primer intento y porque no sabía a qué iba. Pero si algo aprendí en mis años de estudio es que un actor debe interpretar cualquier personaje. Algo que me sirvió mucho para actuar es observar y analizar a todas las personas. Te da una diversidad gestual increíble. Obviamente te puede salir mejor un papel que otro. Pero uno debería poder encontrar algo suyo en todos los personajes.

Entraste al cine por la puerta grande, filmando con Lucía Puenzo, reconocida por su ópera prima XXY…

Cuando leí el guión me pareció súper fuerte. Pero me pareció que podía interpretarlo. Que podía entender a esa chica paraguaya que trabajaba y se veía seducida por otra chica. El cine es jodido. Es como tirarte a la pileta sin saber si hay agua. Porque filmás, filmás y filmás sin saber el producto final. Mirás para un lado, le hablás a alguien, ponés tu mejor cara y después no sabés qué hacen con todo eso en la isla de edición. Vos ponés todo de vos pero la edición y la cabeza de la directora hacen la película. Eso sí, juega un papel importante tu intuición.

Pero más o menos una idea hay…

No te creas. Uno sabe el guión, conoce más o menos a la directora y ya. La edición, la fotografía y el montaje influyen mucho en el producto final. Confiás en la gente que tenés al lado, pero no es como el teatro o la tele que depende de uno. Por suerte a mí siempre me tocaron buenos grupos, ya sea con Lucía (Puenzo) o Sabrina (Farji, directora de su nueva película Eva y Lola). Y eso te tranquiliza porque sabés que estás en buenas manos. Las veces que no trabajé con buenos grupos, rechacé las ofertas o me fui.

Te doy un guión de esos que sé que te gustan… ¿A dónde preferirías ir? ¿A un plató de televisión, a un escenario o a un set de filmación cinematográfico?
Sin dudas me inclino por el cine. Prefiero toda la vida el cine. En la tele aún hoy me siento perdida. Se manejan otros tiempos. Todavía no hice algo de lo que me sienta orgullosa. Hay que tener el alma muy fría para estar en televisión y aguantar que te cambien de horario o te echen a un compañero porque el rating no funciona. En el cine manejás otros códigos y después de mis dos buenas experiencias, no sé si volvería a la picadora de gente que es, hoy por hoy, nuestra televisión.

No me contás casi nada de teatro, donde ganaste un ACE por tu papel en Rita la salvaje…

Con Rita disfruté mucho porque conocí el teatro y todo lo que encierra esa comunión con el público en vivo. Me dio muchas satisfacciones ese papel, salimos de gira y fue todo maravilloso. En cambio, con “Doña Flor y sus dos maridos” me fue mal. Fue un fracaso absoluto. No me dio orgullo hacerlo y por eso me fui. Rescato haber trabajado con María Concepción Cesar y con Marcelo Mazzarello. Pero bueno, no todas son flores en esta vida.

¿Cómo te tomás las críticas?

Soy medio rara con ese tema. La verdad es que no me interesan. Tal vez haya sido porque siempre fueron bastantes positivas. Sí, las agradezco. Está bueno que los periodistas se tomen el trabajo de juzgar a uno. Ahora tengo la presión de continuar con el nivel logrado con “El niño pez”. Pero no me desespero por saber qué dicen, como tampoco me desespera ganar premios. Sé que son cosas inherentes a esta profesión, pero más me tranquiliza saber que doy todo de mi, a una crítica positiva o negativa.

LOLA BY EMME

En “Eva y Lola”, su nueva película, Emme protagoniza a una hija apropiada por padres militares. Una revelación dolorosa de quien ama a su padre, que no es tal, además de ser un hombre que torturó y mató a gente durante la última dictadura argentina…

-Cuando me hablaron del papel acepté de una. Mi abuelo es desaparecido asique no tuve mucho que investigar ni hablar con nadie al respecto. El papá de mi mamá fue uno de los miles de desaparecidos y sé muy bien lo que se siente, cómo se vive y lo que es no saber de alguien. En la película yo hago de hija apropiada por un militar e interpretar a una chica que sabe que su papá al que ama, mató gente, me interesó por varios motivos. Primero para apuntarle a esa gente mediocre que dice que lo de los desaparecidos es historia antigua y hay que dejarlo en el pasado. Es un horror que haya gente que piense así y por ello esta película. Porque no saben del dolor que se siente. Y después para despertar el interés en los chicos que dudan de sus orígenes. Quiero aportar mi granito de arena a esta causa que no puede ni debe olvidarse.

GRACIAS TOTALES

A sus veintisiete años, Mariela Victoria Vitale Condomí ya transitó por todos los caminos del arte. Sacó un disco, protagonizó varias comedias musicales, filmó dos películas y actuó para el exigente prime time televisivo. Hasta se desnudó por completo para la revista del conejito más atrevido. Una impronta sexual que por donde pisa deja huella. Y es sólo el comienzo. El destino se encargará de encausarla y hacerla brillar donde más cómoda se sienta.

-Agradezco que me llamen para trabajar. No todo el mundo puede darse el lujo de trabajar de lo que le gusta. Así que no pongo trabas para ello. No me interesa si me llaman para un protagónico, para reparto, para ser cabeza de compañía o parte de elenco; si es para una portada de una revista o contratapa. Mientras la idea esté buena y la onda sea positiva, ahí estaré yo.

Fuente: http://www.lasrosasonline.com/revista_nota.php?id=249&cvis=1

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Una celebración de teatro: un ciclo mostrará obras gratis durante toda la semana

  ESPECTÁCULOS | LA CARTELERA LOCAL “El teatro argentino celebra su público” realizará más de 650 funciones en todo el país. En La Plata, ob...