sábado, 14 de abril de 2012

Verdaderamente como en casa

Espectáculos / La cantante española Rosana agotó localidades en el Coliseo, el jueves por la noche. En poco más de dos horas de concierto repasó todos sus éxitos y cantó varios temas de su último trabajo ¡Buenos días, mundo!

13.04.2012 | 17.19

Momentos del concierto de Rosana en el Coliseo (fotos: Gabriela Hernández)

Por Lucía Zapata

La guitarra reposaba sobre el sillón negro de tres cuerpos, iluminada por dos veladores (uno de pie y otro chico, de mesa de luz) y algunas velas amarillas. Pero pasados 20 minutos de las 21, el instrumento entró en acción, cuando Rosana se apoderó de él.

Gritos varios -destacándose los “genia”, “diosa”, “te quiero”- acompañaron la salida de la cantante española, que de íntegro negro (a excepción de sus zapatillas de lona roja, vale aclarar) se presentó en un Coliseo que parecía no alcanzar.

“Revolución” (de su nuevo disco ¡Buenos días, mundo!) abrió el concierto que la compositora denominó Como en casa (“Yo solamente aparezco con mis canciones y ellos deciden qué quieren escuchar y es un placer enorme compartirlo con ellos. Es como quedar con amigos, que uno sabe que va agarrando la guitarra pero no sabe que termina cantando”, le había adelantado Rosana a Diagonales.com) y tras la canción inaugural, el saludo: “Muy buenas noches, gracias por venir a compartir este rato de locura. Espero que se diviertan tanto como seguro me voy a divertir yo”.

En la segunda ya apareció un clásico: “supongo que conocen esta” y los acordes y primeras frases de “El talismán” fueron captadas de inmediato por el público, que hacía pedidos como “cantá la 5”, para los cuales llegaba como respuesta “no sé cuál es la 5, díganme el título”. La conexión entre ambas partes se fue profundizando a medida que transcurrían los minutos. La espontaneidad y frescura de la artista española llegaba a cada espectador, que retribuía sus anécdotas y chistes con aplausos y ovaciones.

“Estoy viendo que llega gente tarde, otra vez…” y el comentario propició otra historia para compartir, que fue festejada por la platea, al igual que la “reflexión” acerca del típico cantito de los espectadores cuando solicitan una canción más: “gritan otra, otra, otra y no sé si quieren otra canción o que salga otra a cantar”, bromeó Rosana, siempre muy cómoda con la guitarra como compañera.

Una tras otra. No todos, pero la mayoría de los temas fueron acompañados por algún comentario. Con otro de los más conocidos, como “Si tu no estás aquí”, ocurrió: “esta canción tardé en componerla lo que tardo en cantarla, tenía tantas cosas que decir, que digo bastantes cosas distintas”, reconoció la cantautora, que hizo un pedido, que llegue el “una más y no jodemos más”. Cuando regresó felicitó a los presentes: “lo han hecho espectacular”.

Siguieron “Como un guante”, “Al filo de la madrugada”, “No se mañana”, “Magia” y “Mi trozo d cielo”, hasta que el Coliseo se transformó en una tribuna, cuando se coreó ““Dale, dale, dale, dale, Ro” con el ritmito que el futbolero ya tiene incorporado. La guitarra correspondió, la artista sonrió.

Un anuncio: “Voy a cantar un par de canciones más y voy a hacer algo que hacen todos mis compañeros y que no entiendo por qué lo hacen. Y cuando me di cuenta que lo hacían todos, seguí sin comprenderlo, pero lo hago, con la diferencia de que yo se los digo. Por un par de canciones me voy a esconder. En ese preámbulo tienen 3 opciones: una es irse, dos, gritar flojito. Esas no se las recomiendo. Y la otra, es gritar rápido y fuerte. Yo no soy tardona y tengo muchas más canciones”. Antes de retirarse llegaron “Buenos días mundo” y “Llegaremos a tiempo”.

La reaparición no fue tan pronto como lo había prometido, pero la tardanza estuvo justificada. Rosana llegó al primer piso del teatro (Tertulia) cantando a capella “Sin miedo” y se fue trasladando por toda la sala (incluso llegó al antes gallinero hoy Paraíso, que está en la segunda planta). Continuó con la misma modalidad con el tema “Bebes de mi” y, una vez de regreso al escenario comentó “es alto, eh”, y agregó: “eso que hago es un gustazo por verlos de cerca”.

En “Tormenta de arena” se tentó y tuvo que volver a comenzar. Eso se repitió tres veces y generó muchas risas en el público. Se acercaba el final, ya habían pasado dos horas y las elegidas para cerrar bien arriba fueron “A fuego lento” y “Pa ti no estoy”. Un “hasta siempre” fue lo último que se escucho de Rosana en la noche del jueves, que dejó más que contentos a los platenses que asistieron al show y estuvieron expectantes antes, emocionados durante y felices después.

Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-178395-seccion-114&Redirect=false-Verdaderamente-como-en-casa.html

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