martes, 6 de diciembre de 2011

"Yo elegí ser Evita", una decisión extraordinaria

Con entrada libre y gratuita

Diagonales / Miércoles a las 20, en el teatro Coliseo Podestá

La actriz Mónica Salvador, protagonista de la obra junto a Rita Terranova

06.12.2011 | La gran preocupación del hombre es dilucidar el origen de las cosas y en ese afán escribió los pasajes más interesantes de la historia. Dentro de esa búsqueda en nuestro país, una preocupación recurrente es determinar el origen de uno de los movimientos socio políticos más importantes.

Desde la ficción, películas estrenadas sólo en este año como Juan y Eva o la animación Eva de la Argentina surgen de esta inquietud pero van un poco más allá e indagan la transformación de las personas que se convertirían en figuras. La obra de Marta Avellaneda, "Yo elegí ser Evita" también parte de este punto pero se obsesiona con el momento crucial en el que Eva decidió ser Evita.

Al respecto de su obra, la dramaturga y directora afirmó que "la historia escrita es una forma de literatura y los personajes que la habitan pueden convertirse en íconos. Cuanto más fuerte el ícono más difícil es pensar en su humanidad. Sin embargo, no podemos dudar de que en el origen se encuentre siempre una persona, con sus alegrías, sus dudas y sus frustraciones.

Eva Perón eligió ser Evita y quise en esta obra imaginar cuál fue el motor que impulsó esa elección extraordinaria". Y así conociendo la historia pero desoyendo sus lugares comunes, Avellaneda escribió una obra fuera de la convención.

"Lo más atrapante y singular es su planteo inicial porque no parte de un momento en particular de la vida de Eva Perón: cuando era actriz, cuando estaba enferma, en el momento del renunciamiento, sino que la autora se imagina a Eva Perón hoy. Entonces plantea el encuentro con una periodista que tiene acceso al mundo del no retorno para hacerle una entrevista post mortem", cuenta la actriz Mónica Salvador, quien protagoniza la obra junto a Rita Terranova.

Por más que todo está dado para caer en la imagen de Santa Evita, Marta no se tienta sino que la muestra completamente terrenal, deseosa de recuperar su historia y fundamentalmente lo que sucedió después de su muerte. Cuenta la protagonista de la obra que "al principio Evita va recordando parte de su vida pero fundamentalmente la apuesta está en que ella se confronta con el presente. Y a partir de eso se dan muchísimo matices que van desde el humor hasta los celos, por ejemplo, cuando se entera que Perón se volvió a casar y además se entera que la otra mujer fue presidenta cuando el propio Perón la puso como vicepresidenta. Pero también tiene hondos momentos de dramatismo cuando la periodista le dice por ejemplo que a ella la operó un médico americano."

La obra si bien parte de un planteo fantástico apuesta a la humanidad de la figura.
El contrapunto entre ambos personajes está dado por el posicionamiento político, pero fundamentalmente porque ambas mujeres pertenecen a tiempos históricos distintos. Entonces la periodista, con la ventaja que le dan los años, puede cuestionar de forma incisiva varias de las decisiones y formas del proceso histórico.

Salvador explica que "el contraste con la periodista se da de forma natural porque es de sangre noble, antiperonista y sabe la oportunidad que representa el reportaje. La obra está escrita de tal manera que no te queda claro cuál es la ideología de la autora y eso es rico para todos los que van a escuchar. Porque nadie puede negar más allá de la ideología que Evita ha puesto todo por los humildes, por su pareja y por el amor y eso es lo que logramos hacer ver".

Aunque la actriz está acostumbrada a interpretar papeles fuertes como el de 8 mujeres, dirigida por José María Muscari, o el de su unipersonal Cómo tener sexo toda tu vida con la misma persona, reconoce que interpretar a Evita aún hoy en día es un desafío.

Al repasar su historia descubrió que "es una mujer que ha sufrido la exclusión, el abuso en la niñez, que peleó por el derecho a la identidad cuando su padre no le dio el apellido Duarte, vino Buenos Aires como tantos artistas buscando su lugar, tenía una pasión por la vida que la hacía una mujer diferente desde antes de volcarse a la política. No fue casual que haga historia, había que tener esa personalidad, había que ser mujer en los ‘50 cuando todavía no teníamos ni voto. Sólo ser actriz era una locura, si hasta mi mamá no me dejaba ser actriz porque implicaba cierta vida ligera. Lo que me costó a mí ser actriz y permitírmelo después. Pero lo rico de verla en el hoy es que podemos ver lo conmovedor de su historia."

Donde los hechos una y otra vez contados no terminan con la curiosidad de entender qué le pasaba por la cabeza a estas personas. Y son las expresiones artísticas las que nos permiten imaginarlo.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-168406-Yo-elegi-ser-Evita-una-decision-extraordinaria.html

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