Espectáculos / 09.07.2011 | Tanguito Mío: cómo nació y se prepara el musical para chicos que la familia no puede dejar de ver
Resulta difícil elegir el arranque cuando hay tantas cosas por decir desde el comienzo mismo. Organización, profesionalismo, dedicación, trabajo y talento podrían ser buenas opciones. Pero la más adecuada es “libertad”, pues eso es lo que sintió -y tuvo- Gastón Marioni cuando recibió la propuesta, a fines del año pasado, de ponerse al frente del espectáculo infantil de la Comedia. Él seleccionó “tema, material, formato”, tuvo la posibilidad de “crear absolutamente” y el resultado al cual llegó fue Tanguito mío.
“Hacía tiempo tenía ganas de trabajar con tangos para chicos, también con el sainete y el grotesco como formato teatral, y con la temática de nuestros abuelos, el paso del tiempo y las narraciones de sus historias (de mis abuelos por ejemplo) y el recuerdo de aquellos tiempos, revivido a través del personaje principal”, repasó brevemente el origen de la pieza su creador, que se puso, entre otras cosas, a “estudiar y re-estudiar” las 100 mejores letras de tango de la historia, a nutrirse de información “técnico-teórica” acerca de los formatos que iba a abordar y ya, hacia los primeros días de enero de este 2011 (tras llenar su escritorio de “imágenes, nombres de personajes, relaciones entre ellos y posibles canciones”) le estaba presentando el texto a la gente de La Comedia, que lo recibió con total agrado.
Manos a la obra
Marzo fue el mes en el que se iniciaron los ensayos. “Nos juntábamos 4 veces por semana, cerca de 4 horas por día y todos teníamos mucha participación”, recordó una de las actrices, Rossana Benencia (que hace de Mawiya) cuando, faltando menos de 20 minutos para salir a escena, ya estaba preparada. Algunos de sus compañeros iban y venían por los pasillos y los camarines (2, con una puerta central plegable que los une en caso de necesitar un espacio más amplio) de la Sala Discépolo (12 e/ 62 y 63) todavía poniéndose a punto.
Marzo fue el mes en el que se iniciaron los ensayos. “Nos juntábamos 4 veces por semana, cerca de 4 horas por día y todos teníamos mucha participación”, recordó una de las actrices, Rossana Benencia (que hace de Mawiya) cuando, faltando menos de 20 minutos para salir a escena, ya estaba preparada. Algunos de sus compañeros iban y venían por los pasillos y los camarines (2, con una puerta central plegable que los une en caso de necesitar un espacio más amplio) de la Sala Discépolo (12 e/ 62 y 63) todavía poniéndose a punto.
“Me faltan los zapatos y estoy”, se la escucha a Milonguita (María Laura Albariño) uno de los personajes que más preparación tiene, porque le deben colocar un “aplique” (cortina de cabello) y luego hacerle bucles a su pelo natural y al artificial. “Necesito más spray”, pide Tanguito (Luciano Guglielmino) quien es presentado como el protagonista de la obra y el encargado de la asistencia en la coreografía aérea.
Unos minutos antes (y mientras Milonguita seguía con sus rulos) el actor principal y el resto del elenco (que está conformado por el equipo estable de La Comedia) se disponían para el “ensayo general”, pautado media hora antes de cada función (lo que sería cerca de las 16.30). Se ubican todos arriba del escenario, algunos con el vestuario completo, otros a medio vestir o con algún abrigo extra (por más que la sala está calefaccionada) y se siente un “probemos la 1”. La 1 es, la pista 1, claro, el tema que abre y cierra el espectáculo y que se titula -como no podía ser de otra manera- “Tanguito mío”.
–“El chistecito cuéntelo en voz alta, así nos reímos todos”, bromea uno de los sonidistas desde arriba de la cabina, y de inmediato agrega: “¿probamos de vuelta, chicos”.
Esa segunda prueba, a pesar de seguir siendo distendida y relajada, tiene a casi todo el elenco en las tablas (también a Alejandro Pérez, que además de participar como Juan, toca el bandoneón en vivo), pero mejor ubicado. Se los ve más ordenados en el espacio y repasan algunos de los textos.
“Está muy bajita la pista acá, negro”, dice Guglielmino, que acota “¿Se escucha, lo escuchás vos? Creo que estamos al borde del acople”. Y el acople será uno de los enemigos a vencer, pues este musical en vivo requiere una sincronización perfecta de todas las partes pero, sobre todo y en especial, del sonido, por eso es que aparecen repetidos los carteles con la frase: “MUY IMPORTANTE apagar el celular” para que no haya interferencia (después el pedido se le hará al público, antes de iniciar la función).
Esa segunda prueba, a pesar de seguir siendo distendida y relajada, tiene a casi todo el elenco en las tablas (también a Alejandro Pérez, que además de participar como Juan, toca el bandoneón en vivo), pero mejor ubicado. Se los ve más ordenados en el espacio y repasan algunos de los textos.
“Está muy bajita la pista acá, negro”, dice Guglielmino, que acota “¿Se escucha, lo escuchás vos? Creo que estamos al borde del acople”. Y el acople será uno de los enemigos a vencer, pues este musical en vivo requiere una sincronización perfecta de todas las partes pero, sobre todo y en especial, del sonido, por eso es que aparecen repetidos los carteles con la frase: “MUY IMPORTANTE apagar el celular” para que no haya interferencia (después el pedido se le hará al público, antes de iniciar la función).
Caminito
La asistente de dirección, Lauta Otero, brindó un detallado y preciso recorrido por todo el espacio, y mencionó en muchas oportunidades la palabra “chequear” para referirse -claro está- a como controlan o revisan lo que sea necesario para que nada falle y todo funcione como debe funcionar, poniendo especial atención (como cada uno de los integrantes del equipo reconoció) a los micrófonos. También destacó el trabajo de los técnicos y de la utilería y reveló que antes de iniciar la obra limpian el escenario pasándole “un trapo”. Los chicos de “relaciones públicas” tienen que tener “la sala liberada”, un tiempo antes de empezar, entonces los actores vuelven “atrás” y se terminan de alistar. A esta altura sólo quedan los detalles.
La asistente de dirección, Lauta Otero, brindó un detallado y preciso recorrido por todo el espacio, y mencionó en muchas oportunidades la palabra “chequear” para referirse -claro está- a como controlan o revisan lo que sea necesario para que nada falle y todo funcione como debe funcionar, poniendo especial atención (como cada uno de los integrantes del equipo reconoció) a los micrófonos. También destacó el trabajo de los técnicos y de la utilería y reveló que antes de iniciar la obra limpian el escenario pasándole “un trapo”. Los chicos de “relaciones públicas” tienen que tener “la sala liberada”, un tiempo antes de empezar, entonces los actores vuelven “atrás” y se terminan de alistar. A esta altura sólo quedan los detalles.
“A muchas cosas le presto atención, justamente por ser un musical, y porque el género de la comedia musical viene acompañado de una expectativa escénica particular. Rara vez nos imaginamos un musical estático o vacío de movimiento. Y realmente la creación de la ilusión, la magia y el encantamiento o sorpresa en el musical infantil lleva muchísima articulación esceno- técnica”, cuenta el director, y enumera: “luces que van secuenciadas con la música, música que marca cambios exactos de escenografía, escenografía que no puede ubicarse fuera de una marca específica porque sino la coreografía siguiente queda descentrada, coreografías grupales que siempre hay que pulir para que se vean los diseños de movimientos lo mas correctos posibles, micrófonos que hay que chequear cada función puesto que la humedad del día puede hacer variar la ganancia del mismo. En todo esto pienso antes de la función y lo chequeamos junto con los actores que son quienes, además, ofician de maquinistas en toda la obra”.
Los operadores ya están listos para encender los motores y para que, después de tanta preparación y esmero, esa máquina teatro-musical pueda poner primera y arrancar.
[Ficha técnica]
Este musical “bien Guapito” tiene un elenco formado por: Luciano Guglielmino (Tanguito), Fabio Prado (Expósito), Alejandro Pérez (Juan), Rossana Benencia (Mawiya), Florencia Zubieta (Sarita), Marcelo Allegro (Donato), María Laura Albariño (Milonguita), Gustavo Portela (Rasul), Pablo De La Fuente (Deka)
Libro, letras y coreografías: Gastón Marioni
Música original: Tato Finocchi
Diseño de vestuario: Kitty Di Bartolo
Diseño de escenografía: Martina Urruty
Diseño de luces: Gastón Marioni y Martina Urruty
Asesoramiento en sonido: Alfredo Calvello
Asistencia coreográfica en tango: Andrea Benosi
Asistencia de dirección: Laura Otero
Puesta en escena y dirección general: Gastón Marioni
Sincronización del 2 x 4
-¡Guauuuuuu! Es la exclamación que primero y más se escucha cuando el público entra a la Sala Discépolo y se enfrenta a la escenografía de Tanguito Mío.
No queda mucho más tiempo para sorprenderse (antes de la función, obviamente) porque enseguida se apagan las luces y se le pide a los espectadores apagar sus teléfonos celulares.
-Humo, papá- y una nena de la primera fila codea a su padre para que vea lo que descubrió.
Al instante aparece Juan en escena (Pérez) justamente hablando por celular con su abuelo, quien le da indicaciones precisas acerca de unas cajas que le debe llevar. Las encuentra y se corre a un costado, toma el bandoneón e irrumpen en escena todos los demás actores.
El efecto inmediato al escuchar el tema con el cual inicia el espectáculo es de alegría: aplausos y tarareos, pero eso no significa que el público no esté concentrado. Los actores tienen en sus palmas unas luces redondas y “juegan” con ellas, es un condimento muy original, al igual que el movimiento escenográfico. Lo mismo ocurre con el “mix” de tangos clásicos que se oye a continuación. Imperdible.
“El día que me quieras”; “Malena”; “Los mareados” (“Rara, como encendida”); “Nostalgia” (“Quiero emborrachar mi corazón”), “Cambalache”; “Cómo dos extraños” (“Me acobardó, la soledad”); y “Balada para un loco” (“Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...”) por mencionar algunas, que disfrutan tanto (y seguro un poquito más) los grandes como los chicos.
“Lo del mix fue casi un accidente y una escena que no estaba seguro que estuviera. Los actores realmente le dieron la vuelta de rosca que faltaba. En esa escena creo que los adultos se divierten por el uso de un texto diría casi “sagrado” puesto acá para jugar una treta de amor, y los nenes (oh sorpresa) se matan de la risa por lo insólito e inusual de que tres personas se hablen rimando con letras tan enroscadas y sufridas como las de esos tangos que elegí”, explicó Gastón Marioni.
Para destacar, miles de cosas más, pero sería injusto darle mayor importancia a una que a otra, porque verdaderamente el conjunto es lo que resalta. Cada uno hace su trabajo para que todo quede “una pinturita” reconoce una de las actrices, Rossana Benencia, que describe y resume a la perfección lo que es la pieza: “una pinturita” (valga la redundancia).
Para repasar, y un aspecto que no puede pasarse por alto, el hecho de que la obra, a pesar de enunciarse como infantil, es para todo público: “hago espectáculos infantiles que muchas veces lo disfrutan mas los grandes. Así que prefiero utilizar otra manera de enunciarlo: es un espectáculo para niños y para grandes que aún tienen alma de niños. Y no es casual, es intencionado, porque el primer adulto que se divierte con la obra soy yo”, contó el director, que invitó a todos al teatro porque ver Tanguito mío resulta “un excelente oportunidad para disfrutar de nuestros lazos familiares, en familia!” Chan, chan.
Una aproximación a la obra desde la obra
SARA: (Saca un avioncito de su bolsillo. Lo mira. Lo esconde nuevamente) Tanguito, perdí el avioncito que me habías regalado aquella vez te acordás? ¿Me lo podrías volver a regalar?
TANGUITO: (Tratando de zafar la situación) –No, no me acuerdo Sara.
SARA: –Dale, ¿cómo que no? Me dijiste unos versitos, los escribiste despacito y me los tiraste en un avión…
TANGUITO: –Para mí que vos soñás mucho, y a lo mejor tuviste una alucinación.
SARA: –“Yo alucino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando tu retorno…”
TANGUITO: –Mirá Sara, no me acuerdo un corno. Te lo digo así de guapito, de frente y sin rodeitos, “hoy vas a entrar en mi pasado, en el pasado de mi vida".
SARA: –Pero Tanguito, mi alegría… “¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!” ¿Me estás diciendo que no?
TANGUITO: –¿Pero por qué Sarita tanto insistir?
SARA: –Porque… "uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias"…
DEKA: –(Con una flor para Sara. Sin ver a Tanguito) Sara!!!
SARA: –¡Qué!
DEKA: –¡No sé! ¡Me olvidé!
SARA: –Ay nene tomaletas de acá, sos un gil!
DEKA: –Chinita, no me trates así!
SARA: –¡Volá de acá!
DEKA: –No señorita, de ninguna manera, yo he venido a declarar!
SARA: –¿Qué?
DEKA: –Que la quiero. Y en honor a esto que siento, mi corazón yo le ofrezco.
SARA: –Gracias, pero no.
DEKA: –(Para sí) “Que gran error volverte a ver para llevarme destrozado el corazón”.
SARA: –(A Tanguito que mira la ventana de Milonguita) Entonces Tanguito “si tu amor fue flor de un día ¿Por qué causa es siempre mía esta cruel preocupación?”
DEKA: –(Para sí, cada vez más hondo) ¿Qué le habrán hecho mis manos? ¿Qué le habrán hecho para dejarme en el pecho tanto dolor?
TANGUITO: –Sara… mis avioncitos, tomaron otro rumbo, (a la ventana de Milonguita) “la ventanita de mi calle de arrabal, donde sonríe una muchachita en flor, quiero de nuevo yo volver a contemplar aquellos ojos que acarician al mirar…” Adiós Sara! (Sale)
SARA: –(Haciendo un bollo con el avioncito que tenía guardado en el bolsillo) “Que ganas tengo de llorar sintiendo junto a mí la burla de la realidad”… (Sale)
DEKA: –(Deshojando la flor) Desde que se fue nunca mas volvió, seguiré sus pasos, caminito, ¡adiós! (Sale)
LOS TRES SALIENDO POR SUS RESPECTIVOS BALCONES, AHORA CON ELBANDONEÓN Y OQUESTA PARA DAR UN FINAL TANGLORIOSO:
LOS TRES: –Desde que se fue, nunca más volvió.
Seguiré tus pasos… te lo juro amor!
Canción TANGUITO MÍO
Tango yo te doy la bienvenida
para que me enseñes a cantar
con tu música que es tan mía,
que es tan propia y tan querida,
¡tango: yo te quiero cantar!
Tango sos tan mío y tan cercano
como el dulce de leche y el mate amargo
y el churrasco que cocina mi mamá.
Tu sombrero tiene historias
de tanguitos y milongas;
¡tanto tango! ¡tanta historia!
¡tango querido yo te quiero escuchar!
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-147859-seccion-114-Volver-al-tango.html
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