Postales del Espacio 44, que a partir de mañana será sometido a nuevas refacciones
Espacio 44
03.07.2011 | Espectáculos / La sala estrenó 2 obras y se prepara para una remodelación. Antes del cierre temporal, hoy podrá verse Marta Riquelme, la otra frontera
Espacio 44 se encuentra, desde hace algunas semanas, atravesando una etapa de transición. Los cambios que llegaron con respecto a lo artístico (se estrenaron dos obras) estarán acompañados por una modificación estructural, que se terminará de concretar -si todo marcha de acuerdo a lo planeado- en agosto.
Daniel Gismondi, el responsable de la sala (ubicada en 44 N° 496 e/ 4 y 5), brindó algunos detalles de las reformas, de lo que significó debutar con dos piezas prácticamente el mismo fin de semana y manifestó estar “muy ilusionado” con el nuevo comienzo del espacio. En primer lugar, dijo que “el proyecto de ampliación es un hecho” y que las obras apuntan a agrandar la entrada, que tendrá “un foyer, que se utilizará como un espacio para colgar muestras plásticas, para presentar libros y para actividades anexas, que no tengan que desarrollarse necesariamente en una sala de teatro”. La idea es que este nuevo lugar “funcione en forma propia, que tenga un manejo independiente al del resto del teatro” y también está la posibilidad de construir una cafetería.
Con respecto a los espectáculos, Gismondi explicó: “uno, al estar 100% dedicado a esto va abriéndose proyectos todo el tiempo, va abarcándolo todo y cuando está subido a ese caballo se da cuenta de que es una locura, pero lo vas llevando. Estos dos proyectos: La (primera) cena y Marta Riquelme, la otra frontera son muy diferentes e interesantes, y si bien los empezamos a trabajar en diferentes momentos, maduraron juntos y los pudimos estrenar con un fin de semana de diferencia”.
–¿Significó un riesgo y una responsabilidad encarar dos obras al mismo tiempo?
–Cuando te ponés a hacer esto estás buscando mostrar y dar a conocer lo que hacés y, en ese sentido es parte de lo que te pone a dirigir. Yo le dedico todo mi tiempo a esto y es una responsabilidad cada proyecto que asumo porque es en lo que estoy basando mi vida, y en ese sentido es un orgullo también dar a conocer los proyectos en los cuales estuve trabajando.
La primera, los domingos. Desde hace más de dos años, el grupo de trabajo La tramoya pensó en hacer “un tercer intento de reconstrucción de la historia, a través de lo teatral”, de las Marta Riquelme de Guillermo Enrique Hudson y Ezequiel Martínez Estrada. En base a estos cuentos, se le pidió a Nelson Mallach que escriba los textos y los integrantes del grupo comenzaron a investigar y descubrieron, entre otras cosas “que hay una sociedad hudsoniana en Londres y otra en Tokio” y trabajaron con las “situaciones de encierro y los personajes que están atravesados por características o situaciones que provienen de los cuentos de Hudson y Martínez Estrada”.
Tras “muchas sesiones de lectura”, viajaron a la localidad de Hudson y visitaron la casa donde vivió el primero de los autores del cuento y esa “excursión” fue el “disparador” de muchas cosas que tiene la pieza teatral, a la cual Gismondi calificó como “una obra con características de drama, muy fuerte y sin anestesia”.
Como se mencionó, la dramaturgia de Marta Riquelme, la otra frontera (domingos a las 20.30) estuvo a cargo de Nelson Mallach y los integrantes del elenco son Alicia Durán, Nora Oneto, Rodolfo Balvidares y Julio Salerno. La escenografía es de Olivia Grioni y la asistente de dirección es Jorgelina Pérez.
La segunda, los sábados. La (primera) cena (sábados a las 21) está “en la otra punta”, remarca Gismondi (haciendo una comparación con la pieza anterior). Aquí, estamos hablando de “teatro de humor, súper exquisito y de una excelente dramaturgia de Roxana Aramburú, cuyas dramaturgias siempre tienen un equilibrio maravilloso y no son para nada difíciles de trabajar”. Junto a Gabriela Ocampo y Germán Reimondo, los actores, se buscó realizar “un trabajo de sensibilidad donde hay una agudeza actoral muy delicada, el lenguaje elegido es el realista y los personajes son fáciles de identificar, cercanos a uno, es una obra que destila humor y ternura”, reconoció el director, quien cree que “el trabajo de un grupo a largo plazo” es una de las claves para poder llevar adelante satisfactoriamente esta tarea. En cuanto a esto agregó: “en el teatro lo más interesante ha surgido de grupos que han podido permanecer en el tiempo, porque eso permite poder debatir, discutir estéticas y esas cosas generan universo ilimitado, porque si bien es importante la formación individual, la tarea creativa se enriquece colectivamente”.
–¿Y cómo se siente ahora, que ya han pasado unas semanas del doble estreno y que, de alguna manera, las obras están probadas?
–Uno se siente energizado, el teatro es adrenalina, euforia, te dan ganas de seguir multiplicando el trabajo. Después de que uno estrena la obra empieza la otra etapa, la etapa con el público, porque la obra empieza a adquirir una identidad, como cuando nace una persona, empieza a crecer, a madurar y se va convirtiendo con el tiempo en lo que va a ser.
Fuente: http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=146812
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