Primera noche del FIFBA 2012. El viernes en el festival platense hubo baile con Los Mirlos.
15.04.2012 | Por Patricio Féminis Especial Para Clarín
Peruanos a todo ritmo Los Mirlos invadieron de cumbia el Bosque de La Plata.
Fluyeron los bailes en el Festival Internacional de Folklore Buenos Aires 2012 (FIFBA), el viernes en el Bosque de La Plata, con una afluencia inédita de público, en sintonía con propuestas emergentes y de tradición, incluso más allá de las vibraciones telúricas. Si al doble cierre con Los Mirlos, un mito de la cumbia amazónica de Perú, y con Arbolito (junto a La Chilinga), se estimaban unas 30 mil personas, el Bosque se empezó a poblar a las 17 hs.
Antes de que Los Mirlos encendieran la psicodelia del baile tropical, pesó de tarde la sutileza de Lorena Astudillo en el Escenario Alternativo, donde halló el silencio bagualero con El Seclanteño y la Zamba del Arribeño , envolviendo en el color -y dolor- de su voz a las 300 personas en el pasto y en los fardos de alfalfa. Al costado, delante del Zambódromo, familias en reposeras, pibes alternativos y otros más hippies (no había gauchos de ropas de marca) esperaban a Raly Barrionuevo, que a las 18 brindó un set acústico de zambas, chacareras y canciones en guitarra y requinto. Y si este espacio de fogón es íntimo, para saborear cada tema y bailar adelante, Raly encendió la mística de la noche. Hizo hablar a un alumno de la Escuela de Danzas Tradicionales de La Plata, en reclamo por una nueva sede, y cuando se cortó la electricidad el santiagueño siguió a limpia voz unos minutos, ahora ante casi 700 personas. Detrás de escena, el presidente del Instituto Cultural, Juan Carlos D’Amico, se aprestaba a la apertura formal del festival: el desfile de comparsas, sikuris y ballets andinos luego reunidos en el Anfiteatro del Lago, tras la invocación a la Pachamama de Tomás Lipán y las Hermanas Cari.
La sincronía del FIFBA es su marca: termina un show y se enciende otro; muchos guitarrean en el pasto y se pasan la cerveza, el vino o el mate bajo las estrellas: en el Escenario Alternativo, La Yegros trajo su set de cumbias y chamamés electrónicos, cautivando el baile, el cruce de rave y peña abierta. Se venían las potencias sonoras para miles en el Escenario Panorama: el jujeño Bruno Arias, con sus canciones indigenistas (en ensamble andino-rockero), Tomás Lipán otra vez, y a las 23 llegó el otro baile libre, el tropical, con Los Mirlos: una fiesta de congas, raspador, guitarra con wah wah y efectos de teclado. Pasos a un lado y a otro, hasta que Jorge Rodríguez Grández, el líder, marcó el swing con la pandereta diciendo adiós. Se venía Arbolito con sus clásicos rockeros o folclóricos -rótulos, apenas- y ya eran miles entre el olor dulzón, la danza y las pasiones por las músicas populares que brillan sin ataduras.
Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/bosque-encendido_0_682731784.html
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