COORDINACION NATALIA SALINAS DIRIGE LAS FLAUTAS DESDE EL CENTRO DE LA SALA.
Crítica “Studi per l’intonazione del mare” La original composición de Salvatore Sciarrino se estrenó en La Plata.
03.07.2011 | Por Federico Monjeau
El Estudio para la afinación del mar , la obra de Salvatore Sciarrino que acaba de presentar el Centro Experimental del Teatro Argentino en carácter de estreno americano, fue comisionada al compositor siciliano por el Sacro Convento de Asís para el Jubileo 2000 y la inauguración de la Basílica Superior, clausurada desde su destrucción por un terremoto en 1927.
Esta vez el miniaturista Sciarrino pensó en grande. El encargo eclesiástico lo llevó al mundo barroco, con su idea de masas enfrentadas y el antiguo estilo antifonal; con instrumentos en lugar de voces, pero a la vez conservando algo de la experiencia de los coros del barroco, que es la homogeneidad de los timbres: el curioso orgánico de Sciarrino está formado por dos grandes orquestas enfrentadas, una de cien flautas en do, la otra de 100 saxos (sopranos, altos, tenores y barítonos), además de dos cuartetos solistas, uno de saxos altos y otro de flautas, un percusionista y una voz femenina que canta una leyenda mística de Thomas Wolfe, adaptado por Sciarrino.
La presentación local no fue en el recinto del TACEC sino en la sala principal de la Opera platense, la Sala Ginastera, con las dos orquestas enfrentadas, cada una con un director propio y distribuidas en dos hileras de los palcos inferiores, y los solistas en el escenario. No se llegó a los doscientos músicos, tal vez ni siquiera al centenar, pero de todos modos la versión contó con la autorización del músico siciliano, que se hizo presente a través de una grabación realizada para la ocasión e iniciada con un cálido “ Cari amici de La Plata ...”.
Más que el número, lo decisivo fue en este caso la impecable amplificación de Gustavo Basso, envolvente, con un efecto de iglesia y “casi acústica” a la vez, en el sentido de resguardar la naturaleza del sonido; y el sonido en esta obra es una paisaje muy amplio integrado por instrumentos casi iguales, hecho de notas reales, sonidos armónicos, soplidos sin alturas, ruido de llaves, llaves que pueden producir el ruido de lluvia más hipnótico que se haya oído en un concierto.
Parecen oírse las gotas una a una. Eso es por el modo como el compositor arma y hace crecer ese fondo instrumental con la voz solista (excelente María Virginia Majorel); aún a gran escala, el autor sigue siendo un miniaturista, un detallista exquisito, y ese particular arte suyo se mostró intacto en la versión que Santero dirigió al frente del cuarteto de saxos Lost Cloud (responsable del estreno italiano) y músicos locales. La presentación contó con un escenificación de Minou Maguna, abstractamente marina, sobria y eficaz.
Ficha
Studi per l’intonazione del mare
autor Salvatore Sciarrino director Santiago Santero escena Minou Maguna Lugar Teatro Argentino, jueves
Muy bueno
Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/Miniaturista-gran-escala_0_510548993.html
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