Virus: el modernismo en el rock nacional

Diagonales / 12.09.2011 |

Virus fue una de las primeras bandas de rock que surgieron con el advenimiento de la democracia y el famoso "destape de los ‘80". Pero sería injusto no diferenciarla de otros grupos que participaron de ese movimiento. Los Moura fueron pioneros en elaborar una imagen conceptual de su propuesta artística, donde la estética era tan importante como la música. Mejor dicho, eran parte de un mismo mensaje.

Conformó la primera camada de bandas que exportaron el rock nacional a países de Latinoamérica: introdujo su música en las disco, la lírica de sus canciones decodificaba fenómenos complejos, caracterizó a la industria musical de la época, fue vanguardista y sus temas reflejaron los difíciles momentos políticos del país con un marcado rasgo de sutileza.

Los especialistas denominaron a Virus como "la máxima expresión de la modernidad en el rock nacional". Esta característica que enorgullecía a Federico y sus hermanos cobra valor agregado si se contempla que, como decía el líder del grupo: "La banda atravesó los tres momentos sociales y culturales claves de la década: la búsqueda del placer en medio del clima de asfixia instaurado por la dictadura, la alegría esperanzada fundada en el regreso de la democracia, y el desencanto posterior".

El debut oficial de Virus tuvo lugar en La Plata el 11 de enero de 1981. La banda recuerda que "ese show fue bárbaro, muy raro porque fue un debut con éxito. En La Plata no existían grupos que sonaran bien y que estuvieran equipados, porque en esa época no se conseguían equipos fácilmente. Entonces aparecieron seis locos en un club con un sonido que volaba la cabeza y el público aplaudió desde el primer tema".

En la primavera de ese mismo año hicieron su presentación en el festival Prima Rock que, por entonces, se realizaba en los alrededores del aeropuerto internacional de Ezeiza. La actuación fue un espejo del pensamiento juvenil de la época, ya que los de City Bell no fueron bien recibidos, ni comprendidos. La tendencia musical del rock argentino distaba mucho de la propuesta de Virus. Sin embargo, tanto el recital como la película sobre el encuentro y artículos publicados en los diarios dieron cuenta de su existencia. A tal punto que la CBS, al verlos y escucharlos, les ofreció un contrato de grabación.

De forma inmediata, los seis platenses comenzaron la grabación de su álbum debut: Wadu Wadu. Tras cuarenta y seis días de encierro en los estudios de la compañía de origen norteamericana, salieron a la luz los quince temas que componían el disco. Las letras tenían la particularidad de haber sido escritas en forma conjunta con el sociólogo Roberto Jacoby, que había empezado a escribir poesía para divertirse.

En principio, el absurdo predominaba en la superficie de los temas; pero cuando más se profundizaba el discurso, más se observaban posturas interesantes. Según Federico, lo que buscaban era "fantasía, diversión, realidad. Cada canción es una cosa distinta. Me parece muy importante la fantasía, porque a los argentinos es algo que les falta."

Los temas "Loco, Coco", "Amor o acuerdo", "El rock es mi forma de ser", "Todo este tiempo perdido", "Caliente café", "Densa realidad", fueron los éxitos del disco debut.

"Soy moderno, no fumo" y "Wadu Wadu" fueron elegidos como cortes de difusión. La presentación oficial del disco se realizó en el teatro Astral, y la imagen ambigua que mostró el grupo motivó reacciones adversas de parte del público, más comentarios prejuiciosos por parte de la prensa. En una etapa en la que el rock se ocupaba de temas sociopolíticos, Virus fue acusado de frívolo.

Lo concreto es que renovó la escena musical, le incorporó una buena dosis de profesionalismo y sus discos fueron producto de una tarea minuciosa, donde nada estaba librado al azar. Sus recitales eran pensados junto a gente proveniente del teatro y de las artes plásticas, y sorprendían por el cuidado visual y sonoro y por la profusión de ideas.

Antes de grabar su segundo disco, en 1982, recibieron una oferta de Daniel Grinbank para integrarse a su productora DG.

Justo ese año se desató el conflicto bélico entre Gran Bretaña y la Argentina. Las radios comenzaron a emitir música nacional con mayor frecuencia. Para ese entonces, Virus ya estaba en boca de todos. En contrapartida, en ese momento fueron criticados por no participar del festival para recaudar vestimentas y alimentos no perecederos para los soldados que combatían en Malvinas. Como sucede con muchos personajes que actúan con honestidad intelectual, esta negativa nunca fue reconocida por sus pares, que en su mayoría participaron de esta idea gestada por sectores que apoyaban a la última dictadura militar.

En junio de 1982, Virus dio el primero de una serie de conciertos en el teatro Olimpia de Buenos Aires. El grupo había previsto realizar dos funciones, pero el éxito de público hizo que los productores agregaran tres fechas más. "Todo ese disco que estaba por venir y el espectáculo que hicimos en el Olimpia tenía muchas cosas de arte moderno, de la onda del Di Tella," recordaba Federico.

"Aparecía Jean François Casanovas vestido de nailon y disfrazado de Violeta Rivas".

Al tiempo fue editado Recrudece, disco que contiene temas como "El banquete", "El 146", "Reportaje sincero y anticonvencional", "Entra en movimiento" y "El corazón destrozado de Francisco Quevedo". La placa fue presentada en diciembre en el teatro Coliseo, con aceptable éxito.

Lo rescatable de Recrudece para la banda es "la pretensión de sonar mejor y trabajar más los detalles. Tal vez el resultado no fue del todo bueno en cuanto a sonido, pero hoy en día lo escucho y se me pone la piel de gallina".

"Tiene la misma línea del primer LP, es el sonido del grupo. Está mejor arreglado. Los temas son más complejos, no en el sentido de complicados, sino más trabajados, mejor estructurados, más elaborados los arreglos. Como si el acento estuviera puesto en birome, no en lápiz, con énfasis más logrados. Tiene más picos. Se han hecho efectos en estéreo. El anterior no recorría un espectro de sonidos, estaba todo al medio", afirmaban los platenses.

Sobre las originales y creativas letras de Virus, Federico Moura declaró: "Lo que creemos es que la palabra tiene que ayudar a la gente a pensar. No a decirle qué tiene que pensar, sino que usen el ejercicio del pensamiento. Es un poco la idea del psicoanálisis, que no te dice qué hacer, sino que te ayuda a ver las cosas, para que vos pienses y uses la cabeza. Uno de los grandes vicios de acá es no pensar".

En enero de 1983, consiguen liberarse del contrato que los unía a DG a cambio de una suma importante de dinero. Buscaron abrir nuevos caminos para su música. La banda empezó a influenciarse del grupo Spray Cats, cultores del rockabilly, cambiando la estética anterior hacia una faceta más rockera. Agujero interior comenzó a grabarse en septiembre de 1983.

El 8 de julio, Virus adelantó en el estadio de Obras los temas de su tercer álbum. El show fue excelente, mérito en parte de la elaborada puesta en escena. El disco se editó por la CBS en diciembre de 1983 y fue presentado de forma oficial en el auditorio del hotel Bauen en enero del 1984. El trabajo alcanzó el disco de oro y convirtió a Virus en una banda popular. Pero el grupo tenía la mira puesta en el mercado internacional.

Sin embargo, la imagen de la banda seguía sufriendo por los múltiples prejuicios que dominaban el rock argentino de la época y que aún no han desaparecido del todo.

Ricardo Serra dejó Virus en 1984, descontento con los cambios estilísticos en la música del grupo, y frente a lo que él consideraba ciertas iniquidades internas. Poco tiempo después Daniel Sbarra, un viejo amigo de Federico, se convirtió en el nuevo integrante de Virus, pero no participaría en la grabación de Relax, el siguiente disco del grupo.

El nuevo LP se alejó del rock para sumergirse en nuevos estilos, nuevos instrumentos, sintetizadores, máquinas y técnicas de grabación.

Federico explicaba: "El relax no pasa por tirarse en una hamaca paraguaya y dormir la siesta, sino que es como distender la tensión y poder entrar un poco más en las sensaciones. No estar tan cargado, aflojarte un poco. Creo que ahora hay que empezar a hacer, y lo que se necesita es justamente cortar esa tensión inmovilizante para entrar en el relax de poder hacer las cosas, el poder sentir. Entrar en el poder enamorarse, en el poder hacer música, vivir un poco más el presente, las sensaciones y no tanto la toma de conciencia y la vigilia mental de entender lo que sucede. Llega un momento en que no tiene mucho sentido el tratar de entender sino que lo importante es hacer, porque es lo único concreto".

A lo largo de 1984, Virus se consolidó como un grupo popular y comenzó a actuar prácticamente todos los fines de semana en distintas ciudades de la Argentina.

En enero de 1985, Federico viajó a Brasil, y en febrero Virus comenzó una gira por el conurbano y varias provincias. Después de haber recorrido casi todo el país, de haber tocado en teatros, estadios y discotecas, y de vender cerca de 50.000 copias de Relax, la banda se propone ingresar en el mercado de América Latina.

LATINOAMÉRICA A SUS PIES. La primera vez que Virus tocó en el exterior fue en Brasil, gracias a unos contactos que Federico había hecho en sus viajes a Río de Janeiro. Locura, su siguiente disco, vendería 200.000 copias, cifra que se vuelve aún más imponente cuando se piensa que su producción discográfica más vendida hasta el momento había alcanzado las 50.000.

La placa se grabó en Nueva York y, al momento de la edición del vinilo, Federico declaró: "Creo que se hizo un gran trabajo en las letras, algo muy coherente con la música, que es muy sensorial y está llena de imágenes. No nos importaba decir cosas coherentes, sino tener una coherencia en intensidad, completar imágenes, trabajar con sensaciones y no con ideas rígidas.

Una fantasía mía era poner en el sobre interior todas las letras separadas, para que la gente tuviera que hacer un gran esfuerzo y unir las partes. Es que una frase, un verso, puede ser más importante que toda la letra. Una pincelada puede valer más que un cuadro. Ésa es la idea".

Tras los conciertos de presentación de Locura, los miembros de Virus vieron resurgir la crítica eterna a sus presentaciones en vivo: el grupo era frío en escena. En enero de 1986, la banda participó en el festival de La Falda. Los primeros días de mayo, los músicos platenses tocaron casi todos los fines de semana en el conurbano, en la costa atlántica y en varias provincias. En menos de seis meses, Locura vendió 60.000 copias y llegó a convertirse en disco de platino. Finalizaron la temporada con el espectáculo Todo Virus en Obras. Los shows fueron grabados con un estudio móvil con la intención de editar un disco en vivo.

Entre el 24 de mayo y el 13 de julio, Virus prosiguió con su gira por el interior y el 20 viajó a Perú, un país en el que se habían editado ya Relax y Locura, y en el que eran muy populares. En su primera presentación convocaron a 12.000 personas, en la segunda, 18.000, y en la tercera, 42.000. Desde tierras incaicas viajaron a Chile y tocaron en Santiago ante 6.000 personas, en un show que fue transmitido por televisión. Más adelante se presentaron en Chillán y en Valparaíso. Antes de volver de Chile, dieron dos conciertos en la provincia de Mendoza. En octubre, tocaron por primera vez en Paraguay.

En noviembre de 1986, salió a la venta Virus vivo, que contenía un tema nuevo de estudio, "Imágenes Paganas".

Tras una gira por Chile en enero de 1987, la banda se tomó un descanso y los músicos viajaron a Brasil. Allí se desvincularon de CBS y firmaron para RCA por 250.000 dólares y tres discos. El grupo se quedó en Brasil para grabar su siguiente disco. Por entonces, la salud de Federico empezó a flaquear mientras grababan el disco. Superficies de placer fue mezclado en un estudio de Nueva York y se editó en septiembre de 1987.

Ése fue el último disco en el que participó Federico: "Él no tenía paz, todo el tiempo se entregaba a la música. Fue muy difícil para nosotros seguirlo, por eso se cortaba solo. Era un atrevido para encarar las cosas, vivía con mucha intensidad y eso lo llevó a vivir sólo 36 años. Vivió a otro ritmo, siempre al taco, siempre dándolo todo. Por eso quedó tan grabado en la memoria", recordaban los que conocieron en la época que lideró la banda.

Virus y la guerra de Malvinas

Durante la guerra de Malvinas, los productores discográficos Pity Iñurrigarro, Alberto Ohanian y Daniel Grinbank fueron convocados para organizar un festival gratuito de rock, supuestamente con el fin de juntar ropa y alimentos no perecederos para los soldados.

Del Obras 1982 participaron, entre otros, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Litto Nebbia, Los Dulces 16, David Lebón y Rubén Rada. Virus fue el único grupo que se negó a participar del encuentro, auspiciado y difundido por la dictadura.

El argumento de la negativa fue tajante: "Fue una propuesta a todos los grupos en general, que nosotros sentimos como muy desagradable. No tenía nada que ver con nada, de repente éramos enemigos de Los Beatles. Se trató de hacernos creer que era para ayudar a la recuperación de las Malvinas, pero terminó siendo un fraude. Nosotros queríamos que se terminara la guerra, que no tenía sentido más allá de que creyéramos que las islas eran argentinas.

Mandar a los chicos allá y subirte al escenario para especular, era horroroso. Lamentablemente, el momento no dio para decir todo esto porque si decías algo te daban un palazo en la cabeza. Era todo muy confuso; uno también pensaba que a lo mejor los chicos podían zafar y sacarlos a la mierda a los ingleses, y tampoco éramos tan conscientes como ahora de lo que pasaba. Lo mejor que pudo pasar es que se terminara la guerra. Pero entendemos que a más de uno le vino bien aquel festival, porque no tocaba ni en la cocina de su casa, y cuando les ofrecieron tocar se transformaron en los héroes de Malvinas".

Por entonces compusieron el tema "El banquete", que incluirían en el disco Recrudece: "Nos han invitado / a un gran banquete: / Habrá postre helado, / nos darán sorbetes. / Han sacrificado jóvenes terneros / para preparar una cena oficial, / se ha autorizado un montón de dinero / pero prometen un menú magistral. / Es un momento amable, / bastante particular. / Sobre temas generales / nos llaman a conversar. / Los cocineros son muy conocidos, / sus nuevas recetas nos van a ofrecer. / El guiso parece algo recocido, / alguien me comenta que es de antes de ayer. / Pero, ¡cuidado!, / ahora los argentinos andamos muy delicados/ de los intestinos".

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-157422-Virus-el-modernismo-en-el-rock-nacional.html