Plaza Demo
Diagonales / 21.09.2011 |
Las cosas que decís/ no puedo contestar/ fotos de personas/ en movimiento real/ solo las puedo esperar/ se van para volver/ me desespera pensar/ que no somos tan diferentes/ Si no quiero ser como vos/ sólo logro parecerme más”, canta desde la canción “Contestadora” Fredzia Gauna Aranguren, la que quizás sea la voz femenina más joven que por estos días puede ostentar La Plata, ciudad con por lo menos tres décadas de rock pero con no mucha tradición femenina si de frontgirls hablamos, aunque en los últimos años todo parece comenzar a cambiar. Las enumeraciones siempre resultan caprichosas tanto por las elecciones como por las omisiones, pero desde el Demo nos permitimos rastrear a Las Penadas por la ley, Rosana Lofeudo (Perpetuo Socorro), Myte, Fer López Camelo, Buki, Leticia Carelli, Julieta Cingolani y Laura Citarella, y detrás de ellas viene Fredz, de apenas 18 y con un primer acercamiento a la música desde lo lúdico. “El disparador inicial fue una idea loca que tuve a los 6 años: querer una guitarra. Así empezó un largo camino de profesores y frustración, pero equivalentemente satisfactorio. Supongo que saqué algo de cada uno de dichos profesores y con suerte eso se refleja un poco. Recuerdo haber dejado de tocar por un tiempo cuando tenía 10 u 11 años, pero a los 15 y con mi nueva guitarra acústica volví a clases y fueron dos años de aprender muchísimas cosas con un profesor excelente, Nicolás Lopardo. Gracias esa época me di cuenta de cuánto me gusta la música. Ahora no reconozco mi cama sin una guitarra al lado”.
A principios de este 2011 editó virtualmente el EP Mitad ficción, que puede rastrearse y escucharse online. Cuatro canciones y una más que interesante búsqueda sonora, que muestra a una mujer animándose a meter solos en sus propias canciones. “No puedo parar de definirme”, confiesa en “No es así”; ¿pero cómo surgió ese trabajo? “Creo que el EP nació de la necesidad de tener algo grabado y para mostrar, algo así como ponerme una meta y alcanzarla de la mejor forma posible. Suelo ser bastante inconstante y eso es una gran traba para todo lo que hago, así que me junté con mi amigo Seba Linux para que me ayude a pasar esa barrera, tanto en la composición como en la grabación. Esto fue en abril. Ahora lo escucho y siento que podría estar mejor, pero me gusta que haya quedado un registro de esas canciones en ese momento”.
Comfort y música para volar
“Hago canciones porque es lo que me sale, trato de no darle mucha más vuelta que esa. Me encanta todo el proceso de hacer una canción. Tapar los pensamientos feos en el micro con ideas para nuevas canciones, esas cosas me hacen bien. Me cuesta muchísimo sacarlas de la comodidad de mi habitación pero cuando lo logro se siente muy bien”, comenta Fredzia y es en ámbito donde parecen cocinarse las mejores cosas basta con recordar que ya había afirmado: “Ahora no reconozco mi cama sin una guitarra al lado”.
Claro que en esos espacios suelen convivir las canciones propias con esas otras que nos alimentan y enriquecen. “Esta última semana estuve escuchando mucho el primer disco de Coiffeur. Lo vi hace unos meses junto a Gepe, que también me gusta muchísimo. Hace poco me regalaron el disco de Hernán Martínez y las Estrellas y lo estuve escuchando bastante. El otro día encontré gracias a Bandcamp a Santiago Capriglione, y algunas canciones del disco me gustaron. Félix me encanta. Omar Rodríguez-López me parece muy capo, el disco de su trío me gusta mucho. En cuanto a mujeres, puedo resaltar a Natalia Lafourcade y Javiera Mena. Hace un tiempo que no me pongo a investigar sobre música de afuera, pero suelo escuchar a Elliott Smith, Death Cab for Cutie, James Blake, Copeland, City and Colour. Sé que suena un poco extraño pero Kanye West y Kid Cudi me gustan muchísimo. Ah, y tengo algunos discos de jazz también, Coltrane y Miles”.
Y luego llega el momento en que las canciones desean salir a la calle, encontrarse con otras personas trascender. ¿Cómo ves la escena platense? “Hasta hace un año no escuchaba música de acá, pero por suerte empecé a conocer a mis actuales amigos y ellos se convirtieron rápidamente en mis nuevos ídolos. Lautaro Barceló y Pablo Matías Vidal son héroes. Seba Linux, Fabricio Algo, Juan Artero... me gustaría que todos fueran más reconocidos, se lo merecen. Hablando de lugares, Pura Vida es lo más cómodo y accesible que hay en La Plata. Como espectador, me gusta el ambiente que se genera en la Estación Provincial”.
–¿Qué elegís contar desde las letras de las canciones?
–No sé si llega a ser un problema, pero siempre escribo desde lo más profundo. A veces me pregunto si debería escribir desde otros puntos de vista, como intentando ser alguien más, no sólo para cuidarme un poco a mí sino también para no aburrir. Por ahora, no me sale... Estuve tratando de implementar el escribir sobre cosas que no le puedo decir a la gente, ya sea porque son muy duras o por vergüenza. Debo ser sutil. Creo que lo estoy logrando.
–Además de escribir canciones, también escribís poemas y textos breves. ¿Qué encontrás en la escritura de esos textos?
–Creo que mi cabeza empieza a pensar todo en formato de canción. Cuando eso no sucede, intento sacarme de cualquier forma lo que tengo adentro, así que sale lo que mi cerebro cree que tiene que salir, sin género definido. Muchas veces se trata sólo de describir imágenes, pero eso puede ser contraproducente: describir una imagen me lleva a inevitablemente imaginar una nueva y ésta queda atada a la anterior, lo cual comienza a generar una gran red de imágenes que llevarían hojas y hojas para describir de forma adecuada. Quizás por eso me cuesta quedarme satisfecha con lo que escribo.
Al estar frente a una escritora inquieta y productiva, inmediatamente surge la pregunta si también encontramos una gran lectora, de hecho Jorge Luis Borges solía jactarse más de lo que había leído que de lo que había escrito. “Tengo medio abandonado el hábito de leer. No leí la bibliografía completa de ningún autor, así que sería raro decir que tengo uno favorito, pero sí puedo decir que Chuck Palahniuk me gusta bastante. El último libro que compré fue uno de los tomos de Freud que trae las conferencias de la introducción al psicoanálisis, pero todavía está en mi pieza esperando ser leído. El último libro que terminé fue Bright Lights, Big City de Jay McInerney, hace bastante. Me gustó mucho, y además lo conseguí a 8 pesos”.
Generación 2.0
Si algo ha sabido aprovechar la nueva camada de músicos que cruza la ciudad, la Argentina y el mundo es de las bondades que ofrece Internet, y lo han hecho con suma naturalidad. “La difusión a través de internet es muy, muy importante, pero creo que hay que saber complementarla con la realidad: salir a tocar mucho, hacer ediciones físicas de los discos, etc. Todavía me falta esa parte de la realidad, estoy trabajando en ella, tengo tiempo. Me gusta mucho buscar artistas nuevos, e Internet ayuda mucho con eso. Algo que estuve haciendo es buscar por tags en Bandcamp, he encontrado varias cosas por ahí”.
–Nunca fue fácil para las mujeres insertarse en el mundo de la música y sobre todo del rock, ¿cómo te resulta a vos?
–Todavía no me ha tocado pasar por situaciones incómodas... mis amigos músicos me tratan como si fuera uno más, lo cual me encanta. Creo que ayuda el hecho de que sea sólo yo y una guitarra, quizás si estuviera en una banda sería diferente, pero de todas formas me parece que el camino para las chicas se está abriendo bastante, desde la tecladista de 107 Faunos hasta solistas como Laura Citarella.
Y así como es muy difícil definir qué es la literatura, también resulta una ardua tarea tratar de conocer qué mueve a un músico a dedicar buena parte de su vida a las canciones. “Supongo que en realidad hago canciones porque es lo que aprendí a hacer y lo que más natural me resulta, si de chica hubiera estudiado dibujo probablemente me sentiría bien con eso. Si no fuera escribiendo, buscaría expresar lo que siento de otra forma, con la sensibilidad que sé que poseo me sería muy difícil retener todo adentro”.
Por estos días Fredzia está “grabando maquetas de canciones que van saliendo con un gran amigo, Cristian. De hecho, todas mis cosas están en su casa. Nos juntamos alguna vez a la semana y grabamos cosas, más que nada es divertido y nos hace bien. Además me puse la meta de no usar canciones viejas, con lo cual estamos creando cosas que nos suenen nuevas. Con suerte antes de fin de año tendremos algunas grabaciones lindas para mostrar”.
–Si tuvieras que buscar tópicos recurrentes en tus letras y/o poemas, ¿cuáles creés que serían?
–La frustración... en todos los ámbitos posibles. La inestabilidad, la sensibilidad extrema.
–¿Cuál es la mejor canción?
–¡La mejor canción está por venir!
Y habrá que creerle.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-158733-Fredzia.html
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