EN 1887
Diagonales / 27.09.2011 | Oscar Gratti y Gustavo Ruffo en un divertido show musical ATP
"Los músicos son absurdamente irrazonables. Siempre quieren que uno sea perfectamente mudo en el preciso momento en que uno desea ser completamente sordo", expresó alguna vez –con su proverbial acidez– el escritor Oscar Wilde. Mucho mayor que el aplauso, el silencio sabe ser la mayor recompensa para un músico, dado el respeto y atención que implica. Por eso debe ser terrible ser interrumpido constantemente por un bromista… si no fuera porque esa es la dinámica esencial de este show que se presentará los próximos 7 y 21 de octubre a las 22 en 1887 (6 y 56).
"En su último intento antes de tener que trabajar, Oscar Gratti y Gustavo Ruffo presentan Canta la vida loca. Show de música y humor. El anti-show. El show que inicia pero nunca termina. El show de humor del que nadie habla. El musical que 8.000 millones de personas no han visto ni aplaudido... aún", presenta cómicamente la gacetilla del espectáculo que conjuga la interacción de dos hombres que –pese al chiste– trabajan y han trabajado mucho.
Oscar Gratti es Director de Coro y Grupo de Cámara, Profesor de Música y Técnica Vocal, multiinstrumentista. Trabajó para diversos ciclos de TV de aire (Rompeportones, Los Tres Tenores), compuso la música de Jorobado de París, una historia de amor y fue arreglador de artistas diversos como Cacho Castaña o Cae.
Por su parte, Gustavo Ruffo es –entre otras cosas– escritor y actor. Participó del programa de televisión El ascensor, que llegó a obtener un Martín Fierro de Cable. Y en el 2009 publicó Dios es pelado y usa barba candado, libro de cuentos de fútbol.
Ruffo cuenta que Canta la vida loca es un show "que hacemos desde hace un año atrás con el Maestro(Gratti), donde se repasa la historia de la música. Y yo voy haciendo el anti show, es decir, el toque más de humor, rompiendo o interrumpiendo". De ese modo, el espectáculo gira en torno al diálogo de estos dos personajes que alternan "música y cuentos, distintos tipos de narraciones, con una dinámica muy participativa. Algunas historias o canciones, por ejemplo, nos recuerdan a nuestra infancia y la gente se engancha."
NINGUNOS IMPROVISADOS. Ruffo añade: "Así como hay música programada, entre los que puedo mencionar clásicos como ‘Cantando bajo la lluvia’ o ‘A mi manera’, también hay temas que se van haciendo sobre la marcha. O en uno, él toca el bandoneón, mientras yo hago una especie de mimo. Lo bueno es que siempre hay invitados: músicos, bailarines o humoristas. Y se integran al espectáculo."
De tal manera es que el espectáculo cambia constantemente por el grado de improvisación: "Si. Y hay mucha narrativa. Él tiene algunos temas que quiere hacer y para llegar a ese momento, tengo que tener alguna improvisación donde integro a la gente."
Ambos tienen muy en cuenta la presencia y naturaleza del público: "No hay groserías, es algo familiar. Yo uso mi faceta de escritor para integrar desde la improvisación o con un cuento que me piden. Se da algo interactivo muy interesante."
En síntesis, música y humor en partes iguales, merecedoras de la mayor recompensa anhelada: el aplauso.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-159652-Canta-la-vida-loca-melodias-y-risas-para-todos.html
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