miércoles, 24 de diciembre de 2014

La escena del movimiento continuo

TEATRO › BALANCE DE LA INTENSA TEMPORADA TEATRAL 2014 EN CABA

El luto le sienta a Electra, puesta de Robert Sturua.

Obras de autores nacionales y extranjeros poblaron la cartelera porteña, muchas veces en versiones con tendencia a la mezcla de disciplinas. La escena porteña avanzó programando giras de alcance nacional, como en el área oficial lo viene realizando el TNC.

Por Hilda Cabrera y Cecilia Hopkins
Pägina 12/ Cultura y Espectáculos

En un clima social dominado por la política, la actividad teatral siguió su curso mostrando cierta predilección por los comportamientos sociales y no sólo de esta época. Hubo elencos que miraron hacia el pasado y de ahí surgió la puesta de Muchas felicidades, de Paco Urondo, obra de los años ’60 sobre la identidad argentina, dirigida por Analía Fedra García. Cercana fue, en cambio, Ensayo sobre lo artificial, por el grupo Periplo que dirige Diego Cazabat. Allí, y en el marco de una conferencia, se presentó un prototipo humano, corporizado por tres individuos. El comportamiento fue también eje en Pangea, de Ana Katz, al señalar la relación de una hija con sus padres y la elección de un territorio donde vivir. A su vez, El dragón de fuego (1993), de Roma Mahieu, en versión de Gina Piccirilli, hizo foco en la supervivencia. La indagación sobre el pasado originó otras formas de reaccionar ante la violencia y surgieron obras como Padre Carlos. El rey pescador, obra de Cristina Escofet que dirigió José María Paolantonio; y cuatro piezas de Jorge Palant: Derretida máscara obscena, El pueblo en sombras, Madre sin pañuelo y Encuentro en Roma.

Las intimidades y los conflictos de la relación con el otro expuestos a veces de modo grotesco reaparecieron en obras de autores nacionales y extranjeros, en general versiones con tendencia a la mezcla de disciplinas. Mientras continúan las reformas edilicias en los teatros San Martín y Nacional Cervantes, la escena porteña avanzó incluso programando giras de alcance nacional, como en el área oficial lo viene realizando el TNC, cuyos logros en la puesta de obras y organización de ciclos a través del Plan Federal y las presentaciones de Teatro del País son reales. Otro avance fue la creación de obras de género, como se las denomina, y espectáculos abiertos a la comunidad no circunscriptos a la Ciudad; la permanencia de Teatro por la Identidad y grupos como Catalinas Sur, que lidera Adhemar Bianchi, aportaron creatividad a una temporada en la que se multiplicaron los reconocimientos a la escena independiente y los centros culturales. Se organizaron festivales, encuentros y congresos con participación de especialistas argentinos y extranjeros, y presentaciones de teatro de títeres para adultos que, como en años anteriores, ingresó a la cartelera con su valioso arte. Se recordó y homenajeó a los creadores de la escena, a veces a través de montajes, como, entre otros, Miel de avispas, que dirigió Tino Tinto (Fernando Arroyo), y Vivo Urdapilleta, de Sofía Guggiari. Y esto sin contar, entre otras reposiciones, La máquina idiota, de Ricardo Bartís; Las 50 nereidas, de Norman Briski; La cuna vacía, de Omar Pacheco, y Asuntos pendientes, de Eduardo “Tato” Pavlovsky.

Si la idea es expresarse con humor y al mismo tiempo referirse a la identidad y la dependencia cultural, La Chinagueña (o El rancho de las mutaciones), de Julio Cardoso, interpretada por Mariela Acosta, colmó ese objetivo. Diferente es la identidad planteada en Flechas del ángel del olvido, obra del valenciano José Sanchís Sinisterra sobre la amnesia que dirigió Ana Alvarado. En conjunción con las migraciones, la identidad es también materia de análisis en la Argentina. De ahí la importancia de La maquila, obra de Valeria Medina, referida a la inmigración indocumentada, el trabajo esclavo, la contaminación, el hacinamiento y otras formas de violencia. La inmigración fue también eje en Adiós todavía, pieza escrita por Iaia Cárdenas, argentina radicada en España, que dirigieron Mariano Stolkiner y Xavo Jiménez. A su vez, el argentino César Brie, actualmente radicado en Italia, presentó cuatro unipersonales escritos, dirigidos e interpretados por él, todos, más allá de sus diferencias, atravesados por el compromiso político. Las desigualdades sociales y las traiciones circularon en la puesta de Andrés Bazzalo sobre Amarillo, de Carlos Somigliana. Y Zona de humo, de Verónica McLoughlin, mostró la difícil convivencia de dos presos en una celda y el vuelco a la complicidad. Iván y los perros, de Hattie Naylor, expuso una historia de supervivencia evocada por un niño, y Discurso de la servidumbre voluntaria, los efectos del servilismo en una adaptación del actor Pablo Alarcón basada en un texto del francés Etienne de la Boétie.

¿Por qué no tomar en sorna los contrapuntos y buscar en un espacio irreal visibilidad a lo que está más allá de la mirada? Terrenal, de Mauricio Kartun, acudió al “mito de los opuestos”, a los anacronismos y ciertas coloridas expresiones y logró un espectáculo original y grato para el espectador y los intérpretes: Claudio Rissi, Claudio Da Passano y Claudio Martínez Bel. En otra línea, lo irrisorio y romántico alcanzaron sentido poético en Almas ardientes, de Santiago Loza, obra que dirigió Alejandro Tantanian y donde, entre bromas, surge una inquietud: cómo es eso de “vivir por vivir” en un tiempo cuyo trasfondo es la represión de diciembre de 2001. Destacable fue la puesta de Cartas de la ausente (“sobre la ilusión del amor”), de Ariel Barchilón, dirigida por Mónica Viñao, y la recuperada Sacco y Vanzetti (Dramaturgia sumaria sobre el caso), de Mauricio Kartun, en un montaje de Mariano Dossena. Otra propuesta fue El cuidador, de Harold Pinter, dirigida por Agustín Alezzo, donde la intrusión de un vagabundo en la destartalada casa que habitan dos hermanos con intereses inconciliables deriva en una pesadilla teñida de humor negro. Imaginar a un muerto lidiando con el palabrerío judicial es ocurrencia del dramaturgo Roberto “Tito” Cossa. Esa fue su apuesta en Final del juicio, obra que dirigió Jorge Graciosi, donde el pícaro es el abogado defensor que interpreta José María López. Graciosi ha sido también el director de Nuestro fin de semana, reposición en homenaje a los 50 años de su estreno.

Bla Bla La película, dirigida por Guillermo Angelelli, cruza diversos lenguajes expresivos con la idea de romper la dualidad cine-teatro. Y Odiseo.com, del dramaturgo chileno Marco Antonio de la Parra, ingresó a otro plano utilizando tecnología digital, articulada en tres ciudades simultáneamente. La intención fue mostrar a un empresario que viaja de un continente a otro y se desgasta mientras pasa por aeropuertos y a otros “no lugares” a los que termina habituándose.

La escenografía operística de El jardín de los cerezos, de Anton Chejov, deslumbró a los espectadores de este estreno en el San Martín, donde Cristina Banegas compuso a una singular Liuba (terrateniente), dirigida por Helena Tritek. Creativa fue la propuesta de Muñeca, versión de Pompeyo Audivert sobre la obra de Armando Discépolo. Allí, Anselmo es el enamorado que estalla y la víctima de un entorno que pretendió dominar. Ojo por ojo, versión libre de Acreedores, de August Strindberg, trajo nuevamente a la dirección al maestro Augusto Fernandes, quien además actuó cuando se produjo el reemplazo del actor Federico Luppi. Fedra/Phaidra, del griego Yannis Ritsos, con dirección de Ana Fouroulis y actuación de Carla Solari y Federico Ponce, incorporó el tema de la eternidad del deseo. Del “contemporáneo” Shakespeare se vio Ricardo III, dirigida por Patricio Orozco y protagonizada por Gabriel Goity, en el Teatro Shakespeare, único teatro isabelino móvil de Latinoamérica, instalado en esta ocasión en el Parque Thays. Otro estreno destacable en actuaciones (con protagonismo de Leonor Manso y Paola Krum) fue El luto le sienta a Electra, de Eugene O’Neill, en adaptación de Patricia Zangaro y puesta de Robert Sturua.

Una historia de olvidos y ausencias atravesó Fantasma de una obra de teatro de 1900, de Luis Cano, dirigida por Laura Yusem, y se estrenaron obras breves de Eduardo Rovner, reunidas en 3 XRovner, por el grupo Altro-Ke, dirigido por Gabriel Fiorito. Patricio López Tobarez dirigió una nueva puesta de Soledad para cuatro, de Ricardo Halac, y se estrenó El chico de la última fila, del español Juan Mayorga, con actuación de Julio Ordano y dirección de Enrique Dacal. Mariana Gióvine sorprendió con una puesta atípica de A propósito del tiempo, de Carlos Gorostiza, basada en técnicas de clown. Gióvine fue también directora de Hay que apagar el fuego, del mismo autor, de quien el actor y director Leopoldo Minotti realizó una versión de El puente, y el actor y director Lizardo Laphitz presentó Los hermanos queridos, subrayando el tema de la incomunicación. Dirigida por Carlos Ianni, Donde el viento hace buñuelos, de Arístides Vargas, rescató rasgos de solidaridad y poesía en los protagonistas de los exilios sudamericanos. La señora Klein, de Nicholas Wright, reapareció a años de su estreno para sumirse en el conflicto de una madre con su hija. Dirigió Eva Halac, autora y directora de otro estreno: Café irlandés (ficción sobre la investigación que reunió a Rodolfo Walsh con Tomás Eloy Martínez). Otros títulos fueron Cita a ciegas, de Mario Diament, con dirección y actuación de Luis Agustoni, quien estrenó su dramaturgia Sueño despierto, una obra de suspenso sobre el mundo teatral. Luis Cano dirigió Rinconete y Cortadillo, libremente inspirada en los personajes de Cervantes, y El topo, con destacada actuación de Luciano Suardi, referida a un personaje convertido en “animal de teatro”. Emilio García Wehbi estrenó 58 indicios sobre el cuerpo, espectáculo concebido y dirigido por él sobre textos de Jean-Luc Nancy, y Rafael Spregelburd presentó Spam, obra que fue estrenada a modo de anticipo en el Festival Internacional de Buenos Aires 2013.

La actriz y directora Gabriela Izcovich estrenó dos espectáculos: La música del azar, versión teatral de la novela de Paul Auster, y Alma teatral (ficción y biografía artística de Izcovich). Otros estrenos fueron La verdad, de Ignacio Apolo y Alejandra Toronchik, y Lo sé todo, del dramaturgo y director Ezequiel Matzkin, una reflexión sobre un sistema educativo perimido y deshumanizado. Suya es también la puesta de Un clavo en el corazón, referida a las experiencias y su inscripción en el cuerpo. Por otro lado, y bajo la dirección de Alejandro Tantanian, Analía Couceyro actuó su propia versión escénica de la novela El rastro, de la mexicana Margo Glantz.

La historia de un pianista que nació en un transatlántico y nunca bajó a tierra fue recreada por Darío Grandinetti en Novecento, de Alessandro Baricco, dirigido por Javier Daulte. Red, de John Logan, rescató al pintor Mark Rothko, que contó con la creatividad del actor Julio Chávez, acompañado por Gerardo Otero y la dirección de Daniel Barone. El crédito, del catalán Jordi Galcerán, reflejó el hostigamiento que padecen quienes solicitan un crédito. Actuaron Jorge Marrale y Jorge Suárez, dirigidos por Daniel Veronese. ¿Quién es el señor Schmitt?, del francés Sébastien Thiéry, dirigida por Javier Daulte, con protagonismo de Gabriel Goity, se refirió a la artificial construcción de otros “yo”. El toque de un poeta, de Eugene O’Neill, mostró a un Lito Cruz en el rol de un ser atado a un pasado célebre. Dirigió el estadounidense Barry Primus. El protocolo médico ante un trasplante de órgano fue tema en El comité de dios, de Mark Saint Germain, que protagonizaron Gustavo Garzón y Alejandra Flechner, en el Teatro Picadero.


Sobre el teatro independiente

Por Eva Halac *

Está comenzando a aparecer un nuevo modelo de producción en la escena teatral independiente, una necesidad de salir del amateurismo y de la precarización laboral en que funcionan las miles de cooperativas. Una visión diferente en la elección de los materiales, que obliga a colocarse en la médula de los interrogantes, de los imaginarios y deseos de los que somos parte. Una tendencia a pensar dramaturgias más conectadas con la necesidad de sentido. Necesidad que mantiene viva la ficción. Los textos autorreferenciales, resabios de una sociedad de autoayuda, o las obras corales sin protagonista ni protagonismo, o los pretendidos manifiestos de un sinsentido adolescente, empiezan a aburrir, a revelarse políticamente correctos. 

Creo que asistimos a una saludable crisis. En las conversaciones escucho más pasión y emoción cuando se habla de las historias de las series televisivas. El teatro ruega por materiales que se jueguen una carta más profunda, con riesgo artístico, con seres humanos tridimensionales, atravesados por historias, pensamientos, contradicciones. 

 Quizá nos estemos acomodando a aquello en lo que insiste el teórico alemán Hans Lehmann: un choque entre las ilusiones y las circunstancias, propio del cambio de siglo. Pero en la Argentina, salir del esnobismo implica también pensar producciones que contemplen una inversión económica en serio y no imaginaria. Los subsidios al teatro independiente no alcanzan para cubrir los costos reales de un espectáculo. Sería un avance recuperar la figura de la Cooperativa con Producción, posibilitar el acceso al crédito como en las pymes, trabajar de miércoles a domingos, hacer giras, tener publicidad, apostar a una recaudación sostenida. La idea es abrirse a un público más heterogéneo, a la comunidad, real destinataria del diálogo poético. Teatro independiente no significa amateur, significa independencia. 

 * Titiritera, dramaturga y directora.

lunes, 22 de diciembre de 2014

La Plata: Balance teatral 2014

 

“46XX VARIACIONES HAMLET”, UN ABORDAJE ORIGINAL A LA HISTORIA DE SHAKESPEARE, CONTADA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS SIRVIENTES

Más locales que visitantes

Por Irene Bianchi

Cada año, más propuestas locales e “importadas”. Para todos los gustos y edades.

En el Teatro Municipal Coliseo Podestá vimos un imbatible éxito de taquilla, “Toc Toc”, delirante comedia de Laurent Baffie, dirigida por Lía Jelín, que promete volver a agotar entradas en cuanto regrese a La Plata. “Brillantísima”, opaca revista, encabezada por Carmen Barbieri y Flor de la V, de la que rescatamos el excelente cuerpo de baile, el lujoso vestuario y la desopilante labor de Mariquena del Prado. Un Lorca aggiornado por José María Muscari: “La casa de Bernarda Alba”, con María Rosa Fugazot en el rol protagónico, y gran elenco. Cecilia Roth y Darío Gardinetti en un duelo actoral: “Una relación pornográfica”, comedia dramática de Philippe Blasband, en versión de Pablo Kompel. Thelma Biral, Juan Leyrado y Esteban Masturini brillaron en “Dios mío”, de Anat Gov, en versión de Jorge Schussheim, dirigida por Lía Jelín. Coco Sily divirtió con su “Cátedra del Macho 2”, y Aníbal Pachano, en un tono autorreferencial, trajo “Divain”, con redundantes y previsibles referencias a la farándula autóctona. La Compañía Marplatense de circo­teatro “Hazmerreír” deslumbró con “Barlovento”, la nave de los locos, en arriesgada travesía. El Negro Fontanarrosa se hizo presente, encarnado por Mario Vedoya y Gonzalo Urtizberea, subidos los “Dos en una moto”. La chilena Pilar Sordo propuso reflexionar sobre “El miedo a los hijos”, dosificando su charla con humor y emoción. Osvaldo Bazán y su “opera prima”: “ …y un día Nico se fue”, comedia musical dirigida por Ricky Pashkus, basada en una vivencia del autor, protagonizada por Marco Antonio Caponi y Tomás Fonzi, secundados por una troupe de jóvenes y entusiastas bailarines y cantantes.

La Comedia de la Provincia, en su Sala Armando Discépolo, ofreció un variado abanico de propuestas. “El Conventillo de la Paloma”, clásico sainete de Alberto Vacarezza, dirigido por Norberto Barruti, al frente de un elenco de 30 actores. “Antígona 1­11­14 del Bajo Flores”, descarnada versión de la tragedia de Sófocles, a cargo de Marcelo Marán, que ubicó la acción en una villa miseria, diezmada por bandas de narcotraficantes. Gustavo Vallejos abordó con la originalidad que lo caracteriza, otra tragedia, “Hamlet”, desde el punto de vista de las cocineras y maitres de palacio, en su “46 xx Variaciones Hamlet”, en una puesta no convencional, en la que se lució en especial la actriz Ana María Haramboure. Y Shakespeare también se hizo presente con “La Comedia de los H­ errores”, muy divertida ocurrencia del joven Emiliano Dionisi, que combinó con ingenio múltiples lenguajes escénicos. Una fiesta para grandes y chicos.

Teatro Estudio, la sala de Gastón Marioni, también fue sede de variados espectáculos. Emilio Berasain y Martín Eliseo Mendivil (Grupo El Esférico), se multiplicaron en un sinfín de personajes en ·Sherlock Holmes: “El Sabueso de los Baskerville”, dirigidos por Ana Clara González. “Los Desmaravilladores” abordaron una humorada de Dalmiro Sáenz: “Vida Sexual de Robinson Crusoe”, divertido disparate escénico dirigido por Facundo Zerpa. La “Compañía Prematura” deslumbró en “Ruede en La”, en un alarde que combina música, acrobacia, malabares, actuación y magia. Anahí Carnavale y Nazareno Iñiguez, compusieron una singular pareja en “Leitmotiv”, comedia escrita por Roxana Aramburú, dirigida por Germás Crivos.

En “Espacio 44” de Daniel Gismondi: “Malafemmena”, de Laura Coton, dirigida por Claudio Rodrigo, interesante reflexión sobre la mítica figura de Eva Perón. “El fruto”, melodrama de Patricia Suárez, dirigido por Rafael Garzanitti, y un universo femenino signado por la frustración.

En “El Viejo Almacén El Obrero”, Nelson Mallach, en su doble rol de autor y director de “Los Decadentes”, ideó un carromato de actores trashumantes, recorriendo la llanura pampeana, condenados a actuar para seguir viviendo. Destacamos la labor de Jorgelina Pérez.

“La Terraza Teatro”, (“Sala 420”) siempre renovándose en la factura de sus espectáculos, nos invitó a abordar una nave espacial y recuperar “El Diario del Capitán Arsenio”, un visionario que en el siglo XV sentó las bases de la aviación y la cohetería modernas. El “astronauta” Lisandro Amado fue dirigido por Diego Biancotto.

En el Teatro “La Nonna”, de Leo Ringer, Virginia Lago y Héctor Giovine, dirigidos por Manuel González Gil, emocionaron con sus “Milagros del Corazón”, pieza del ruso Alexei
Arbuzovz.

En la hermosa Sala Ginastera del Teatro Argentino, disfrutamos de una Ana Belén cada día más seductora, y del humor inoxidable de “Les Luthiers”.

Tres queridas figuras, entre otras, “se fueron de gira” este año. El enorme Alfredo Alcón, la entrañable China Zorrilla, y la versátil Norma Pons. Irreemplazables. Los tres dejan un
enorme vacío en la escena nacional.

Fuente: EL DIA

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Pesar por el fallecimiento del compositor Enrique Gerardi

 

17 de Diciembre de 2014

Enrique Gerardi, destacado compositor y maestro de varias generaciones de músicos argentinos, quien fuera alumno de Luis Gianneo, Gilardo Gilardi y Alberto Ginastera, falleció ayer en la Ciudad, a los 88 años, víctima de una larga enfermedad.

Nacido en Buenos Aires en 1926, realizó sus estudios primarios, secundarios y universitarios en la Universidad Nacional de La Plata, donde se diplomó como Profesor Superior Universitario de Composición Musical, siendo parte de la primera camada de egresados de esta carrera en la Facultad de Bellas Artes. También se recibió de Agrimensor en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas.

Estudió piano con Dora Harispe y composición con Luis Gianneo, Gilardo Gilardi y Alberto Ginastera. Fue becario del Gobierno Francés, estudiando en París Morfología y Análisis Musical con Nadia Boulanger e ingresó al GRM donde tuvo como maestros a Pierre Schaeffer y Francois Bayle en el campo de la música concreta.

Durante más de cuatro décadas se desempeñó como docente en distintas instituciones, entre ellas, el Conservatorio Gilardo Gilardi, la Facultad de Bellas Artes de la UNLP y la Municipalidad de La Plata. También ha dado gran cantidad de cursos y conferencias, además de haber sido sido maestro de varias generaciones de músicos de nuestra ciudad, formando numerosos discípulos, entre ellos, a los talentosos Osvaldo Golijov y Daniel Teruggi, entre otros.

En su faceta de compositor, hizo música electroacústica invitado por el Laboratorio de Música Electroacústica del Instituto Di Tella de Bs. As; además de haber creado y dirigido la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Municipalidad de La Plata. También fue miembro fundador del grupo Cultrun.

Durante su trayectoria, compuso gran cantidad de obras para música de cámara, de orquesta, teatro y cine, además de música electroacústica y para orquesta digital, que se escucharon en las principales salas del país y también en el exterior.

Durante los últimos años se dedicó a difundir la música contemporánea, fundando el grupo Sonoridades Alternativas, nombre que también lleva el ciclo que desde hace unos años se afianza como un clásico anual de la agenda cultural de la Ciudad.

Marido, padre y abuelo, Enrique Gerardi se ganó un lugar de privilegio dentro de la colonia artística, recibiendo ayer con hondo pesar la noticia de su fallecimiento.

Fuente: EL DIA

El ballet “Don Quijote” vuelve a subir a escena

 

A CARGO DEL BALLET ESTABLE DEL ARGENTINO, DIRIGIDO POR MARIO SILVA, “DON QUIJOTE” SUBE A ESCENA EN LA SALA ALBERTO GINASTERA

17 de Diciembre de 2014

El Teatro Argentino bajará el telón de su temporada artística con el ballet “Don Quijote”, una clásica obra que ofrece desbordantes aventuras, amor y fantasía.

Con funciones previstas para el viernes y sábado, a las 20.30, además del domingo a las 18.30 y el martes a las 20.30 en la Sala Alberto Ginastera, 50 entre 9 y 10, “Don Quijote” lleva música de Ludwig Minkus y coreografía de Mario Silva (basada en la original de Marius Petipa).

Esta historia danzada llena de gracia y virtuosismo, con más de sesenta artistas en escena, contará con un colorido vestuario y una sugestiva escenografía, como siempre íntegramente realizadas en los talleres del propio Teatro Argentino.

Inspirada en el episodio de las bodas de Camacho, incluido en el vigésimo capítulo de la segunda parte de la inmortal novela de Cervantes, el argumento narra los amores de Kitri, la hija del tabernero Lorenzo, con el joven barbero Basilio. Como el padre quiere casarla con el viejo y rico Camacho, Kitri y Basilio tendrán que urdir varias intrigas hasta lograr, con la intervención del mismo Don Quijote, que Lorenzo termine por aceptar su unión.

Aunque no es el único acercamiento de la danza a la novela de Cervantes, este ballet creado por el genial Marius Petipa y estrenado en el teatro Bolshoi de Moscú en 1869, es el único que ha logrado trascender hasta nuestros días.

El lenguaje coreográfico de la pieza, rebosante de humor y romanticismo, junto a las oportunidades de lucimiento que ofrece a los intérpretes, por el grado de virtuosismo que les exige, han contribuido para convertirla en una de las obras favoritas del público de todas las latitudes.

Intervendrán el Ballet Estable, que conduce Mario Silva, y la Orquesta Estable, dirigida por Darío Domínguez Xodo. La escenografía es de Augusto González Ara, el vestuario de Eduardo Caldirola y la iluminación de Matías Rodríguez.

El reparto estará encabezado por Julieta Paul (19 y 20) y Stefanía Vallone (21 y 23) como Kitri y Bautista Parada (19 y 20) y Esteban Schenone (21 y 23) como Basilio. Los demás papeles serán asumidos por distintos integrantes del Ballet Estable.

Fuente: EL DIA

martes, 16 de diciembre de 2014

Función de “Gruta de Ninfas” antes del cierre de año en el Teatro de Cámara de City Bell

 

AUGUSTO ARIAS, AUTOR Y DIRECTOR MUSICAL DE “GRUTA DE NINFAS”, LA PROPUESTA DEL TEATRO DE CÁMARA DE CITY BELL

16 de Diciembre de 2014 

Fin de año movido en City Bell: el estreno mundial de “Gruta de Ninfas”, la ópera de Augusto Arias, sufrió las inclemencias del tiempo y la función del sábado, en el Teatro de Cámara de City Bell (ubicado en Diagonal Urquiza entre 462 y 464) se pasó para el domingo, día en que gracias a un gran esfuerzo en el secado de los pisos hasta último momento, la obra de Arias pudo levantar finalmente el postergado telón.

Como por efecto dominó las fichas se cayeron y la función prevista para el domingo se pasó para hoy martes, desde las 21, cuando se volverá a poner en escena la obra, con la soprano sudafricana Erica Eloff en escena al frente de las acciones.

FIN DE AÑO, JUEVES

En tanto, el cierre de las actividades del Teatro, previsto para hoy, tendrá lugar finalmente el jueves: a partir de las 21 horas una vez más, volverá a representarse “Gruta de Ninfas”, esta vez con la soprano Ana Sofía Romagnoli en el rol de Cloé en reemplazo de Eloff.

La obra se presentará precedida por la ópera de Claudio Monteverdi, “Lamento d’Arianna”, que contará con la mezzosoprano Gabriela Cirpriani Zec.

Ambas obras cuentan con la dirección musical de Arias, mientras que la dirección escénica estará a cargo de Alberto Jáuregui Lorda.

Fuente: EL DIA

sábado, 13 de diciembre de 2014

Un recorrido por las entrañas del Princesa

 

UN TEATRO QUE HABLA A TRAVES DE SU GENTE

Bajo la dirección de Beatriz Catani, actores guían al público en un relato en primera persona por la historia del emblemático teatro

13 de Diciembre de 2014 

Cuesta imaginarse un hogar sin una familia y una escuela sin alumnos. Son las personas, en definitiva, las que le dan sentido a los lugares, espacios que dejan de ser meras obras arquitectónicas cuando alguien los habita, los resignifica.

Del mismo modo se puede decir que son los actores los que hacen al teatro, y no sus paredes, ni salas y escenarios, así como tampoco sus gradas y camarines.

Ahora, quizás, se comprende el malestar que siente la gente que hace al Princesa cuando la palabra abandono resuena en cada conversación que tiene al mítico edificio de diagonal 74 como eje, en medio de especulaciones sobre venta y expropiación.

Con “Nos, el Princesa” comenzó el jueves “El Princesa Hoy”, un ciclo que busca relatar la historia del teatro pero contada a través de recuerdos, experiencias y sensaciones que los actores tuvieron desde el momento en el que pisaron por primera vez ese espacio, y que fueron guardando como secretos invalorables entre sus rincones mágicos y enrevesados.

A LA LUZ DE LAS LINTERNAS

Hoy esos secretos salen a la luz y lo hacen desde la oscuridad. Ese teatro es recorrido de punta a punta a través de cinco circuitos, por personajes que guían al público con linternas, una luz tenue que alcanza de sobra para transmitir esas vivencias, relatadas a través de audios que salen desde teléfonos celulares y grabadores chicos, con un volumen ideal que no necesita amplificación porque todo está en su estado natural.

La experiencia es subjetiva, emocionante, real. “Los actores nos cuentan su historia y la historia del Princesa -nuestra historia-, la que está inscripta en el tiempo y en la efímera materia del teatro; efímera como la condición de todos nosotros. Tal vez, en definitiva, sólo nos sobrevivan los fantasmas”, dicen los protagonistas de este ciclo.

En esta primera presentación, que se extendió desde las 21 hasta pasada la medianoche, el público participó de un recorrido visceral por el Teatro Princesa, en el que además de recuerdos en primera persona de sus actores se incluyeron referencias a obras como “Maluco” (Quico García, 1992/1997), “Ritual Mecánico” (García, 2001/2004), “Patos Hembras” (Beatriz Catani, 2005/2014), “Infierno” (Catani, 2014), “Finales” (Catani, 2007/2009), “Si es amor de verdad” (Catani, García, 2011/2013) e “Insomnio” (Catani, 2009/2010).

Sobre un concepto y dirección de Beatriz Catani, “Nos, el Princesa” incluyó las actuaciones de Amelia Pena, Daniel Gismondi, Germán Rétola, Graciela Martínez Christian, Juan Manuel Gianatasio, Juan Manuel Unzaga, Julia Domínguez, Julieta Ranno, Luciana Lima, María Seghini, Matías Vértiz, Ricardo Ibarlín y Viviana Ghessi; vestuario de Edu de Crisci, Kei Pampillón; iluminación de Paula García y Eliana Cuervo; sonido de Daniel Gismondi; colaboración escenográfica Andrea Desojo e Inés Raimondi; intervención audiovisual de Locus; registro audiovisual de Nahuel Lahora, Marcos Migliavacca y Luis Migliavacca; diseño gráfico de Francisco Bargioni; colaboración escénica de Juan Manuel Gianatasio; y asistencia de dirección de Natalia Risso.

El próximo jueves, a las 20, será la última entrega de esta muestra, antes de dar inicio a una serie de presentaciones más fluidas que se llevará a cabo entre febrero y marzo del año próximo. Una cita para conocer un teatro histórico que habla a través de su gente, en la que el público se encuentra de repente recorriendo sus entrañas.

María Virginia Bruno

Fuente: EL DIA

jueves, 11 de diciembre de 2014

El Argentino baja el telón

 

Con el ballet “Don Quijote” y su historia de aventuras, amor y fantasía, el primer coliseo bonaerense cierra la temporada artística

11 de Diciembre de 2014
LOS ENREDOS AMOROSOS DE KITRI Y BASILIO VUELVEN A SUBIR A ESCENA

El Teatro Argentino eligió una obra desbordante de aventuras, amor y fantasía para cerrar su temporada artística. Y lo hará a partir de la próxima semana con el ballet “Don Quijote”, con música de Ludwig Minkus y coreografía de Mario Silva, basada en la original de Marius Petipa.

“A diferencia de otros clásicos que son muy dramáticos, ‘Don Quijote’ tiene pasos de comedia, mucha gracia y humor, con los juegos de seducción entre dos jóvenes inocentes. Mi versión se basa en la de Petipa-Gorsky pero lleva además mi propio sello”, anticipó Mario Silva, director del Ballet Estable, sobre esta producción que fue estrenada el mes pasado en el Teatro Coliseo porteño y cuya música será ejecutada por la Orquesta Estable del Argentino, bajo la conducción del maestro Darío Domínguez Xodo.

Con funciones previstas para el viernes 19 y el sábado 20 a las 20.30, además del domingo 21 a las 18.30 y una última presentación el martes 23 a las 20.30, Silva aseguró que, respetando la versión original y adaptándose a las características de los bailarines, buscó lograr una puesta más ligera y menos recargada. “Lo que intenté fue hacerla más liviana en cuanto a la técnica porque, en general, y por ser obras del repertorio clásico, siempre están recargadas de pasos. Entonces, básicamente, mi propuesta apuntó a estilizar esas secuencias, darles un poco más de aire”, anticipó el coreógrafo, quien decidió “subrayar la alegría de esas danzas que encuentran su culminación en el grand pas de deux del acto final”.

Consultado por la vigencia de este ballet, Silva amitió que se trata de “una obra que la bailan las grandes figuras y que tiene que estar sí o sí en el repertorio de cualquier teatro. Es una obra con música muy alegre, tiene amor, sueños, magia, aventuras y comedia, además de una gran exigencia técnica, no sólo para los roles protagonistas sino para todos”.

KITRI Y BASILIO

Inspirada en el episodio de las bodas de Camacho, incluido en el vigésimo capítulo de la segunda parte de la inmortal novela de Cervantes, el argumento narra los amores de Kitri, la hija del tabernero Lorenzo, con el joven barbero Basilio. Como el padre quiere casarla con el viejo y rico Camacho, Kitri y Basilio tendrán que urdir varias intrigas hasta lograr, con la intervención del mismo Don Quijote, que Lorenzo termine por aceptar su unión.

Aunque no es el único acercamiento de la danza a la novela de Cervantes, este ballet creado por el genial Marius Petipa y estrenado en el teatro Bolshoi de Moscú en 1869, es el único que ha logrado trascender hasta nuestros días. La versión que hoy integra el repertorio de las principales compañías del mundo es la que Alexander Gorsky -con algunas modificaciones en el argumento- presentó en el mismo Bolshoi en 1900.

Esta historia danzada llena de gracia y virtuosismo, con más de sesenta artistas en escena, contará con un colorido vestuario y una sugestiva escenografía, como siempre íntegramente realizadas en los talleres del Argentino. La escenografía es de Augusto González Ara, el vestuario de Eduardo Caldirola y la iluminación de Matías Rodríguez.

BALANCE POSITIVO

Por último, y a la hora de hacer un balance sobre la temporada que se coronará con este título, Silva no dudó en calificarla como sumamente positiva, un año que incluyó coreógrafos y figuras internacionales, además de convocatorias para cerrar destacados encuentros nacionales como compañía invitada.

“Creo que fue un año muy rico porque pudimos presentar diferentes obras, desde las más clásicas, y que no pueden ni deben faltar en cualquier temporada artística, hasta otras más novedosas, como el ballet rock que hicimos con una banda en vivo en el escenario. Estas propuestas más vanguardistas, que tienen que ver con esta apertura que busca alcanzar el Teatro, no sólo apunta a convocar a otros públicos sino, además, a enriquecer a nuestros propios bailarines”, concluyó Silva.

Fuente: EL DIA

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El Princesa está vivo y se muestra

 

La dramaturga, directora y docente Beatriz Catani dirige un ciclo de circuitos teatrales que busca relatar la historia de la mítica sala desde el punto de vista de su gente

10 de Diciembre de 2014 

En medio de especulaciones sobre su destino, los protagonistas del Teatro Princesa, aquellos que desde la recuperación que el recordado Quico García hiciera a inicios de la década del ‘90 han deambulado por sus salas dándoles vida a personajes y obras que se apropiaron de los diferentes espacios, tomarán la palabra. Y lo harán con un ciclo de circuitos teatrales, coordinado y dirigido por Beatriz Catani, que buscará narrar la historia del emblemático edificio fundacional de diagonal 74 entre 3 y 4, pero desde el punto de vista de la gente que ha trabajado y producido cultura en sus impactantes entrañas.

“El Princesa hoy (la historia del teatro desde 1889)” es el nombre del ciclo que tendrá mañana y el jueves 18, a las 20, con entrada por calle 4 Nº 414, un pre-estreno en la Ciudad, marcado por el momento de “malestar” que sienten sus protagonistas; los mismos que, en medio de diferentes rumores sobre el futuro del antiguo palacio masónico, siguen produciendo como grupo de teatro independiente con tanta convicción como intensidad.

“Durante todo este tiempo, a través de los medios de comunicación y en las redes sociales, se habló mucho del Princesa y nos parecía que la voz que faltaba era la de las personas que trabajamos acá, de los actores y la gente que ha estado a lo largo de todo este tiempo, desde que Quico lo recuperara, y en el que se han presentado diferentes obras en todas las salas, desde ‘Maluco’, la más célebre, hasta las que comencé a hacer yo a partir del ‘99”, asegura Beatriz Catani, en diálogo con EL DIA, aludiendo al motivo que dio origen a este ciclo.

Catani, una artista de trascendencia internacional, cuyas obras han sido traducidas en inglés, francés y alemán, subraya la necesidad de que la gente sepa que el Princesa está vivo: “nosotros seguimos trabajando aquí, a veces mostrando obras y a veces como lugar de ensayo. Por eso, cuando se habla tanto, nos da un cierto malestar porque pareciera que hablan de un teatro abandonado. Y eso tiene algo de verdad por lo que pasa a veces en el frente pero adentro hay siempre una actividad, no hemos dejado nunca de producir”.

HISTORIA PERSONAL Y ESPACIAL

En este sentido, quien fuera compañera de pasión y vida de Quico García, el dramaturgo y poeta fallecido en 2012, destaca que “lo que queremos hacer es contar un poco la historia del teatro pero desde el punto de vista de la gente que ha trabajado acá. Hay pequeños relatos que tienen que ver con ese lugar de intersección entre lo que es la historia de cada uno y la historia del lugar: el primer día de ensayo, lo que le contaron del teatro, los recuerdos que tiene. Así se va haciendo como algo fragmentario de lo que ha sido el Teatro Princesa para la mirada de cada uno de sus actores”.

El ciclo, que debido a la capacidad de la sala sólo permitirá el ingreso con reserva (elprincesahoy@gmail.com), abrirá con “Nos, Princesa”, una propuesta que incluye cinco circuitos (ver aparte) entre los que el público elige cuál recorrer. En cada uno de esos trayectos, será un personaje el que lo lleve por distintos lugares del teatro, contando sus experiencias, y representando algún fragmento de la obra en la que participó.

Además, y como la performance durará tres horas, iniciando cada salida a un horario determinado, habrá “tiempos muertos” en los que el público que se quede esperando afuera va a poder encarar un circuito especial. En los jardines del edificio, se presentará material audiovisual que documentará todas las expresiones artísticas que albergó en las últimas dos décadas.

“El planteo de este ciclo propone un doble recorrido: por un lado por el espacio (las salas y los pasillos del teatros) y, a la vez, por el tiempo (las obras y los recuerdos de cada uno). Espacio concreto y espacio de vacilación, donde se entrecruzan (confluyen) el cuerpo arquitectónico del teatro, la endeble materia del recuerdo y la emoción”, agrega Catani.

“seguimos produciendo”

Por otra parte, y consultada concretamente sobre la situación que atraviesa el Teatro, la artista platense admite que “por un lado, y en cuanto a su propiedad, sé que corresponde a sus sucesores legales, los hijos de Quico, fundamentalmente. Ellos tienen una decisión de venta, aunque no se ha producido ningún ofrecimiento concreto. Además, también existe una decisión política de expropiar pero eso, hasta donde yo sé, no ha avanzado demasiado”.

Catani concluye que “he tenido un acercamiento con el senador que promueve ese proyecto para contarle lo que hacemos y cómo trabajamos, y parecería que el formato de la expropiación no está definido, no se sabe si pasa a la Municipalidad o a la Provincia... Son cuestiones políticas que no termino de conocer ni de entender, no sé bien qué es lo que pasa, pero nosotros estamos. Y seguimos trabajando acá”.

Fuente: EL DÍA

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