Elegidos. Osmar Núñez, Fernán Mirás y María Figueras, algunos de los actores de Los hijos se han dormido. Foto: Gtza. Cultura Caba
Lunes 26 de septiembre de 2011 | Publicado en edición impresa
El teatro independiente porteño sorprende a la capital francesa y afianzó su presencia a través del tándem cultural que une a ambas ciudades
Por Pablo Gorlero | LA NACION
PARIS.- Ya no es una novedad que el teatro independiente argentino goza de un gran prestigio en todo el mundo. Allí adonde hay un festival importante, habrá seguramente una compañía argentina. Pero en los últimos años la presencia también excedió el marco de este tipo de encuentros artísticos, y muchas compañías porteñas han hecho temporada en las más importantes urbes europeas y americanas.
Dos semanas antes del estreno de Los hijos se han dormido ( Les enfants se sont endormis ) -versión de La gaviota , de Chejov, según Daniel Veronese-, no quedaba una sola entrada para las dos semanas de funciones previstas en el Teatro de la Bastilla. Algo así como "de yapa", debido al éxito que tuvo el año pasado, la misma compañía hará seis funciones de El desarrollo de la civilización venidera , basada en Casa de muñecas . Pero éste es sólo el arranque. La topadora del teatro independiente porteño avanzará hasta diciembre sobre los principales escenarios parisinos con una fuerte irrupción en el famoso Festival de Otoño, con Tercer cuerpo , de Claudio Tolcachir; El tiempo todo entero , de Romina Paula; La terquedad , de Rafael Spregelburd, dirigida por Marcial di Fonzo Bo y Elise Vigier; Mi vida después , de Lola Arias, y El viento en un violín , de Tolcachir. Además, se suma la proyección de la película Estrellas , del director teatral Federico León, junto con Marcos Martínez. Entre tanto, el 15 y el 16 de octubre, Mariano Pensotti intervendrá el metro de la capital francesa con A veces creo que te veo , un dispositivo interactivo que se realizó el año pasado en la estación Palermo del subte porteño. A su vez, Alfredo Arias hará Chanchadas , en el Théâtre de Rond Point, entre noviembre y diciembre.
A los pies del Centro Pompidou, llega en bicicleta pública un distendido ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, en chomba, bermudas y zapatillas. Viene del Teatro de la Bastilla y así, aunque un poco transpirado, anuncia con felicidad el comienzo de la "etapa teatral" de este intercambio cultural al que llamó Tándem 2011 París-Buenos Aires. "Estoy feliz por el vigor con el que arrancó nuestro teatro independiente en la ciudad. Todo proceso curatorial es propuesta y repropuesta. Y se llega a resultados muy interesantes. Por ejemplo, lo de Pensotti no estaba calculado hace seis meses. Hoy es una de las propuestas que mayor expectativa generaron. Es bueno llevar a un creador así a un espacio no convencional. Todo es vanguardia, pero en alto nivel artístico", afirma Lombardi.
Y así es. Durante la primera función de Los hijos se han dormido (en una sala que no dejaba una sola butaca libre), esos magníficos actores que logra reunir Veronese tuvieron que salir a saludar nada menos que cinco veces. Claudio Da Passano, Osmar Núñez, María Figueras, Fernán Mirás, Berta Gagliano, María Onetto, Carlos Portaluppi, Roly Serrano, Marcelo Subiotto y Ana Garibaldi los cautivaron. "Junto con los actores polacos, los argentinos son los mejores. No tengo dudas. Por eso viajan tanto", dice con convicción Judith Martin, asesora cultural y representante francesa de varias compañías independientes argentinas.
Judith es el reflejo mismo del fenómeno del teatro independiente en Europa. Hace diez años, el Ministerio de Relaciones Exteriores francés le encomendó un intercambio cultural que le cambió la vida. Se llamó Tintas Frescas, que cruzaba dramaturgos franceses con directores argentinos. "Me cautivó la potencia de los actores, la simplicidad de las puestas... quedé fascinada. En París nunca había visto eso. Quería volver. Salté el charco y les expresé mi deseo de traerlos a Francia. ¡Tenía mucho miedo de decepcionarlos! Pero me salió bien. Y ahora no tengo freno. Este es mi trabajo", afirma con pasión. En octubre de 2007, logró traer a Francia a La omisión de la familia Coleman , de Tolcachir, y en noviembre de ese año, a Espía a una mujer que se mata , de Veronese. "Esas fechas cambiaron mi vida -dice-. El entusiasmo de los programadores, periodistas y espectadores que vieron esas obras fue increíble. Al principio, hacía esto para darles una mano a los elencos y tratar de volver cada tanto a Buenos Aires. Pero entendí que ése sería mi trabajo. Para mí, esta historia es mágica. Ahora estoy libre, trabajando con los artistas que admiro."
Judith supo que la propuesta del Tándem era ideal para lograr una mayor visibilidad de estos profesionales en la escena europea. "El teatro independiente argentino es famoso en este continente. El crecimiento fue muy rápido. Hasta en los pueblitos reaccionan muy bien hasta con algo tan frío como los subtítulos. El actor argentino atrapa, es visceral. Te doy un dato clave en la diferencia que hay entre allá y acá. En la Argentina, se hace teatro. El actor hace luz, se ocupa de la puesta, arma y desarma escenografía... ¡¡Trabaja!! Tienen conciencia de espectáculo. ¿Pero sabés cuál es la clave? El deseo. Todo está hecho al principio por deseo. La plata puede ser una consecuencia. Ni siquiera está en juego la fama, ya que lo hacen en salas para 50 personas. El deseo cambia la relación entre el artista, el arte y el público. En el teatro independiente hay una proximidad mayor entre el actor y el espectador. Estamos juntos. Es emocionante. ¿Dónde encontrás esa posibilidad de compartir con desconocidos una emoción", concluye. ¿Qué más se puede agregar a eso?
Teatro / Concurso nacional
Llegó el turno de los argentinos: En el Festival se estrenarán las seis obras elegidas
Por Laura Ventura | Para LA NACION
En el marco del VIII Festival Internacional de Buenos Aires, que comenzó el 24 de septiembre y se extenderá hasta el 8 de octubre, los espectadores podrán disfrutar de las propuestas de 14 compañías de Alemania, Brasil, Chile, España, Francia, Reino Unido, México, Suiza y Uruguay, pero, además, la expectativa estará puesta en el estreno de seis piezas argentinas, ganadoras del Primer Concurso de Proyectos Teatrales.
Darío Lopérfido, director artístico de esta edición del FIBA, que en apenas seis meses tomó las riendas de este evento y armó la programación tan esperada por la comunidad teatral, confiesa que llega a la inauguración con un nivel de relajación casi extremo. Para Lopérfido, su principal objetivo fue "mover público en un lugar como Buenos Aires, con espectadores muy formados y sofisticados". Por eso, apostó a estéticas novedosas. Muchas de ellas lo habían cautivado en su experiencia como espectador en festivales u obras en otras partes del mundo, en un marco previo al FIBA.
Alberto Ligaluppi (director artístico del Complejo Teatral de Buenos Aires), Jorge Graciosi (director y actor) y Carlos Pacheco (crítico teatral) tuvieron también el desafío de elegir, entre más de 200 proyectos, apenas seis, que buscan constituir el legado de este festival a la ciudad. "Nos propusimos la diversidad. Los proyectos no tenían el nombre del autor o director, sino el del productor. Esto colaboró con la elección, para que fuera más pura, a la inversa de como se presentan ahora, es decir, el título y al lado el nombre de su realizador", explica Ligaluppi, quien pudo ver ya terminado Pueden dejar lo que quieran , de Fernando Rubio, en el Festival de Tárrega. Los seis proyectos ganadores, acreedores de 30.000 pesos, debutan en nuestro país en el marco de este festival, pero continuarán luego de que este evento culmine.
Actividad mental , de Luis Garay , son ejercicios en los que interioridad y exterioridad intentan confundirse, entrelazarse, practicar una comunicación en lo abierto. Allí, lo indeterminado, lo indecible, lo que parece oculto en el cuerpo no deja de manifestarse y revelar su corporeidad. En el Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano (Chela), el 1° y el 2 de octubre, a las 18.
Esa no fue la intención. parte 2 , de Joaquín Bonet , es el regreso de este realizador con esta segunda parte del retrato del universo de la amistad masculina, que presentó hace una década. Con Luciano Cáceres, Leonardo Saggese, Sergio Surraco y Ludovico Di Santo. Teatro del Abasto, mañana, a las 23; pasado, a las 17.
La patria fría , de Andrés Binetti , un circo pobre, en medio de la pampa, aguarda la llegada de sus espectadores, que se acercan desde lejos en el tren solidario de Eva Perón. Bajo esa carpa en el desierto, el presentador opositor, el ex enano, la contorsionista guaraní, el funambulista alcohólico, el clown cooperativista, el tuerto lanzador de cuchillos y el crítico del pueblo debaten sobre arte. En Anfitrión, hoy, a las 16.30.
Leonardo, trabajo práctico N° 1 , de Gerardo Hochman. Un grupo de universitarios prepara un trabajo de investigación sobre Leonardo da Vinci y, casi sin darse cuenta, se ven envueltos en los temas, las reflexiones, la producción y los aspectos de la personalidad del genio del Renacimiento. En el Konex, el 5 de octubre, a las 21, y el 6, a las 19.
Pudor en animales de invierno , de Lisandro Rodríguez. Escrita por Santiago Loza, una pieza inspirada en su vida y dedicada a su propio padre. Una trama sencilla y, a la vez, particular y universal: la historia de una relación entre un padre y su hijo. En Espacio Callejón, el 29 y el 30, a las 21.
Pueden dejar lo que quieran , de Fernando Rubio . Un cuerpo de actores contará una historia: la de un hombre que, tras perder a su familia, sólo puede reconstruirla escribiendo, silenciosamente, relatos sobre su ropa. En IMPA-La Fábrica, el 3 y el 4 de octubre, a las 18.30.
Las entradas se pueden conseguir en www.festivales.gob.ar
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1409232-paris-copada-por-actores-argentinos
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