DE REGRESO. NACIDO EN CÓRDOBA Y RADICADO EN SUIZA, ERIK OÑA VINO ESPECIALMENTE PARA DIRIGIR LA ÓPERA DE GERARDO GANDINI.
MUSICA
Entrevista. Erik Oña. El músico argentino dirigirá en La Plata “La ciudad ausente”, la obra de Gandini y Ricardo Piglia.
08.09.2011 | Por Sandra de la Fuente
Vine con la idea de trabajar duro a intentar conseguir lo que se pudiera, pero me encontré con que hay muchas más posibilidades que trabajar con resignación: esta orquesta suena bien, es profesional. Se puede hacer música”.
Quien hace este diagnóstico sobre la Orquesta del Teatro Argentino de La Plata es Erik Oña, director y compositor nacido en Córdoba, egresado de la universidad platense, pero con una gran carrera internacional como director de música contemporánea. En 1986 Oña rindió su tesis de licenciatura con la orquesta que hoy vuelve a dirigir en La ciudad ausente, la ópera de Gerardo Gandini sobre libreto de Ricardo Piglia que subirá el domingo en el Argentino.
En 1993 Oña se radicó en Estados Unidos, luego en Inglaterra. Dirigió el Instrumental Factor de Nueva York New, la Orquesta Filarmónica de Buffalo, el Kammer Ensemble Neue Musik de Berlín, el Champ D’action belga y el Ensemble Resonanz, entre otras agrupaciones. Desde hace ocho años reside en Suiza, donde tiene la cátedra de composición por medios electrónicos de la Academia Estatal de Música de Basilea.
“Hice mi tesis con esta orquesta. En esa época andaba más o menos, pero muy poco tiempo después se desmoronó. Los músicos no tenían un lugar de ensayo, eran nómades que iban del Bosque al Teatro Rocha. Ahora escuché el Tristán y me sorprendió.
Además es un grupo que tiene un enorme entusiasmo, incluso con este repertorio que, como pieza contemporánea, sabemos que suele crear resistencia. Por supuesto, que en la música de Gandini hay momentos hermosos y los músicos no son tontos, saben escuchar.
¿Cómo fueron los ensayos? ¿Tuviste intercambios con Gandini?
A Gerardo lo llamé sólo dos veces y en las dos ocasiones me dio libertad para decidir lo que yo creyera mejor. La preparación fue interesante porque la partitura que recibí estaba bastante incompleta, y en muchos pasajes divergía de las partes individuales. Las partes para cada instrumento están más completas que la partitura general, así que fue un trabajo de transcripción, de poner todo junto. Mi partitura ahora tiene todos los cambios y todos los ajustes. Fue un trabajo intenso para llegar a hacer todas las correcciones. Y la disposición de los músicos fue excelente: no tuvieron problemas en quedarse más tiempo para resolver las dudas en cada pasaje.
Es inusual que una ópera argentina se reponga. Tal vez en todas las reposiciones se percibe un poco de desorden, ¿no es cierto?
Seguro. En el estreno, Gandini además la dirigió, así que fue haciendo muchos cambios sobre la marcha. Pero finalmente la obra se encauza hacia una cierta normalidad. El compositor ya no la dirige. La obra seguirá su curso, su propia vida, tendrá versiones que podrán o no agradarle al autor. Eso rara vez pasa con una ópera argentina.
¿Cuáles son las dificultades musicales de la partitura?
Tal vez las dificultades mayores provengan de esa construcción en collage, clásica en Gandini, que irrumpe de golpe con una sonoridad, un tempo y un carácter totalmente distinto a lo que venía dado. Uno está tocando durante un largo rato una nota larga y repentinamente se le viene algo dificilísimo. Esa discontinuidad es complicada para trabajar. Para colmo no hay ningún momento en el que uno pueda tomar un pie rítmico uniforme, un lugar para relajarse.
¿Podrías adelantarme algunas novedades de esta puesta?
Hay una perspectiva distinta. Pablo Maritano ha resuelto dar continuidad, enlazar de algún modo a las microóperas -una en estilo rococó, otra wagneriana, otra que cita a Schoenberg- que aparecen dentro de la narración. Es un desafío interesante. «
Tres funciones
Estrenada en 1995 en el Colón, la ópera que reunió a dos artistas argentinos tan notables como Gerardo Gandini (música) y Ricardo Piglia (libreto) subirá el domingo a las 17 por primera vez en el Teatro Argentino de La Plata, en una nueva producción escénica de Pablo Maritano. La escenografía es de María José Besozzi y el vestuario, de Sofía Di Nunzio.
La ciudad ausente tendrá un total de tres funciones. Se repetirá el jueves 15 (20.30) y el domingo 18 (17), con un reparto encabezado por Marisú Pavón como Elena, Sebastián Sorarrain como Macedonio, Luciano Garay como Junior, Patricio Olivera como Fuyita, Hernán Iturralde como Russo, Alejandra Malvino como Ana, Eleonora Sancho como Mujer Pájaro, Leonardo Estévez como Hombre viejo y Eugenia Fuente como Lucía Joyce. Desde $15.
Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/opera-multiple_0_550745184.html
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