jueves, 24 de marzo de 2011

Lito Cruz: “El 'Nunca Más' no es una frase, hay que mantenerlo”

24.03.2011 | El impulsor del Contragolpe Teatral y Cultural

Todas las noches, Lito Cruz brilla en la pantalla de Telefé con su personaje de Oscar Nevares Sosa en El Elegido, la novela que protagonizan Pablo Echarri y Paola Krum. Pero, además, lejos de las luces televisivas, el actor oriundo de Berisso es el Director de la Comedia de la provincia de Buenos Aries, organismo que depende del Instituto Cultural. Y desde allí impulsa la Vigilia y el Contragolpe Teatral y Cultural cada víspera del 24 de marzo, un programa de actividades que se realizan en distintos teatros independientes, salas oficiales, centros culturales y espacios artísticos para demostrar que la cultura continúa firme en su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

–¿Cómo vivió el 24 de marzo del '76?

–Era el cumpleaños de mi mamá. Teníamos varios amigos que estaban metidos en problemas, entonces nos asustamos mucho todos ese día.

–¿En ese momento, cuál era su visión sobre lo que estaba pasando?

–No me imaginaba el horror que venía. Me parecía un despropósito sacar un gobierno democrático, sea quien fuera que esté al frente. Pero al tercer día, cuando escuchamos los primeros discursos, dijimos "esto va a ser muy peligroso y muy terrible para el país", porque no había una vocación democrática en los primeros discursos de estos asesinos delincuentes. Ahí empezamos a temer. Y empezamos a pensar que esto era un plan programado mucho antes, donde estaba todo armado como para hacer el exterminio que hicieron después. Recién ahí nos empezamos a dar cuenta, pero nunca ninguno de nosotros pensó en tamaño horror. Y empezaron también los problemas en mi familia…

–¿Cómo sufrió el Golpe en lo personal?

–A mi cuñado, el Dr. Jorge Efraín Salvioli –un cirujano muy reconocido–, se lo llevaron, dejando a mi hermana, Lita, con sus tres chiquitos. Después movimos cielo y tierra, lo soltaron y lo tiraron en El Bosque, pero ya no se recuperó más. Además estaban mis alumnos. En ese momento yo empezaba a ver que muchos se iban volcando a esta utopía estúpida de Mario Firmenich y todos ellos, que eran mucho más delincuentes que Videla. Ninguno de ellos se enfrentó con nada, simplemente mandaron a matar a estos muchachos; fue como en Malvinas, que era pelear contra el ejército más poderoso del mundo con estos chicos al frente. Los estrategas no se daban cuenta de que la estrategia tenía que ser otra, más diplomática y nunca con las armas, porque las armas de los otros siempre son más poderosas. Entonces hay que resolverlo todo en lugares diplomáticos, e insistir. Pero al tomar las armas con un revólver contra 114 tanques, es como decir "vamos a suicidarnos todos". Y eso es lo que pasó.

–También fue un momento difícil para la cultura y el arte…

–Yo creo que el arte siempre tiene una cierta vigencia. O sea, el arte creció todo el tiempo en los lugares subterráneos, por eso creció el Teatro Abierto, fue una explosión. Nosotros estábamos en lo subterráneo, pero permanentemente trabajando. Los autores empezaron a escribir de forma metafórica, por ejemplo, Pavlovsky escribió Tercero incluído, donde hablaba de mosquitos refiriéndose a los Falcon; entonces los milicos, que son asesinos pero con cierta dosis de estupidez, no se daban cuenta de lo que estaba pasando y que se estaba preparando un terreno para decir "Nunca Más".

–La creatividad del arte…

–Fue una explosión del arte, que estaba trabajando a la par de estos asesinatos en la clandestinidad o en el underground. El gran ejemplo es el Teatro Abierto y como la gente acompañó ese fenómeno. Esa fue la forma en que se trabajó durante los años de la dictadura. Pero incluso así había espías: un día fui a sacar el pasaporte y veo salir a una de mis alumnas vestida de policía. Creo que tenían una red de espionaje absolutamente impresionante. Pero el dictador, lo único que hace cuando empieza a ejercer el poder de esa manera, a través de asesinatos y muertes, es ir armando su propio destino. Como Hitler: todo lo que hizo fue exactamente para el tiro final en la sien. Videla y Massera hicieron todo para arruinar sus vidas: no pueden salir ni al supermercado, sus nietos no pueden decir quiénes son. Lo único que hicieron fue matar gente para destruirse a sí mismos, como en la película El submarino amarillo, donde el monstruo se come a sí mismo. La democracia y las ideas no se pueden matar, no hay vuelta que darle, podés matar a la gente pero las ideas están pululando en el universo -como decía Sófocles-, y de repente uno las capta y las convierte en un libro o en una oratoria. De eso tenemos que aprender. Pero por suerte hay gobiernos, como éste, que realmente pone de pie permanentemente los juicios y el castigo a los culpables. Y yo creo que eso es fundamental. Por eso esto de la Vigilia, de estar permanentemente presentes...

–De ahí la importancia de mantener viva la Memoria…

–Es muy importante.

–¿Y cómo se mantiene viva la Memoria?

–La cultura tiene que estar de pie constantemente porque el "Nunca Más" no es una frase, hay que mantenerlo, por eso mi preocupación de estar permanentemente presente en todos los actos que tengan que ver con el repudio a los golpes de estado, a la dictadura. En homenaje a eso, yo empecé a realizar hace tres años la Vigilia Teatral, que es muy diferente a la que hicieron los militares el 23. La empecé en Radio Provincia, donde estamos desde las 11 hasta las 3 de la mañana haciendo esa Vigilia. Este año van a ser cinco horas de transmisión desde la ciudad de Mercedes, porque allí el 24 se inicia la Fiesta Provincial del Teatro Independiente, organizada por el Consejo Provincial de Teatros Independientes, que prácticamente se presenta en sociedad ese día. Vamos a tener entrevistas con Madres, hijos desaparecidos, Pérez Esquivel, creo que también vamos a hablar con el juez Baltasar Garzón, y con todos aquellos que han peleado tantos años por el "Nunca Más". Y amanecemos en la mañana del 24 y a las 10 hacemos el Contragolpe Teatral, que es salir con todas las autoridades de Mercedes en una especie de desfile, donde nos acoplamos a esta manifestación pública que va a haber en toda la Provincia bajo la consigna "Nunca más el terror, nunca más la dictadura".

–Y también va a haber actividades en varios puntos de la Provincia en el marco del Contragolpe Teatral.

–En distintos puntos de la Provincia con respecto al Contragolpe y en Mercedes específicamente comienza la Fiesta Provincial del Teatro Independiente, donde se van a elegir tres o cuatro grupos entre quince y van a ir a la Fiesta Nacional, que será a fines de mayo o principios de junio más o menos. Pero, además, el Consejo Provincial ha convocado a una cantidad de grupos de la provincia de Buenos Aires para repartir algunos subsidios que hemos logrado conseguir este año. Tenemos un subsidio que es el 8, 25% de la Lotería de la Provincia de Buenos Aires de los juegos prescriptos (los no cobrados por el jugador), y de eso nos quedan tres millones y medio de pesos para toda la Provincia, que está dividida en 15 regiones. Pero, además, tenemos un millón y medio de pesos que viene del Instituto Nacional del Teatro. Así que tenemos unos cinco millones para la Provincia que los repartimos entre las 15 regiones con un 20% dedicado prácticamente a la administración, a todo lo que tiene que ver con la parte burocrática. Y el 24 vamos a hacer un plenario con todos los actores de la Provincia y seguramente vamos a repartir algunos subsidios que les dimos a todos.

–¿Todo esto se da en el marco de la Ley Provincial de Teatro Independiente?

–Sí, se da en el marco de esta ley muy nuevita, que logramos que se sancione el año pasado. Y con esta ley se considera otro problema que nos preocupa a los argentinos, que es que la delincuencia está ganando la calle. La droga y la delincuencia trabajan en la soledad y en la oscuridad. Entonces, esta ley nos va a permitir crear espacios en lugares inhóspitos para la cultura; en esos espacios aparecen salitas, luz, gente, y las ratas se van. Entonces la gente del barrio tiene una alternativa para la salida de la universidad, de la escuela o del trabajo, que es ir a un lugar, escuchar un concierto, una poesía, una obra de teatro, o simplemente reunirse. Y vamos a convertir a esos lugares en lugares de reunión, porque vamos a poder pagarle a un empleado de 10 de la mañana a 12 de la noche para que además se reúnan los chicos, los jóvenes y los grandes del barrio para hablar de sus problemas. Entonces ese teatrito se va a convertir en un centro cultural, político y social. Pero, por otro lado, permite también que los chicos del barrio que tengan alguna vocación de ser actor o director o músico tengan un pequeño lugar donde probarse, y cuando se prueben y vean que puede, esa energía empieza a funcionar y empiezan a ir a centros más importantes desde el punto de vista del estudio, como conservatorios o universidad de arte. Pero antes necesitan probarse, porque de entrada no pueden ir al centro, porque no se tienen fe o no se animan o son tímidos. El probarse implica fortalecerse y ahí empiezan a aparecer las vocaciones que si no están dormidas en los barrios y la gente no puede hacer aquello que sueña o que siente como vocación. Todos estos lugares van a permitir ayudar un poco más, sobre todo en el conurbano, a calmar esta preocupación que tenemos todos. Y, por otro lado, el hecho de contar su propia desgracia a través del teatro hace que la vean, si no, la desgracia no se ve. El teatro es un lugar donde la gente se refleja a sí misma, se piensa a sí misma viéndose reflejada en el escenario, y las sociedades también.

–Pero el teatro a veces se ve como elitista en los barrios, y la gente no se acerca…

–Es que hay un error: el teatro no tiene que ir a los barrios, el teatro tiene que salir de los barrios. Entonces hay que crear ahí el fenómeno para que el teatro salga del barrio, pero si vos vas al barrio como teatrista estás imponiendo algo, estás robando su expresión. Entonces no hay que ir al barrio, hay que hacer nacer el teatro en el barrio, sin ningún profesor de afuera, porque el teatro es inherente a la raza humana.

–¿Y todo arte está comprometido necesariamente?

–Sí, todo arte está comprometido, incluso el que no está comprometido está comprometido con el no comprometerse. No hay manera de evadir el compromiso social. Algunos lo hacen de manera intencional, pero también ahí el arte corre el peligro de que la ideología sea más importante que la forma, que es un poco lo que le pasó al teatro independiente: por contar una ideología, no se preocuparon tanto de la actuación, de la verosimilitud. El peligro es que la ideología sin la estética es hasta vacía, hueca y poco creíble. Porque ideología no es lo que la gente dice que es, es lo que la gente es.

Carolina Sirio

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-131435-medios-122-Lito-Cruz-El-%27Nunca-Mas%27-no-es-una-frase-hay-que-mantenerlo.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

  Balance de teatro 2024 En un año con fuerte retracción del consumo y un ataque inusitado al campo de la cultura, la caída de la actividad ...