domingo, 27 de marzo de 2011

“Fue una revolución hecha por gente joven”

El actor Pablo Rago metido de lleno en la piel y el alma de Manuel Belgrano

Domingo, a las 18.30

26.03.2011 | Belgrano, la película se proyectará con entrada libre y gratuita en el Parque Saavedra (14 y 65)

La cuestión de los próceres y el cine en la Argentina viene desde el propio nacimiento del cine nacional. Guiado por una vocación más aleccionadora que expresiva, en las primeras películas los líderes de la patria se mostraban sin lugar a dudas convencidos hasta la inconciencia de su deber. Así se presenta la historia en el cortometraje El fusilamiento de Dorrego (1909) y los largometrajes la Batalla de San Lorenzo (1912) y La Revolución de Mayo, el primero interpretado por actores profesionales, y La Batalla de Maipú todos dirigidos por el primer realizador de ficción Mario Gallo. Teniendo en cuenta la falta de perspectiva con los sucesos con el paso del tiempo la mirada no sólo no cambió, sino que se volvió tan vacía de conflicto como injustificada.

En la misma línea, Su mejor alumno de Lucas Demare (1944) y El tambor de Tacuarí de Carlos Borcosque (1948) tomaron la figura de Sarmiento y San Martín, que con su coraza de bronce a cuesta hacen lo que pueden por generar empatía. El general tuvo su revancha en 1970 con El santo de la espada, aunque su imagen lejos de mejorar fue clasificada por el propio actor que lo interpretó, Alfredo Alcón, como acartonada. En parte producto de la censura que cercenaba las películas pero por sobre todas las cosas por la negación a reconocer alguna falta en los padres de la patria.

Belgrano, la película podría haber sido una más dentro de esta improvisada lista, pero se toma el trabajo de ver quién era el hombre detrás de la figura pública y ensaya algunos escenarios posibles respecto a su vida personal, sus temores y su mirada con respecto a los hechos más importante de su vida.

Sebastián Pivotto, el director de la película que se proyectará hoy en la pérgola del Parque Saavedra, cuenta que en una de las charlas previas al rodaje, el actor Pablo Rago reconoció que de Belgrano sólo tenía el dato de la escuela. Y ambos llegaron a la conclusión de que lo mejor que podía pasarles a la hora de ponerle el cuerpo era no tener prejuicios al respecto.

Tampoco los tuvieron ni el director, ni el supervisor del proyecto Juan Campanella a la hora de elegir el reparto. Cuenta Sebastián: “Sabíamos que teníamos que buscar actores mucho más jóvenes de los que se acostumbraban habitualmente en otras películas históricas del cine argentino. Porque creemos que fue una revolución hecha por gente joven. Una vez que definimos a Rago en el protagónico fue mucho más fácil pensar quienes lo acompañarían y elegimos a Pablo Echarri (José de San Martín) y Valeria Bertuccelli (María Josefa Ezcurra).

Sabíamos que existía un riesgo, pero en la búsqueda priorizamos que los actores tuvieran un gran talento y que pudieran estar a la altura de los personajes, sin que sus personalidades de actores se engulleran al personaje histórico. La actuación de Pablo Rago es la de un actor completamente entregado al personaje que le tocó en suerte interpretar y lo mismo sucede con Pablo Echarri”.

En principio el proyecto era una a mini serie de cuatro capítulos para el Canal Encuentro y la Tv Pública pero la idea terminó convirtiéndose en un largometraje centrado en los últimos diez años de vida del creador de la bandera argentina. En la película se cuentan las ideas del prócer, las batallas, las derrotas y la postergación de su vida privada en pos de su figura pública. El director comentó como la transformación de la serie en una película los obligó a “condensar todo el material que veníamos elaborando a una hora y media.

Pero en definitiva tener tanto material sobre el que trabajar hizo que nos concentráramos en lograr un ritmo rápido para lo que se maneja habitualmente en las películas históricas. Amén que es una película que al estar pensada para la televisión tenía una pata muy dialógica, mi mayor desafío fue llevarlo a una cuestión más cinematográfica y me concentré en el carácter visual de las batallas. La reacción de la gente en las proyecciones me confirma que lo hemos logrado”.

La película que recorrió todo el país y fue proyectada en los ámbitos menos pensados es uno de los logros más valorados de un director consagrado en la escena. Según Sebatián “es muy gratificante todo el reconocimiento de la gente después de cada proyección. Me siento por primera vez como un actor que sale de gira por el país con una obra. Comprobar que la gente se ríe siempre en las mismas partes y que acompaña al prócer en otras es una experiencia única e inigualable”.

Ya desde este carácter popular y de celebración Belgrano, la película no es una más en el listado del cine nacional. Porque tanto sus logros como fracasos se palpan cuerpo a cuerpo en la proyecciones, como todo en la vida del prócer.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-131736-medios-122-Fue-una-revolucion-hecha-por-gente-joven.html

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