martes, 21 de febrero de 2012

Una vida intensa con actuaciones inolvidables

Espectáculos

21.02.2012 | Murió Lydia Lamaison

Tenía 97 años y fue una figura imborrable en la historia de la actuación de la Argentina, con papeles antológicos en cine, teatro y televisión.

Por: Mercedes Méndez

Hace un año, Lydia Lamaison decía que siempre pensaba en el hoy. Sabía que su futuro era corto, pero se ocupaba de darle valor a cada momento que le tocaba vivir. Incluso cuando ya tenía dificultades para moverse, llamaba todos los días a la Casa del Teatro para saber cómo andaban las cosas en la institución que cuida a los actores ancianos y de la que ella era vicepresidenta. “No soy nostálgica. Soy una persona que no tiene estrés, no tiene grandes amarguras y, a pesar de todo, amo la vida con mucha fuerza”, se definía.

Actriz de teatro y famosa por sus actuaciones en telenovelas y su participación en algunos hitos del cine, la artista murió ayer, a los 97 años. Su estilo de actuación naturalista, emocional, con mucho humor y su cuerpo pequeño, sus grandes ojos celestes y su pelo corto canoso, siempre con una boina, ya son un sello imborrable para el mundo del espectáculo.

“Su estilo de actuación era de una gran comunicación. Siempre estaba atenta a lo que el texto decía, lo que quería expresar con mayor claridad”, dice el dramaturgo y actual presidente de la Casa del Teatro Julio Baccaro sobre la impronta de la actriz. Si bien la popularidad le llegó gracias a la televisión, el gran amor de Lamaison fueron los escenarios. “El teatro es fundamental. La comunicación con el público no se puede comparar con nada. Hay una comunión que se establece para siempre. El actor está dando emoción y pensamiento, entrega muchas cosas”, pensaba.

Cuando tenía que explicar cómo hacía para componer un personaje, explicaba: “No hay nada más lindo que los ensayos. Ahí uno empieza a buscar el alma del personaje, buscarle un cuerpo, una forma de moverse, hasta le busco una familia, un tic, unas costumbres, hago una persona, no un personaje. Y me lo creo tanto que me emociono, yo lo creo, creo que soy esa persona. No es fácil, pero es muy lindo. Te metés en otro ser, te transformás en otra persona. Ahora cuando termina la obra vuelvo a ser Lydia, si no sería terrible.”

Lamaison nació el 5 de agosto de 1914 en la ciudad de Mendoza. Decía que era una nena obediente y que sus padres siempre le pidieron que estudie. Por eso, cuando terminó la escuela hizo la carrera de Magisterio y hasta cursó dos años en la Facultad de Filosofía y Letras. Pero su vocación de ser actriz era incontenible e incluso en esa época, ella se animó a dejar todo y dedicarse a actuar.

Prolífica, también tocaba muy bien la guitarra y hasta llegó a dar un par de conciertos. “De lo único que me arrepiento es de haber dejado la música, pero el teatro me absorbió por completo”, decía.

Su carrera comenzó en el teatro independiente, en una conocida agrupación que se llamó Juan B. Justo. Enseguida, conoció a la reconocida actriz y maestra de actores Blanca Podestá y comenzó a estudiar en su escuela de teatro. En ese momento, ella sintió que ingresó al teatro profesional. “Todo el día se hablaba de teatro. Nos sumergíamos en un mundo aparte”, decía.

La primera obra de teatro en la que actuó fue Cándida, de Bernard Shaw, y desde ese momento no dejó nunca de estar en los escenarios. En 1939 trabajó en su primera película, Alas de mi patria de Carlos Borcos, y en 1940 fue elegida revelación femenina por su labor en Madame Curie. Aunque siempre decía que no había hecho tanto cine, Lamaison actuó en algunas películas que ya son hitos de la historia del cine argentino. Por ejemplo, La hora de las sorpresas, La caída, Fin de fiesta, Un guapo del 900, En mi casa mando yo, La fiaca y En retirada, entre otras. Muchos de estos films fueron dirigidos por Leopoldo Torre Nilsson. “Él era un hombre muy comunicativo, una maravilla como persona, te permitía dialogar, tener tu opinión como personaje”, decía la actriz sobre el célebre director.

De ideas socialistas, Lydia Lamaison se casó a los 33 años con el actor Oscar Soldatti y no tuvo hijos. “Soy una mujer sin prejuicios, amo la palabra libertad. Para todo, incluso para amar. El amor es algo tan espacial que no hay que tener prejuicios”, reflexionaba.

La actriz debutó en televisión para la misma época en que la televisión daba sus primeros pasos en la Argentina. Hizo una transmisión en vivo y en directo para Canal 7 de la obra El Casamiento, de Nicolás Gogol. “Me pongo a pensar y no puedo creer que me animé a hacer una obra tan compleja en vivo para la tevé”, recordaba.

Entendió tan rápido el registro televisivo, que en poco tiempo se volvió una actriz requerida por este medio. Se destacaron sus personajes de Cora en Celeste siempre Celeste (1993) y la abuela de la protagonista en Zingara (1995), junto a Andrea del Boca. Entre 1998 y 1999 participó en Muñeca brava, la telenovela de Telefe, con la pareja protagónica de Facundo Arana y Natalia Oreiro. También integró el elenco de Jesús, el heredero, por El Trece, junto a Joaquín Furriel y Malena Solda.

En 2001 recibió el premio de Platino de la Fundación Konex a la actriz de Televisión. En 1999 fue declarada una de las Notables Argentinas, y recibió premios como Santa Clara de Asís, ACE, María Guerrero, Estrella de Mar y Florencio Sánchez.

Estudiosa incansable, Lamaison decía que para lo único que tenía vanidad era para reconocer su buena memoria después de años de libretos en cine, teatro y televisión. “Es que me gusta tanto lo que hago, que lo hago con amor, con vehemencia, con tanta fuerza”, decía. La actriz dejó una vida intensa, tal como ella pensaba: “La persona que no ha reído y no ha llorado, no ha vivido. Yo viví la vida intensamente.”

Una innumerable cantidad de premios

En 1999 fue declarada una de las Notables Argentinas. También recibió en el 2001 el Kónex de Platino a la mejor actriz de Televisión. En 2005 recibió un premio por su trayectoria y aporte a la cultura (en la foto, con la senadora de La Pampa, Daniel Scioli y Natalia Oreiro).

Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/02/21/espectaculos-68146-una-vida-intensa-con-actuaciones-inolvidables.php

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