miércoles, 8 de febrero de 2012

Toda la vida tiene su música hoy

Espectáculos / Biografía no objetiva de Luis Alberto Spinetta

08.02.2012 | 20.17


Un 8 de febrero de 2012- según dicen, nos cuesta creer- falleció a los 62 años Luis Alberto Spinetta. Padre de una familia hermosa, dejó este mundo en su casa y rodeado de sus hijos, tras pelear arduamente contra un cáncer de pulmón.

Atrás -y por delante, sobre todo-dejó un legado inmenso que marcó a varias generaciones del rock nacional. El mismo se evidenció en la mágica noche del 4 de dicembre de 2009 cuando se presentó en un memorable show en la cancha de Vélez Sarsfield denominado Spinetta y sus Bandas eternas, en el cual se presentó junto a las distintas bandas que comandó en las diversas y cambiantes etapas de su carrera. Fue el broche de oro y la excepción de una década en la cual siempre renegó-usual a su personalidad- de contemplar el pasado y en la que registró notables discos como Pan y Un mañana. Fueron años en los que se comprometió profundamente con la toma de conciencia sobre la conducta vial.

Los noventa fueron los años destinados al rock crudo y elegante de Los Socios del Desierto, con algún hit como Cheques que describió tan bien el menemato reinante. El ultimo gran éxito de alcance masivo-algo que por cierto, poco le importaba- había surgido a principios de esa década infame: “Seguir viviendo sin tu amor.”

Pocos años antes, de la mano de El Mono Tremendo, presentaba en sociedad a sus herederos y renovadores de parte del rock: su hijo Dante Spinetta y su “sobrino” Emanuel Horvilleur, futuros Illy Kuriaky & The Valderramas. El Flaco siempre estuvo atento a los nuevos sonidos y tendencias, sin ser por ello oportunista.

Tester de violencia fue un gran disco de los 80, como “La la la” donde dio la mano a una generación nueva por entonces: Fito Paéz. Pero el dúo más memorable y esperado tuvo lugar con Charly García, dejando atrás ese esúpido Boca –River que quisieron imponer en los ´ 70. El plan era grabar un disco a dúo, pero finalmente sólo sobrevivió un tema: Rezo por vos. Y eso ya es suficiente.

A principios de los ´80 y fines de los ´70,el pequeño Dante creía que su apellido completo era Spinetta Jade y se debió al reconocimiento de la agrupación de jhazzy fusión que formó su padre, alternando con un efímero regreso de Almendra.

“El Anillo del Capitán Beto", "Durazno Sangrando", "Los libros de la buena memoria"…el proyecto de mediados de los ´70 pudo haberse llamado Invisible, pero no pasó de largo para los ojos (y oídos) de una país que ya consagraba al Flaco como uno de los compositores más brillantes de nuestro país.

Tal prestigio lo había corroborado sobradamente con Artaud, posiblemente el mejor disco de la historia y primer disco solista de Spinetta, ya que grabó casi todos lso instrumentos a pesar de que oficialmente se trató de una placa firmada por Pescado Rabioso. Ese grupo impresionante había sido el notable viraje del Flaco hacia el rock y hard rock, más cerca de Hendrix que de The Beatles.

Es que-sin ser muy originales- Almendra, uno de los grupos más asombrosos de nuestra historia-por la lucidez y juventud de sus integrantes,se había instalado como los Beatles locales. Y nos referimos a una lectura porteña y fresca de la etapa más madura y conceptual de los de Liverpool.

Pero por supuesto, Spinetta nunca quiso ser ni Lennon ni Artaud ni nadie: sólo quiso ser y fue él mismo. Siempre fue contra la corriente, como esta torpe biografía escrita al revés. Eso nos enseño el tipo que desafió la lógica del periodismo en esta redacción, que se negó a preparar un obituario de parrilla. Es que como aquel 23 de enero de 1950 en Buenos Aires, Luis Alberto Spinetta siempre está naciendo.

R.G.M.

Fuente: http://diagonales.infonews.com/Content.aspx?Id=173080

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