En su nueva obra, Susana Tale propone un juego surreal sobre el proceso creativo y la vida que “corre” alrededor
2 de Mayo de 2025
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Una escena de “Vertiginosa” obra de Susana Tale |
"Vertiginosa”, escrita y dirigida por Susana Tale, es una de las novedades de la cartelera de teatro local; una obra que, entre el absurdo, la ironía y el vértigo, propone asistir a un juego surreal atravesado por el proceso creativo.
Protagonizada por María Guimarey, Bárbara Sánchez, Fernando Cipolla y Eloy Rodríguez Tale, la pieza se estrenó la semana pasada en Espacio 44, 44 entre 4 y 5, sala en la que continuará ofreciendo funciones durante los sábados de mayo a las 20.30. Las entradas se pueden reservar por Alternativa Teatral.
Una dramaturga, una actriz, un músico ruso y un corredor de carreras son las criaturas que Tale creó y ubicó, en una puesta con tintes minimalistas y estética cinematográfica, entre la terraza de un departamento y un desierto nevado. “Son personajes que atraviesan climas y geografías, humor y drama”, asegura la autora en diálogo con EL DIA.
Hace tiempo, una amiga le pidió ayuda para adaptar una novela de Antonio Baricco pero, aunque lo intentó, no pudo. Esa situación, “sobre una dramaturga y una actriz debatiendo sobre ese proyecto y mientras lo concretan sucede la vida”, según cuenta, forma parte de “Vertiginosa”, material que escribió en el marco de un curso que tomó con Ariel Farace en 2023 y que también trabajó con Rubén Szuchmacher en su taller de puesta en escena y dirección.
“Hay ficción dentro de la ficción, hay absurdo, ironía y hay vértigo porque, entre escena y escena, el tiempo ‘corre’”, advierte Tale, que también imprimió mucho de su propia vida: “Soy actriz, mis amigas también lo son y, entre otras muchas cosas, creo que está mi opinión sobre el teatro que hacemos, el sentido de lo que llamamos éxito, la construcción de una obra artística”.
- ¿Cómo conformaste el equipo de trabajo?
-Con María Guimarey y Bárbara Sánchez formamos parte de Teatro por la Identidad La Plata, donde nos conocimos hace años. Me atreví a invitar a mi hijo, Eloy Rodriguez Tale, que es actor, pese al miedo que nos daba a los dos que nuestro vínculo familiar estallara, pero funcionó. Me faltaba un personaje masculino y Barbi propuso a Fernando Cipolla, amigo y actor de su papá – el querido Omar Sánchez -. Fernando tenía ganas de volver a actuar después de años, le interesó el proyecto y así se completó el elenco.
En el taller de Rubén Szchumacher y Graciela Schuster me encontré con la artista plástica Balbina Lightowler. Con ella pensamos la puesta y realizó un panel, que es central en el dispositivo, hecho de material reciclado. Después, ya en La Plata, completamos escenografía, vestuario, luces y de todo con Gabriela Díaz, que es multifacética y, justamente, vertiginosa. El diseño sonoro es de Daniel Gismondi, gestor de espacio 44 y amigo del alma.
-¿Qué podés contar sobre la puesta en escena?
-La estética es minimalista y muy cuidada. Con los escasos recursos de una puesta independiente apostamos a lograr imágenes plásticas, bellas, algo cinematográficas. Y también atendimos a los efectos sonoros, porque los saltos temporales que tiene la obra se narran desde allí.
- ¿Cómo es, en este contexto, diseñar y asumir una temporada de teatro independiente?
-Uff... Difícil. El teatro independiente nunca generó riqueza, lo sabemos, pero por primera vez en veinticinco años de trabajo no conseguimos ningún incentivo estatal para la producción, para salvar, al menos, parte de los gastos del equipo y de la sala. Todos invertimos recursos propios y esperamos no perder plata si el público nos acompaña. No estoy hablando de ganar, estoy hablando de no perder. Y las entradas son bien económicas porque somos conscientes de que para la gente también es un esfuerzo planificar una salida. Pero nos apasiona lo que hacemos y no vamos a detenernos.
Fuente: EL DIA
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