viernes, 10 de febrero de 2012

La historia con sangre entra

Espectáculos / Tras diez años en las sombras, Penumbra se estrena en los cines nacionales. El director Adrián García Bogliano le cuenta a Diagonales.com los pormenores detrás de la película.


09.02.2012 | 19.37

Por Daniela Camezzana

Qué le hace una semana más a una película que espero casi diez años a la sombra, mientras los directores más inquietos de la escena independiente Ramiro y Adrián García Bogliano fueron realizando otras producciones. Lo cierto es que genera mucho malestar, más cuando la fecha pautada de ante mano para el estreno se modifica por el capricho (y la presión) de las distribuidoras de películas extranjeras. Sin embargo, los hermanos Bogliano, que han visto tanta sangre hasta llegar a esta instancia, prefieren reservarse para la batalla final: confirmar que el cine de suspenso y terror argentino es más que un fenómeno pasajero.

Pero vayamos por partes. Penumbra fue escrita en el 2001 luego de completar la última jornada de rodaje de Habitación para turistas, la primera película de Adrián como director. Al día siguiente de la cual estalló una de las más brutales crisis económicas e institucionales de nuestro país, ante la que el director no podía permanecer indiferente: "de alguna manera fue una respuesta a la crisis pero fundamentalmente a las cosas que venía pasando en el país. Ramiro y yo tenemos una relación bastante estrecha y extraña con España, yo nací allá y Ramiro vivió gran parte de su vida en ese país. A ambos nos daba la sensación que había muchas figuras españolas nefastas que se habían aprovechado de lo que sucedía acá sobre todo de la corrupción que reinó en los ´90. Creíamos que eso era una de las tantas causas que llevaron a la crisis del 2001. En ese momento, se me ocurrió contar una historia donde aparecieran algunos de estos arribistas españoles que nosotros hemos conocido bien y que por un lado señalan con el dedo a la Argentina al mismo tiempo están tratando de sacar beneficios."

Así nace el primer borrador del guión titulado Hispano, que con el tiempo terminaría por llamarse Penumbra, y cuenta la historia de Marga, una mujer de negocios española que de paso por Argentina les muestra un inmueble en alquiler a unos potenciales inquilinos. Como no podía ser de otra manera, no tardará en darse cuenta de que sus "clientes" no son lo que parecen y que detrás de su impostura se esconden macabros planes para ella y su departamento.

Sin embargo, y a pesar del interés que mostraban los productores a los que les enviaban el guión, no surgía la posibilidad firme para rodarla y los directores siguieron filmando de forma totalmente independiente. Adrián afirma que, en definitiva, "que pasara tanto tiempo desde la escritura del guión hasta su realización le sirvió mucho a la película. Porque más allá de que no estaba buscado, en un punto lo que le pasa a Marga, cómo se maneja, cómo se le vuelven las cosas en contra, remite a todo lo que ha pasado y a la crisis que tiene ahora España. Evidentemente eso no estaba pensando en aquel momento pero ahora es curioso como termina por coincidir con Penumbra." Y con un momento donde el cine de suspenso y terror argentino se planta en la pantalla grande.

CON SUDOR. Si bien el gran salto de la escena independiente al cine industrial de los hermanos García Bogliano se da con Sudor Frío, es en Penumbra donde comienzan a sentirse cómodos en las grandes ligas y apuestan a ultranza a lo mejor que tienen: los climas claustrofóbicos y un trabajo obsesivo sobre el ritmo. Adrián explica que, "en realidad, Penumbra muestra un proceso muy largo en busca de lograr abandonar la independencia para así poder hacer proyectos industriales. Hasta poder hacer Sudor Frío y Penumbra, tuvimos que hacer varias películas en el under para tener un poquito de crédito y, cuando finalmente lo logramos, nos interesaba seguir filmando en La Plata porque queríamos que estuviera el grupo con el que habíamos trabajado durante todo ese camino."

En Penumbras, con esta condición dada, fueron por más y armaron un elenco con grandes figuras de procedencias distintas, aunque el protagónico a cargo de la actriz española Cristina Brodo viene signado por aquellos tiempos. Bogliano es contundente: "es algo que habíamos soñado. De plano la actriz protagónica iba a ser española porque el guión así lo requería, pero lo chistoso es que ella es una actriz que nosotros admirábamos mucho cuando comenzamos a filmar por el 2001. No la habíamos pensado para el papel porque era muy jovencita en ese momento y necesitábamos alguien más cerca de los treinta. Pero a la hora de definir a quién poníamos en ese papel fue uno de los primeros nombres porque ahora daba bien para el rol. Es un personaje muy difícil, muy antipático y, sin embargo, creo que ella le aportó cierta humanidad para que la gente no se despegue rápidamente de la película." Por otro lado en la conformación del elenco vuelven a convocar a figuras populares no para un acto de presencia sino como elementos fundamentales para la trama.

Así son de la partida Arnaldo André (que rodó para el backstage, y a pedido de sus compañeros, una cachetada múltiple a todo el staff), Gustavo Garzón o Sebastián De Caro y en uno de los papeles protagónicos la joven actriz Camila Bordonaba. Al respecto Adrián dice que “para nosotros es un reto. En mi opinión hay mucha comodidad en los directores que les gusta trabajar con gente que ya signifique tal cosa o da prestigio a la película. A mí me encanta la idea de mostrar gente cercana a la cultura popular con gente que viene de otro palo más respetado por la crítica. En el caso de Camila Velasco –protagonista de Sudor Frío– era su primera participación en cine y la verdad dio todo por la película, pero en el caso de Camila Bordonaba me sorprendí muchísimo. Suele haber un preconcepto con la gente de la televisión, sin embargo es una de las actrices más increíbles con las que he trabajado y lejos la más profesional. Tiene un training increíble y le metió una cantidad de matices que yo estoy descubriendo al día de hoy.”

Sin embargo la diferencia entre ambas películas es marcada y está dada por una voluntad manifiesta de los directores. Para Adrián es simple: "Sudor frío es una película que desde un primer momento decidimos basarla en clichés y elementos típicos del género de terror. En cambio, en Penumbra queríamos llegar al terror por otro camino, a través de situaciones cotidianas, equívocos, diálogos, no son los típicos recursos para llegar a contar una historia de terror." Es la consagración de una senda que cada vez menos tiene que ver con el cine clase B y en las múltiples posibilidades encontró la complejidad de un género hecho y derecho del cine argentino.

Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-173075-seccion-114&Redirect=false-La-historia-con-sangre-entra.html

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