Viajar, conocer lugares, costumbres. Llevar y traer algo. Intercambiar formas de vida. Abrir la mente. Un día se encontraron en el medio de la selva conviviendo con una comunidad maya, aprendiendo y enseñando, y todo esto gracias al teatro: su pasión. Afortunados se sintieron de haber podido hacer todos esos recorridos sin demasiadas certezas. Haciendo, como diría Machado, "camino al andar".
Y aquí está el fruto de aquellas experiencias. Esos "manuscritos" que religiosamente escribían sobre cada lugar en el que pisaban, se transformaron en "Funámbulos Itinerantes", el libro que presentarán mañana y que ya ha sido declarado de Interés Cultural por la Municipalidad.
Fuente:http://www.eldia.com.ar/edis/20101206/espectaculos21.htm
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