Ciro Zorzoli. Exhibición y desfile fue la segunda propuesta del mejor director del año por Estado de ira
Estado de ira, Un dios salvaje, Avenida Q, entre lo mejor del año
Miércoles 29 de diciembre de 2010 | Publicado en edición impresa
Pablo Gorlero
LA NACION
¿Fuiste a ver Estado de ira?" Esa fue la pregunta más frecuente del público teatral y de los teatristas durante los meses que precedieron el estreno de esa impecable propuesta de Ciro Zorzoli que le llenó el Sarmiento hasta hace muy poco al Complejo Teatral de Buenos Aires. Sin dudas ese trabajo (con una inolvidable actuación de Paola Barrientos, al frente de un espléndido elenco) fue una de las propuestas más llamativas de este 2010 que se va. Y si uno suma a esta propuesta esa expresionista versión de La vida es sueño , que montó Calixto Bieito, y la pintura a lo Villanueva Cosse de Viaje de un largo día hacia la noche , entre otras obras, no queda más que reverenciar al CTBA por haber logrado excelencia, a pesar del inmoral olvido de las autoridades porteñas por su presupuesto y el discretísimo paso de su 50° aniversario. Pero este 2010 también originó el gran cambio en ese ámbito oficial capitalino: Kive Staiff dejó su puesto para cedérselo a Alberto Ligaluppi, mientras que Darío Lopérfido es ahora quien se encarga de la programación del Festival Internacional de Buenos Aires.
Por el lado del Teatro Nacional Cervantes, la estupenda versión de El conventillo de la Paloma hizo renacer la sala María Guerrero, con llenos totales y hasta la reapertura de la tertulia, luego de muchos años de estar inutilizada.
El Polo Circo y su festival crecen a pasos agigantados, mientras que la llegada del Cirque du Soleil, con Quidam, además de otras propuestas alternativas en la misma línea, reafirman no sólo el crecimiento de las artes circenses, sino de su público.
El teatro comercial tuvo la buena fortuna de arrancar la cartelera de la avenida Corrientes con esa joya de Yasmina Reza que es Un Dios salvaje , con cuatro actuaciones impecables, sobre todo de Florencia Peña y María Onetto. La dramaturgia de Arthur Miller también se hizo presente en forma categórica: al montaje de Viaje de un largo día... se sumaron Todos eran mis hijos y El regreso del Monte Morgan , en interesantes versiones de Claudio Tolcachir y Daniel Veronese, respectivamente.
A metros del Obelisco, Antonio Gasalla no paró un solo día de llenar El Nacional y batió récords; las Brujas regresaron para volver a encantar la avenida Corrientes y Alfredo Alcón se unió a Guillermo Francella para formar una dupla tan atípica como exitosa con Los reyes de la risa.
Entretanto, el género musical explotó con propuestas tanto comerciales como independientes, pero, por lo general, con una excelencia que lo hizo brillar. La irreverente Avenida Q fue la gran sorpresa que reveló actores, directores y adaptadores en una de las mejores apuestas del género de los últimos años. Del mismo modo, Despertar de primavera tuvo una impecable versión local, al igual que el primer Sondheim que llega a la Argentina: el Sweeney Todd que sumó a Julio Chávez a las lides del género, junto con la gran Karina K (grande sin dudarlo) y un director como Ricky Pashkus. También volvió Chicago , título estrella, y el género regaló un éxito del o ff: La Parka , ya convertida en obra de culto.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1337148
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