Dos personas en el centro de la escena. Dos hermanos varados en un campo de batalla, rodeados de muerte, desolación y antiguos rencores. Durante una hora, en Nortfolk pesan la incertidumbre y la desesperación. Luego de girar por Cuba y Venezuela, la obra se presenta nuevamente en La Plata
Textos: Ulises Rodríguez
En Nortfolk se mezclan recuerdos de la infancia, rencores familiares, momentos de felicidad, y se establece un paralelo con la memoria. En fin, se crea un lugar utópico donde todos querrían vivir, pero no saben en realidad si existe o si algún día llegarán a él.
La génesis se dio en los talleres de actuación del grupo La Cuarta Pared. “Los profesores no exigieron que elijamos una obra para representarla, pero nuestro capricho e irreverencia nos empujó a ponernos en el papel de dramaturgos, y empezamos a diagramar a dónde ir, y qué contar”, dice Nicolás mientras se acomoda su peinado hitleriano y sigue con su verborragia a flor de piel.
“Hay muchas cosas que nos incomodaban del ambiente teatral, entonces empezamos a crear una obra que hablara también de las falencias, del histrionismo que detestábamos, pero a su vez del mundo maravilloso que sugiere el teatro, entonces decidimos elegir nuestro lugar imaginario, un ideal inconsciente llamado Nortfolk”, explica el actor.
El amor y la guerra
En la obra muestran un sinfín de historias y cuestiones relativas al hambre, la libertad, el arte, la guerra, los sueños.
-¿Qué los llevó a tratar esa temática?
-Teníamos con mi compañero Guillermo un montón de certidumbres en común, lecturas, puntos de vista y curiosidades afines, entonces queríamos plasmar todas esas situaciones y mezclarlas en una obra de teatro, y para eso creamos ese lugar llamado Nortfolk. Y por suerte se fueron compatibilizando las ideas gracias a la tutela de Horacio Rafart y Gustavo Delfino en la dirección, y ellos nos dieron la oportunidad de presentarla en el festival internacional que organiza la compañía, y tuvimos una recepción impresionante de países como Brasil, Colombia, Perú, Chile, que se quedaron impresionados por la obra.
Y es que de verdad la obra impresiona, plantea conflictos, situaciones absurdas, humorísticas, y también rozan la tristeza infinita, todo ese menú es Nortfolk, y la verdad uno no siempre sale exhausto.
Dónde y cuándo
La obra se presenta todos los domingos, a las 20, en la Sala A del Pasaje Dardo Rocha (50 entre 6 y 7). La entrada tiene un valor de $15.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2010/07/04/pdf/tiempos.pdf
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