martes, 27 de julio de 2010

"Primer Encuentro del Espectáculo Platense"

27 Jul 2010

"Intensa relación vampírica" por Miguel Dalmaroni

Debo haber leído "Maldición eterna a quien lea estas páginas" poco después de la guerra de Malvinas, mientras mi hermano Daniel armaba una versión teatral de la novela junto a Marcelo Salvioli, Julio Salerno y Jaime Bashkansky. En septiembre de 1982 la puesta formó parte del "Primer Encuentro del Espectáculo Platense", una especie de réplica local de "Teatro Abierto".

Casi literalmente, todos teníamos veinte años. Al recordarlo ahora, noto que en nuestra memoria sensorial y emotiva, digamos, de aquellos días, predomina el tenor artístico de la representación; en cambio, sólo secundariamente experimentábamos (o recordamos haber experimentado) el peso político del texto, y casi se nos pasaba por completo inadvertido el nudo de la historia: las relaciones entre jóvenes y viejos.

Por supuesto, desde el director hasta los espectadores nos sabíamos involucrados en un activismo político, y ­aunque haya sido casual­ la elección de esa novela de Puig y no, por caso, de El beso de la mujer araña, era un modo definido de señalar en público algo sobre la opacidad ominosa pero ya vacilante de los tiempos que corrían. El beso... es una novela sobre la violencia política, es decir, sobre los primeros setenta y sobre la guerra revolucionaria en América Latina, pero es, además, una conversación entre dos hombres jóvenes, tanto como Cae la noche tropical lo es principalmente entre dos viejas.

Maldición eterna... es un libro sobre los efectos de la represión en la memoria, en el cuerpo y en la subjetividad, es decir, es una novela sobre los últimos setenta y sobre el exilio, pero es, además, una conversación entre un joven y un viejo que adoptan los papeles de padre e hijo y se van sustituyendo perturbadoramente en esos roles. Los que hablan son Ramírez, de 74, y Larry, de 36. El primero es un abogado sindical argentino, ilustrado, ex preso político, que vive en un hogar de ancianos ya en su exilio neoyorkino, estragados el cuerpo y sobre todo la memoria por los efectos de la tortura.

Larry es un profesor de historia desocupado que se gana unos dólares empujando la silla de ruedas de Ramírez y dándole conversación. Bloqueado todo recuerdo que dé sentido a las palabras, el anciano procurará afectarse una vida reemplazando su pasado traumático por el de Larry. Y aquí la imaginación de Puig es, más que experta, sabia: como toda relación prolongada entre un viejo enfermo y un adulto joven obligado a asistirlo, ésta es también una relación vampírica, donde se enmadejan ruego y extorsión, dolor e hipocondría, simulación y necesidad, deseo y rechazo, amor y odio.

Maldición... es una muestra de la maestría de todo Puig para la invención de eso que Alberto Giordano llamó "la conversación infinita", pero es en particular la novela de Puig donde los que dialogan son sólo intelectuales, lectores profesionales, compulsivos, y políglotas. Eso permite al escritor aprovecharse una vez más del psicoanálisis ­una materia que ya había trabajado en novelas anteriores­. Aunque aquí se trata más bien de un logro artístico de intensidad extrema, debido a lo que yo llamaría la extraordinaria y singular sensibilidad antropológica de la escritura de Puig: el ejercicio de psicodrama al que ­por la insistencia demandante de Ramírez­ se entregan viejo y joven, es al mismo tiempo exploración peligrosa de los juegos infantiles de fingimiento (y dale que vos eras..., y yo era...) y de la teatralidad constitutiva de la subjetividad como estrategia desesperada de supervivencia y de manifestación del deseo.

Por supuesto, Manuel Puig sabía que el objeto de esa desesperación tiene siempre unos pocos nombres intercambiables, esos que posiblemente nadie haya escrito mejor que él: "mamá", "papá", "hijito", "amor", "felicidad".

También participaron entre otros del "Primer Encuentro del Espectáculo Platense" (1982)

- Escorial, La Leyenda Negra de Michel Chelderode en versión libre de Rafael Cellini, con el Teatro de Arte Popular de la Plata, en la Sala del Círculo Italiano Platense y en la facultad de Humanidades de La Universidad Nacional de la Plata.

- El director de teatro Augusto Fernandes en el TEM (calle 62 Nº1035) La Plata

- Jorge Alfredo Barreiro logró el primer Premio de afiche para el “Primer Encuentro del Espectáculo Platense”.

Fuente: http://edant.revistaenie.clarin.com/notas/2010/07/27/_-02206110.htm

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