sábado, 24 de julio de 2010

El terror bien entendido

Plaza de Ideas

24-07-2010 / Una charla sobre el cine nacional con Adrián García Bogliano que tuvo la singularidad de un intervalo de casi siete años

En medio de pelucas, escenografía y parte del vestuario, Adrián García Bogliano retoma la charla que estuvo en pausa durante siete años. “En estos años pasaron muchísimas cosas. En aquel 2003 estábamos con Habitaciones para turistas que se iba a estrenar un año después en el BARS (Buenos Aires Rojo Sangre) y estaba terminado de filmar una película que hice, paralelamente, de una manera mucho más guerrillera, en base a improvisaciones y con un presupuesto minúsculo, que fue una película que se llamó Grité una noche, que estrenamos en 2005.

Y a partir de esta última, en la que pudimos acelerar todo el proceso de filmación y postproducción, y de Habitaciones…, que fue una película que tuvo una repercusión muy buena; empezamos a pensar en la posibilidad de empezar a producir a un nivel mucho más veloz. Habitaciones…,fue una película que, en realidad, tardó cinco años. Y a partir de ahí, lo que decidimos fue no detenernos, seguir haciendo películas.

Después vino 36 pasos, un film muy ambicioso, hecho con nada de presupuesto pero con un montón de locaciones, con un montón de actores, y fue como duplicar la apuesta de Habitaciones… en cuanto a complejidad, cantidad de efectos especiales. Y ya una vez que hicimos 36 pasos, todo el equipo y yo comenzamos a sentirnos más preparados como para empezar a enfrentar algún proyecto industrial. Esto fue en el año 2006.

Después filmamos No moriré sola, que también la hicimos con muy poco dinero, pero ya empezamos a mover este proyecto que es en el que estamos ahora, Penumbra, y del que escribí la primera versión del guión entre diciembre de 2001 y enero de 2002. Después, mi hermano se sumó al guión en las sucesivas reescrituras y ante el No moriré sola se dio un cambio importante y ya nos sentíamos preparados como para poder enfrentar películas de cualquier presupuesto y de distintas magnitudes.

En el medio, Ramiro y yo recibimos una oferta para ir a dirigir una película por encargo a Costa Rica, un proyecto muy interesante que se llama Donde duerme el horror, que es una película que se estrenó el 5 de junio pasado en ese país y va a empezar a girar por todo Centroamérica. En Costa Rica, en la semana del estreno, competía con Sex & the city 2 y le ganó. Para nosotros fue una sorpresa impresionante. Hacer una película que reúne algo así como 30 mil espectadores en un país muy pequeño es algo fantástico y que nos llena de alegría.

Y, en el medio, y para no detener nuestra propia propuesta independiente, hicimos Masacre esta noche, que es nuestra última película absolutamente independiente y este año surgió la posibilidad de hacer dos películas industriales a falta de una: este proyecto Penumbra, que nos llevó muchos años que saliera y el otro que salió más rápido y que fue Sudor frío”.

• ¿Qué diferencias encontraron al pasar del cine independiente al industrial?

• Los tiempos son distintos y también tenés otros tipos de limitaciones en cuanto a que cuando trabajás con un equipo de gente que no cobra por su trabajo hay un compromiso mayor hacia esa gente porque es muy difícil pedirles algo si no hay una renumeración. Pero también se dan cosas como quedarse 18 horas filmando si están todos de acuerdo y están predispuestos. En cambio, en una película industrial, cosas de ese estilo no existen. También el hecho de tener una tecnología superior y mayor equipo de luces implican un movimiento mayor y una velocidad menor para filmar. Por eso estoy convencido de que para nosotros fue muy bueno pasar por diferentes tipos de películas en nuestra experiencia independiente.
Una película como 36 pasos sería imposible de filmar a nivel industrial en la Argentina por la cantidad de planos, la cantidad de actores y la cantidad de locaciones que tiene. Si lo tenés que pagar es imposible. Pero, por otro lado, el haber hecho esa película me dio muchas herramientas como director y haber hecho otra como No moriré sola me dio mucha capacidad de síntesis, en cuanto a ser sintético con la cantidad de planos.

• Desde Habitaciones para turistas, Paura Flics se caracterizó por darle mucha importancia a la web como una herramienta de difusión.

Desde siempre ha sido una cosa en la que hemos trabajado mucho, particularmente Hernán Moyano. Él es el que lo ha ejecutado siempre, un elemento clave a la hora de la difusión y de encontrar elementos alternativos, porque incluso para películas de mayor presupuesto no vas a tener tanta suerte de encontrar los mismos medios que tiene Avatar para publicidad, entonces hay que hallar canales alternativos y encontrar, focalizar e ir a quien vos pensás que es tu público. Es una cosa bastante excitante tratar de encontrar una estrategia, una forma de vender la película, porque generalmente se trata de que llegue a un público. La idea es que la película llegue a quien tiene que llegar. De todos modos siempre he pensado que los filmes si uno les pone corazón terminan llegando a su público, lo terminan encontrando. Pero es algo a largo plazo, el boca a boca hace que a lo largo de años una película pueda llegar a ser recordada, pero lo ideal sería que la película llegara a un público amplio lo más rápidamente posible.

• En literatura, cuando uno aborda determinado género como puede ser el policial, hay elementos constitutivos que no pueden faltar. ¿Cuáles serían esos elementos en el cine de género que ustedes abordan?

• Sería un poco difícil decir “este es el elemento”. En algún sentido, vos agarrás las películas de terror italianas de los años ‘70 o en los últimos años el cine de terror asiático y lo tratás de comparar con los slasher o las películas de zombies, y cada género tiene cosas muy diferentes. Creo que en algún punto, para nosotros, lo único que es elemental es apelar a que haya elementos reconocibles, concretos, y que la película tenga una identidad. A partir de que la película tenga su identidad y vos puedas decir “esta película transcurre en Argentina” o “estos elementos me suenan como argentinos”, las películas pueden generar un sentimiento. Es muy difícil que de una cosa completamente abstracta, una cosa sin tiempo ni espacio definidos generar, por ejemplo, miedo, porque no producís una empatía o una identificación con el espectador. A mí me pasa que uno ve las películas de terror asiáticas y esa cultura es evidentemente muy diferente a la nuestra pero uno los ve claramente a ellos. No tratan de simular que son películas americanas. Hay elementos de identidad muy claros de los asiáticos, cosas culturales que uno no llega a comprender, pero uno intuye que esos son ellos y eso es lo que en definitiva genera inquietud e interés, y no hacer un calco de algo que culturalmente no pega.

• Quizás por esto, las películas que realizaron funcionaron tan bien en los Estados Unidos.

• Eso es lo interesante, porque Habitaciones... es un film que nosotros tomamos casi paso por paso de lo que es el subgénero slasher que hicieron los propios americanos, que inventaron o al menos hicieron grande. Me causó muchísima impresión que la película tuviera tanto éxito en los Estados Unidos, pero finalmente era hacer eso: tomar algo muy norteamericano e incluirle los paisajes, la forma de hablar y determinadas situaciones que tengan que ver exclusivamente con la Argentina. Fue una cosa curiosa, porque después compraron los derechos para hacer la remake y a la hora de hacer el guión les resultó muy difícil. Cuando la trataban de volver norteamericana, la película dejaba de tener interés. Es como una película más gringa. Pero creo que es por el hecho de jugar dentro de un terreno reconocible y poner elementos que son culturalmente diferentes. Y fue lo que nos pasó en Costa Rica, fuimos a filmar ahí, era la primera película de terror costarricense y partimos de dos cuentos clásicos: uno de Joseph Conrad y “La pata de mono”, de William Wymark Jacobs, que ha sido versionada por Stephen King en Cementerio de animales. Son cosas que ya viste, pero de pronto entra en juego el acento, la forma de hablar y esos paisajes que no se encuentran en ningún otro lugar. Entonces ves una película de terror emplazada ahí y es una cosa completamente diferente, eso juega muchísimo. El ritmo de los actores, la forma de moverse, distintos elementos culturales que están ahí que son geniales.

• ¿Cómo fue esa experiencia?

• Fue muy interesante, una película que hicimos por encargo y con la que nosotros quedamos muy contentos porque tiene algunas secuencias en las que logramos plasmar algunas de las cosas que a nosotros más nos gustan. Es una película que tuvo una repercusión dispar. Hubo gente a la que le gustó muchísimo y gente que la odió profundamente. Pero, en general, cuando nosotros entrábamos a la sala para verla, sentíamos que la gente estaba impactada por lo que estaba viendo, y la sensación general es como que nadie había visto esa película.

• No es fácil insertarse en la industria. Mucho menos lograrlo desde un género como el que ustedes abordan.

A nosotros nos ha costado sangre, sudor y lágrimas. Tenemos películas editadas en buena parte del mundo, estrenamos antes en cines de los Estados Unidos y Centroamérica que en cines de acá. Es muy loco, porque ha sido como un camino muy difícil a la vez que muy curioso y reconfortante. Hace poco, un amigo, director de género que se llama Daniel de la Vega hacía un listado de las películas de terror que están en proceso y fue muy interesante descubrir que hay como 6 o 7 títulos en diferentes estados de producción y avaladas por el Instituto de Cine. Es un escenario nuevísimo y muy interesante, que tiene que ver con una lucha que hemos tenido durante años muchos directores y muchas productoras, intentando desde el under, desde el cine independiente, demostrar que se puede hacer cine de género acá en la Argentina.
Igual, el proceso está bueno porque es a prueba y error, entonces se han ido depurando cosas y me parece que ahora podemos llegar al público nacional con un poco más
de madurez de lo que pudo haber sido hace 10 años.

• El recorrido fue bueno…

• Sí, el recorrido fue bueno. Lento, pero bueno.

• Después de Sudor frío y de Penumbra, ¿qué?

• Veremos, descansar un poco, porque el año pasado hicimos dos películas, este año otras dos y se superpusieron Sudor Frío y Penumbra, igual hasta fin de año vamos a estar postproduciendo.

• ¿Y 2011 será sabático?

• De ninguna manera. Estaremos haciendo algo nuevo, pero por ahora estamos abocados a esto, a terminar y hacer dos buenas películas, que me parece muy importante porque son nuestra carta de presentación dentro del cine industrial acá. Y, por otro lado, también son dos oportunidades importantes para poder hacer despegar el género, no sólo para nosotros sino para un montón de gente que está intentando hacer sus películas.

• Cuando una película como El secreto de sus ojos gana el Oscar, ese galardón, ¿le sirve sólo a su director o a todo el cine argentino?

• Creo que un reconocimiento internacional como ese es positivo para todo el cine argentino. A partir de ahí se genera un movimiento y un interés hacia toda la cinematografía del país. Igual, más allá del reconocimiento internacional, creo que es una película que a mí me parece muy interesante por como captó esa enorme cantidad de público que normalmente el cine argentino no puede captar. Es como una cosa medio triste, porque normalmente una película argentina se considera exitosa cuando pasa los 10 mil espectadores. La mayoría de los filmes argentinos no llegan a esa cifra y es un listón bajísimo. No porque todas las películas vayan a hacer 2 millones y medio de espectadores como El secreto de sus ojos, claro, pero el público está, y las películas podrían hacer 50 o 100 mil espectadores al menos. En el cine español suele pasar algo similar con una o dos películas que salvan el año. Pero sería bueno levantar la media y que no sea cuestión de repetir “bueno, hizo 10 mil espectadores”. Eso sería algo interesante.

• ¿Sudor frío ya tiene fecha de estreno comercial?

• Sudor frío tenía fecha inicialmente para el 26 de agosto pero como no hemos llegado con la copia de la película estamos viendo que se va a demorar alguna semana el estreno, pero entre septiembre y octubre estará en las salas comerciales. En pocos días tiene que estar por llegar el trailer a las salas y ya está circulando por Internet.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-99951-medios-122-El-terror-bien-entendido-.html

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