Un espectáculo musical para toda la familia
Hoy a las 13.30
27.08.2011 | Un espectáculo musical para toda la familia
“El problema lo tienen los dueños de las disquerías, que no saben si poner nuestros discos en jazz, pop, infantil, música ambiente... No nos importa que no puedan encasillarnos. En todo caso, los que tienen que arreglárselas son ellos. Nosotros, en cambio, nos preocupamos por hacer música con cuatro saxos: eso es todo”, dijo en alguna oportunidad Jorge Polauner (saxo tenor y flauta) del grupo Cuatro Vientos, que con más de veinte años en el camino de la música hoy, a las 13.30, llegarán hasta la Sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino de La Plata (calle 51 e/ 9 y 10) para ofrecer un show a beneficio de el Comedor Ojitos Brillantes, la Casa Cuna, el Comedor Casita del Sol y el Club Platense de La Plata. El evento es impulsado por el primer coliseo bonaerense y por la Fundación YPF. Todos aquellos que deseen asistir deberán acercarse a partir de las 10 a la Oficina de Informes del Teatro con alimentos no perecederos, juguetes y ropa en buen estado.
Cuatro Vientos es un original cuarteto formado hace veintiún años por Diego Maurizi (saxo alto y clarinete), Jorge Polanuer (saxo tenor y flauta), Julio Martínez (saxo barítono) y Leo Heras (saxo soprano y clarinetes) que se caracteriza por ofrecer una visión desacartonada de la música y del placer que produce ejecutarla. En sus espectáculos combinan música y humor con un repertorio ecléctico conformado por canciones de películas, standards de jazz y temas propios con aires folclóricos, tangueros y latinoamericanos.
Hace algunos años, cuando el grupo cumplió quince no dudaron en afirmar que “Cuatro vientos va a seguir más allá de sus integrantes, porque el proyecto nos trasciende a todos”, y en eso andan, dando vueltas por todo el país sin prisa pero a ritmo sostenido. Al respecto, Diego Maurizi comentaba: “La verdad es que permanecer tanto tiempo en la Argentina con un grupo en el que sos feliz tocando, y que además te permite trabajar y tener un ingreso económico, es algo que tenemos que agradecer. Y que no hicimos solos: hubo mucha gente con la que compartimos cosas de una u otra manera: Les Luthiers, Opus Cuatro, muchos”.
Individualmente, los Cuatro Vientos integraron diferentes orquestas sinfónicas, grupos de rock y de jazz, como la Orquesta Nacional de Tango Juan de Dios Filiberto, la Santa María Jazz Band y Los Abuelos de la Nada en el caso de Polauner. El punto de partida fue pensado como un espectáculo más para los chicos, pero con el correr de las funciones se amplio para la familia toda.
Los músicos logran tal interacción entre el escenario y la platea que la fiesta comienza con los primeros acordes y culmina cuando los artistas invitan al público a compartir el show. El juego de complicidad con los espectadores incluye el desplazamiento por distintas épocas y estilos, siempre con situaciones teatrales, toques de humor y movimientos coreográficos.
Entre sus trabajos discográficos se destacan Soplando una historia a los cuatro vientos (1988), El saxo mágico (1994), Música para tirar al techo (1996), La tempestad (1997), Alma de saxofón (1999), Pobrecitos los tramposos (2001), Quince años de Cuatro Vientos (2003) y Sudestada (2006),
Tal como se mencionó, el grupo se ha presentado en la Argentina y en el exterior junto a otros artistas, como el grupo Tangos y Tragedias de Porto Alegre (Brasil), Opus Cuatro (Argentina), Gerardo Flach (Brasil), Marcos Mundstock (integrante de Les Luthiers) y Lito Vitale (en televisión), además de haber efectuado enriquecedoras contribuciones a las grabaciones de, entre otros músicos, el Chango Spasiuk, Gerardo Flach, Andrés Calamaro y Bob Telson.
“Nunca tuvimos la preocupación de durar. Más bien fuimos haciendo el camino. Pero es verdad que siempre tuvimos otras cosas, cada uno por su lado, y nunca pensamos que íbamos a dedicar la mayor energía a Cuatro Vientos”, comentó el saxofonista Julio Martínez. Y quizás el secreto de su éxito radique precisamente en esa inconciencia primigenia que siempre debiera existir en la música. Porque cuando no se pierde de vista lo lúdico la música encuentra su razón de ser y la disfrutan tanto los músicos como los espectadores. Frase trillada o no, “no hay nada mejor que observar a un niño reírse”, por eso todos aquellos que deseen capturar ese momento solamente deberán acercarse hoy a la Sala Ginastera del Argentino.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-155009-En-el-Argentino-soplan-vientos-a-beneficio.html
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