domingo, 2 de octubre de 2011

En una playa junto al mar no todo es diversión

La realizadora (y cantautora) platense Laura Citarella llega a su ciudad con Ostende, su ópera prima

7º Festifreak

Diagonales / 02.10.2011 | La platense Laura Citarella desembarca en el Festifreak con Ostende

Vaya a saber por qué motivos las playas (luminosas u oscuras) siempre seducen. Quizás por ese eterno retorno a la orilla que plantea el mar, con mayor o menor virulencia, con más o menos espuma y caracoles. No necesariamente debe visitárselo en temporada y todo puede pasar en esos parajes. Así podemos descubrir desde un grupo de amigos que guitarra en mano viven sus “andanzas” (a lo Donald) hasta un thriller heredero de las mejores enseñanzas de Hitchcock.

Este último camino es el que elige transitar la realizadora (y cantautora) platense Laura Citarella con su ópera prima Ostende, que no nació como un largometraje. ¿Cómo lo hizo? “En realidad habíamos llamado corto a algo que todavía no tenía ni guión, ni forma, ni duración, ni nada. Yo tenía ganas de volver a dirigir y supongo que todos -con mis compañeros de El Pampero Cine- teníamos ganas de salir a filmar. Lo primero que apareció fue la idea de filmar algo en el Viejo Hotel Ostende. Supongo que casi paralelamente surgió la idea de trabajar con Laura (Paredes).

Y así fueron surgiendo las ideas, más generales, en relación con el tipo de cine que quizás nos interesa a nosotros. Ahí me fui a escribir al hotel, que en ese momento estaba cerrado. Ese viaje sirvió muchísimo para entender cómo se iba a organizar el espacio en la película: las habitaciones, los pasillos, las escuchas a través de las paredes, los recorridos recurrentes dentro del hotel. Escribí una primera versión del guión que duraba ya -sin desarrollo y sin final - alrededor de 30 páginas.

Ahí empecé a trabajar con Mariano (Llinás). Yo escribía y con él veíamos cuestiones más estructurales y generales. A partir de entonces el guión empezó a tomar forma. Sería una pavada decir que yo no sabía internamente que esto no era un corto. Pensaba más bien en un mediometraje, no se si en un largo”.

Pero la historia siguió creciendo y creciendo. “Se filmó el guión tal como estaba escrito (37 páginas en 7 arduas jornadas de diciembre al sol). Después, cuando vimos un primer armado y nos dimos cuenta de que era un largometraje, decidimos hacer algunas retomas y filmar algunas escenas que hacían falta por motivos estructurales. El proceso de la película en general fue muy confuso. Desde no saber bien qué íbamos a hacer hasta terminar entrando al Bafici.

Creo que el proceso de entenderla me llevó más tiempo que nunca. Fue muy raro terminar de encontrarla en la sala de sonido. Durante mucho tiempo trabajamos con un offline que tenía cartelitos con indicaciones de sonido (‘ruidos detrás de la pared’, ‘gemidos de sexo’ y esas cosas). De repente, durante el armado de sonido, me encontré con otra película. Es como si la película de esa forma se hubiera agrandado, se hubiera abierto aún más, como si la misión del sonido en esta película fuera que la película respirara o algo así”, comenta Laura a Diagonales.

–¿Es una película introspectiva o que nace de la introspección?, ¿qué particularidades pensás que tiene?

–No sé si es una película introspectiva pero sí fui descubriendo con el tiempo que tiene muchos atributos femeninos, uno de ellos la curiosidad, y de ahí viene esa especie de voyeurismo que atraviesa a casi todas las escenas. Es raro como funciona esto. El personaje observa todo el tiempo, se detiene en situaciones, quizás hasta se obsesiona un poco, pero también se distrae todo el tiempo, se dispersa. Esa es una cualidad bastante femenina (no solo inherente a las mujeres, claro). La película más que buscar ser psicológica o introspectiva es un tratado (muy buscado) de la ficción y de la construcción de la ficción a través de las infinitas posibilidades de narrar historias.

En estos días que corren puede apreciarse a una generación de realizadores filmando, produciendo, estrenando. Una suerte de ebullición, de efervescencia. Teniendo en cuenta esto, ¿es posible hablar de un “movimiento”?, ¿comparten códigos, metodologías, temáticas? “No sé si se está viviendo un momento de efervescencia. El término ‘nuevo cine argentino’ se viene aplicando hace años, cada vez que los críticos -a veces un poco vagos- descubren una seguidilla de películas buenas. Es un buen momento porque hay muchos buenos directores ya establecidos y otros emergiendo. Pero también es cierto que hay muchos directores que no están pudiendo filmar o que están teniendo que atravesar largos procesos para terminar sus películas. Cada vez cuesta más filmar y hay muchas películas frenadas”, lee Citarella sobre la actualidad del cine argentino y esa lectura va en sintonía con la planteada por su colega Santiago Mitre (El estudiante) entorno a las dificultades que suelen que aparecer a la hora de financiar y distribuir los filmes. Nosotros, con El Pampero, venimos haciendo películas hace tiempo. Nunca contamos con apoyos estatales (salvo yo, personalmente, que gané un premio de Historias Breves en 2005). Durante mucho tiempo pensamos que la crítica, el debate, e incluso el hecho de hacer películas de esta manera, cambiarían un poco el paradigma de producción. Ahora se está viviendo un momento de ‘intercambio’ de ideas y de repente está pasando que los que vienen de un lugar más ‘industrial’ se están fijando en lo que están haciendo este tipo de sistemas. Pero falta mucho tiempo y mucho trabajo. No es que, porque (Juan José) Campanella haya logrado que El estudiante participe de la preselección de los Oscar, se lograron cambiar las políticas de financiación, distribución y exhibición burocráticas y a veces corrompidas que tenemos en la Argentina. Es un sistema que todavía tiene mucho que hace y mucho por descubrir. Nosotros, mientras tanto, seguimos haciendo las películas de la manera que las sabemos hacer. La industria tiene su sistema. A esta altura, supongo que nosotros tenemos el nuestro y que cada cineasta que tenga ganas de hacer películas contra todos los pronósticos tendrá el suyo propio. Nadie que viva el hacer películas con un alto nivel de amor por el cine, va a dejar de hacer las películas que quiere que existan, cueste lo que cueste”.

–¿Qué elementos pensás que no pueden faltar en una película?

–No estoy segura de qué elementos no pueden faltar en una película. Sí sé lo que a mí me gusta hacer con las películas y lo que me gusta trabajar en particular. Yo estoy asociada a El Pampero Cine, una productora independiente que integro con Llinás, Moguillanksy y Mendilaharzu. Venimos trabajando juntos desde hace mucho tiempo. Nos gustan las mismas cosas, pasamos mucho tiempo juntos, trabajamos juntos. Indefectiblemente, nos influenciamos unos a otros todo el tiempo y estamos atravesados por los mismos intereses en cuanto al cine.

–Y en cuanto a Ostedende, ¿dónde estarían estos intereses en común?

–La película está cargada de recursos y elementos que están en otras peliculas nuestras. La cámara y las ópticas que usamos en Ostende son las que venimos probando con la película de Mariano, que se está filmando hace tiempo. Los actores que aparecen en la película, también aparecieron o aparecerán en otras. Los recursos narrativos, la idea de tomar la narración como un empeño interminable y la pluralidad de líneas narrativas que van apareciendo, tienen mucho que ver con los guiones de HHEE y de Castro. Supongo que esas son las cosas que nos interesan del cine. Además, creo que escribimos películas sólo para después poder filmarlas, para vivir de rodaje.

Laura comenta que por estos días está tratando “de hacerme tiempo para grabar un disco” (su segundo) y “de sentirme a escribir una película de la cual tengo algunas escenas sueltas escritas” y en la que se propondrá “ir todavía mas allá, más a fondo, investigando, pensando y expandiendo las ideas".

CRONOGRAMA

HOY

A las 16, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 1º piso, Cine Select). Competencia de cortos / Videoclip.

A las 16, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, Sala Polivalente). Se proyecta: Los maestros Locos, retrospectiva Jean Rouch.

A las 16, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 2º piso, sala B). Se proyecta: Formas Breves / programa de Gabriela Golder.

A las 16.30, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, Sala Polivalente). Se proyecta: Yo, un negro, retrospectiva Jean Rouch.

A las 18, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 1º piso, Cine Select). Competencia de cortos / Ficción Programa.

A las 18, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, Sala Polivalente). Se proyecta: El año pasado en Marienbad, retrospectiva Alain Resnais.

A las 18.30, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 2º piso, sala B). Work in progress / Ezequiel Acuña.

A las 18.30, en Cinema Paradiso (46 e/ 10 y 11). Se proyecta: Hiroshima mon amour, retrospectiva Alain Resnais.

A las 20, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 1º piso, Cine Select). Se proyecta: Ostende. Dirección: Laura Citarella.

A las 20, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, Sala Polivalente). Se proyecta: En el Futuro. Dirección: Mauro Andrizzi.

A las 21, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 2º piso, sala B). La banda La Patrulla Espacial musicaliza en vivo el clásico mudo Octubre, de Serguéi Eisenstein.

A las 21, en Cinema Paradiso (46 e/ 10 y 11). Se proyecta: Juntos. Dirección: Matías Armand Jordal.

A las 21.30, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, Sala Polivalente). Se proyecta: True Love. Dirección: Ion de Sosa.

A las 22, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 1º piso, Cine Select). Competencia de cortos / Documental.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-160400-En-una-playa-junto-al-mar-no-todo-es-diversion.html

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