sábado, 22 de octubre de 2011

“Es una propuesta jugada, caminamos por los bordes”

María Leal y Emilia Mazer, dos de las mujeres de José María Muscari, en su paso por la ciudad de La Plata

Ocho mujeres

Diagonales / 22.10.2011 | Con notable elenco, llega al Coliseo la obra dirigida por Muscari

Alguien dijo que en las adversidades sale a la luz la virtud. Y las miserias, podría acotarse. Nadie sabe quien es hasta que la vida le juega una broma pesada. Y vaya que lo es pasar una navidad bajo llaves en una casa en la cual el dueño no aparece con una sidra sino con… un cuchillo en la espalda. Sobre ese eje versa 8 mujeres, la cantidad de femmes que presentes en esa campiña francesa la noche del crimen y entre las que se halla una culpable. La obra, escrita por Robert Thomas, tuvo su versión cinematográfica y tras un año exitoso en el Tabarís llega a nuestra ciudad, esta noche a las 21, en el Teatro Coliseo Podestá (10 e/46 y 47). La puesta corre a cargo del ascendente y talentoso José María Muscari y el elenco es tan heterogéneo en su conformación como homogéneo en su calidad: María Leal, Norma Pons, Cecilia Dopazo, Emilia Mazer, Mónica Villa, Hilda Bernard, Silvia Pérez y Violeta Urtizberea.

Muscaris, Leal y Mazer se acercaron a la redacción de Diagonales y expresaron su felicidad por visitar La Plata. “¡Obviamente! -introduce el director- En principio con mucha expectativa de traer un espectáculo de estas características a La Plata. El público platense es muy afectuoso y muy teatrero. Yo traje varios espectáculos que fueron muy bien. Está bueno antes de encarar el verano venir al Coliseo, que genera una magia y un encanto especial, tan importante para la gente de acá”.

¿A qué remite al enfatizar las “características”? Parece claro: “En principio, armar un elenco con ocho actrices, que las ocho sean conocidas por el publico y que ante todo, la factura escénica y de la calidad con que lo estamos haciendo. Es algo que está bueno, sobre todo en este momento de mi carrera y mi recorrido. Me siento súper joven. Tengo 34 años y creo que está buenísima la experiencia de dirigir un espectáculo como este. Y que además el público lo elija”. Si bien el trabajo que implica es mucho “me resultó muy placentero. Ocho actrices muy dispuestas a probar y hacer lo que yo tenía ganas”.

La obra que -como remarcan a lo largo de la nota- fue un éxito en Capital, será estrenada el 1º de diciembre en el teatro Lido. Otra buena noticia desde aquella inicial, cuando surgió el proyecto. María Leal recuerda: “Fue un placer. Primero porque yo quería trabajar con José desde que vi una obra de él: Electra. Entonces dije: yo con este chiquito voy a trabajar, para no quedarse. Hay que estar con los chicos, con los jóvenes, compartir. Aparte sentía que tenía suficiente locura para estar y seguirlo. Con respecto a la obra, había visto la película. Me parecía algo diferente hacer una obra de suspenso. Y entonces así nos embarcamos en este proyecto. Gracias a dios, porque me hace muy, muy feliz. Creo que caminamos por los bordes… es una propuesta muy jugada la de Muscari y estoy haciendo algo muy diferente lo que hice en otras oportunidades”. Y prosigue en elogios a Muscari: “Por primera vez en 45 años un director viene todas la semanas a ver su obra, con un papel, con un lápiz. Agrega textos, cuida su espectáculo y aquí está, haciendo prensa. La semana que viene vamos a Rosario, Santa Fe, Paraná y viene con nosotros. Sigue su obra cuando puede, porque tiene mucho trabajo”. Ese seguimiento implica una gran protección para el actor. “Absolutamente -asiente la actriz-. Porque en una comedia de este tipo se corre el peligro: un poquito más y te pasaste de la raya. Porque la gente se ríe tanto… eso puede pasar que haga mal a los actores y nos desboquemos… esa es la red que nos protege: la red que teje José”.

Emilia Mazer coincide y agrega: “Me pone contenta formar parte de estas Ocho mujeres, me encanta laburar con estas actrices. Con María ya había compartido escenario y tele”. Y remarca: “El público de La Plata es exigente”.

Muscari indaga en la obra: “Lo que plantea es que en un familia de alto poder adquisitivo en los años ‘50, en las afueras de Francia. Hay una mujer (María Leal), dueña de casa y casada con dos hijas, que son Violeta Urtizberea y Cecilia Dopazo. Hay un ama de llaves de toda vida que es Norma Pons y una mucama nueva en ascenso (Emilia Mazer). La dueña de la casa tiene una hermana con la que posee una relación bastante áspera (Mónica Villa), una cuñada (Silvia Pérez) y una madre (la gran actriz Hilda Bernard, que nos acompaña con 91 años cada noche en el escenario). En un desayuno familiar aparece el dueño de casa muerto, asesinado con un cuchillo en la espalda. Y estas mujeres quedan encerradas e incomunicadas. Esto obliga a que en el transcurso de un día empecemos a conocer los secretos de estos personajes. Ese es el disparador, la sinopsis. Pero en realidad es un pretexto para hablar de cuestiones universales: el hombre y la mujer, el amor, la conveniencia en el amor, el dinero en la familia, la especulación”.

Más allá del atractivo título, el enfoque de tales problemáticas no es femenino: “El pretexto es que actúan ocho mujeres. Pero el gran protagonista es el hombre muerto -aclara Muscari- Entonces ahí hay algo complejo. No son mujeres que se juntan a hablar de hombres sino que en realidad son mujeres que ni siquiera se juntan. En una situación extrema hablan de sí mismas y de la relación que tienen con ese hombre. Todo eso de alguna manera pone de manifiesto la condición humana y eso explica el éxito. Un espectáculo dirigido solo a mujeres no sería elegido por el gran público, porque los hombres quedarían afuera. Y en ese aspecto tenemos muchos hombres en la platea porque se identifican con sus mujeres, sus nietas, sus hijas, sus amantes… y consigo mismos”.

María Leal advierte que ninguna de esas ocho mujeres “es una santa. Y una cosa interesante es que cada una de ella tiene un secreto diferente, o sea que se van develando los secretos de cada una”.

Respecto al rodaje de la obra y al constante perfeccionamiento, Mazer explica la dinámica para sostener la pulsión intacta: “El secreto de crear un ser vivo arriba del escenario es crear presente continuamente cada noche. La gran paradoja del actor es que siempre tiene un texto determinado, una puesta determinada y saber donde empieza el personaje, que transformación sufre y donde termina. Pero al hacer como si uno no supiera, y transitarlo cada noche, es una situación completamente nueva. Ese es el secreto de que un espectáculo esté vivo”.

Y con el espectáculo vivo, el único muerto es el dueño de la casa. Habrá que ver quién fue de todas ellas, y por sobre todo, quién es cada una de ellas.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-163309-Es-una-propuesta-jugada-caminamos-por-los-bordes.html

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