miércoles, 1 de septiembre de 2010

Cultura en cada pueblo

Doble Tour Un logrado espectáculo de la compañía Baladuex que llegó de Bélgica.

Circuito Nacional del Bicentenario

01/09/10 El País en el País. Con más de treinta grados, en Salta y Jujuy, se vieron obras locales y también de Hungría, Bélgica, Venezuela, Perú y Canadá. Parte del circuito que prevé una obra hasta en la Antártida.

PorJuan José Santillán
Salta y Jujuy. Enviado especial

Cierta perplejidad causó en los salteños los más de treinta grados de temperatura en pleno agosto. Y a ese calor seco, con un sol duro que cayó como aguja y obligó a muchos usar paraguas para protegerse, se sumó la movida teatral de seis días como acontecimiento en una ciudad sacudida por espectáculos de Hungría, Bélgica, Venezuela, Perú, Canadá, Córdoba, La Rioja y Buenos Aires. La sala Juan Carlos Dávalos, a metros de la céntrica Plaza 9 de julio, sobrepasó en cada función los 500 espectadores con público, incluso, que tomó los pasillos. La mayoría estaba compuesta por adolescentes que fueron altamente generosos en el aplauso con todo lo que vieron.

Esta escena de salas llenas con público joven se repite en varias de las doscientos ciudades y pueblos involucrados actualmente en el Circuito Nacional de Teatro del Bicentenario El país en el país , organizado por el Instituto Nacional de Teatro. Se trata de 17 festivales por el que giran 34 elencos nacionales y 10 internacionales. La apertura fue el jueves 19 de agosto en la sede de Catalinas Sur, con El fulgor argentino . Luego, el encuentro se instaló en el Noroeste con un corredor de funciones en Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán. Por estas sedes, desde el 19 al 30 de agosto, pasaron 16.300 espectadores.

Uno de los puntos más destacados de este corredor federal, que continuará hasta el 19 de septiembre, será concretar por primera vez una función teatral en la Antártida. Y allí irá una pareja de titiriteros salteños, Fernando Arancibia y Claudia Peña, integrantes del grupo La Faranda, quienes presentarán en la Base Marambio De Fierro , adaptación del clásico gauchesco de José Hernández. En la previa de las funciones en Salta, se los vio a Peña y Arancibia, que andaban muy emocionados y con algo de preocupación por el viaje en avión al territorio antártico.

Cada una de las seis noches el festival “Late Alto Salta” presentó dos funciones y los asistentes cruzaban de una sala a otra en Casa de la Cultura con papitas y gaseosas. Un clima de fiesta. Los changos disparaban entre ellos máximas como: Al que nace para Pinocho, no hay hada madrina que lo vuelva niño . En la tercera fila, antes de la función de Doble Tour , espectáculo belga de clown y malabares sobre el devenir amoroso de una pareja, dos chicos ejercitaron con maestría la síntesis norteña acerca de la obra de Marcelo Mininno que acababan de ver: - ¿Has visto antes a los porteños de Lote 77? ¿Qué tal? - Fuertísima, che. Te muestra lo que es que la vida del macho.

Y ya.

En Salta también hubo propuestas de títeres en miniaturas como la del húngaro András Lenárt a través de Mikropodium . A él se sumó el festejado unipersonal del clown canadiense Anthony Venisse, El conserje , y también la rutilante versión libre “o más bien libertinaje” de Romeo y Julieta , de Shakespeare, por el grupo cordobés El Chonchón. Los cordobeses presentaron Juan Romeo y Julieta María en el Salón Auditorium, un espacio recientemente remodelado con capacidad para 280 personas, que estaba colmado. Aunque el espectáculo tiene una base en un particular diálogo con el texto de Shakespeare, el fuerte de la puesta es la improvisación de situaciones humorísticas en la que intervienen como personajes los manipuladores Miguel Oyarzun y Carlos Piñeiro. Igualmente fueron muy bien recibidos los porteños de Timbre 4 con Tercer cuerpo, de Claudio Tolcachir; y Rajatabla, una de los grupos venezolanos con mayor trayectoria, que llevó Trastos viejos . Esta obra contó la historia de dos exiliados españoles.

Los espectáculos giraron por algunas subsedes salteñas como Cafayate, Cachi, General Güemes; también viajaron a Tilcara, Perico, La Quiaca y otras ciudades jujeñas. En San Salvador de Jujuy, el actor peruano Hugo Suárez presentó, en el gran auditorio Martín Fierro, el unipersonal Cuentos pequeños . Realizó una función vespertina al lado de un colegio y tuvo una platea selecta dominada por espectadores con una edad promedio que oscilaba entre los tres y los ocho años. Suárez desplegó una serie de situaciones breves a través de personajes elaborados con distintas partes de su cuerpo. Combinó gran destreza física y pasajes de humor que los niños festejaron durante la primera mitad del espectáculo. Después, empezaron a corretear por los pasillos pandillas que jugaban a “la mancha” o intentaban hablar con los personajes creados por el actor.

Algo similar pasó en Cachi con Kubikiana , una propuesta de danza-teatro creada en La Rioja por el grupo Citearte, dirigido por el francés Bruno Van Assche. La obra, inspirada en la música del compositor estadounidense Peter Kubik, después de presentarse en la ciudad de Salta subió hasta la precordillera. Y en plena siesta del pueblo, Van Assche preparó con parsimonia provinciana la planta de luces de su espectáculo en el Salón Municipal. Nacido en Saint Etienne, el bailarín llegó a Buenos Aires en la década del ochenta y estuvo catorce años como integrante del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. “Comencé y me retiré bajo la dirección de Mauricio Wainrot”, explicó.

Tras abandonar el escenario por lesiones decidió instalarse en La Rioja, tierra natal de su mujer. En esa ciudad los dos fundaron con actores locales el grupo con el que gestaron Kubikiana . La mayoría de los integrantes de Citearte tiene una sólida formación en danza folclórica y también en gimnasia artística. “Es muy importante estar en este circuito de festivales para nosotros. En los seis años que tenemos de funcionamiento, es la primera vez que logramos programar tres funciones seguidas - contó el director-. En La Rioja, el público que puede interesarse por nuestro trabajo se agota con muy pocas funciones. Podemos hacer dos o tres presentaciones al año.” En Cachi, el comienzo de Kubikiana estaba pautado a las 20, pero se retrasó y comenzó una hora más tarde. También aquí al auditorio lo dominaban chicos que venían con sus maestras, otros entraban solos a la sala o de la mano de sus madres. Para varios era la primera vez que asistían al teatro. El espectáculo asombró a la platea por su fuerte impronta visual anclada sobre varios juegos de infancia intercalados por imágenes vinculadas al mar y al universo circense. Entre bastidores giratorios, tubos y escaleras, los intérpretes Lucía Alves, Luisina Fuentes, Pedro Gonzáles, Elodie Van Assche y Marcelo Romero variaban cuadros de situaciones lúdicas. Durante la función siguió entrando gente y luego del aplauso final Van Assche arengó a todos para que subieran al escenario a jugar con las burbujas que largaba sin parar un artefacto colgado de la parrilla de luces. Con la música de Peter Kubik que todavía sonaba en loop , los niños tomaron el escenario y armaron su propia fiesta mientras los actores comenzaban a cambiarse y varios adultos enfrentaban el frío en una noche de cielo extremadamente limpio en la precordillera.

Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/teatro/Circuito-Nacional-Bicentenario_0_327567401.html


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