Educación paralela, del lado de las artes

Escuela de Arte para alumnos entre 6 y 16 años. Creada en 1978 esta modalidad educativa fue inédita en el país.

Un paneo por dos establecimientos gratuitos de nuestra ciudad, que enseñan múltiples lenguajes artísticos para los chicos de 6 a 17 años. Existen unos 40 en toda la Provincia de Buenos Aires, y en el resto del país no hay.

En nuestra ciudad hay dos, y las autoridades de ambas coinciden en que hace falta, por lo menos, una más, ya que juntas no consiguen absorber toda la cantidad de alumnos y aspirantes que hay. Son las escuelas de Estética de la Provincia que, a contraturno del colegio “normal”, les enseñan a los chicos diferentes lenguajes artísticos a través de los cuales poder expresarse.

La n° 1 está en calle 45 entre 9 y 10 y existe desde 1973. Diez años después, se desdobló en la n° 2, ubicada en calle 7 entre 59 y plaza Rocha.

No tienen grandes diferencias en la modalidad de cursada, aunque ofrecen distintos talleres.

Las escuelas de Estética son para chicos de entre 6 y 17 años, la edad que comprende la educación primaria y secundaria. Ambas comienzan con un ciclo básico de cuatro materias: plástica, música, expresión corporal y literatura. Cuando los chicos tienen 7 años, se agregan otros lenguajes artísticos, como plástica tridimensional y teatro. Este ciclo se cursa dos veces por semana, tres horas cada día, en el turno mañana o tarde. También hay un turno vespertino, que arranca entre las 17.30 y las 18 y que, en el caso de la n° 2, se implementó el año pasado.

Cuando los chicos tienen 10 u 11 años (depende de cada escuela), pueden optar por cursar diferentes talleres, entre los que están las materias ya nombradas, y otras nuevas. La escuela n° 1 ofrece: video, fotografía, plástica digital, historieta, acrobacia, danza aérea, dibujo, pintura, cerámica y escritura, entre otros. Por su parte, en la n° 2 se puede cursar: coro, vitrofusión, comedia musical, medios audiovisuales y grabado, todos ellos en el turno vespertino.

Los cursos para los más pequeños son de 25 chicos, mientras que los talleres están pensados para entre 20 y 22 alumnos.

Las clases favoritas en la escuela n° 1 son las de teatro, mientras que la estrella en la n° 2 es comedia musical, aunque las autoridades coinciden en que eso cambia año a año.

Los nenes que más concurren son los que tienen entre 6 y 9 años, aunque en ambos establecimientos reconocen que a los del turno mañana les cuesta mucho levantarse temprano. Entre el frío matutino y la PlayStation o computadora hasta la madrugada, no son pocos los nenes que se ausentan a las clases de las 8 de la mañana.

Por una cuestión de espacio, la n° 1 tiene más alumnos: alrededor de 950, mientras que a la 2 concurren unos 550 chicos.

Las dos instituciones son totalmente gratuitas, aunque no muchos platenses conocen este dato. La asociación cooperadora de la 1 cobra 15 pesos por mes, mientras que la 2 pide 120 al año, repartidos de la forma en que cada uno los pueda pagar. Demás está decir que en ningún caso es obligatorio. Ambas escuelas facilitan absolutamente todos los materiales de trabajo a los chicos, para que las dificultades económicas no representen ningún impedimento para acudir a clases.

Un dato interesante es que la n° 2 trabaja con la integración de chicos con capacidades diferentes, y siempre tiene alumnos con síndrome de down, hipoacusia, autismo, entre otras.

Los edificios de ambas son antiguos, y las autoridaes reconocen que las aulas quedan chicas. Por eso mismo, la matrícula no puede absorber a todos los chicos de la ciudad que se inscriben. La n° 2, por ejemplo, viene reclamando tener otro edificio desde hace mucho tiempo, ya que funciona desde su nacimiento en la planta baja de la Escuela de Danzas Tradicionales de la Provincia, que también sufre la falta de espacio.

Históricas en la ciudad, aunque no del todo conocidas, estas escuelas son el sitio especial para desarrollar en los chicos un modo único y liberador de canalizar sus gustos y necesidades.

La deserción y el castigo como causa

Tanto en la Escuela de Estética n° 1 como en la n° 2, coinciden en que muchos chicos dejan de acudir a las clases cuando comienza a irles mal en el colegio. A veces, es porque los padres utilizan el horario de contraturno para mandarlos a maestros particulares, o lo aprovechan para hacerlos estudiar.

Sin embargo, también sucede que algunos papás lo utilizan como un castigo hasta que el chico levante las notas.

Desde la escuela 1, explicaron que “es un error a veces pensar que los chicos vienen acá sólo a divertirse, y que si faltan varias semanas o meses no se pierden de nada, porque no es así”.

En ese sentido, explicaron que las escuelas de Estética funcionan como un lugar de mucha contención para los nenes, y que, en ese sentido, implican un aporte muy necesario en su desarrollo. No obstante, reconocen que, al no ser una educación prioritaria, es entendible que a veces las horas que demanda tengan que ser utilizadas para reforzar la educación obligatoria.

En la region

Se pueden mencionar también las escuelas de Educación Estética en las ciudades de Berisso, Brandsen, Ensenada y Magdalena.

Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-104399-titulo-Educacin_paralela_del_lado_de_las_artes