Los títeres gigantes no son sólo un referente de la Zona Norte sino de la Provincia. Casi todos los conocen pero, pocos, seguramente, saben qué hay detrás de esta compañía teatral local. La historia de estos simpáticos personajes que se han ganado el corazón de los más chicos y, también, de sus papás
Los Muñocos, aquellos simpáticos y enormes personajes, caracterizados por su espectáculo con música original, son de City Bell. Desde hace años, la compañía teatral local supo cómo hacer para formar parte de la asidua agenda cultural no sólo de la Zona Norte sino de la Región. Con su magia, los títeres gigantes se fueron ganando el corazón de los más chicos, primero, y de los más grandes, después. Seguramente todos oyeron hablar de ellos pero, no así, de lo que detrás de ellos se esconde, los que los hacen cobrar vida: Gustavo, Adriana, Hermeto y Jesús González, una familia citibelense que tiene mucho, todavía, para dar.
En diálogo con Zona Norte, Gustavo González habló del origen esta propuesta artística, del proceso de creación de personajes, de los espectáculos y, un poquito también, sobre quiénes son ellos y qué buscan con su proyecto artístico.
¿Qué y quiénes hay detrás de Muñocos?
"Somos una familia citibelense desde hace 19 años. Adriana Luján Ferré, oriunda de Lezama; Gustavo Gerardo González, nacido en La Plata, allá del Barrio de La Loma, y nuestros hijos Hermeto (24), psicopedagogo, y Jesús (18) que estudia educación física. Ellos han soportado los avatares de esta profesión sobre todo lo difícil que es mantenerse viviendo exclusivamente de la actuación".
¿De qué rubros vienen?
"Adriana desde muy chica hace gimnasia, es instructora de yoga y trabaja diariamente también en ver que cada personaje esté en su eje. La persona que haya visto algunas de nuestras obras pudo ver la flexibilidad de su cuerpo, ya sea para hacerse muy chiquita o estar como un banquito hasta convertirse en arbolito. Por mi parte, vengo de la música. Estudié flauta traversa y piano en el conservatorio Gilardo Gilardi, después canto y composición.
¿Los temas que narran las obras?
"Los temas que trabajamos son básicamente nuestra identidad , revalorizar nuestras costumbres, el ser argentino y nuestra naturaleza; cuidarla porque si la cuidamos nos cuidamos todos ,esto es una propuesta ecológica".
¿Qué se necesita para disfrutar de estos personajes?
"Para disfrutarlos sólo hay que ´ser humano´. Por eso siempre decimos que es para 'chicos y para los chicos que todos llevamos dentro'. Hacemos un humor sano, para toda la familia".
Un poquito de historia...
"Estamos muy agradecidos a nuestro público que nos sigue semana tras semana en la Plaza Moreno donde cumplimos ya siete años de estar todos los fines de semana y quince años desde la primera vez que fuimos. En esa época hacíamos una función en plaza Malvinas y otra en Moreno. Después estuvimos dos años en la República de los Niños, en el 98 y 99, todos los fines de semana; y en el 99 y 2000 en el Pasaje Dardo Rocha, en vacaciones de invierno".
¿Cómo es el proceso de creación?
"A veces cuando estoy creando una historia siento que cada personaje me va mostrando lo que quiere hacer, el camino que ha de andar, y la melodía que prefiere. Es como que nos ponemos a conversar entre el títere y yo, en un diálogo un poco extraño porque cada personaje me pide qué hacer y hasta a veces discutimos y lo peor es que algunas veces ganan ellos. Y simultáneamente la música, ese lenguaje del alma, y la inmensa felicidad que la escuchen, llegar al público es impagable.
¿Cómo surgen los personajes?
"Con mucha pero mucha experimentación. Ensayo y error y error y más error. Primero imagino el diseño luego realizo el dibujo desde varios ángulos y pienso con qué material lo voy a construir; después transcurren varios meses hasta su finalización. Si bien no tenemos una única manera de crear las historias en general surge algo de la historia. Voy componiendo la música y los personajes y desde ahí conversamos con Adriana cómo será el personaje corporalmente y cuáles serán sus movimientos que se van modificando de acuerdo a como va cambiando la historia y lo que va surgiendo en el andar del personaje y lo que dice como así también la música que siente cada uno".
¿Dónde realizan las funciones?
"Las funciones, aparte de plaza Moreno, las realizamos en jardines y escuelas de la provincia de Buenos Aires que, desde 1997, venimos recorriendo con excelentes críticas del personal docente. Es por eso que la obra ´Muñocos Argentinos´ es recomendada por directoras a otros establecimientos de la Provincia".
¿Expectativas a futuro?
"Actualmente seguimos, por supuesto, en la Plaza pero esperamos que nos convoque Cultura; ya hemos presentado la propuesta para poder recorrer barrios de la Ciudad en toda su extensión. Precisamente mucha gente nos pregunta si cultura nos paga para estar en la plaza, por ahora no, pero estoy seguro que se van a interesar en nuestro proyecto".
¿Qué les dejan los Muñocos?
"Hemos ido a trabajar hasta con fiebre pero en el momento que comienza la función no existe temperatura elevada o gripe que valga. Uno está ahí para brindarse todo y cuando uno puede lograr ver los ojos de los chicos, y ¡ojo!, de los más grandes, esto es adultos (los que se lo permiten), en ese brillo particular esa fascinación, realmente, valió la pena".
Un trabajo duro, ¿no?
"Mucha gente desconoce que mantener toda esta estructura artística lleva mucho pero mucho dinero y esfuerzo. Desde la camioneta y su mantenimiento, el sonido, los micrófonos y los títeres, que siempre se rompen, y el vestuario, entre otras cosas. Por ejemplo, en la Plaza, para más comodidad de los espectadores, llevamos banquitos, alfombras para que se siente los chicos y todo esto se va desgastando con el tiempo y hay que reponerlo. En la Plaza hemos soportado de todo tipo de clima en estos siete años: mucho calor, mucho frío, lluvias (hemos quedado completamente empapados); incluso el día del granizo, hace un par de años, no nos perforó la cabeza, seguramente, porque somos un poco cabezas duras", concluyó Gustavo, entre risas, contando sobre el esfuerzo y la satisfacción que les dan sus Muñocos.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/citybell/notas.aspx?idn=275692&ffo=20100917
Los Muñocos, aquellos simpáticos y enormes personajes, caracterizados por su espectáculo con música original, son de City Bell. Desde hace años, la compañía teatral local supo cómo hacer para formar parte de la asidua agenda cultural no sólo de la Zona Norte sino de la Región. Con su magia, los títeres gigantes se fueron ganando el corazón de los más chicos, primero, y de los más grandes, después. Seguramente todos oyeron hablar de ellos pero, no así, de lo que detrás de ellos se esconde, los que los hacen cobrar vida: Gustavo, Adriana, Hermeto y Jesús González, una familia citibelense que tiene mucho, todavía, para dar.
En diálogo con Zona Norte, Gustavo González habló del origen esta propuesta artística, del proceso de creación de personajes, de los espectáculos y, un poquito también, sobre quiénes son ellos y qué buscan con su proyecto artístico.
¿Qué y quiénes hay detrás de Muñocos?
"Somos una familia citibelense desde hace 19 años. Adriana Luján Ferré, oriunda de Lezama; Gustavo Gerardo González, nacido en La Plata, allá del Barrio de La Loma, y nuestros hijos Hermeto (24), psicopedagogo, y Jesús (18) que estudia educación física. Ellos han soportado los avatares de esta profesión sobre todo lo difícil que es mantenerse viviendo exclusivamente de la actuación".
¿De qué rubros vienen?
"Adriana desde muy chica hace gimnasia, es instructora de yoga y trabaja diariamente también en ver que cada personaje esté en su eje. La persona que haya visto algunas de nuestras obras pudo ver la flexibilidad de su cuerpo, ya sea para hacerse muy chiquita o estar como un banquito hasta convertirse en arbolito. Por mi parte, vengo de la música. Estudié flauta traversa y piano en el conservatorio Gilardo Gilardi, después canto y composición.
¿Los temas que narran las obras?
"Los temas que trabajamos son básicamente nuestra identidad , revalorizar nuestras costumbres, el ser argentino y nuestra naturaleza; cuidarla porque si la cuidamos nos cuidamos todos ,esto es una propuesta ecológica".
¿Qué se necesita para disfrutar de estos personajes?
"Para disfrutarlos sólo hay que ´ser humano´. Por eso siempre decimos que es para 'chicos y para los chicos que todos llevamos dentro'. Hacemos un humor sano, para toda la familia".
Un poquito de historia...
"Estamos muy agradecidos a nuestro público que nos sigue semana tras semana en la Plaza Moreno donde cumplimos ya siete años de estar todos los fines de semana y quince años desde la primera vez que fuimos. En esa época hacíamos una función en plaza Malvinas y otra en Moreno. Después estuvimos dos años en la República de los Niños, en el 98 y 99, todos los fines de semana; y en el 99 y 2000 en el Pasaje Dardo Rocha, en vacaciones de invierno".
¿Cómo es el proceso de creación?
"A veces cuando estoy creando una historia siento que cada personaje me va mostrando lo que quiere hacer, el camino que ha de andar, y la melodía que prefiere. Es como que nos ponemos a conversar entre el títere y yo, en un diálogo un poco extraño porque cada personaje me pide qué hacer y hasta a veces discutimos y lo peor es que algunas veces ganan ellos. Y simultáneamente la música, ese lenguaje del alma, y la inmensa felicidad que la escuchen, llegar al público es impagable.
¿Cómo surgen los personajes?
"Con mucha pero mucha experimentación. Ensayo y error y error y más error. Primero imagino el diseño luego realizo el dibujo desde varios ángulos y pienso con qué material lo voy a construir; después transcurren varios meses hasta su finalización. Si bien no tenemos una única manera de crear las historias en general surge algo de la historia. Voy componiendo la música y los personajes y desde ahí conversamos con Adriana cómo será el personaje corporalmente y cuáles serán sus movimientos que se van modificando de acuerdo a como va cambiando la historia y lo que va surgiendo en el andar del personaje y lo que dice como así también la música que siente cada uno".
¿Dónde realizan las funciones?
"Las funciones, aparte de plaza Moreno, las realizamos en jardines y escuelas de la provincia de Buenos Aires que, desde 1997, venimos recorriendo con excelentes críticas del personal docente. Es por eso que la obra ´Muñocos Argentinos´ es recomendada por directoras a otros establecimientos de la Provincia".
¿Expectativas a futuro?
"Actualmente seguimos, por supuesto, en la Plaza pero esperamos que nos convoque Cultura; ya hemos presentado la propuesta para poder recorrer barrios de la Ciudad en toda su extensión. Precisamente mucha gente nos pregunta si cultura nos paga para estar en la plaza, por ahora no, pero estoy seguro que se van a interesar en nuestro proyecto".
¿Qué les dejan los Muñocos?
"Hemos ido a trabajar hasta con fiebre pero en el momento que comienza la función no existe temperatura elevada o gripe que valga. Uno está ahí para brindarse todo y cuando uno puede lograr ver los ojos de los chicos, y ¡ojo!, de los más grandes, esto es adultos (los que se lo permiten), en ese brillo particular esa fascinación, realmente, valió la pena".
Un trabajo duro, ¿no?
"Mucha gente desconoce que mantener toda esta estructura artística lleva mucho pero mucho dinero y esfuerzo. Desde la camioneta y su mantenimiento, el sonido, los micrófonos y los títeres, que siempre se rompen, y el vestuario, entre otras cosas. Por ejemplo, en la Plaza, para más comodidad de los espectadores, llevamos banquitos, alfombras para que se siente los chicos y todo esto se va desgastando con el tiempo y hay que reponerlo. En la Plaza hemos soportado de todo tipo de clima en estos siete años: mucho calor, mucho frío, lluvias (hemos quedado completamente empapados); incluso el día del granizo, hace un par de años, no nos perforó la cabeza, seguramente, porque somos un poco cabezas duras", concluyó Gustavo, entre risas, contando sobre el esfuerzo y la satisfacción que les dan sus Muñocos.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/citybell/notas.aspx?idn=275692&ffo=20100917
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