Nacida en nuestro país y actualmente primera bailarina de la Opera de París, la artista protagonizará "La bella durmiente del bosque" en el Teatro Argentino
Ludmila Pagliero es la primera bailarina argentina en convertirse en "primera bailarina" del Ballet de la Opera de París. Con una extensa trayectoria y el orgullo de representar al país en tan exclusivo elenco de jerarquía mundial, regresará mañana a los escenarios argentinos para protagonizar "La bella durmiente del bosque" junto al bailarín Yann Chailloux y el Ballet Estable del Teatro Argentino de nuestra ciudad.
"Volver a la Argentina es muy emotivo porque es la oportunidad de mostrar el trabajo de todos estos años ante la gente que me apoyó en los primeros años de mi carrera. La posibilidad de ser reconocida en mi propio país", afirma la bailarina que se presentará mañana y el sábado, a las 20.30, en el papel de Aurora del ballet que cuenta con música de Piotr Tchaikovsky y coreografía de Mario Galizzi.
"La bella durmiente del bosque" se basa en el célebre cuento homónimo escrito en 1697 por el francés Charles Perrault. "Es uno de los ballet clásicos, es un cuento de hadas, pensado originalmente para niños. Lo que se verá en la versión que presentaremos en La Plata es muy linda, con mucho color y recreando esa atmósfera fantástica que nos traen estas historias. Espero que podamos transportar al público a ese lugar maravilloso al que nos solían llevar las historias de Disney cuando éramos chicos", adelanta Pagliero.
CON ACENTO FRANCES
Acerca de su extraordinaria carrera en la Opera de París, la bailarina formada en la Escuela del Teatro Colón parece no creer aún su propia historia. "Nunca pensé llegar a ser primera bailarina en París, especialmente porque hay muy pocos bailarines extranjeros. Mi primer paso lo di convencida por un amigo que insistió en que dé la prueba para ingresar... y una vez dentro, disfruté y disfruto cada paso dado", afirma.
En el escalafón artístico, Ludmila transitó cada uno de los puestos dentro del ballet: coryphée, sujet y première danseuse. Por sobre el puesto de "primera bailarina" sólo queda el de "étoile" (estrella), al que acceden sólo aquellos elegidos por la dirección de ballet.
"Esa sigue siendo una gran motivación para seguir aprendiendo y esforzándome. Nada de esto lo soñé... se fue dando a través del tiempo, y ahora está tan cerca la posibilidad de ser 'étoile' que pienso '¿por qué no?'", afirma Pagliero.
La disciplina estricta y los obstáculos que debe afrontar cualquier artista en una tierra extraña, fueron paliados por la pasión puesto en el trabajo y el apoyo solidario de sus maestros. "Encontré una gran contención en figuras cercanos, dentro del ballet, que siempre me ayudan a seguir. Cuando uno está al límite, es bueno tener a alguien que te motive para dar un poco más, y eso me pasó con Aurelie Dupont, étoile de la Opera de París", destaca la bailarina.
Pero éste es el momento de volver a su país. Un nuevo desafío y una gran emoción que tendrán lugar en el escenario mayor de nuestra ciudad, con la pasión por el ballet y el encanto de los cuentos de hadas como promesa.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20110615/con-encanto-del-ballet-cuentos-hadas-espectaculos12.htm
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