viernes, 17 de junio de 2011

"Nos debemos el trabajo con el espectador"

LA CULTUROSA - Revista virtual de Cine, Teatro y Artes Visuales de La Plata

ENTREVISTA A CAROLINA DONNANTUONI

La Culturosa sigue buceando en las impredecibles aguas del teatro. En esta oportunidad, una teatrista de múltiples facetas, comparte sus dudas y ensaya algunas respuestas.

El teatro es blanco. Y también negro. El teatro provoca estruendosas carcajadas, y llantos incontrolables. El teatro es la ficción de la vida real, y también es magia. Es una herramienta; es el comienzo y el fin de una búsqueda. Es una pradera verde con aroma a jazmín en un día soleado; también es una cueva oscura, de tenebrosas criaturas que espían amenazantes. El teatro abre y clausura, espanta y atrae, aburre y divierte…

Y así, la lista de los pares opuestos se pierde en la infinita cuenta de una descripción inacabada e inasible: todo eso y mucho más es el teatro. Y en esta constante interrogación por lo teatral caben múltiples propuestas, miradas y sensaciones sobre el teatro y su naturaleza, si es que la tiene. La semana pasada, La Culturosa exploró en bibliotecas páginas de libros multiformes para comprender mejor los vaivenes del teatro platense. Hoy, Carolina Donnantuoni, directora, docente, actriz e investigadora, nos pinta su muro teatral con nuevos colores.

En un fugaz racconto de experiencias, que comienzan en 1991 cuando Donnantuoni ingresa en la Escuela de Teatro, las superficies ondulantes de la trayectoria de esta teatrista nos pasean por seis años en la Compañía de teatro Devenir, por los talleres del Odin Teatret, por los enigmas del teatro de máscaras, el entrenamiento en danza e infinidad de exploraciones particulares. Así, saltando en charcos de diversa profundidad llegó en el año 2001 la conformación del grupo teatral Hierba Roja.

“El grupo Hierba Roja –explica- se conformó en el año 2001 cuando generé la primera versión de Bernardas en la noche. Mucha de la gente que estaba en esa versión sigue ahora trabajando conmigo. En su momento eran alumnas, luego conformamos un espacio de entrenamiento al que yo caprichosamente llamé Hierba Roja, porque me gustaba la combinación de las dos palabras”. Si bien en un principio el grupo trabajaba exclusivamente a partir de las propuestas de Carolina, con el tiempo el espacio fue adquiriendo un funcionamiento más horizontal, y hoy los integrantes de Hierba Roja aportan materiales, como textos o cuentos, que luego son adaptados en unipersonales o monólogos. Algunos de estos pequeños trabajos confluyen luego en espectáculos, para los cuáles se armó una especie de sub-entrenamiento, de trabajo de texto, físico y vocal. “En realidad, creo que uno siempre cuenta lo mismo, de diferentes maneras. Uno es uno siempre…”, dispara.

-¿Si tuvieras que elegir un momento específico del proceso de construcción y puesta en escena de una obra, cuál es el que te produce mayor adrenalina/satisfacción?

Donnantuoni esboza una sonrisa y la respuesta, contundente, no tarda en salir. “Yo crearía otro sistema de trabajo en donde el público pudiera venir, que no sean funciones formales, que te compran la entrada; me encanta la prueba y el trabajo callejero. Ese es el espacio que más me gusta. También me gusta el proceso de los ensayos, y del proceso de los ensayos cómo sistematizar el entrenamiento para el diseño del personaje. Ese es el trabajo que más me gusta hacer. Creo que nos debemos el trabajo con el espectador” En un abrir y cerrar de ojos Carolina se sumerge en las aguas de la construcción del personaje, del universo sonoro y en el aprendizaje a través de la mirada –positiva o negativa-del público. “Mi mundo pequeño también es el mundo de los otros, y me gusta encontrarme desde ese lugar”, aclara.


SOBRE APREHENDER-SE

En el teatro somos alumnos eternos, también finitos transmisores de experiencias. A la hora de la verdad, nos vemos atravesados por cien rayitas de colores que nos definen un mapa visual de nuestra propia imagen, de nuestro ser. Allí los colores se mezclan y se diluyen en otros… la trasmutación no cesa. Lo que tomamos, lo que dejamos, lo que queremos ser y somos. Todo eso resuena, en las tablas de un escenario o en las calles de la ciudad. Donnantuoni, como quien se pregunta una y otra vez sobre identidad/es aun no definidas, dice no tener un método específico en sus trabajos con Hierba Roja.

“Hay gente por ahí que anda diciendo que yo hago teatro antropológico: ¡Ojalá pudiera pertenecer a ese mundo! Hay otra gente que dice que hago teatro físico: ¡ojalá!”. Estas expresiones de deseo no desvirtúan las huellas que veinte años de trabajo teatral le enseñaron; la necesidad de formar un propio grupo de trabajo con el cual permanecer e ir creciendo, gestar proyectos y llevarlos a la calle. Y en ese recorrido, no sólo aprender técnicas –que no es lo fundamental- sino comprender qué experiencia el otro me está transmitiendo y cómo puedo convertir ese material en mi propia experiencia. “Apropiarse de la receta, dice la entrevistada, no quedarse con la cáscara. Me parece importante respetar las diferentes estéticas, que se comprenda que a una persona que trabaja conmigo no necesariamente le tiene que gustar lo que yo hago en el escenario.”


PÚBLICOS/ARTISTAS: UNA RELACIÓN DIFICIL

Escenarios platenses y trayectorias teatrales. “Hoy hay hiperproducción-dice Donnantuoni- y es grandioso”. La Culturosa se imagina, mientras la entrevistada hace memoria, ese teatro de los ´90: grandes estrenos, directores estrellas, obras largamente esperadas, producidas en un año y medio. Pero: poca oferta, poca iniciativa, mínimos espacios alternativos de producción…

Momentos de ruptura (y sutura) histórica como los 80 y el post 2001: el teatro salió, rompió, gritó y sudó. En los ´90, se encerraron en las salas, ¿y hoy?: “Hoy hay toda una nueva generación, de pibes que ahora tienen 25, 26, que están moviendo y que no solamente comprenden que la formación es muy importante y debe ser continua, sino que además forman grupos y salen y hacen. Producen, y eso me parece que es excelente”.

Pero la producción no siempre significa público; es más, Carolina frunce el entrecejo cuando le comenta a La Culturosa que la gente “no va al teatro”, lo que identifica como una falta de necesidad del lenguaje teatral del público. Desacreditando las teorías que canalizan la falta de público teatral en la masividad del cine o de la televisión, Donnantuoni se pregunta, se pregunta, se pregunta… “¿qué pasa que nos metimos adentro? ¿Por qué se crearon sistemas para que los grupos de teatro tuvieran sus salas? Tener un espacio es bueno como búnker cultural, pero si la gente no se mete adentro…. ¿por qué no salir? Hay que ponerse a pensar, porque se han abierto salas y centros culturales y eso tiene que continuar, pero el público no está yendo (…) esta cosa que está de moda de la gestión cultural, pensando la obra teatral como ´producto´ de venta, pero el teatro tiene otro origen, es para otra cosa que yo hago teatro. Tiene relación con la comunicación, no con el mercado ¿Por qué nos metimos adentro a estudiar y no volvimos a salir?, ¿nos aburguesamos?...”


LO QUE VIENE

¡Atenti! Hierba Roja está preparando para septiembre una nueva obra, que funcionará también a modo de festejo por el aniversario de los 10 años del grupo. Carolina le cuenta a La Culturosa que “se trata de una creación colectiva, y la idea es trabajar sobre personajes femeninos emblemáticos de literatura dramática, tomando estos personajes pero dándoles un perfil estrictamente teatral, que se levanten del papel y desdibujen su nombre para nombrar lo que les está pasando.” Si bien no es una obra feminista, intenta retomar aquellos conflictos que atravesaron a las mujeres a lo largo de la historia, y aun hoy se siguen repitiendo.

Con la pincelada de Carolina Donnantuoni, La Culturosa sigue estampando el mundo del teatro desde distintas miradas y trayectorias, reviviendo las capas sedimentadas y re-descubriendo las mutaciones de un universo teatral, que día a día sobrevive en una nueva experiencia.

GRUPO HIERBA ROJA

Ayelen Dias Correia -Carolina Donnantuoni - Estanislao Pedernera -Laura Córdoba -Liliana Perdomo- María Belén Rosas.


ZOOM. Una obra de máscaras ¿Te animás?

“Es una obra difícil, que fue difícil generar y gestar para nosotros. La máscara te abre un espacio de investigación y de entrenamiento físico impresionante. Después de un par de años de entrenamiento con máscaras, tomamos la decisión de hacer una obra, para que el público lo vea. En La Plata el público no está acostumbrado a ver obras de teatro de máscaras, tampoco nosotros los actores. Es una obra sencillísima, por eso es muy difícil, porque lo que cuenta es un minuto de la vida de alguien, desarrollado en 52, no tiene texto lingüístico, ningún personaje que hable, los personajes son mudos. Solamente es a nivel imagen, exige mucho por parte del espectador. Lo que hace la máscara es nombrar lo que no se puede nombrar , y decir lo que no está dicho, y dejar entrever cosas que uno apenas se atreve a pensar… la máscara como un objeto que vive por fuera de eso que está adentro que es el alma, que es el actor. Es algo muy siniestro, no porque sea maléfico, sino que es extraño, y exige mucho compromiso para quien ve. Para nosotros es una obra de tesis. (Carolina Donnantuoni).

Zoom (teatro de máscaras).- Sábado 18 de junio 2011 a las 21 en el Centro Cultural El Núcleo, calle 6 Nº 420 entre 40 y 41, a cargo de Hierba Roja Teatro.

Fuente:http://sites.google.com/site/laculturosa/ver-ms-43

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