Hoy y mañana, a las 21.30
Sábado 25.06.2011 | El licenciado regresa al escenario de La Nonna
“Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto”, comentó alguna vez Sigmund Freud y al citarlo uno sabe claramente que no realiza un acto inocente. Freud es Freud, y todos saben de quien se trata. Algo similar -si se quiere salvar las distancias- supo construir el licenciado Gabriel Rolón, desde sus primeras apariciones junto a Alejandro Dolina, su incursiones radiofónicas junto a Elizabeth Vernaci o su paso por la TV al lado de Mariana Fabiani.
Lejos de hablar de lo que no sabe, Rolón aprovechó esos espacios para acercar el psicoanálisis, labor que profundizó con su espectáculo Entrevista abierta. “La gente levanta la mano y vamos construyendo el pensamiento, y me objetan, me acotan, recordamos libros o películas que nos traigan a ejemplo. Es una puerta que tiene el teatro y no tiene ninguna de las otras variantes del espectáculo, de los medios, que es la potencia del público ahí, que te fiscaliza, da cuenta de la autenticidad de lo que estás diciendo. El teatro tiene la posibilidad de ver los rostros, de sentir la tensión, la gente te invita y te indica un camino por el cual transitar”, había comentado a Diagonales en septiembre de 2010 cuando llegó a La Plata por primera vez para compartirlo con los presentes. El “encuentro” como le gusta denominarlo a él se produjo en el Teatro La Nonna (47 esq. 3), escenario que volverá a recibirlo hoy y mañana, a las 21.30, con la moderación de Carlos Nieto.
Pero en esta oportunidad, esta Entrevista abierta tendrá algunas novedades. “Como en el formato anterior, los temas que tratemos tendrán que ver con las preguntas o inquietudes del público, pero esta vez me apoyaré en imágenes, escenas, textos, para mejor desarrollarlos o ejemplificar lo que vayamos pensando”.
–Uno imagina que con sus participaciones en radio, teatro o el tiempo que le lleva escribir, está alejado de su profesión. Sin embargo, no es así ¿Qué sigue encontrando en ella? ¿Qué cree que buscan los pacientes que se acercan a tu consultorio?
–Yo siento una pasión por la clínica que sólo es comparable con la que siento por la música. Podría dejar de hacer cualquier cosa, menos atender, aunque sólo fueran tres o cuatro pacientes, y hacer música. Y creo que los pacientes que llegan a mi consultorio buscan lo mismo que los que van a ver a otros analistas. Un sitio en el que poder dejar fluir su palabra en busca de una verdad que aún no han podido encontrar.
–¿Es posible como se cree canalizar en el arte algunos de los complejos entramados que genera nuestra mente?
–Sí, claro. Es un mecanismo que se llama sublimación y que permite hacer algo creativo y noble con algo que de otra manera hubiera podido volverse patológico.
En épocas anteriores, la difusión estaba dada por las publicaciones especializadas o por los diarios, luego apareció la radio y más acá en el tiempo la televisión. Sin embargo, nada se compara a la explosión de información que generó Internet, y con su expansión, las redes sociales. ¿Cuánto sirven estas para difundir y cuánto para generar un real intercambio con la gente?
–Yo las utilizo como un modo de difusión de mis actividades y en ese sentido funciona muy bien. En cuanto al intercambio, intento responder a todos los que me consultan o saludan. Y creo que hasta allí debe llegar, al menos en mi caso.
Tras publicar Historias de diván y Palabras Cruzadas, Gabriel Rolón escribió una novela de ficción en el que lo psicológico late al tempo del policial. ¿Cuál fue el disparador de la historia? ¿Qué elementos sabía desde el principio que no podía faltarle al relato?
–En realidad hace muchos años que quería escribir una novela. Es más, una de las escenas de Padecientes, estaba escrita desde el año 2000. Y siempre le daba vueltas. Era la historia de cómo alguien, no sabía quién, se deshacía de un cuerpo, tampoco sabía de quién ni el porqué. Cuando surgió el ofrecimiento concreto de escribir la novela, fui a esa escena y empecé a buscar en mi mente posibilidades. En cuanto a lo que no podía faltar, creo que el policial tiene que tener un ritmo que impida que se pueda dejar de leer. Un policial no es como otro tipo de novelas que uno puede ir disfrutando de a poco. El género es voraz e invita a no poder detener la lectura. Para lograr eso tomé algunas decisiones que, si me dejo llevar por los comentarios de los que la han leído, dieron resultado. Pero en este caso, la novela no podía carecer del contenido psicoanalítico, porque así es como pienso, siento y leo la vida.
–¿Está trabajando en un nuevo libro?
–Sí, en dos en realidad. Porque hay un nuevo formato que no es el de los relatos ni la novela que quiero emprender y que tengo pautado con Planeta. Pero el mundo ficcional al que me adentré con Los Padecientes es muy tentador. Por eso también estoy pensando en un argumento para ir jugando con algunas ideas para una próxima novela.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-145623-medios-122-Una-nueva-entrevista-abierta-con-Rolon.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario