jueves, 30 de junio de 2011

El decreto que protege algunas salas

Teatro Municipal Coliseo Podestá de La Plata

Teatro / Diez edificios

Opera, Maipo, Liceo y Gran Rex

Jueves 30 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa

Diez teatros nacionales fueron declarados monumento histórico nacional y otros once, de interés histórico-artístico, a través de un decreto firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se publicó en el Boletín Oficial el viernes último.

El decreto 837/2011 establece que los edificios porteños de los teatros Liceo, San Martín, Gran Rex, Opera y Maipo entren en esta categoría, además de reconocer la labor histórica de la construcción de teatros, que en primer lugar se basó en formatos heredados por la tradición italiana y española, para luego incorporar nuevas corrientes arquitectónicas.

Los teatros de la provincia de Buenos Aires que entraron en esta categoría son el Rafael Aguiar, de San Nicolás; el Municipal, de Bahía Blanca, y el Coliseo Podestá, de La Plata. También se sumaron los santafecinos el Círculo y el Municipal.

Un poco de historia

El Teatro San Martín se comenzó a construir en 1954 y se inauguró cinco años después, aunque sus actividades comenzaron al año siguiente. La obra de construcción del Gran Rex se realizó en 1937 y estuvo a cargo del arquitecto Alberto Prebisch, autor del Obelisco. La primera construcción del Opera, hoy denominado Opera City, la cual fue la principal sala lírica de la ciudad, debió ser demolida en 1935 por el ensanche de la avenida Corrientes. El escenario del Maipo, el cual fue sinónimo de revista porteña, fue remodelado luego de un incendio en 1929. Además, fueron declarados bien de interés histórico-artístico 11 edificios, entre ellos los porteños Regio y el C.C. San Martín, y el Alberdi y San Martín, estos dos últimos ubicados en la provincia de Tucumán.

Cecilia Millones


Teatro / El Picadero

Nuevo capítulo de una sala emblema: En manos de Blutrach, abrirá en el verano

Anteayer, el Teatro del Picadero, sala ícono del movimiento de Teatro Abierto, cambió de mano. El nuevo dueño es Sebastián Blutrach, productor teatral de enorme experiencia que suele trabajar junto con Daniel Veronese. "Es un espacio maravilloso en donde se podrá hacer infinidad de actividades. Después de tanto tiempo gestionando salas que no fueron mías, tenía ganas de pensar para un espacio propio", reconoce. En marzo, cuando La Nacion recorrió la sala que pertenecía a Ernesto Lerner, la obra civil ya estaba casi terminada. Blutrach se comprometió a terminar los trabajos para abrir en el verano con un espectáculo que coproducirá junto a Pablo Kompel. Y piensa ofrecer allí las obras de Veronese.

En 2007, los vecinos habían salvado al Picadero de la demolición. Por un acuerdo entre las partes, el Ministerio de Cultura también programará espectáculos allí. Así se abre un nuevo capítulo de una sala que, como pocas, se tuteó varias veces con el peligro de desaparecer.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1385481-el-decreto-que-protege-algunas-salas

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