DOMINGO DE FIESTA RALY BARRIONUEVO, EN LA PREVIA DEL CHAQUEÑO PALAVECINO.
FIFBA 2011. El Festival Internacional de Foklore Buenos Aires tuvo tres días gratuitos al aire libre, con el Chaqueño como máxima atracción.
* 11.04.2011 | Por Patricio Féminis Especial Para Clarín
De esto se trata el folclore: de participar. Si no, estamos en el horno , tiembla Tilín Orozco en plena luz guitarrera, el sábado en el Festival Internacional de Folklore Buenos Aires (FIFBA). Y Fernando Barrientos, su compadre de tonadas y cuecas rozadas por Gustavo Santaolalla, hace reunir los cuerpos con melodías etéreas y gatos viñateros: a minutos de que suba él, claro, para un rescate emotivo de su vida de productor y vector de sonidos, los Orozco-Barrientos, con su cuyanidad sin clichés, expondrían la ideología de este festival inédito en el Bosque de La Plata y, quizá, una huella de la cultura folclórica por venir: varias generaciones, sin cerco para las raíces.
“Lo mío es la fiesta, el calor de mi público. Sé lo que les gusta, lo que debo darles”, le dirá el Chaqueño Palavecino a Clarín , el domingo a las 22, al borde del cierre del FIFBA: en segundos, Nicolás Wainszelbaum, Director bonaerense de Industrias Creativas, dirá que “afuera hay 50 mil personas, y hubo 110 mil en total, desde temprano”. Las cifras finales han de pivotear alrededor del Chaqueño y sus 27 temas en el Escenario Panorama (abarrotado sólo para él). O en la noche previa: Santaolalla junto a Elpidio Herrera, los tangos de Cristóbal Repetto, el Homenaje a Leda Valladares con Laura Peralta y 40 pibes bagualeando, Bajofondo al remate. Las estéticas diversas en los otros escenarios del Tercer FIFBA (el Alternativo, el Anfiteatro del Lago y Zambódromo) lo asientan como un festival de vanguardia.
Fueron tres días en el Bosque desde el arranque del viernes 8 hasta la previa del Chaqueño, anteayer, con Raly Barrionuevo y el Dúo Coplanacu. “Celebramos la heterogeneidad de artistas”, dijo adiós Leo Martinelli -de Tremor- el domingo a las 19 en el Escenario Alternativo antes de Juana Fé, octeto de cumbia-rock-reggae-canción chilena, luego de percibir en el cielo los retumbos negros con Eva Ayllón y la armónica de Franco Luciani, allá en el Anfiteatro. La comunidad peruana platense entró en festejos, valses, landó y cuerpos en catarsis luego de sus elecciones presidenciales.
Además de garantías -en surcos distintos- como Soledad, Mariana Baraj, Arbolito, Orellana-Lucca, el FIFBA reunió a artistas en vuelo creciente: Soema Montenegro (voz espiritual), Los Chaza, Tarco Trío, Duratierra, etc. Y hasta hubo homenajes “a las grandes voces de Cuyo, del Litoral. Y que viniera una leyenda tucumana como Gerardo Núñez fue parte de este deseo: poder mostrar”, revive Gustavo Ameri, uno de los programadores. Una consigna que se abrió el sábado a dos artistas ¿de afuera? que ponderaron “el respeto del público”: Mauricio Tizumba y -también del Nordeste brasilero- Cobra Verde, un viaje a una peña de forró y chotis (tocados, apenas, con tambor, acordeón y triángulo). Otro viaje que provocaría el baile sensual, la fe de la cumbia: Chicha Libre (Perú-Francia-USA-México-Venezuela), con aquel género del Perú amazónico, redescubierto. Una buena síntesis, por fin, no de sonidos globales cayendo al Sur sino de folclores en transformación: oídos en territorios cercanos.
Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/diversidad-folclorica_0_461353868.html
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