El arte circense, lejos del estereotipo

Obras de vanguardia, sin leones ni domadores

Publicado el 21 de Abril de 2011

Por Lucia Alvarez

El 28 de abril comienza la tercera edición del Festival Internacional de Circo de Buenos Aires. Serán 60 funciones, con cinco compañías locales y otras diez de Francia, Bélgica y otros países, en el Polo Circo y en el Teatro San Martín.

Se desarman, se desploman, saltan, vuelan, se juntan y se separan. No son acróbatas ni bailarines. Son cuatro muñecos hechos con bolsas de plástico que, impulsados por ventiladores, se desplazan por el escenario de la carpa principal del Polo Circo porteño. Y son la creación de Phia Ménard, una talentosa artista trans que vino directamente desde Francia para estrenar en el Festival Internacional de Circo de Buenos Aires, su nueva obra: L’après-midi d’un fohen.

Esta tercera edición del festival, que se llevará a cabo desde el 28 de abril hasta el 9 de mayo en las sedes del Buenos Aires Polo Circo (Av. Garay y Combate de los Pozos) y el Teatro Municipal General San Martín, contará con 60 funciones, representadas por 15 compañías, de origen argentino, francés, belga, canadiense y de Nueva Guinea. Las entradas para los espectáculos nacionales son gratuitas y se podrán retirar entre los días 25 y 29 de este mes en la Casa de la Cultura (Av. de Mayo 575), mientras que la entrada a los eventos internacionales tendrá un valor de entre 20 y 50 pesos, dependiendo de la obra.

“Mi tema es la transformación. Antes trabajaba con hielo, pero ahora me interesa usar un material que no pueda controlar de ningún modo: el aire. También es un elemento enemigo de los malabares, por cambiar el sentido de los movimientos. Estas bolsas muestran la transformación de una manera mucho mejor de lo que yo podría hacer”, justificó Ménard su elección. 

Ella no es la única artista que presentará obras de vanguardia, con imágenes muy alejadas del estereotipo circense con leones, domadores y trapecistas. Según explicó la directora de Buenos Aires Polo Circo, Gabriela Ricardes, la idea es que en el festival las compañías den cuenta de la diversidad que existe en el circo contemporáneo, “en donde la proeza dejó lugar a la poesía”, y donde ganaron terreno otras artes escénicas.

Quizá por ese cambio, la mayor parte del público que acude al festival de circo de la Ciudad son jóvenes de entre 22 y 27 años y no el clásico grupo familiar. Sin embargo, desde el Ministerio de Cultura porteño aseguraron que la intención es convocar a los espectadores “del circo de Moscú o del Luna Park, que se quedó sin opciones”: un público genérico conformado tanto por aficionados al teatro independiente o estudiantes de circo, como por los vecinos de la zona sur de la Ciudad.

“Esta nueva edición es la continuidad de una apuesta cultural. El circo es estratégico para nosotros por la enorme capacidad de inclusión social, pero con altos niveles de excelencia”, explicó el ministro de Cultura, Hernán Lombardi.

Tal vez la paradoja sea que, para la gestión porteña, la excelencia esté directamente vinculada con las producciones internacionales. Esta concepción explica la presencia desproporcionada que existe entre las diez compañías extranjeras con respecto a las cinco locales, entre ellas la de los estudiantes y graduados de las dos carreras de artes circenses del país, la de la Universidad Nacional Tres de Febrero y la de la Universidad Nacional de San Martín.

“El circo argentino estaba estancado. Era un mapa paralizado desde la creación y la estructura. Pero hace unos años, esto fue cambiando por las carreras de artes de circo y la presencia de las producciones internacionales que permitieron abrir el horizonte”, justificó Ricardes.

Fuente: http://tiempo.elargentino.com/notas/arte-circense-lejos-del-estereotipo