En la carpintería (Jean Jaures 858)
12.02.2011 | Última oportunidad para ver la obra de teatro Mi vida después todos los viernes de febrero 2011 a las 20.30.
Luego de dar tres funciones en Salvador de Bahía y dos en Santiago de Chile, la obra dirigida por Lola Arias vuelve a Buenos Aires hasta el 29 de abril en su tercera y última temporada. Además de contar con excelentes críticas, la obra generó en sus ediciones anteriores un fenómeno de convocatoria respaldado por la ascendente carrera de su directora, pero sobretodo por el abordaje particular de las consecuencias que dejó la última Dictadura Militar.
A diferencia de las obras que la antecedieron Mi vida después le da voz a quienes no vivieron de forma directa el período sino que lo palpitaron a través de sus padres. Y es en la escena que los personajes intentan calzarse en sus zapatos. Sin posturas políticamente correctas, la obra protagonizada por Blas Arrese Igor, Liza Casullo, Carla Crespo, Vanina Falco, Pablo Lugones, Mariano Speratti y Moreno Speratti da Cunha encuentra su verdad en pretender hablar de la verdad con mayúscula.
Tanto los actores como el equipo detrás de la escena se encuentran dentro de una misma franja etárea, pero Lola no cree que pueda clasificarse la obra dentro del teatro generacional. Cuenta que en principio “no creo que exista eso como género, si me parece que la obra genera una especie de mirada que trasciende los seis personajes en escena y produce una especie de retrato de una generación que nació en esa época. Contamos sólo seis historias aunque podrían ser muchas más y eso es lo más interesante. Lo que tiene de particular la obra es que no tiene que ver con el foco que le daba la generación de nuestros padres. Tiene un enfoque propio, hay una mirada distinta, un humor, una sensibilidad y un uso del lenguaje que es completamente diferente”.
En el proceso de creación, la directora se entrevistó con cada uno de los postulantes y les pidió que le contaran su historia. Luego seleccionó las que tenían un potencial escénico y con cada uno de ellos trabajó en base a documentación que los actores aportaron. Según Arias, “es muy atractivo poder trabajar con material documental, con fotos, con cartas, con cintas, con elementos del pasado que son tan privados y se vuelven super iluminadores de una época. A través de ellos sabemos cuál era la forma de hablar, de escribir, de pensar de esas personas que ya no existen”.
Más allá de referir a la historia de la Argentina, la obra se presentó en estos casi dos años en distintas ciudades del mundo. Según Lola: “Es muy loco lo que sucede afuera. Acá se da un fenómeno muy de espejo, la historia que le cuentan es la historia que se conoce. Alfonsín del ‘89, hiperinflación, 5 presidentes, corralito, el helicóptero. O sea su propia historia. Afuera, se convierte en el relato del país y a la vez como cada uno se vincula con la historia de su país. Porque en todos hubo regimenes totalitarios. Hablamos de algo más universal: la relación entre la política y la vida. En ese punto todo el mundo hace una relación con su historia familiar: que heredó, que rompió y que continuidades existen”.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-126072-medios-122-Hablar-de-la-relacion-entre-la-politica-y-la-vida-es-universal.html
12.02.2011 | Última oportunidad para ver la obra de teatro Mi vida después todos los viernes de febrero 2011 a las 20.30.
Luego de dar tres funciones en Salvador de Bahía y dos en Santiago de Chile, la obra dirigida por Lola Arias vuelve a Buenos Aires hasta el 29 de abril en su tercera y última temporada. Además de contar con excelentes críticas, la obra generó en sus ediciones anteriores un fenómeno de convocatoria respaldado por la ascendente carrera de su directora, pero sobretodo por el abordaje particular de las consecuencias que dejó la última Dictadura Militar.
A diferencia de las obras que la antecedieron Mi vida después le da voz a quienes no vivieron de forma directa el período sino que lo palpitaron a través de sus padres. Y es en la escena que los personajes intentan calzarse en sus zapatos. Sin posturas políticamente correctas, la obra protagonizada por Blas Arrese Igor, Liza Casullo, Carla Crespo, Vanina Falco, Pablo Lugones, Mariano Speratti y Moreno Speratti da Cunha encuentra su verdad en pretender hablar de la verdad con mayúscula.
Tanto los actores como el equipo detrás de la escena se encuentran dentro de una misma franja etárea, pero Lola no cree que pueda clasificarse la obra dentro del teatro generacional. Cuenta que en principio “no creo que exista eso como género, si me parece que la obra genera una especie de mirada que trasciende los seis personajes en escena y produce una especie de retrato de una generación que nació en esa época. Contamos sólo seis historias aunque podrían ser muchas más y eso es lo más interesante. Lo que tiene de particular la obra es que no tiene que ver con el foco que le daba la generación de nuestros padres. Tiene un enfoque propio, hay una mirada distinta, un humor, una sensibilidad y un uso del lenguaje que es completamente diferente”.
En el proceso de creación, la directora se entrevistó con cada uno de los postulantes y les pidió que le contaran su historia. Luego seleccionó las que tenían un potencial escénico y con cada uno de ellos trabajó en base a documentación que los actores aportaron. Según Arias, “es muy atractivo poder trabajar con material documental, con fotos, con cartas, con cintas, con elementos del pasado que son tan privados y se vuelven super iluminadores de una época. A través de ellos sabemos cuál era la forma de hablar, de escribir, de pensar de esas personas que ya no existen”.
Más allá de referir a la historia de la Argentina, la obra se presentó en estos casi dos años en distintas ciudades del mundo. Según Lola: “Es muy loco lo que sucede afuera. Acá se da un fenómeno muy de espejo, la historia que le cuentan es la historia que se conoce. Alfonsín del ‘89, hiperinflación, 5 presidentes, corralito, el helicóptero. O sea su propia historia. Afuera, se convierte en el relato del país y a la vez como cada uno se vincula con la historia de su país. Porque en todos hubo regimenes totalitarios. Hablamos de algo más universal: la relación entre la política y la vida. En ese punto todo el mundo hace una relación con su historia familiar: que heredó, que rompió y que continuidades existen”.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-126072-medios-122-Hablar-de-la-relacion-entre-la-politica-y-la-vida-es-universal.html
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