Espectáculos / Kevin Johansen pasó por La Plata junto a The Nada y Liniers, en una noche mágica que comenzó con las canciones de Hoppo, ese combo musical latinoamericano encabezado por Rubén Albarrán (Café Tacuba).
31.03.2012 | 15.24
Por Flavio Mogetta
Kevin Johansen + Liniers (foto: Victoria Lagomarsino)
Casi tres horas y media habían pasado cuando el telón del Teatro Sala Ópera se cerró bajo el ritmo de la coda final de esa tan melancólica como alegre canción que es "Fin de fiesta", y en la que todos los integrantes de The Nada y también Liniers desfilan por el micrófono para hacerse cargo de la canción. La gente delira, festeja, celebra lo que acaba de vivir y sentir, y así se comportará a lo largo de todo el recital, dejando en evidencia que Kevin cuenta en la ciudad con un público incondicional.
Ya habrán volado decenas de avioncitos de papel portando los trabajos que Liniers hizo a lo largo del show, tema a tema. Atrás también quedaron entonces los buenos pasos de comedia entre el músico y el dibujante, las proyecciones en la pantalla gigante, la interacción con el público y el oficio que destila cada uno de los músicos que lo acompañan.
Un puñado de minutos después de las 22, El vecinal (evento ideado por Johansen en el que conviven bandas latinoamericanas y argentinas) se puso en marcha cuando un histriónico Rubén Albarrán saludó al medio centenar de presentes e invitó a celebrar la vida desde las canciones. Sonidos ancestrales fueron marcando el camino antes de pasar por la pluma de Violeta Parra o Víctor Jara. Si algo terminó de comprobarse en la noche del viernes fue del amplio registro vocal con el que cuenta el mexicano y lo buen cantante que es. Hoppo, ese es el nombre del nuevo y relajado proyecto que impulsa, es una agradable bocanada de aire fresco en el rock lationamericano. Uno se transporta en cada canción que combina por igual folclore, psicodelia y música anglosajona. El final sería "a toda orquesta" con los Hoppo, Johansen y Liniers sobre el escenario entonandon una explosiva versión de "Gracias a la vida".
Después sería el tiempo de un merecedido intervalo, de un telón cerrado y descubrir poco después de las 23 que detrás de él nos aguardaban Kevin y sus muchachos para ofrecer un merecedido "fin de fiesta".
Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-177329-seccion-114&Redirect=false-Una-bonita-vecindad.html
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