La obra de danza teatro de la directora Silvina Grinsberg, que se presentó el fin de semana pasado en la Sala TACEC, indaga sobre las formas en las que la animalidad se hace presente. Y propone nuevas formas vitales para el lenguaje.
24.04.2012 | 15.25
Por Daniela Camezzana.
El cielo de los monstruos de Silvina Grinsberg
A simple vista no se tratan de eventos extraordinarios: un matrimonio que se rompe, un amor imposible, un hombre que no tiene donde caerse muerto, cosas que pasan en cualquier pueblo o ciudad. Sin embargo allí donde aparentemente concluye la historia, la directora Silvina Grinsberg abre la puerta para ver cómo el dolor habita esos cuerpos y los trasforma en seres excepcionales.
A partir de los libros Seres sobrenaturales de la cultura popular argentina de Adolfo Colombres y El libro de los seres imaginarios de Jorge Luis Borges, Grinsberg se zambulle de lleno en el universo de los mitos populares argentinos en busca de alegorías sin fecha de vencimiento de los miedos más primitivos. Pero si bien toma nota de las descripciones físicas y sonoras para la exploración no cae en la mera representación sino que las proponen como líneas de investigación en las que se pierde junto a los intérpretes Rakhal Herrero, Ignacio Monna, Emiliano Pandelo y Diego Velázquez. Y en algún sentido Grinsberg enfrenta sus propios miedos, abandonando las series coreográficas que todavía aparecían en las obras Los Esmerados y Potranquita para encontrarse cara a cara con la animalidad que deviene en un movimiento excepcional propio de esos seres. La directora como esos seres reflexiona sobre la pérdida en el escenario cuando, por ejemplo, incluye una serie sólo para tomarse el tiempo de desarmarla hasta que queda sólo el recuerdo de ese mundo conocido y al mismo tiempo preso de patrones de comportamiento que no expresan lo que ahora siente.
Si bien en la obra El cielo de los monstruos, la danza, el texto y la música tienen el mismo conforman un entramado que contiene un mundo con fronteras zigzagueantes entre lo real y los imaginarios. La directora habita el espacio desde lo musical creando atmósferas, pasajes y paisajes que envuelven y arrastran al espectador a las puertas del bosque. El diseño sonoro y composición musical a cargo de Guillermina Etkin van desde lo sutil hasta las digresiones más inesperadas en forma canciones pop que nos recuerdan que todavía estamos de este lado del mundo, pero que a veces no hace falta mucho para meterse de lleno en el bosque.
Ficha técnica
Idea y dirección: Silvina Grinberg
Intérpretes creadores: Rakhal Herrero, Ignacio Monna, Emiliano Pandelo y Diego Velazquez
Música original y diseño sonoro: Guillermina Etkin
Textos: Grinberg, Herrero y Velazquez
Vestuario: Mooo!
Escenografía e Iluminación: Facundo Estol
Sala: Tacec
Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-179238-seccion-114&Redirect=false-El-cielo-de-los-monstruos.html
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