martes, 23 de noviembre de 2010

Una puesta ecléctica

TIRONEADA PAULA ALMERARES, SOBRESALIENTE MARGARITA, ANTES DE LA REDENCIÓN.

MÚSICA

Crítica. La ópera “Fausto” de Gounod en La Plata Se lució la soprano Paula Almerares

23.11.2010 | Por Federico Monjeau

El primer cuadro de este Fausto no podría ser más lúgubre. El gabinete del Dr. Fausto no conserva siquiera la calidez de los libros. Las tradicionales bibliotecas son en esta versión enormes anaqueles vacíos que llevan a pensar tanto en una pesadilla burocrática como en fríos monoblocs, en lo que de alguna manera se transformarán en la siguiente escena de la kermesse, al alzarse por detrás de la plaza.

La kermesse restituye color y animación. Lo hace de modo bien convencional, con payasos, equilibristas y un efecto general de cocoliche. No parece haber un concepto o un estilo escénico unificado en esta realización (la escenografía de Graciela Galán), más allá de la inteligente resignificación de las bibliotecas-edificios a lo largo de la ópera; el eclecticismo se acentúa en la escena del jardín de Margarita (acto 3), cuya casa aparece como un teatrito de pueblo, con su diminuta silla, sus colores cálidos y su deliberado trazo de dibujo infantil.

En efecto, es un teatro, y cuando Margarita entona su balada del rey Thulé, lo hace desde ese segundo escenario, frente a una improvisada fila de butacas y con su vecina Marta convertida en pianista acompañante. Uno tendería a pensar en el remanido recurso del teatro dentro del teatro, pero cuando sobre el final de ese mismo acto Margarita expresa su turbación a viva voz ( Il m’aime...) mientras desde atrás Mefistófeles le va desabrochando el miriñaque para entregársela a Fausto en camisón, debe admitirse que esa logradísima escena bien merece su teatrito, y que por cierto no sería lo mismo en otro marco.

La puesta de Paul-Emile Fourny no carece de ideas, aun con sus lugares comunes o vulgaridades como las lascivas pero bobas contorsiones de la pareja Marta-Mefistófeles. Hay ideas y hay trabajo de actuación. La soprano Paula Almerares conmueve musical y dramáticamente en el papel de Margarita (magnífico debut en ese rol) y el Homero Pérez Miranda compone un gran Mefistófeles, oscuro y chispeante a la vez.

El tenor francés Luca Lombardo no desluce como Fausto, aunque musicalmente está un punto por debajo; le sobra voz, pero le faltan matices; canta todo un poquito parecido, incluso en el primer acto, donde el súbito paso de la vejez a la añorada juventud no contó con una réplica vocal. La mezzo Cecilia Díaz sobresalió en el papel de Siebel, y el barítono Luciano Garay se sobrepuso rápidamente y con gran categoría a un comienzo algo destemplado en el rol de Valentín.

El director Benjamin Pionnier (Francia, 1977) obtuvo un alto rendimiento de la Orquesta Estable. La cuerda en su conjunto impresionó desde la refinadísima obertura, aunque en el tercer acto el concertino no pudo encontrar la nota justa en el cierre de la cavatina de Fausto ( Salut! Demeure chaste et pure ).

Hubo gran entrega en los pasajes de conjunto y solistas, entre los que destacó particularmente el clarinete. El Coro de Miguel Martínez tuvo una actuación muy ajustada.

FICHA

Fausto
Autor Charles Gounod director Benjamin Pionnier sala Teatro Argentino, domingo 21, repite días 28, 2 y 5.
Muy bueno

Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/puesta-eclectica_0_377362415.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

  Balance de teatro 2024 En un año con fuerte retracción del consumo y un ataque inusitado al campo de la cultura, la caída de la actividad ...