Sociedad / La dramaturga platense Jimena Duca toca puertas para conseguir financiamiento para montar la obra sobre el caso Marita Verón, que presentó hace dos años en Nueva York, en la ONU.
03.04.2012 | 18.05
Por Cintia Kemelmajer
Un ensayo de "Mika", la obra sobre el caso Marita Verón presentada en Nueva York
Jimena aún tiene fresco el recuerdo de la potencia con que Susana Trimarco le contó del secuestro de su hija, Marita Verón, en manos de una red de trata tucumana. Corría el año 2008 cuando tuvo la posibilidad de entrevistarla, por una causa enorme: había sido convocada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para crear una obra de teatro que relacione la temática Arte y Derechos Humanos, y presentarla en la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la lucha contra la Violencia de Género. Aunque Jimena residía en Nueva York, la distancia con Susana no le significó una barrera: decidió tomar su historia como pibot de una obra que entrecruzara los casos emblemáticos. Así, viajó hasta Argentina y se interiorizó de su caso personalmente.
El resultado fue “Mika”, la obra de teatro inspirada en la historia de Susana, la mujer que después de sufrir el secuestro de su hija en 2002 comenzó una lucha con la que recuperó a 150 chicas secuestradas en Argentina por redes de tratas de personas para la explotación sexual. En la obra se denunció la violencia de género, la corrupción policial, la mirada esquiva de la Justicia y la indiferencia de las autoridades para combatir la explotación sexual. En aquella oportunidad, la presentó frente al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la repitió el 1º de diciembre en el Día Internacional de Lucha contra el Sida y, un día después, en el Consulado argentino en Nueva York.
Hace un año, Jimena regresó a vivir a La Plata con el sueño y las ganas intactas de poder presentar “Mika”, ahora sí, en el país. Pero no consiguió aún apoyo financiero para montarla. “Recibí mucho apoyo moral, pero no económico. Yo creo que la mayor traba que tiene esta obra es su temática, que es la trata de personas, un tema muy sensible, que requiere de compromiso”, ensaya Jimena, también abocada al armado de la ONG “Proyecto Nexo- Arte en conexión”, en la que dicta talleres de teatro para niños y adolescentes y también trabaja en el nexo de diferentes disciplinas, como arte y derechos humanos y también arte y salud.
–¿Cómo surgió tratar el caso Marita Verón en tu obra?
–Cuando me convocaron empecé a investigar la temática y a buscar historias reales en las cuales basarme. Entre ellas, la de Susana Trimarco me pareció poderosísima desde todo punto de vista y que funcionaría en cualquier lado. Susana tuvo la capacidad de sobrellevar el dolor y, a pesar de los obstáculos que le intentaron interponer, correr el velo de la corrupción que había detrás del secuestro de su hija. La de Susana, también, es una historia muy teatral, de una mujer que se sobrepone a todo, que simboliza un hilo de esperanza en una trama oscura porque lucha para revertir la situación. Por eso la elegí como historia pibot de “Mika”. La titulamos así por Micaela, la hija de Marita, que tenía dos años cuando secuestraron a su mamá. También me llamó la atención que una niña estuviera envuelta en eso, que pague las consecuencias. Una vez elegida la historia, fue muy sencillo abordarla porque Susana se mostró muy predispuesta a ser entrevistada.
–¿Qué recordás de la entrevista con Susana?
–La entrevisté hace casi cuatro años y ya en ese momento ella me contó exactamente lo mismo que está contando ahora por los medios y en el juicio. Susana supo desde siempre cómo operó la red de trata con Marita y siempre lo dijo, pero ahora es noticia y lo toman como una novedad. El foco de nuestra charla estuvo puesto en las primeras 72 horas de su secuestro, que fueron las cruciales: en esas 72 horas, desfilaron por Tucumán todos los personajes que no hicieron que a Marita se la llevaran, desde el intendente hasta todos los otros responsables.
–¿Qué otras historias tomaste para “Mika”?
–Tomé el caso de la periodista Liliana Hendel. En realidad, sucedió hace unos años que otra chica tucumana estaba siendo acechada por su marido entonces, desesperada, recurrió a los medios de comunicación y denunció que si pasaba el tiempo el marido la iba a terminar matando. Y así fue: el mes siguiente, el marido la mató. Después de ese caso, Hendel, una profesional muy comprometida con la lucha contra la violencia de género, habló cinco minutos en vivo y con mucha indignación con lo sucedido, haciendo un resumen de lo que no funcionó en el Estado por lo cual se llegó a la muerte de la chica. Ese parlamento lo tradujimos casi textual y es un monólogo que realiza un periodista adentro de la obra.
–¿Cómo fue el recibimiento de “Mika” en Estados Unidos?
–Excelente. La obra se estrenó en la ONU por lo que sólo pudieron concurrir invitados especiales, era a sala cerrada. También pudo venir a verla Liliana Hendel, con quien luego estuvimos trabajando acá en Argentina para estrenarla pero no pudo ser. La mamá de Marita no la vio porque, si bien le cursé una invitación especial y hasta estábamos dispuestos a pagarle el pasaje, el 25 de noviembre, día del estreno, ella tenía muchos compromisos en su lucha contra la violencia de género que no pudo postergar, y fue entendible. Desde ya que mi idea siempre fue mejorar la obra, agregarle nuevos casos, ir actualizándola, pero sin apoyos no puedo hacerlo. Este tema necesita alianzas, pensé que me iba a ser más fácil encontrarlas, pero lamentablemente no está siendo así.
–¿Qué rol pensás que tiene el arte en temáticas tan duras, como puede ser la trata de personas?
–En el caso de “Mika”, creo que lo más importante fue llevar estas temáticas a donde estaban los tomadores de decisiones. Hacer visible el tema. En la presentación a la comunidad, la idea sería un poco la concientización, que la gente se entere de que no es normal que una pareja sea maltratadora, que se entere de los canales de ayuda que existen para denunciar. Creo que deberíamos copiar las iniciativas que existen en el país para desmitificar y conocer lo sucedido en la Dictadura, como puede ser Teatro por la Identidad, y trasladar esas experiencias también a otras temáticas, como sucede con la trata de personas. Hay muchísimo para trabajar aún en las cuestiones de género.
DRAMATURGA FOR EXPORT. Jimena Duca es platense y de pequeña tocaba el piano, pensando que iba a ser concertista. Sin embargo, a los 16 años se dio cuenta que no iba a poder pasar ocho horas al día sola y se volcó al teatro. Estudió Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires, a la par estudió actuación con Raúl Serrano, y apuntaba a la dirección cuando su marido se ganó una beca para ir a estudiar a Estados Unidos. Allí radicada, terminó de formarse en el Instituto Internacional del Teatro Saratoga, y a los pocos días de recibida, recibió el llamado de lo más alto de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con la propuesta para hacer la obra teatral en la temática de Violencia de Género.
En su ONG Proyecto Nexo, se dedica a la producción y gestión de teatro y otras artes del espectáculo, que cree en el poder del arte como instrumento de transformación social. Concibiendo al arte en conexión y creyendo en el beneficio que conllevan los nexos-intercambios de conocimientos y prácticas para el mejor desarrollo de una comunidad artística y de la sociedad en general. Propicia intercambios entre instituciones, artistas y otros agentes sociales, a nivel local, nacional e internacional, junto con su joven colega profesional, Marina D`Lucca.
Actualmente, también preparan una obra en el área de Arte y Ciencia, que montarán en alianza con la universidad nacional o bien con el CONICET. La obra trata sobre un grupo de físicos que investigan para crear una bomba atómica. Para hacerla entrevistó a investigadores chilenos, croatas, suecos y de Nueva York, que probablemente participen de la obra en vivo a través del Skype.
MIKA. Mika es una obra de autoría colectiva. Además de la platense Jimena Duca, son sus autores Helen Richardson (dramaturgista), Erin Courtney y Scott Adkins (escritores), Gabriel Gutiérrez, Brent Werzner, Anastacia Vincent, Sade Namei, Eunmi Hwang, Lorenzo Montanini (actores), Tara Gladden, David Gladden y Hallvadur Aggerson (músicos).
Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-177567-Hay-muchisimo-para-trabajar-aun-en-cuestiones-de-genero.html
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