viernes, 15 de julio de 2011

Con talento y distinción

En una entrevista exclusiva de Hoy a Sergio Pángaro, el multifacético artista, pronto a presentarse en la ciudad, nos da su visión sobre sus comienzos, su música y la actuación.

-¿Cómo fueron tus inicios?

-Me di cuenta de que al rock le faltaba algo. Yo ya tenía 26 años y veía que me quedaba poco de rock, porque creo que el rock está en la edad. Está en la sangre, tiene que ver con el físico, una manera de no poder contenerlo. Hasta los treinta años. Obviamente luego se puede seguir, y no digo que esté mal, pero algo se pierde. Si quiero hacer rock, me sale maricón.Yo veía que el jazz, la música clásica, el lounge, me empezaba a tirar un poco. Lo otro era rebeldía. Si sos pendejo, cantás y te sale rockero, tocás algo y te sale rockero. Después ya te sale bien, podés ser muy sensible, inspirado, pero la parte rockera desaparece. El público relaciona a Baccarat con una estética y un discurso que el grupo generó en sus comienzos. La música lounge, el bon vivant y el glamour que los rodea. No me interesa cambiar la idea que tiene la gente de nosotros, sino jugar con eso, ver qué posibilidades nos da el preconcepto del público que se acerca. En ese aspecto se va montando un supuesto imaginario de Baccarat. No me interesa apuntalar la imagen del bon vivant, de los viajes y de todo eso pero tampoco contradecirla. Jugamos con esa idea de cabeza fresca y, a la vez, comprometidos para hablar de lo que nos sucede como ciudadanos. Este disco dejó de lado los grandes temas de la sociedad, como los conflictos sociales, para apuntar al origen, que es el descontento del ser, consigo mismo y con su lugar en el mundo.

-Entre tantos grupos similares, hoy Baccarat parece una rareza. No encaja en ningún sitio...

-¡Qué bueno que lo veas así! Eso creo que, de alguna manera, se lo debemos al hecho de que nos fijamos qué nos sucede a nosotros con el oficio que elegimos, que es hacer espectáculos. Somos trabajadores del espectáculo que compramos en el almacén, vemos el noticiero y somos permeables a lo que sucede y a los otros oficios. Viajamos en taxi, en colectivo, vemos lo que pasa y realmente eso nos llama más la atención que el último disco de un grupo nuevo.

-¿La actuación renovó tu compromiso con la música?

-Sí, creo que la energía de Baccarat estaba enviciada. Tenía pilas de papeles con letras y dos computadoras llenas de demos. Pero le faltaba la gracia que tiene que tener el rock. Lo que sucedió fue que llevamos el refinamiento de lenguaje hasta un nivel que empezamos a desconfiar. Acercarme al cine fue un honor, porque descubrí otra industria. En la discográfica, los sellos no ponen tanto en juego, se llevan todo. En el cine descubrí otro compromiso. Cuando termine mis compromisos actorales, volveré con un musical. Se va a llamar Un día con Baccarat.

-¿Cuántos años tiene Baccarat, de esa fórmula combinada con el jazz?

-Creo que diez años, pero es difícil ponerles una fecha a los comienzos. Ya a principios de los ‘90 lo que yo hacía se podía tomar como el concepto Baccarat. Me acuerdo que en El Dorado se organizó una convocatoria para salvar al vinilo y yo me presenté con un winco. Canté una canción sobre otra y esa unión de dos composiciones que forman una fue el punto de partida para Baccarat y fuimos dándole un concepto, uniéndolo con otras directrices. Y en eso estamos.

Puntos de vista

Además del Pángaro poético, está el cantante conocido, más asociable a retratos en fiestas de etiqueta y salones imperiales. “Vivo en el contraste típico de esta sociedad”, dijo. “Tomo champagne en la fiesta de los premios Planeta y como choripán en el recital por la solidaridad con la fábrica Bruckman”, graficó. El dandysmo y el romanticismo exacerbados se manifiestan en la continua referencia al paseo, el cruce de miradas, el aseo personal.

Pángaro no reniega de su propia ingenuidad, que en sus letras puede expresarse como pura emoción. Escribió en Decepción: Hoy no quiero desilusionarme/ para siempre quiero enamorarme/ preséntame a tu amigo/ me da cosquillas en el ombligo.../ amanece y cantan las aves/ las escucho para no recordarte... “.

La Plata, su ciudad

“Lo que en realidad extraño es caminar por el Bosque y pisar las hojas, ir tardes enteras al Museo y colgarme viendo piedritas. Después es como difícil estar en La Plata, porque todas las cosas que tengo que hacer no las podría disfrutar. Es como una ciudad para tener plata. Tener guita y estar en La Plata es lo mejor. La ciudad tiene una identidad completa, no necesita de nadie, me refiero a lo macro, no necesita ni de Londres ni de París. Hay una ironía que nunca la pude encontrar en Capital: en La Plata hay una manera muy particular de entender las cosas”.

El artista

Para el dandy platense, el filme El artista no es un paso más en su carrera: “Me enseñó, en lo musical, a preocuparme por cuestiones de sellos discográficos, es un tema que aleja al artista de su potencial”, dice luego de la función el líder de Baccarat.

-Baccarat tiene un halo cinematográfico, en sonido, en letras y en escena. ¿Eso facilitó tu arribo a la actuación?

-La que terminé de hacer, donde interpreto a un asesino, fue todo un desafío. El director me dijo que había pensado en mí después de verme en un show, porque me lo crucé en un pasillo y lo fulminé con la mirada. Había violencia en tus ojos, me explicó. Yo he leído mucha teoría de teatro, y confieso que he disfrutado más de películas que de discos y, con esa liviandad del que es un diletante, tengo mi teoría. Pero no dejo de tener instinto y ganas de jugar. Creo en la interpretación: cuando estás frente a un micrófono, hay un hecho teatral.

Estética Baccarat

Músico, escritor, poeta, actor, modelo, y tantas facetas de un mismo artista que nunca paró de relacionarse con sus inquietudes. Ha formado una imagen desde la cual vive y respira. A los 38 años, Sergio Pángaro ha construido su propia carrera hasta convertirse en un artista y un personaje único dentro de la escena de la música porteña, con una estética que casi no encuentra pares en el país.

Es actor, animador y escritor pero todos lo conocen como la voz que conduce al universo kitsch lounge de Baccarat, su banda desde hace más de una década.

En la figura de Sergio Pángaro, el pasado se mezcla con el presente bajo la impronta de un crooner tan dandy como atemporal.

Unos minutos con Baccarat, su nuevo disco

Tras seis años sin lanzar material nuevo, el grupo Sergio Pángaro y Baccarat editó Unos minutos con Baccarat, un EP de cuatro temas que anticipa el lanzamiento de su nuevo álbum.

Con este nuevo trabajo terminado, el músico sostiene: “Tratamos que los temas sean cada vez más silvestres, más simples. Me parece que la canción en sí es como cualquier obra, no te tiene que decir el mensaje, sino sugerir algo, para que cada uno lo pueda leer como quiera”.

Próximo recital

Sergio Pángaro y Baccarat llevará su estimulante espectáculo en un recorrido temporal y diverso en Ciudad Vieja, sito en 17 esquina 71 hoy a las 21, con capacidad limitada y entradas anticipadas en Jason Rock. Tras este recital, en el mismo espacio, a las 24, se presentará Me Darás Mil Hijos, con su show íntimo imperdible.

Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-147456

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