Espectáculos / 21.07.2011 | Con más de 40 años de carrera, este verdadero referente de la música popular argentina se presenta mañana en nuestra ciudad
"Me gusta, de vez en cuando /perderme en un bordoneo /porque bordoneando veo /que ni yo mismo me mando./Las cuerdas van ordenando/los rumbos del pensamiento/y en el trotecito lento/de una milonga campera/va saliendo campo ajuera/lo mejor del sentimiento", escribió Atahualpa Yupanqui en "Milonga del Solitario". Hay algo estoico en la soledad –cuando es parte de una elección– y casi existencia: el hombre y su circunstancia frente la inmensidad. Por eso es que Juan Falú –sinónimo de guitarra, pilar del folclore y la úsica popular– se siente atraído por el nombre del ciclo que mañana a las 21.30 lo traerá al escenario de Ciudad Vieja (17 y 71): Ciclo 1 Solo. "Me gusta el nombre, es una reivindicación del solista, toda una figura que tiene una presencia fuerte en la historia de la música argentina, casi formadores de la una estética argentina –asevera el artista–. Cuando uno persiste en esa soledad (que nunca es así en realidad, porque no es lo mismo ser solista que estar solo) en esa presencia de uno con sus instrumento y su voz y su palabra, siente en algún momento que es una especie de sobreviviente de un modo de ser. Inclusive ocurre, hay hasta premios a solistas que tienen esa categoría y no los son: tocan con banda. Y esta bien, pero ser solista es algo distinto."
Falú adhiere a que ese tipo de interpretación "está más vinculado al folclore, pero hubo tangueros que reivindicaban ese modo. Por me parece a mí que Edmundo Rivero nos llega más desde las versiones más íntimas con su guitarra que con la orquesta. En el folclore se plasmó la idea del solista como signo de lo colectivo. Yupanqui, por ejemplo."
Y en ese plan es que celebra "volver a Ciudad Vieja. Estuve varias veces y todas fueron muy gratas. Se dio esta comunicación, que cuando no se da es lo más frustante que le puede ocurrir a uno. El trabajo del artista esta acompañado de una situación emocional muy grata basada en la comunicación."
¿Está esa comunicación presente a la hora –íntima– de la composición? "El acto creativo es de mucha concentración de uno con la música, de uno con uno mismo. Pero a veces ocurre que está creando y se imagina un otro cualquiera. Eso termina siendo inspirador, como si uno imaginariamente estuviera siempre con un público. Pero no sé si es necesario o es un aspecto narcisista de imaginarse que uno siempre está siendo escuchado."
Su tono amable y pausado sí generan ganas de escucharlo, casi tanto como lo genera con sus seis cuerdas que lo han llevado por todo el mundo, donde existe un público ávido de escuchar música nacional. O como bien corrige Falú, "por suerte se la percibe como música y no como nacional." Con dos giras por Europa programadas para este año, el guitarrista se refiere ala forma en que otras música interactúan con los sonidos locales. "Yo creo que siempre es posible sumar. Yo no lo hago mucho porque soy muy enfrascado en mi música y mi manera. Mi modo de ser autodidacta es en realidad muy extraño, me alimento de mis propias vivencias. Pero es cierto que me pasó que viviendo en Brasil he tomado cosas. También pasa que si escucho unos fraseos peruanos me encantan y como siento familiaridad, me encantaría adoptarlos."
Y se extiende: "En este momento de la música popular y las comunicaciones es bueno recuperar lazos que antes eran naturales. Nos daríamos cuenta que tenemos las misma raíces, desarrollos diferentes y que los caminos se vuelvan a juntar."
A sus jóvenes 62 años, el tucumano actúa constantemente por todo el país y fuera de él, lleva a cabo el ciclo Guitarras del Mundo (que este año comienza el 30 de agosto) da clases y es creador de la Carrera Superior de Tango y Folclore en el Conservatorio Manuel de Falla de Buenos Aires.
Y tiene más proyectos: "Estoy con ganas de realizar un disco que esté trabajado, ensayado, arreglado. Mis últimos discos fueron grabaciones en vivo. No tuve que producir: tuve que editar simplemente, que está muy bien, en un sentido me satisface. Pero tengo necesidad de arreglar temas que quiero mostrar en versiones mías y canciones propias que no he mostrado."
Para cerrar, sin mucha originalidad, el cronista le sugiere un par de palabras sobre la guitarra. "Un par: la-guitarra". Y tras un silencio, agrega: "Es todo. No me gusta hacer historias fantásticas sobre la vibración ni ponerle nombre o que es una mujer y que la toco… me parece que es una compañera y me ha salvado de entre otras cosas de ser un loco o un estúpido". Está claro entonces que no es una mujer, que precisamente suelen lograr lo contrario: volvernos locos o estúpidos. "Eso lo decís vos", responde entre risas. Y se queda solo… pero bien acompañado, como mañana por la noche cuando él y la guitarra sean todo.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-149539-medios-122-Juan-Falu-y-su-guitarra-arriban-a-Ciudad-Vieja.html
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