23.12.2011 | El cuarteto platense tocará los temas ya conocidos y adelantará algo de su próximo disco
Por Lucía Zapata
@zapatalucia
Despedirán un año “buenísimo”. La nueva formación de La sonora llegará esta noche a 1911 Bar (12 y 71) donde, desde las 21.30, brindará el último concierto de 2011 junto a la gente que los viene acompañando.
Mariana Larubia (clarinetes), Diego Amerise (bajo) y Juan Pablo Castrillo (percusión) se sumaron al proyecto que tiene a Alejandro Rodríguez (piano y composición) como el único integrante del conjunto original. Él se encargó de contar por qué se dio este cambio y cómo están transitando esta nueva etapa.
“Se podría decir que el grupo se reconstituyó: es toda gente nueva menos yo, que soy el veterano. Está muy lindo, estamos preparando un disco que sale en marzo y laburando mucho. Se formó una linda química” y si de balances se trata, resumió: “tocamos bastante acá en La Plata y en el interior de la provincia también. Por ese lado estamos funcionando bárbaro. Y también hicimos un laburo docente con chicos de Suecia. Así que contentos, fue un muy lindo año”.
Algo de lo que tocarán hoy será material que incluirán en su próximo disco, Huellas en el agua, que saldrá en marzo de 2012. En relación a esta producción, Rodríguez adelantó: “son un puñado de temas que quedaron de la antigua formación, un disco pendiente más algunos temas que hicimos nuevitos. La idea de Huellas en el agua surgió de una charla con los chicos que integraban el grupo antes, decíamos que La sonora había sido un grupo de referencia, que marcábamos una línea y después se hundió en el under nuevamente. Y decíamos que a veces parece que dejás huellas imperceptibles, pero cuando mirás alrededor y ves que hay un montón de grupos y propuestas que tiene que ver con la fusión, con esto que hacíamos nosotros ya en el ’80, te das cuenta que las huellas son permanentes, que han quedado”.
El recambio. Veintidós años “de laburo” es “muchísimo tiempo” reconoció el músico en relación al período en el que compartió escena con sus ahora antiguos compañeros. Con los chicos que se fueron de La sonora “está todo bien” pero el hecho de sostener un grupo durante ese lapso implica que “se desgaste un poco el funcionamiento creativo”. Y ejemplificó la situación diciendo “yo compongo los temas, pero el grupo empieza a tomar una identidad que quizás te corta un poco las alas, porque empezás a pensar qué es lo que tiene que sonar acá y vas dejando cosas afuera. Eso se termina convirtiendo en una especie de cárcel de la cual estábamos todos cansados. Yo estuve a punto de darle de baja pero apareció gente nueva, se enganchó, empezó a ponerle su sangre y la cosa rebrotó. Fue el cierre de un ciclo y esto nuevo se está abriendo con polenta”.
–Aunque sea muy reciente, ¿cuáles cree que son las diferencias que se dieron en el traspaso de una formación a otra?
–Una de las características de la vieja sonora era como que había una sobredosis de percusión en todo y ahora, con Juan Pablo Castrillo que es muy virtuoso, no está el foco puesto ahí. La percusión pasó a ocupar un lugar más y hay mucho laburo de arreglos, contrapuntos melódicos, de trabajo con los timbres a partir del uso de los clarinetes. Entonces hay como una exploración más de lo melódico y lo armónico. Pero ha cambiado, mucho más no se puede decir pero aparecieron sonoridades más tangueras, más todavía del río de La Plata, hay una cosa más de acá.
Fuente:http://diagonales.infonews.com/nota-169772-seccion-114&Redirect=false-Un-concierto-para-cerrar-el-ano-al-ritmo-de-La-sonora.html
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